La última vez que fue perseguido, que por un pelo lo atrapan, que se abrió paso a sangre y fuego por la zona serrana, con su reducido grupo de pistoleros, dejando atrás un campo de batalla minado, fue en julio de 2014, pero desde entonces la figura de Fausto Isidro Meza Flores se difuminó en la zona tradicionalmente controlada por sus ejércitos de sicarios, Sinaloa de Leyva y Guasave; considerado como uno de los últimos leales a los Beltrán Leyva, su cártel se mantiene aún sin su presencia, otras células pelean la plaza del sur del estado, y la narcoguerra se mantiene soterrada.
Sin duda su gente mantiene los dominios de Guasave y Sinaloa municipio, lo que ha llevado al gobierno estatal y federal ubicar el territorio de Juan José Ríos como uno de los enclaves peligrosos como la zona serrana de San Ignacio y Rosario, y la parte rural de Mazatlán, como la sindicatura de El Quelite.
En estos cuatro puntos, las fuerzas militares y policiacas de Sinaloa realizan un mapeo intenso para vigilar el comportamiento de los grupos criminales, luego de que a principios de año resurgiera la violencia en una espiral que dejó decenas de personas ejecutadas.
Pero desde hace meses, el rastreo de inteligencia que ha realizado la Secretaría de Marina, la Secretaría de la Defensa Nacional y el aparato de seguridad del Estado detectaron que el Chapo Isidro abandonó el territorio sinaloense.
De acuerdo con informes obtenidos, a Meza Flores lo han tratado de ubicar en la zona serrana del norte así como en Guasave, pero las fuentes señalan que solo sus líderes regionales continúan operando.
En ese contexto, a decir de las fuentes consultadas, El Chapo Isidro, quien es considerado por EU como el principal cabecilla de las células de los Beltrán Leyva en la zona de Mazatlán y la sierra sinaloense y quien fue el único que se le “plantó” a El Chapo Guzmán en la disputa por el Triángulo Dorado, además de que según el Departamento del Tesoro aparece como líder una organización criminal trasnacional y eso lo logró en tan sólo dos años, efectuando trasiego de cocaína, heroína, mariguana y metanfetaminas al vecino del norte.
Ha escapado de las fuerzas armadas mexicanas por lo menos tres veces, al menos en versiones oficiales. Pero esta vez, el temor de ser capturado lo ha obligado a desplazarse a otros estados de la República, así lo indica el análisis de inteligencia de la fuente. Por ser un narcotraficante altamente activo y violento que opera en el Triángulo Dorado pero también en Jalisco, Zacatecas y Sonora esto lo convirtió en uno de los principales objetivos de las autoridades federales.
Sin embargo, se ha logrado escabullir y nadie lo ve, mientras deja tras de sí un halo de pólvora y de terror.
La pugna por la sierra vale millones
La guerra ha dejado a la zona sur de Sinaloa en pedazos, entre muertos no contados oficialmente, balas, desaparecidos, desplazados, un innumerable saldo negro y eso ha ocurrido en un solo pedazo de valle y de sierra, y todo esto ha ocurrido por la disputa de las células pequeñas de los Beltrán Leyva por recuperar la región que sutilmente les “arrebataron” Los Chapos, porque allá ‘arriba’ (la sierra), el cultivo de goma de opio deja un tasa de millones de dólares, según los gringos, y esa tarea es delegada a los grupos más pequeños.
Además, debido a la disminución de los precios de mariguana y la creciente demanda de la goma, los carteles se inclinan cada vez más por los sembradíos de amapola como fuente de ingreso y de esta manera fortalecen el multimillonario comercio en el país y en EU refiere la información recabada.
De acuerdo al diario estadounidense The Washington Post, los precios de venta de mariguana al por mayor han caído de 100 dólares el kilo a 25 hasta el año pasado, en contraste, según el diario, un kilo de goma de opio utilizado para producir heroína se vende por mil 500 dólares, casi el doble de lo que costaba en años anteriores.
Los carteles mexicanos según la DEA ahora están produciendo heroína marrón, así como heroína blanca de alta calidad. De hecho México parece estar superando a Colombia como principal productor de heroína para el mercado estadounidense.
