En los últimos 10 años, 530 pistolas y fusiles desaparecieron del arsenal de las corporaciones estatales y municipales.
Esas armas fueron extraviadas o robadas cuando los agentes se encontraban en servicio, entre 2005 y 2016.
Las armas van desde calibres .38 y 9 milímetros hasta fusiles calibre 7.62×51 milímetros.
En una década los policías perdieron 388 pistolas y revólveres, y 142 fusiles.
De acuerdo con personal de la Unidad de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, los agentes por lo general reportan que el arma se les extravió.
La justificación más común es que la pistola o el rifle se les cayó durante alguna persecución y no se dieron cuenta.
Los policías que pierden o que aseguran son víctimas de robo de las armas reciben sanciones mínimas y los ciudadanos son los que pagan.
Cuando un policía reporta un arma robada o extraviada la corporación debe notificar a la Secretaría de Defensa Nacional y esta dependencia impone multa por no adoptar las medidas de seguridad necesarias para evitar el robo.
En una década las corporaciones del estado han tenido que pagar multas por un millón 408 mil 141 pesos.
En Sinaloa existen dos licencias colectivas de armas de fuego registradas en la Sedena, una es de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y ampara las armas que portan los elementos de la Policía Estatal Preventiva, la Dirección de Servicios de Protección, Custodios Penitenciarios y las 18 policías municipales.
La segunda licencia la tiene la Procuraduría General de Justicia del Estado y contempla las armas de la Policía Ministerial del Estado y las Unidades Especializadas.
Robos y pérdidas en todas las corporaciones
A todas las corporaciones estatales y 15 de los municipios les han robado o extraviado armas.
Datos de la Secretaría de la Defensa Nacional, SSPE y la PGJE, indican que las únicas policías que no han reportado la pérdida de armas son las policías municipales de Cosalá, Elota y Concordia.
Pero si de perder armas se trata, los más descuidados son los elementos de la Dirección de Servicios de Protección de la Secretaría de Seguridad Pública.
Los agentes de la corporación encargada de brindar servicios de seguridad privada, perdieron en 10 años 97 armas, de las cuales 20 eran fusiles.
Los agentes, tuvieron los mayores “descuidos” entre 2010 y 2011, pues en esos años perdieron 22 y 20 armas respectivamente.
Los elementos de la Policía Estatal Preventiva también están entre los que más armas perdieron.En una década la armería de la PEP tuvo 63 armas menos, de las cuales 28 fueron perdidas solo durante 2012.
La Unidad Preventiva de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Culiacán también tiene 63 pistolas y fusiles perdidos.
La policía de Navolato le sigue con 54 armas, la de Mazatlán con 46, Ahome con 32, Guasave con 30, El Fuerte con 17, Angostura con 15 y el resto de los municipios tiene menos de 10 armas perdidas cada uno.
La Policía Ministerial del Estado y las unidades especiales tienen registrada la pérdida de 62 armas, de las cuales 26 fueron pistolas calibre 9 milímetros y tres fusiles 7.62×39, 25 calibre .223 y ocho calibre 7.62×51 milímetros.
Más de un millón en multas
Por cada arma que es robada o extraviada, la Secretaría de la Defensa Nacional impone una multa económica por no adoptar las medidas de seguridad necesaria para evitar el robo y/o extravío o por no informar el robo o extravío en el tiempo establecido.
Las multas que han impuesto a las corporaciones de Sinaloa, ascienden a un millón 233 mil 170 pesos de la SSP y policías municipales y 174 mil 971 pesos de la PGJE.
Las sanciones van desde los mil 89 pesos hasta los 49 mil 104 pesos, que fue la más alta por la pérdida de una pistola calibre 9 milímetros y una calibre 9×19 milímetros de la Policía Municipal de Ahome.
Entre las multas más altas también se encuentra una de 35 mil 448 pesos por el extravío de un fusil calibre 7.62×51 milímetros de la Dirección de Servicios de Protección.
De acuerdo con información de la SSPE y la PGJE, las multas que impone la Sedena son pagadas por cada corporación.
El año en que más armas perdieron las corporaciones fue 2010, cuando les robaron o extraviaron 82 armas.
Ese año, las sanciones de la Sedena alcanzaron un 207 mil 79 pesos.
Sin embargo, fue en 2012 cuando se pagó la mayor suma con un monto de 301 mil 950 pesos por 65 armas.
Las multas las paga cada corporación con recursos públicos, pues no son cobradas a los agentes aun cuando se demuestre que fue por descuido.
Policías sin sanción
Los agentes que pierden o les roban el arma de cargo, apenas y reciben una sanción.
En 10 años la Comisión de Honor y Justicia de la Policía Estatal Preventiva, solo sancionó a nueve elementos con suspensión temporal que va de 15 días a dos meses.
La Contraloría Interna de la PGJE inició nueve quejas administrativas, de las cuales seis resultaron improcedentes y tres se encuentran en trámite.
Además radicó 11 procedimientos administrativos de los cuales un resultó en la destitución de un policía, siete en sanciones económicas, dos sin responsabilidad y una está en trámite.
Pierden armas potentes
Entre las armas que los agentes han perdido o les han robado se encuentran fusiles con alta capacidad de fuego.
Una de esas armas es el fusil de combate G3, de origen Alemán, fabricado por la empresa Helckler & Koch.
El arma emplea municiones calibre 7.62×51 milímetros y tiene capacidad para realizar entre 500 y 600 disparos por minuto, con un alcance de hasta 800 metros.
Otra de las armas son los fusiles semiautomáticos AR-15, fabricados por la empresa estadunidense Colt.
El arma tiene una capacidad de fuego de hasta 100 tiros con alcance de 600 metros.
Seis de esos fusiles fueron robados a la Policía Municipal de Mocorito en junio de 2015.
Los delincuentes entraron a las instalaciones de la corporación y se llevaron seis rifles y 26 cargadores abastecidos con 630 cartuchos.