Ante el vacío de información oficial, periodistas han construido el secuestro de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, aunque se desconocen los “puntos finos”. Ahora se asegura que además de Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán, también fue privado de la libertad su hermano mayor, César. “El Chapo” promovió un nuevo amparo por presunta tortura y segregación en el penal federal de Ciudad Juárez
A casi dos semanas del levantón de seis personas en un restaurante de Puerto Vallarta, las autoridades se muestran herméticas en cuanto al hecho y las investigaciones, en tanto se conoce extraoficialmente de que no fue uno, ni dos, sino tres los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán que fueron privados de la libertad y posteriormente liberados.
Mientras las versiones en los medios de comunicación se construyen con base en presuntos contactos con la familia de César, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, y otros por medio de filtraciones de funcionarios del Gobierno Federal que supuestamente les piden guardar anonimato, un millar de soldados reforzaron los límites entre Jalisco y Nayarit en los últimos días.
Fue hasta el martes 23 de agosto cuando el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, confirmó lo que ya se sabía: además de Jesús Alfredo, había sido secuestrado Iván Archivaldo, aquella madrugada del 15 de agosto en el restaurante vallartense, pero no confirmó la noticia de su liberación, que desde el sábado 20 dieron a conocer la agencia AFP y el semanario RíoDoce.
Sales Heredia justificó que no existía la validación de la información por parte del Ministerio Público Federal que indaga el suceso, pero que la investigación estaba en curso por parte de la Procuraduría General de la República (PGR). La agencia francesa AFP había informado tres días antes que un miembro de la familia Guzmán le dio la noticia de la liberación. “Ya están libres y están bien”, les dijo la fuente.
Por su parte, entrevistado por diversos medios, el director del semanario RíoDoce, Ismael Bojórquez, confirmó que a través de tres fuentes diversas, Alfredo e Iván fueron liberados la noche del viernes 19 de agosto y se encontraban a salvo gracias a la negociación del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada.
Bojórquez afirmó que fueron dos fuentes las que le dieron la información de que los hijos de Joaquín Guzmán Loera estaban libres y en el Estado de Sinaloa. Después una tercera persona les confirmó la veracidad de la noticia, aunque no le dio mayores detalles.
El periodista Carlos Loret de Mola -que citó fuentes oficiales- asegundó la versión y agregó que en la cena del restaurante La Leche también fue privado de su libertad un sujeto al que identificó como “el suegro de Iván”. Para que sus captores soltaran a los hijos del “Chapo”, la familia o sus intermediarios tuvieron que pagar una fuerte suma de dinero.
Pesquisas
En las investigaciones de las autoridades, se siguen dos líneas principales, que serían la inicial, de que el Cártel Jalisco Nueva Generación estaría detrás del levantón, y una segunda, que refiere una presunta disputa hacia el interior del propio Cártel de Sinaloa, donde las actitudes de los hermanos Guzmán Salazar no serán toleradas. “Estaban muy crecidos”.
Sin embargo, fuentes de inteligencia estiman que la alianza de cárteles que se gesta por el corredor del Pacífico habría “alineado” a los hijos del “Chapo”, quienes ya no respondían a las indicaciones de la dirigencia y estaban en riña con la facción de Dámaso López Núñez “El Licenciado” y del hijo de éste, Dámaso López Serrano “El Mini Lic”.
La coalición se formaría entre las organizaciones de los hermanos Beltrán Leyva, que tienen de aliados a Los Zetas, con el Cártel de Sinaloa, Cártel de Juárez y CJNG, que tiene como cercano al grupo de los Arellano Félix. Presuntamente detrás de la unión del bloque Pacífico estaría el liberado narcotraficante Rafael Caro Quintero.
El jueves 25 de agosto, ante el vacío de información por parte de las autoridades, le construyó un nuevo episodio a la historia del levantón de los Guzmán Salazar. No solo fueron Alfredo e Iván, sino también su hermano mayor, César, las víctimas del comando armado que irrumpió aquella madrugada en la finca comercial de Puerto Vallarta.
Un día antes había dicho que “fuentes de alto nivel” del gabinete de seguridad del Gobierno Federal, le contaron que “El Chapo” Guzmán se enteró del plagio a través de su esposa, Emma Coronel Aispuro, durante una visita en el penal de máxima seguridad Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) Número. 9 en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Supuestamente en los cinco días que los “Chapitos” permanecieron en manos de sus secuestradores, su padre estuvo muy nervioso e intranquilo en la prisión, pero no tuvo una reacción violenta y rechazó el apoyo para realizar una denuncia formal, aunque agradeció el gesto y negó tener pistas para las autoridades.