CHILPANCINGO.- Un miembro de la Marina, que presuntamente realizaba labores de inteligencia encubierto, fue ejecutado en la colonia Emiliano Zapata del puerto de Acapulco, donde posteriormente se registró un enfrentamiento entre sicarios y militares que arribaron a la zona controlada por el narco para rescatar el cuerpo de su compañero.
Reportes oficiales indican que cerca de las 21:00 horas del martes se reportó un homicidio entre las calles 13 y 18, afuera de un deportivo, luego de que dos hombres y una mujer arribaron a la zona a bordo de una ostentosa camioneta Nissan Modelo Titán sin placas.
Enseguida, los tres civiles fueron interceptados por un grupo de sicarios y al oponer resistencia uno de ellos fue ejecutado y sus acompañantes, identificados como Sherlyn y Ángel, resultaron heridos.
Posteriormente, arribó un convoy de la Marina a la zona para rescatar al civil asesinado y los dos heridos, situación que desencadenó un enfrentamiento que se prolongó durante varios minutos en este lugar donde las balaceras y ejecuciones ya se han vuelto comunes.
En un comunicado oficial, la Secretaría de Marina Armada de México confirmó el saldo de un muerto y dos heridos, y señaló que se trataba de personal naval que había sufrido una agresión directa por parte de un presunto grupo criminal, cuando sus efectivos realizaban un recorrido de vigilancia en la colonia Emiliano Zapata.
No obstante, la Marina no explica por qué los militares se desplazaban a bordo de una lujosa camioneta particular sin placas en una zona donde es común que sicarios instalen retenes en la zona urbana de Acapulco para mantener en control de las calles y barrios ensangrentados por la brutal confrontación que mantienen pandillas en el principal destino turístico de la entidad.
Ardillos bloquean vía federal para exigir salida del Ejército de Chilpancingo
En Chilpancingo, policías comunitarios del poblado de Petaquillas vinculados con el grupo delictivo de Los Ardillos, así como pobladores y taxistas de los municipios de Mochitlán y Quechiltenango, bloquearon durante más de siete horas la carretera federal México-Acapulco para exigir la salida del Ejército de esta franja de la entidad dominada por la banda que dirige la familia del dirigente perredista, Bernardo Ortega Jiménez.
A pesar de que el gobierno de Héctor Astudillo atribuyó la protesta a la delincuencia organizada, los manifestantes doblaron a las autoridades y liberaron la vía federal tras pactar una reunión privada con funcionarios estatales planteada para este miércoles.
Los policías comunitarios y transportistas, encabezaos por autoridades de los poblados de Petaquillas, Colotlipa, Mochitlán y Quechultenango, bloquearon la carretera de las 14:00 a las 19:30 horas de ayer, para exigir al gobierno de Astudillo el retiro de un campamento militar instalado recientemente en la zona sur de la capital del estado, así como la salida de policías estatales y federales, con el argumento de que la población “ha sufrido intimidaciones”.
De acuerdo con documentos oficiales, esta zona de la región Centro, donde se produce droga sintética y heroína, es controlada por el grupo delictivo de Los Ardillos, afincados en el poblado de Tlanicuilulco y con presencia directa en el poblado de Petaquillas, municipio de Chilpancingo, donde se asumen como policías comunitarios y operan bajo el manto protector del gobierno estatal.