Negocio al fin, las gasolineras siempre han ocupado un lugar privilegiado entre las empresas que el narcotráfico y los políticos fundan no solo para lavar el dinero obtenido de manera ilícita, sino también para “ganar ganar” con un producto cada vez más encarecido por las malas políticas del gobierno federal, y que con el reciente gasolinazo provocó una de las más históricas indignaciones de la sociedad civil.
Un informe de Petróleos Mexicanos señala que hasta 2016 la Procuraduría General de la República había clausurado 316 gasolineras en las 31 entidades del país, por presuntos nexos con el crimen organizado. Sin embargo, la paraestatal no explica cómo es que otorga concesiones a personas relacionadas con el mundo del hampa, y menos cómo acepta que personas que no logran acreditar ingresos logren obtener permisos, concesiones y adquirir terrenos para erigir una estación de servicio.
En Sinaloa los casos de políticos y narcotraficantes relacionados con grupos gasolineros abundan, pero existe toda una lista de personajes que se mantienen en el anonimato, con empresas fachadas que a pesar de ser “lavadoras” también son sancionadas por la Procuraduría Federal del Consumidor por diversas irregularidades, entre ellas no dar los litros completos.
Esta es la historia de algunos casos, algunas empresas como las relacionadas con Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, que ya han sido cerradas debido a las investigaciones que la PGR y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público han enderezado contra ellas.
Martín Durán
Infiltrado el dinero del narcotráfico en las redes financieras y de comercio, varios estados de la República se convirtieron con los años en asentamientos de empresas gasolineras cuyos dueños eran narcotraficantes.
A este grupo de “empresarios” también los políticos se suman, pero gracias a toda una red de complicidades y prestanombres pocas veces se lleva a excavar lo más profundo de los registros públicos que relacionen a personajes con este negocio.
Sinaloa no es la excepción en ambos ramos, el criminal y el político. La oficina de Pemex Refinación dio a conocer el 3 de enero pasado que en la entidad llevaban clausuradas hasta el 2016 un total de 14 gasolineras, todas relacionadas con el narcotráfico.
Siete de ellas están ubicadas en Culiacán y pertenecen a la familia del extinto capo Juan José Esparragoza Moreno, alias El Azul, las cuales fueron puestas en la lista negra del Departamento del Tesoro de Estados Unidos desde 2012.
Para tratar de evadir las investigaciones de las agencias gringas y las mexicanas, el conglomerado empresarial simuló vender a cuatro socios cada una de las estaciones de servicio, pero aun así de nuevo la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) las detectó y las volvió a boletinas.
Todas ellas habían sido puestas a nombre originalmente de una de las esposas de El Azul, doña Ofelia Monzón Araujo, así como a otros familiares cercanos, dos de ellas mujeres de edad adulta e incluso a un estudiante que no tenía cómo comprobar ingresos legales.
Así, Pemex autorizó los permisos y concesiones para importar y vender combustibles en los siete negocios que actualmente se encuentra cerrados debido a acciones legales emprendidas por la PGR en la capital. Solo una de las gasolineras fue vendida a otra empresa y continua operando y ofreciendo servicios.
No solo los Esparragoza tienen este tipo de giros, también se encuentran los Beltrán Leyva, los Carrillo Fuentes, entre otras familias vinculadas al narcotráfico.
Los casos políticos
Grupo Horizon tiene 126 gasolineras distribuidas por todas las ciudades del noroeste del país, desde Durango, Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur.
En agosto de 2014, el diario de circulación nacional Reforma publicó una nota en donde empresarios del ramo gasolinero acusaban al entonces diputado Óscar Lara Aréchiga de formar parte de una red de extorsión de los empresarios gasolineros. Ahí, se le menciona como dueño de este grupo de estaciones de servicio, uno de los más poderosos de la región.
Lara Aréchiga fue secretario de Administración y Finanzas en el gobierno de Jesús Aguilar Padilla, y de ahí dejó a Quirino Ordaz Coppel (entonces subsecretario) como su suplente para irse a una diputación federal.
En repetidas ocasiones se le señaló de tener un importante número de acciones pero bajo la figura de un prestanombres, el cual falleció hace algunos años. En la página oficial del grupo, solo se dice que se trata de un conglomerado de socios.
Herencia del finado exsecretario de Turismo del gobierno aguilarista, Antonio Ibarra Salgado, El Güero Ibarra, también es público que la familia mantiene varias gasolineras, así como la familia del exdiputado del PRI Óscar Valdez López, cuyo hermano fue detenido por la Marina en febrero de 2014 en Las Quintas, acusado de portación de drogas y armas. Otro exdiputado es Osvaldo Ávila Atondo, que es dueño de Ávila Gasolineras.
La lista de políticos dueños de estos negocios se extiende, pero casi siempre suelen utilizar prestanombres para no figurar al frente de las empresas.
La red “azul”
fichados
Desde 1996, la red “azul” de gasolineras comenzó a expandirse en Culiacán. La primera estación fue Buenos Aires Servicios S.A de C.V., localizada en la colonia del mismo nombre. Los socios son en su mayoría los Loya Castro, aunque no se sabe si hermanos de Humberto Loya Castro, uno de los abogados del cártel de Sinaloa convertido en testigo protegido de la DEA.
