El fundador de La Familia Michoacana, Jesús El ChangoMéndez, ofreció poner a la venta propiedades en Uruapan, Michoacán, para terminar de financiar el pago de los sobornos con los que su hijo salió libre de un penal federal de máxima seguridad, revelan nuevos audios vinculados al presunto caso de corrupción judicial que llevó a Jesús Méndez junior, El Cebollón, a recuperar su libertad.
“Hablaron con el señor aquel (…) que está detenido (El Chango Méndez) que no le iba a quedar mal, que si usted le daba un plazo para que pagaran que le diera unos 20 o 25 días para que pagaran ese dinero o si salían, ahí tenía casa para vender o algunos terrenos en Uruapan”, se señala en uno de los audios.
Es una conversación llevada a cabo el 3 de febrero entre Jaime Gutiérrez Escobedo, un traficante de armas al servicio de La Familia y Los Caballeros Templarios, y su yerno, Roberto Contreras Betancourt.
Ambos personajes, dio a conocer MILENIO en su edición del lunes pasado, fueron operadores clave en un supuesto soborno a un juez federal y a un ministerio público de la Federación, responsables de inclinar la balanza de la justicia para permitir al Cebollón recuperar la libertad.
En esta conversación, Gutiérrez Escobedo y Contreras Betancourt discuten cómo terminar de cobrar a Méndez por los servicios prestados para obtener la liberación de su hijo, en la que fungieron como intermediarios junto con el licenciado Nahúm, su abogado.
Durante varios días, según los audios, Roberto mantuvo contacto con la familia del capo, quien desde prisión se comprometió a pagarles. Se percibe que El Chango giró órdenes de finiquitar cualquier adeudo.
Jaime Gutiérrez Escobedo: ¿En dónde tienen (las casas)?
Roberto Contreras Betancourt: Pues no sé yo la verdad, no le pregunté, nomás me dijo que andaba vendiendo varias casas y terrenos.
Jaime Gutiérrez Escobedo: Mira, tú dile que yo ocupo una casa.
En su edición y transmisiones televisivas del pasado martes, MILENIO reveló una serie de audios grabados entre operadores de La Familia Michoacana y Los Viagras en los que se detallan sus esfuerzos por lograr la libertad de Méndez Junior, también conocido como El Chuchín, además de evitar a toda costa que fuera identificado por el gobierno federal, ante el riesgo que corría de terminar en la Subprocuraduría Especializada en Investigación en Delincuencia Organizada.
Auxiliado por sus operadores, el hijo del capo logró ocultar exitosamente su identidad a las autoridades federales bajo el nombre falso “Juan Carlos Gutiérrez Segura”. (MILENIO 22/02/2015 “Cañonazo de 400 mil sacó de prisión a hijo de capo”.)
Las nuevas grabaciones, que fueron realizadas entre el 29 de enero y 5 de febrero recientes, dan seguimiento a los días posteriores en que Méndez junior salió del penal de máxima seguridad de Tepic junto con otras 42 personas detenidas el 6 de enero por el Ejército y la Policía Federal en la presidencia municipal de Apatzingán.
Redondean los últimos elementos en torno a la trama de corrupción que, en teoría, le permitió eludir la cárcel.
II
Al igual que otras 42 personas, Méndez júnior fue liberado el 16 de enero de este año, al considerar el juez quinto de distrito de Michoacán, Jorge Armando Wong Aceituno, que el ministerio público había fallado en presentar evidencias concretas en su contra, mientras que el resto de los delitos que se les achacaban no eran graves y les permitían enfrentar su proceso en libertad.
En particular, el razonamiento judicial apuntaba a que no se pudo acreditar la posesión de armas de uso exclusivo del Ejército en el plantón.
Es un fallo que, entre funcionarios federales vinculados al caso, se presta a la sospecha. De acuerdo con agentes que participaron en el operativo la madrugada del 6 de enero —cuando se liberó la alcaldía de Apatzingán—, el Ejército y la Policía Federal detectaron a varias personas armadas con rifles de asalto a las afueras de la presidencia municipal, a las que se ordenó rendirse.
Las armas, según sospecha el gobierno federal, habían sido proveídas por El Chuchín, un personaje que iba en ascenso al interior de lasautodefensas y a quien se responsabiliza directamente de haber organizado las protestas al exterior del Palacio Municipal junto con Nicolás Sierra, líder de Los Viagras. Este último es mencionado en las conversaciones telefónicas como co-responsable de pagar el soborno judicial. Aportó 100 mil pesos.
“Sabemos por varios testimonios que Méndez movía las armas”, confió un funcionario federal que pidió no ser identificado.
Pero el ministerio público no pudo acreditar eso ni vincular ningún arma con los detenidos de esa madrugada. El juez Wong Aceituno consideró entonces que los acusados podían salir libres y continuar el resto de su proceso en libertad.
Son dos decisiones que las grabaciones ponen en tela de juicio, ante el supuesto pago que se hizo a ambos funcionarios para que armaran un expediente débil que permitiera la liberación inmediata de los acusados.
Y eso es lo que ha pasado. Las grabaciones narran cómo “Juan Carlos”, ya de vuelta en Uruapan, se reunió con su abogado, el licenciado Nahúm, para pagarle por sus servicios. La siguiente llamada es del 29 de enero:
Roberto: Hablé con “Juan Carlos”.
Jaime: Ajá.
Roberto: le dio 20 mil pesos a Nahúm.
Jaime: Mira qué cabrón.
Roberto: Ajá. Que el martes le dio 20 que para los gastos y ahorita ya iba a ir a firmar también.
Ambos operadores platican sobre cómo El Chuchín regresó a una Uruapan en vilo: justo en esos días, la ciudad estaba en crisis, luego de que la detención de varios autodefensas por parte del Ejército detonara bloqueos y protestas en distintos puntos. Muchos de los compañeros de Méndez junior y el mismo hijo del capo escaparon de la ciudad ante lo que percibieron como una inminente redada federal, similar a la ocurrida en Apatzingán días antes.
Aquí se revela que algunos de sus compañeros son criminales.
Roberto: (El Chuchín) me dijo que andaban fuera porque se les puso bien feo ahí.
Jaime: Se le está poniendo bien culero. Ahorita ya andan tras ellos, todos.
Roberto: Todos.
Jaime: ¿Y los Álvarez, esos güeyes qué? A esos güeyes no les van a hacer nada.
Roberto: Esos güeyes son del cártel de ahí de Guadalajara. Su carnal Manuel es el encargado de tirar toda la cocaína ahí.