Culiacán, Sinaloa.- Sujetos armados acribillaron al comandante y supervisor operativo Jesús Alberto López Vargas cuando iba saliendo de la Policía Municipal, a donde acudió a realizar unas diligencias la noche de ayer.
El atentado sucedió a tan solo unos metros de la salida de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPyTM), y a tan solo unas horas de que el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, sostuviera una reunión con el gobernador donde presuntamente se trataron asuntos referentes a la seguridad.
LOS HECHOS
Los hechos sucedieron a las 19:00 horas, sobre la calzada Aeropuerto. El reporte establece que López Vargas se encontraba en la Policía Municipal a donde había acudido a realizar unos trámites sobre un cambio para ser asignado a una sindicatura.
El policía iba saliendo a bordo de una camioneta Cherokee blanca e intentó tomar el carril que conduce de poniente a oriente cuando fue interceptado por sujetos armados, quienes viajaban a bordo de una camioneta Cheyenne gris y una Colorado tinta.
Los delincuentes le empezaron a disparar con rifles “cuerno de chivo” frente a decenas de personas que circulaban por el lugar.
El comandante, en un intento por salvar su vida, dio reversa a la camioneta, pero fue atacado nuevamente en la esquina con la avenida Maravilla, frente a unos locales comerciales.
Tras cometer el atentado, los delincuentes se dieron a la fuga.
Policías municipales, quienes se encontraban resguardando los accesos a la corporación, nada pudieron hacer por ayudar a su compañero.
Instantes después de que sucedieron los hechos, al lugar arribaron paramédicos de Cruz Roja solo para confirmar el deceso de López Vargas, quien presentó múltiples impactos de bala en el cuerpo.
La camioneta quedó con las luces encendidas, las llantas ponchadas y la carrocería dañada por los disparos.
ANTECEDENTE
El día 27 de enero del año en curso, Jesús Alberto López Vargas fue atacado a balazos por varios sujetos cuando iba llegando a su domicilio.
El comandante entró a su casa, y armado con un rifle “cuerno de chivo” les hizo frente a los delincuentes, quienes huyeron sin lograr su cometido.
Se dijo en ese entonces que los individuos querían “levantarlo”, como sucedió con tres de sus compañeros.
IMPOTENCIA
“Ustedes lo tenían aquí encerrado, ¿por qué no lo defendieron? Ustedes le quitaron las armas, por eso no tenía cómo defenderse”, les gritaba uno de los familiares del comandante a los policías que resguardaban el lugar.
En esta ocasión, López Vargas no andaba armado y no pudo defenderse.