Mineros indefensos ante el narco
Las actividades de las organizaciones criminales de Los Chapitos y Los Beltrán Leyva que operan en el sur de Sinaloa no se han limitado al cultivo de amapola o a combatir a sus rivales, ahora se han extendido a inmiscuir a empleados de las minas ubicadas en esa franja en el negocio del narcotráfico, toda vez que las mineras se encuentran en zonas aisladas, carentes de sistemas de vigilancia y eso ha coadyuvado a la propagación del llamado robo ‘hormiga’.
El modo de operación, según una fuente federal consultada, consiste en que comandos con armas de grueso calibre interceptan a empleados y transportistas para despojarlos del metal.
“Los criminales les roban a su vez las piedras que ellos hurtan en costales y los obligan a producir el metal en un estado puro, posteriormente lo comercializan para lavar dinero y tener un ingreso extra”, reveló la fuente.
Señores de la mafia sin dominio del gobierno
Las autoridades del gobierno de Sinaloa reconocen que han sido incapaces de controlar el dominio que tienen los criminales en el sur de la entidad, pues tan solo el hecho de que sometan comunidades accidentadas de la geografía sinaloense a las que los cuerpos policíacos y militares difícilmente les permite actuar sin restricción alguna.
El choque entre el gobierno y los señores de la mafia viene cuando intentan extender su ejercicio de control hacia áreas más pobladas que trastocan a la población.
En entrevista con LA PARED, el general de División en retiro, Moisés Melo García, encargado de la Coordinación de Seguridad en Sinaloa, detalló la lucha de resistencia de estas células criminales que no se han podido expulsar de esas regiones.
“Establecimos una coordinación entre las fuerzas federales, principalmente con el Ejército y la Marina, ellos están establecidos de manera permanente en conjunto con la Policía Ministerial en el Rosario, Escuinapa, La Noria independientemente de lo que se trabaja en Mazatlán donde desgraciadamente ha habido hechos violentos que consideramos es por el pleito entre grupos criminales, problemas familiares que originan venganzas, lo que nos ha obligado a incrementar el número de efectivos en esas zonas”, comentó.
-¿Y éstas acciones han tenido éxito?
“Lamentablemente no hemos podido controlarlo al cien por ciento porque Sinaloa es muy particular, -siempre lo he dicho-, porque a veces está muy tranquilo y nos brinca de repente lo que nos obliga a cambiar las estrategias, hacer relevos de comandantes, director de seguridad pública y estar en constante coordinación todos los cuerpos de seguridad.”
“La Marina y el Ejército han asentado bases de operaciones desde Escuinapa, El Rosario hacia arriba (la sierra) hablando desde la comunidad de Los Placeres, Palmito y parte de los límites con Durango para evitar sobre todo que gente extraña entre al estado y haga acciones que afecten a la población.”
-¿Hay un estrategia en particular para combatir al crimen organizado?
“En particular actuamos contra todo los elementos que estén fuera de la ley, ya si están dentro de un grupo delictivo, de cultivo, trasiego actuamos. Por eso estamos en coordinación con las fuerzas federales para tener mejor resultados ya que ellos están dedicados a eso específicamente y nosotros independientemente de las acciones preventivas que realizamos sobre todo con la Policía Ministerial que considero es un grupo fuerte hemos materializado esas acciones que han derivado enfrentamientos con los grupos armados, pero nuestra labor más que nada es buscar acciones preventivas.”
-¿El uso de la fuerza pública ha logrado desplazar a la delincuencia en la sierra?
“Hemos observado que se han ido más hacia arriba de la sierra, es decir, a zonas más aisladas, y eso origina problemas porque llegan actuar en contra de los habitantes que ya tienen un ritmo de vida y eso causa fricciones, enfrentamientos por reacción natural de los pobladores, por eso estamos en constantes vuelos de reconocimiento y adiestrando a nuestro personal para tener la capacidad de actuar en estas situaciones.”
-¿Qué resultados han obtenido en esta lucha contra la inseguridad en esas regiones?
“Ha habido detenidos y buscamos que paguen como corresponde la Ley. Se han asegurado también armas, drogas, vehículos y estamos hablando de cantidades fuertes.”
“Todos los días buscamos nuevas estrategias, dispositivos, coordinación y constantemente estamos preocupados por la violencia. Es importante que los sinaloenses sepan que estamos preocupados por darles seguridad y que eso se materialice en acciones.”
