CHILPANCINGO.- Los cadáveres de los 10 hombres ejecutados ayer en distintos puntos de la región Centro permanecen tirados sobre el estacionamiento del Servicio Médico Forense de esta capital (Semefo), simplemente porque los cuerpos ya no caben en las cámaras frigoríficas.
La capacidad de almacenamiento ha sido rebasada en su totalidad ante la imparable ola de violencia que azota la entidad y que refleja el fracaso de la estrategia de seguridad federal que dirige el Ejército en la incapacidad de las autoridades estatales y municipales para combatir al narco.
En el Semefo de Chilpancingo, que depende de la Secretaría de Salud estatal, existen dos cámaras frigoríficas con capacidad para almacenar 100 cuerpos y ambas están sobre saturadas en un cien por ciento, informó una fuente oficial a Apro.
Por ello, los cadáveres encontrados ayer en Tixtla, Zumpango y Chilpancingo -que sumaron 10 en total, más los que se registraron en otros puntos de la entidad para llegar a una cifra oficial de 17 homicidios dolosos-, permanecen tirados en el estacionamiento del Semefo de esta capital ante la falta de espacio para garantizar un trato digno a las víctimas de la narcoguerra que tiene sumida a la entidad en una de las peores crisis de inseguridad y violencia similar a 2012, donde la cifra de homicidios dolosos rebasó los dos mil crímenes durante el año.
La imagen de los cuerpos destrozados por las balas que están tirados sobre el concreto se compara a la de una zona de guerra de Medio Oriente, pero es Guerrero y en esta capital los médicos legistas no se dan abasto con los trabajos forenses, refiere la fuente consultada.
Apenas llegaron a esta unidad, los 33 cuerpos y ocho cabezas cercenadas que fueron exhumadas en el cementerio clandestino de Zitlala y prácticamente colapsó la capacidad del Semefo de Chilpancingo por el sobrecupo de cadáveres.
A finales de septiembre, Apro dio a conocer que en medio de la opacidad, el gobierno de Héctor Astudillo Flores construye un proyecto denominado Panteón estatal forense al poniente de esta capital, donde autoridades ministeriales y de Salud anunciaron que van a depositar al menos 400 cadáveres que permanecen sin identificar en las unidades del Semefo de Iguala, Acapulco y Chilpancingo.
No obstante, hasta el momento se desconoce el avance físico de la obra, el monto invertido y la empresa beneficiada con el dramático caso de almacenar cuerpos sin identificar.
Apenas ayer, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el general Salvador Cienfuegos Zepeda, afirmó que la incidencia delictiva en cinco de los principales municipios de la entidad ha disminuido “de manera extraordinaria”, como en Acapulco, pero que la percepción social distinta se debe a un problema “comunicacional”.
Incluso, dijo que el Ejército ha hecho un buen trabajo y la estadística oficial refleja que los números sobre homicidios dolosos han bajado considerablemente en comparación con otros años.
No obstante, un informe de la Secretaría de Seguridad Pública estatal (SSP), que dirige el también general Pedro Almazán Cervantes, difundido en el reportaje titulado Guerrero, dos años de fallida estrategia de seguridad, indica lo contrario.
El reporte oficial señala que en 2011 se registraron 2 mil 158 homicidios dolosos; en 2012, 2 mil 310; en 2013, 2 mil 87; en 2014, mil 514; en 2015, dos mil 16 y en lo que va de este año de gobierno de Héctor Astudillo la cifra supera ya los 2 mil asesinatos.
Es más, el análisis del general Pedro Almazán advierte que de seguir la tendencia violenta, este año podría superar los dos mil 239 homicidios dolosos, cifra que se compara a la etapa violenta de 2012.