Armas de fuego tronaron el medio día del martes 28 de febrero del 2012 en el penal de Culiacán, Sinaloa. Provenían del módulo 8.
Los celadores que acudieron al área encontraron a uno de los presos de la celda 24 colgando de los barrotes de su dormitorio, sólo sostenido por un par de agujetas enredadas en el cuello.
Se trataba de Pablo Tostado Zamudio, quien ingresó dos días antes, acusado de secuestro.
Antes que él fueron asesinados el bisabuelo del futbolista, Rigoberto Tostado Bazúa, y su abuelo, Pablo Tostado Félix –identificado por las autoridades federales como lugarteniente de Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”.
Ahora, su padre.
El 1 de junio de 2004, en Mazatlán, Sinaloa, Rigoberto Tostado, de 71 años, fue baleado por dos hombres con rifles AK-47. La Procuraduría estatal difundió que los atacantes llegaron en un auto Nissan buscando a su hijo Alonso, pero éste se dio cuenta y huyó por atrás de su casa. Los desconocidos dispararon contra el anciano.
Más complejo es el caso de Pablo Tostado Félix, el abuelo del joven campeón mundial. Pasó su niñez y su juventud en El Aguaje, su pueblo natal, en el municipio de Tamazula, Durango.
Ahí conoció, entre otros, a los hermanos Coronel: Magdaleno, Ignacio, Crispina y Benita, originarios del vecino municipio de Canelas.
Amigos de juventud
En el libro “Narcotráfico: El gran desafío de Calderón”, de Alejandro Gutiérrez (Editorial Planeta), se reproduce su testimonio sobre la juventud de Joaquín Guzmán Loera: “Lo conocí allá en la sierra, cuando era simplemente un pinche ‘Chapo’, no era nadie”.
De Ismael “El Mayo” Zambada dice que lo veía “cuando era pobre, cuando estaba bien jodido, fue muy amigo de ‘El Chapo’”. De hecho, añade, “fue mi primo Manuel (Beltrán Arredondo) quien le dio cobijo a ‘El Mayo’ en sus primeros años dentro del negocio de las drogas”.
Era la época dorada. El narco en el norte del país lo controlaba una sola organización apadrinada por Ernesto Fonseca, Don Neto.
Las penurias de Pablo Tostado Félix quedaron plasmadas en la investigación del homicidio del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, perpetrado el 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto de Guadalajara, Jalisco. Los litigantes que siguieron la causa obtuvieron la autorización del reo para publicar los datos y la documentación está en poder del también abogado José Antonio Sánchez Ortega.
Odio de familias
Otras fuentes son el citado libro del corresponsal de Proceso en España, Alejandro Gutiérrez, y las investigaciones de la reportera.
Según el acervo sobre el homicidio del cardenal, las diferencias entre Tostado Félix y Beltrán Arredondo surgieron el 6 de febrero de 2000, cuando alguien secuestró a Rosa Emma Quintero Félix.
Su esposo, Manuel Beltrán Arredondo, acusó a Tostado Félix de ser el autor. Los plagiarios pedían como rescate 100 millones de dólares, 50 kilos de cocaína y un lote de armas largas. Desde entonces los parientes, amigos y aliados de las dos familias se han exterminado entre sí.
Pero el documento “Cronología de Pablo Tostado Félix”, que forma parte del acervo sobre el caso Posadas Ocampo, retrae el asunto hasta 1991, cuando Pablo y su hermano Renato estaban en una hacienda en el kilómetro 1.5 de la carretera libre a Celaya. Al verlos ahí, varios policías judiciales de Querétaro intentaron detenerlos y se desató la balacera. Renato mató al policía Antonio Hernández Trejo, pero el acusado por esa muerte fue Pablo, quien huyó a Estados Unidos.
Narco y venganza
Un año después Pablo regresó y se instaló en Irapuato, Guanajuato, donde adquirió tres ranchos. El 24 de mayo de 1993 ocurrió el asesinato del cardenal Posadas Ocampo y posteriormente Pablo dijo a las autoridades que en el aeropuerto, en el momento del tiroteo, estaba presente Magdaleno Coronel Villarreal, el hermano mayor de Nacho Coronel (ambos murieron en Jalisco abatidos por el Ejército: el primero el 3 de junio de 1993 y el segundo el 29 de julio de 2010).
