El comisionado general de la Policía Federal dijo que aunque hubo 42 víctimas mortales, "hay elementos para presumir que pudo haber muchas más".
El comisionado general de la Policía Federal, Manelich Castilla, reveló que en los días previos al enfrentamiento del 22 de mayo de 2015 en el rancho El Sol, en Tanhuato, Michoacán —con un saldo de 42 civiles y un agente federal muertos— había ahí alrededor de 500 presuntos sicarios.
"Ese fue el resultado final, pero tenemos información, sin extenderme mucho por respeto a la indagatoria, de que en el rancho llegó a haber casi 500 (sicarios) en los días previos, y entonces, eso nos da una perspectiva de lo que pudo haber sido ese lugar. Si bien es cierto el resultado de las víctimas mortales está ahí, y son esos 42, hay elementos para presumir que pudo haber muchas más", dijo.
Castilla afirmó que la Policía Federal cree en los derechos humanos y trabaja para que la actuación de sus elementos vaya aparejada con ellos.
Expresó, en ese contexto, su respeto a la recomendación que la Comisión Nacional de Derechos Humanos formuló apenas el pasado jueves a la corporación por la presunta vejación a un menor de edad durante una revisión de rutina en una carretera de Yucatán, aun cuando no existe una averiguación ministerial sobre el caso.
A siete meses de asumir el mando, el funcionario habló de los avances en métodos e instrumentos de la División Científica de la Policía Federal para identificar restos humanos, como lo hizo en el caso de los cinco jóvenes secuestrados e incinerados por el crimen organizado en Tierra Blanca, Veracruz.
"Hoy la Policía Federal tiene las mismas capacidades que la Universidad de Innsbruck para revisar estos estudios, y dentro de lo muy triste y lamentable, (...) este tipo de tecnología, este tipo de trabajo tiene una alta posibilidad de éxito cuando la gente confía en las instituciones", puntualizó.
La referida universidad austriaca es reconocida como la institución más avanzada en el análisis de ADN mitocondrial y con ese método identificó restos de los normalistas Jhosivani Guerrero y Alexander Mora recolectados en el basurero municipal de Cocula, donde presuntamente fueron incinerados al lado de otros estudiantes de Ayotzinapa.
El comisionado Castilla sostuvo que el acercamiento y la comunicación con los padres de los jóvenes levantados en enero de 2016 por policías estatales en Tierra Blanca, Veracruz, permitieron localizar los restos de una de las víctimas e identificarlos plenamente, sin que los familiares desconocieran los resultados.
"Tierra Blanca era una posibilidad de efectuar lecciones aprendidas del lamentable caso de Ayotzinapa; lo primero fue la oportunidad con que tanto víctimas directas como autoridad logramos sentarnos, trazar una ruta crítica, dejar avances en la intimidad de la investigación y ninguno de estos avances se mediatizó", detalló.
Por el contrario, en el caso de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero. "no se dieron estas condiciones iniciales de diálogo con los padres".
Según el comisionado de la Policía Federal, la incidencia de los delitos de alto impacto, como el homicidio doloso, el secuestro y la extorsión mantienen una tendencia a la baja desde el comienzo del sexenio.
Por lo que hace al homicidio doloso, 2016 cerró con una incidencia de 17 por cada 100 mil habitantes, en contraste con los 13 y 14 por contabilizados respectivamente en 2014 y 2015, pero por debajo de los 20 por cada 100 mil habitantes en 2011.
La incidencia del secuestro se redujo 17.1 y 24.4 por ciento en 2014 y 2015, respectivamente, en relación con 2013, lo cual responde en parte a la profesionalización de las unidades estatales contra el secuestro y la coordinación con las fuerzas federales.
De acuerdo con las cifras de la Policía Federal, también el delito de extorsión muestra una tendencia decreciente, al disminuir su incidencia 29.5 por ciento en 2014 y 11.1 por ciento en 2015, con respecto a la cresta alcanzada en 2013, con 8 mil 196 casos por cada 100 mil habitantes.