Anula formal prisión por captura de Mazatlán; peritos de PGR no ratificaron dictámenes
El Tribunal Colegiado en Materia Penal del Décimo Segundo Circuito concedió el amparo y protección de la justicia de la unión al narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán para que se anule el auto de formal prisión que le fue dictado por los delitos derivados de su detención en Mazatlán y se reponga el procedimiento.
Aunque los abogados de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera pretendían obtener el amparo por considerar que la detención de su cliente no ocurrió en flagrancia de delito, al irrumpir elementos de la Marina el 22 de febrero de 2014 en la habitación 401 del Condominio Miramar, los magistrados estimaron que la intromisión al domicilio no fue ilegal.
Sin embargo, al analizar el auto de formal prisión dictado por el Juez Décimo de Distrito de Mazatlán y confirmado por un Tribunal Unitario por los delitos de posesión de armas de fuego y cartuchos para armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada o Fuerza Aérea, los colegiados advirtieron que los dictámenes de Balística Forense no fueron ratificados por los peritos de la Procuraduría General de la República.
Por lo anterior, el tribunal revisor estima que la resolución que constituye el acto reclamado es contraria a derecho, pues la prueba pericial emitida por peritos oficiales, es prueba imperfecta dado que no fue ratificada por sus suscriptores.
De esa forma se ordenó que el auto de formal prisión dictado en primera instancia, y confirmado en apelación, quede insubsistente y en su lugar se dicte otra resolución para que el dictamen rendido por peritos de la Coordinación General de Servicios Periciales, de la Dirección General de Laboratorios Criminalísticos de PGR, y su ampliación, sea perfeccionado mediante su ratificación.
Los abogados esperaban que se resolviera el amparo sobre la presunta ilegalidad de la captura de su cliente, pero no sucedió así. Al notificarse del fallo, Andrés Granados, defensor del capo, dijo en exclusiva para la cadena Univisión que los captores de Guzmán Loera fueron norteamericanos vestidos de marinos.
“Claramente ellos se dieron cuenta que hablaban en inglés, o sea los marinos mexicanos les preguntaban y hablaban en inglés, después los taparon cuando el señor Guzmán y Carlos Manuel Hoo Ramírez se dieron cuenta que eran gente de la DEA encubierta que el gobierno mexicano permite que ellos se vistan y porten el uniforme de marinos, Imagínese”, declaró con enfado el profesionista.
El expediente por la posesión de armas de fuego y cartuchos exclusivos de las fuerzas armadas regresará en breve al Juzgado Décimo de Distrito en Mazatlán para que se cumpla la sentencia del amparo en revisión 213/2015.