Héctor De Mauleón describe en su columna como es que el Cártel de Jalisco ha trabajado durante los últimos años
Hay un reporte de inteligencia federal que analiza el desenvolvimiento del cártel más poderoso del sexenio, el Cártel Jalisco Nueva Generación, CJNG, en 2016.
El documento afirma que en el último año el grupo criminal dirigido por Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, y la familia González Valencia —a cuyos miembros se apoda Los Cuinis— consolidó una meteórica estrategia de expansión, a tal punto que no sólo controla abrumadoramente seis estados del Occidente del país —Colima, Jalisco, Michoacán, Guerrero y las dos Baja California—, sino que ahora ejerce el poder en zonas que históricamente se hallaban en manos de otros grupos.
En esas zonas figuran los estados de Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Morelos, Puebla, Quintana Roo y el Estado de México.
Las organizaciones que, según el documento, habrían resentido el avance del CJNG son: el Cártel del Pacífico y el Cártel del Golfo; y de manera señalada, Los Zetas, Los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana.
De la lectura del informe se desprende una conclusión perturbadora: que el CJNG fue el gran ganador de estos diez años de guerra contra el narcotráfico.
Todavía en 2015 el grupo delictivo liderado por El Mencho fue protagonista de emboscadas y enfrentamientos en contra de las fuerzas del Estado. Entre marzo y mayo de ese año, sicarios del CJNG enfrentaron a la Gendarmería (con saldo de cinco agentes muertos), a la Fuerza Única Regional (15 elementos murieron) y a elementos del 32 Batallón de Infantería (cuatro militares caídos).
En mayo de ese año, en medio de un operativo dirigido a la captura de su líder, los sicarios del cártel desataron la violencia en 15 puntos de Jalisco, en los que hubo incendios, balaceras y narcobloqueos.
De acuerdo con el informe de inteligencia federal revisado por el columnista, en 2016 el CJNG modificó su estrategia: abandonó la guerra contra las fuerzas del orden —federales, estatales y municipales—, “para dirigir su estructura coercitiva hacia los grupos antagonistas a los que pretende arrancar el control de los territorios y de las actividades ilícitas”.
Al mismo tiempo, estableció “alianzas de conveniencia” en territorios donde habían sido detenidos o abatidos los líderes de otras organizaciones delictivas.
Mediante esas dos estrategias, el CJNG incursionó definitivamente en 15 estados del país. “Ha aumentado sus operaciones como ninguna otra organización delincuencial al día de hoy”, admite el documento.
Las autoridades afirman que el cártel de El Mencho tiene el propósito de controlar la mayor cantidad posible de las “plazas” que se localizan en el litoral del Pacífico mexicano, porque es ahí en donde se verifica el arribo de precursores químicos para la producción de drogas sintéticas, y de cargamentos de cocaína procedentes de países sudamericanos.
Luego de una “limpia” rabiosamente desatada en contra de organizaciones rivales, este grupo delictivo se ha adueñado por completo de Jalisco.
Según el documento, el cártel intenta “bajar” su perfil en el estado, para evitar afectaciones derivadas del Operativo Jalisco. El documento reconoce, sin embargo, que la organización es responsable de secuestros, extorsiones, desapariciones y homicidios ocurridos en la entidad.
Al CJNG se le atribuye, por lo demás, la extracción ilícita de combustible en uno de los estados del país con mayor número de tomas clandestinas.
El informe señala que Jalisco es el principal bastión del cártel en materia de lavado de dinero y producción de drogas sintéticas. Ahí se concentraría la droga procedente de Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Chiapas, cuyo destino es Estados Unidos. Ahí se procesarían, también, los precursores químicos que ingresan por los puertos.
Los cárteles que funcionaban hace una década han sido en su mayor parte pulverizados. Sobre esos territorios en ruinas ha crecido el CJNG. Como si el ariete de la guerra contra el narcotráfico solo hubiera servido para hacerle crecer y afianzar su dominio.
En las zonas que alguna vez estuvieron en poder del Cártel del Golfo, Los Zetas, La Familia Michoacana o Los Caballeros Templarios, solo cambió entonces el nombre del verdugo.