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Los peones de la mafia; comandos reclutaron a jóvenes para trabajar en el Sicariato en Veracruz

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“Mi hijo fue reclutado a la fuerza por los malos y nunca la autoridad ha abordado esta línea de investigación”

•Se lo llevaron para trabajar en el sicariato y en campos de cultivo de estupefacientes aseguran madres de Colectivos
•Comandos armados se hacen pasar como policías, incluso, federales, para “destrozar vidas humanas”
•Milagro: una madre encuentra a su hijo luego de una búsqueda frenética, aun cuando ya estaba muerto

La posibilidad de que muchos de los desaparecidos de Veracruz fueron reclutados por la fuerza para trabajar en el sicariato y en campos de cultivo de estupefacientes, es una idea reiterada entre las madres de los distintos colectivos.

Hasta ahora, no ha sido comprobada. Las autoridades nunca han abordado en Veracruz esta línea de investigación. Sin embargo, Sandra Cortaza Martínez, de Cosoleacaque, está 100% segura de que su hijo y esposo sufrieron este destino, de peones de la mafia bajo la amenaza de asesinato a ellos o a la familia si intentaban escapar o delatar.

¿Cómo lo sabe?, ella es una de las pocas veracruzanas agremiadas a un colectivo de búsqueda de ausentes que por fin ha dado con su ser querido.

Hace menos de una semana, le llamaron de la Fiscalía general para informarle sobre el hallazgo de un cadáver el cual concedía ampliamente con su hijo, José Eduardo Velázquez Cortaza, de 21 años al ser denunciado como desaparecido, junto a su padre, Jorge Villaseca Reinaldo, de 30.

Los dos terminaron en manos de un comando que se acreditó como fuerza de la Policía Federal para allanar la vivienda en donde las víctimas pasaron su última noche, en Cosoleacaque, el 30 de abril de 2014.

A más de dos años del incidente "que destruyó mi vida en unos segundos", las autoridades le notificaron que su muchacho había sido encontrado sin vida el 4 de enero de 2015, en Emiliano Zapata, es decir, a más de 350 kilómetros del sitio donde desapareció a manos de supuestos oficiales de la Policía Federal (asentado así en la denuncia 190/2014 de la ex agencia del MP de Cosolea).

Al recibir la noticia, las expectativas se le derrumbaron. Pero lo más desconcertante estaba por venir, cuando le mostraron las fotos tomadas a su hijo el día que lo encontraron por una denuncia anónima. "Yo esperaba que su cuerpo estuviera en otro estado, tomando en cuenta la fecha en que le secuestraron…" Sandra esperaba una osamenta.

Pero al ser encontrado, aún estaba a salvo de los gusanos. Los únicos daños, las heridas responsables de la muerte, cuatro disparos en la sien. Algunas señales de tortura. Sus restos aparecieron en un paraje de la localidad de Dos Ríos. No hay más información sobre las circunstancias. Al no haber sido reclamado de inmediato lo arrojaron a la fosa común.

"Hay dos cosas que no entiendo, ¿qué hizo mi hijo o dónde lo tuvieron, con vida, desde abril del 2014 hasta enero del 2015… casi un año; y dos, por qué si apareció en esa fecha, no me dieron aviso de inmediato. Yo ya contaba con una denuncia y estaba buscándolo con todos mis medios", se atormenta la madre.

Sandra Cortaza ingresó colectivo de Enlaces de Familiares en Búsqueda Coatzacoalcos, hace unos dos meses, después de haber acudido a una toma de muestras de sangre en la iglesia de Santiago Apóstol, en Coatzacoalcos, patrocinada por el colectivo Solecito de Veracruz, desde entonces, sus compañeras le han dado asesoría, se ha movido a otros niveles y cuenta con más medios para su búsqueda, las autoridades la han escuchado.

Atribuye a ello el que le regresaran el cadáver de su hijo. "La verdad que ellas, las compañeras, han sido de un gran apoyo, ya no estoy sola y mi caso ahora si está caminando", dijo.

Sin embargo la otra duda la atormenta aún más: casi nueve meses su muchacho estuvo con vida en un destino desconocido, en manos de quien sabe qué personas, haciendo actividades ilícitas tal vez, forzado.

