En la laguna de Navolato está 'El Bocadito' y según rumora la gente se encarga de comerse a los cuerpos que quieren desaparecer
Navolato, Sinaloa.- Con tan sólo escuchar el nombre de la Laguna de Chiricahueto, a “don Luis”, un hombre de espalda encorbada y cabello cano le da escalofríos. El visible temor en los ojos de este vecino de Villa Juárez, Navolato, no es para menos, ya que a él le han contado terribles y sanguinarias historias de este lugar.
En las aguas turbias y con olor a pantano de esta laguna reinan los cocodrilos de diversos tamaños y a algunos, aseguró, les gusta la carne humana. Y hasta aseguran que existe un reptil que mide más de 10 metros y hasta lo apodan como el “Bocadito”. Este es el reptil favorito de los delincuentes, aseguran.
Una gran cantidad de caminos, algunos más desolados que otros, son los que llevan a esta laguna, ubicada entre las sindicaturas de Costa Rica, Eldorado y Villa Juárez, pero en un punto que nadie se atreve a ir por temor a que los vean revelándolo, pues hay quienes aseguran que los delincuentes arrojan cadáveres o personas con el fin de borrar todo rastro. De acuerdo a los rumores, los cocodrilos están tan acostumbrados a la carne humana que se acercan en cuanto escuchan que alguien se aproxima.
Lo que la gente dice
Son muchas las personas que con voz baja relatan que podrían ser muchas las víctimas de la delincuencia que han terminado en esta laguna y han sido devoradas por los cocodrilos. Hay quienes se atreven a asegurar que algunas de las víctimas las han arrojado vivas y no han tenido oportunidad de defenderse porque al caer al agua están vendadas de los ojos y tienen las manos amarradas por detrás.
POR ESTA RAZÓN CONSIDERAN ESTE LUGAR MALDITO, EN DONDE SE HA REGISTRADO MUCHO SUFRIMIENTO Y MUERTE.
Hay quienes se atreven a decir que durante las noches en este sitio se escuchan gritos y gemidos aterradores.
Incluso estar en el día cerca de la laguna da escalofríos, sobre todos por la carretera que lleva a un sitio conocido como Paralelos, allí pese a estar cerca de una rúa transitada se percibe mucha quietud. En este lugar, de acuerdo a personas que se encontraban cerca, han visto cómo algunos cocodrilos salen a asolearse y hasta cruzan la carretera. Caminar por la orilla de esta laguna es todo una experiencia, de pronto la quietud del lugar es interrumpida por un ruido en el agua mientras se observa cómo el agua se revuelve.
El temor de ver de cerca a un cocodrilo puede sobresaltar hasta al más valiente y sobre todo porque, aseguran, están hambrientos de carne humana. Durante el día es difícil ver a los cocodrilos, sobre todo porque están acostumbrados a salir en la noche esperando a las víctimas humanas.
Este es uno de tantos relatos que causan terror entre los habitantes de Villa Juárez y son muchos que tienen temor a ser la “papa”, del “Bocadito”.