Según el acta constitutiva, consultada en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio, esta gasolinera estaba a nombre de Cesar Javier Loya Castro (aparece uno del mismo nombre ejecutado en 2005 en Jalisco), Rosa María Padilla Salcido, Sergio Loya Castro, Federico Loya Castro, Ignacio Emilio Escobosa Serrano y Rosy Loya Padilla.
Escobosa Serrano aparece además actualmente como dueño de la empresa gasolinera ECOSERRA. En 2010, los socios dieron a Ulises Guzmán Ochoa la administración. Más tarde la OFAC lo señalaría como operador clave en las transacciones de la red de lavado.
La segunda empresa más antigua fue la Petrobarrancos S. A. de C.V. notariada en marzo de 1999, y cuyos propietarios eran Alejandra Araujo Uriarte, Selene Uriarte Monzón y María Margarita Vega Monzón.
En 2012, la sociedad queda en manos de Elvira Araujo Monzón y Ofelia Monzón Araujo.
Con los años, más empresas de este ramo fueron abriendo. También se formó la sociedad Gasolinera y Servicios Villabonita S.A. de C.V., también como principales socias Araujo Monzón y Monzón Araujo, esta última esposa de El Azul.
Ofelia se identifica como una mujer soltera, originaria de Bacacoragua, Badiraguato, con fecha de nacimiento del 6 de abril de 1953, y con domicilio en la colonia Nuevo Culiacán, de ocupación empresaria. Su familiar también es de Bacacoragua, con domicilio en Culiacán en el sector Presidentes de México, de ocupación empresaria también.
La gasolinera Servicios Chulavista abrió en 2007, con los dueños José Antonio Beltrán Araujo, Guadalupe Araujo Páez y Clemencia Beltrán Araujo al frente.
Lo que llama la atención es que Beltrán Araujo, quien dijo ser originario de Culiacán, con domicilio en Bachigualato, se puso de ocupación estudiante. En ese año contaba con 24 años de edad.
También Guadalupe Araujo dijo ser soltera, originaria de Bacacoragua, Badiraguato, y con una edad de 85 años, y de ocupación ama de casa. La última socia dijo ser también de Bacacoragua, de 60 años, con domicilio en Nuevo Culiacán y de ocupación también ama de casa.
Sin embargo, más adelante se menciona que Guadalupe es madre de Clemencia y en el año 2012 falleció, por lo que su acciones pasaron a su nombre.
La otra gasolinera es Estaciones de Servicios Canarias, fundada en 2010, que fue registrada propiedad de Ofelia Monzón Araujo y Elvira Monzón Araujo, lo mismo que la Gasolinera Álamos Country.
La última estación es Gasodiesel y Servicios Ancona S.A. de C.V., de 2010, registrada a nombre de Ulises Guzmán Ochoa y Martín Humberto Ponce Félix.
Las siete estaciones de servicio contaban con todos los requisitos de Pemex, el SAT y fueron protocolizadas por diversos notarios, entre ellos Gildardo Amarillas, quien fuera subsecretario de Egresos del Gobierno del Estado durante el gobierno de Mario López Valdez. Además, Amarillas era tío de la esposa del exgobernador, y una de sus hijas, Gabriela Amarillas, fue fichada por el Departamento de Justicia señalada de lavar recursos del narco debido a que su suegro es identificado como un prominente capo colombiano.
Simulan venta
En 2012 que el Departamento del Tesoro ubicó y fichó la red “azul” de gasolineras, todos los socios simularon vender las sociedades comerciales a cuatro personas. Se trata de Angello de Jesús Solís Avilés, Manuel Arturo Valdez Rodríguez, Mario Parra Sánchez y Juan Carlos Villegas Loera. Como administradora fue identificada Vanessa Valenzuela Valenzuela.
La agencia estadounidense refirió que como parte de una maniobra para evadir las sanciones de las autoridades tanto mexicanas como de aquel país, la familia de Esparragoza Moreno “vendió” todas las acciones y a partir de 2014 ninguno de ellos aparecía como propietarios en el Registro Público de la Propiedad, además de que se cambió el nombre de razón social, y se regeneró el nuevo capital.
Debido a estas presiones, desde ese año la PGR ordenó a la Comisión Nacional Bancaria congelar las cuentas bancarias de las siete empresas, y una a una fue cerrando gracias a la inoperatividad financiera.
En un recorrido que realizó LA PARED, se pudo constatar que solo una de ellas ya opera con otro nombre de razón social en el bulevar Enrique Félix Castro, primero se llamaba Servicios Canarias, luego pasó a Combuservicios Los Tres Ríos y ahora tiene otro nombre.
Al ser entrevistado uno de los exempleados de una de las estaciones, comentó que cerraron por las acciones de las autoridades contra “su patrón, Juan José Esparragoza”, pero que estaban viendo vender el conglomerado a ECOSERRA, quien al menos en los documentos aparece como antiguo socio de la “red azul”.
En mayo de 2014, tres meses después de los operativos de captura del Chapo Guzmán en Mazatlán, se difundió la noticia que Esparragoza Moreno había fallecido en un hospital de Jalisco después de sufrir un accidente. Uno de sus hijos, Juan José Esparragoza Jiménez, fue detenido por la Policía Federal en Culiacán, y fue él quien confirmó el deceso de su padre.
Para la DEA y la PGR, El Azul es uno de los capos de mayor perfil, y en sus portales web todavía aparece como uno de los más buscados.