Detenido en Irapuato, el 12 de julio de 2000, Pablo Tostado fue trasladado el 11 de agosto al penal de Puente Grande, Jalisco, acusado por la XVI Zona Militar con sede en Sarabia de tener en su poder un mosquetón, que debió de entregar cuando se dio de baja en el 12 Cuerpo de Defensas Rurales del estado.
En el capítulo “Las revelaciones de Pablo” de su citado libro, el reportero Alejandro Gutiérrez señala que Pablo tenía que usar chaleco antibalas las 24 horas; además, el penal se vio obligado a asignarle 25 custodios para evitar que lo mataran.
“Extrañamente, ese 2 de marzo de 2005 faltó la custodia encargada de su seguridad. El peluquero que lo rasuraba habitualmente aprovechó su posición detrás del interno para hundir la charrasca en el cuello de Pablo. Hombre de acción al fin, logró reaccionar a tiempo a sabiendas de que en cualquier momento la muerte podía llegar”, describe Gutiérrez.
Revela secretos del narco
Agrega que, en el penal, Pablo Tostado “sorprendió a las autoridades al echar por el caño su seguro de vida: el silencio. Empezó a hablar de los más importantes narcotraficantes del país”. Y sigue:
“Primero ante la juez cuarto de lo Penal en Irapuato, Angélica Mora Padilla y –ésta se excusó–, luego continuó ante el Juzgado Primero. Pablo les aclaró que el esposo de su prima Emma es Manuel Beltrán Arredondo, un miembro del cártel de Sinaloa, socio de “El Chapo” Guzmán, de Ismael Zambada, los hermanos Héctor y Arturo Beltrán Leyva y de Ignacio Coronel.
“Para tener una idea del poder de Manuel Beltrán –se aventuró el reo–, él es compadre de Francisco Labastida Ochoa y le pagaron la campaña. Juan S. Millán pagó la campaña de Labastida con dinero de Manuel y de su hijo Julio Beltrán Quintero. El narcotráfico paga las campañas y tienen un enorme cobijo y protección”.
Según estas declaraciones, en el sexenio pasado el principal protector de “El Chapo Guzmán” fue el titular de la PGR, Rafael Macedo de la Concha. Y los protectores de Beltrán Arredondo han sido los ex gobernadores de Sinaloa, Renato Vega Alvarado y Juan S. Millán.
“Quien paga para que me mantengan aquí y le puso precio a mi cabeza es Manuel Beltrán Arredondo”, argumentó Tostado Félix. Hizo notar que su prima cambió su declaración porque repentinamente “recordó una voz que dice es la mía, la que negociaba el rescate de su secuestro, por el cual se pedían 100 millones de dólares, 50 kilos de cocaína y 30 armas largas”.
Pero la cárcel era una molestia menor para él: “Mi caso es tan complejo, que ya se involucraron ‘El Chapo’ Guzmán y sus primos, los Beltrán Leyva. Cuando Emma estuvo secuestrada, ellos movilizaron a más de 800 hombres armados en la sierra de Sinaloa, Chihuahua y Durango buscándola”.
Empieza el calvario
Supone que le imputaron el delito cuando “un santero cubano le dijo a Manuel que el responsable del secuestro era un familiar. Entonces Manuel no lo pensó dos veces, me la echó a mí. Ahí está su declaración: de la noche a la mañana, él llega y empieza mi calvario.
El 5 de diciembre de 2000, la esposa de Manuel Beltrán quedó libre cerca del poblado Peña y Cebollitas, municipio de Canelas, Durango.
Las cosas no volvieron a la calma. La cronología de vida de Pablo Tostado Félix, integrada a la investigación de Posadas Ocampo, registra que el 6 de febrero de 2001 fue asesinado su abogado, Ulises Soto Sánchez, en sus oficinas de Irapuato.
Cuando Pablo Tostado Zamudio fue detenido se declaró inocente. El juez cuarto penal le dictó auto de formal prisión por secuestro agravado y asociación delictuosa, según el expediente procesal 326/2003 de la Unidad Especializada Antisecuestros. Tostado Zamudio no fue juzgado. Dos días después de su arribo al penal murió ahorcado.