-¿Actualmente cuáles son los focos rojos de Sinaloa en materia de seguridad?
“El área sur ha estado hasta cierto punto inestable, Juan José Ríos tiene su problemática últimamente y a veces el ritmo de vida, la economía, la política produce estos eventos.”
“Pero Sinaloa en términos generales como estado y Culiacán principalmente ya no está dentro de los primeros lugares de violencia nacionales. Donde nos golpea más es en los delitos dolosos que trascienden en notas nacionales. Sin embargo comparado con otros estados como Guerrero, Tamaulipas, Michoacán entre otros ya Sinaloa no está en ese desorden.”
“Ya no hablamos de aquellas grandes masacres, balaceras y de aquellos delincuentes que se desplazaban descaradamente dentro de la ciudad y creo que la forma de trabajar con la sectorización que hemos aplicado de los cuerpos policiacos que ordenó el gobernador ha dado buenos resultados y cada que hacemos él decide que estrategias vamos a realizar y nosotros nos encargamos de materializarlas.”
UN LÍDER EN EL DESTIERRO
El Chapo Isidro y Los Mazatlecos fueron los que iniciaron una guerra frontal contra el gobierno de Mario López Valdez, después de que comenzaron a detener y abatir a los integrantes de estas células criminales en Guasave, Los Mochis y Mazatlán.
Pronto la violencia subió de nivel a principios de 2011, en las primeras semanas de la administración malovista. Policías y civiles quedaron en medio de muertes y balaceras.
De hecho, el secuestro y la posterior difusión de un video en donde aparecía el escolta de Malova, Frank Armenta Espinoza, fue atribuido a este grupo criminal. En el video, el joven policía contaba la historia de los acuerdos entre López Valdez y Joaquín El Chapo Guzmán.
Fue la época también en que Orso Iván Gastélum, El Cholo, tenía constantes enfrentamientos en la zona de Guamúchil.
En la zona serrana, la guerra entre cárteles desplazó a miles de familia y hoy en día decenas de pueblos permanecen abandonados.
Pero a pesar de la muerte de decenas de pistoleros de sus filas, la organización criminal no mermaba. El 20 de julio de 2012, uno de sus tres tíos, Agustín Flores Apodaca, fue capturado por la Policía Federal en Guasave.
Desde ese municipio, armado con una lap top y una memoria USB, El Bellaco registraba todos los movimientos de mercancía y financieros del clan de los Beltrán Leyva.
Lo agarraron con una camioneta GMC Sierra modelo 2010, color negro, toda blindada y equipada con fusiles AK-47, granadas y cartuchos.
Trasladado a la Ciudad de México, pronto el Departamento de Justicia de Estados Unidos lo pidió en extradición, acusado dentro del mismo proceso federal de El Mochomo en Columbia.
En octubre del 2015, Agustín Flores Apodaca fue trasladado a suelo estadounidense, y fue sujeto a juicio, aunque no su caso no ha trascendido demasiado, se sabe que los cargos que enderezaron contra él fue por introducir y coordinar entregas de metanfetamina, heroína y mariguana, desde puntos establecidos en Guasave y Los Mochis.
Su hermano Pánfilo también se encuentra en la lista de los “beltranes” extraditables hacia la Corte de Columbia, pues testigos protegidos, intervenciones telefónicas y documentos en poder de la DEA y el FBI refieren que conformaban los tres hermanos bajo el mando de su sobrino Isidro Meza una organización que enviaba kilos de estupefacientes ingresando la droga por Nogales.
Por ello, como parte fundamental de la estructura delincuencial, la Marina y el Ejército ha realizado rastreos continuos en las áreas de sus dominios sin lograr volver a ubicarlo como hace un año y nueve meses en que logró escapar de las redes de la Armada de México en Sinaloa municipio.
En dicho operativo LA PARED logró documentar que uno de los elementos de la Marina lesionados era personal de una agencia de seguridad de los Estados Unidos.
En su versión oficial la Marina confirmó que un elemento extranjero resultó herido, pero no en el campo de batalla, sino en un área de entrenamiento de la Semar, aunque sin embargo un alto mando militar reveló que en Sinaloa no hay ninguna base para que los marinos entrenen.