"Yo pienso que a mi esposo y a mi hijo los tenían trabajando para ellos por la fuerza, y que les amenazaban para no escapar o llamarnos, seguramente les decían que nos tenían ubicados y que nos harían daño.

"Pienso que a los dos los tenían trabajando en algo malo, pero separados, no estaban juntos, y pienso que a mi hijo lo mataron porque intentó escapar, fue un castigo, tal vez una manera de poner el ejemplo".

En octubre pasado, ante el incremento de denuncias de jóvenes privados de su libertad, y que posteriormente eran encontrados sin vida, decapitados, con mensajes de la delincuencia, casos y opiniones de especialistas, activistas e integrantes de colectivos, quienes creen que el reclutamiento forzado, en Veracruz, era una realidad, aunque algo complicado de comprobar.

Tan sólo el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, concentra unas 706 denuncias por desapariciones en Veracruz en los últimos dos años, de las cuales, el 53.39 % correspondían a personas menores de 30 años, es decir, en la edad más productiva de un ser humano.

EL SECUESTRO

Sandra Cortaza quiere olvidar esa noche. Le rompieron la nariz de una patada y a sus otros familiares, les encerraron en un cuarto mientras miraban cómo eran sustraídos su hijo, su marido y su yerno.

"Pasaron unas horas y llamaron, pedían tres coches que teníamos como taxis y 50 mil pesos. Se perdió comunicación con ellos a los dos días, y fue cuando regresan a mi yerno, todo golpeado, y con un celular al cual comenzaron a comunicarse conmigo y a pedirme… se les dieron los tres coches, eran de uso, ni si quiera nuevos, eran los taxis que empleaban para trabajar, las placas las rentábamos.

"Prometieron que con eso liberarían a mi hijo y esposo en la iglesia de Los Mormones de la colonia El Jagüey, pero no cumplieron, a los dos meses, volvieron a llamar, 'a tu hijo y a tu esposo ya se los cargó la $&$%', me gritaron.

DESPOJADA

Al pasar los días, y sin hombres en la casa para sostener el gasto, con miedo, se desplazó de su tierra a otro estado de la república en donde intentó comenzar de nuevo. Sólo estuvo unos meses, pues regresó ante la enfermedad de sus padres.

Lamentablemente, a su retorno, se dio cuenta de que ya no tenía casa. "Un sujeto, que tengo demandado, se metió, usa mis cosas, hizo modificaciones a mi casa y ahora ahí habita con su esposa. ¡No es justo!

Han transcurrido muchos meses desde que tramitó la denuncia por despojo ante las autoridades en Coatzacoalcos, sin embargo, el proceso no avanza como debería y el invasor, incluso, se burla de ella.

"Como me ven sola, vulnerable, abusan" dice.

EN LA MISERIA

La búsqueda de su esposo e hijo, la dejaron en la miseria. "Me gasté mis ahorros, estoy enferma de diabetes, gracias a dios, no me afecta para trabajar, pero debo sacar adelante a dos hijos más, están chicos.

Antes del día de su mal, Sandra Cortaza habitaba una residencia de material, construida con los recursos enviados de Estados Unidos por ella y su marido durante el tiempo pasado en ese país trabajando, ubicada en una zona de clase media en Cosolea, "bonita y espaciosa".

Ahora es entrevistada desde el oscuro y húmedo rincón de una choza construida de lámina de cartón, la cual se va a pique con las lluvias, pues ha sido erigida en terrenos ganados al pantanos, en una zona destinada a menesterosos y desprotegidos.

"Las láminas me las dio el diputado Ciro Porras cuando andaba en campaña y el piso, me lo dio SEDESOL" acota.

EL SEPELIO

La preocupación de Sandra Cortaza ronda lo caro que le va salir trasladar el cuerpo de su hijo a Cosoleacaque para su sepelio. "Unos me dicen que mejor lo creme y me traiga las cenizas, pero no sé, le quiero dar a mi hijo cristiana sepultura y seguir adelante para encontrar a mi esposo, Jorge Villaseca Reinaldo.

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