Tamaulipas es el principal estado de la república mexicana con más menores usados por el crimen organizado y el narcotráfico y en el que más detenciones de menores portando armas, granadas y otros delitos de alto impacto se ha realizado.
Como ejemplo esta semana circularon en paginas de Facebook de Reynosa al menos dos fotos donde se ve a adolescentes usados por el crimen organizado para tareas de halconeo (vigilancia/informantes) jóvenes de no mas de 18 años los mas susceptibles y fáciles de convencer por el crimen para trabajar para ellos.
Según la publicación alertaban sobre este joven "radiero""trabajando" en una avenida de Reynosa alertando a los del Cártel del Golfo y con unos ponchallantas en sus manos en caso de utilizarlos para tirarlos en la carretera para sabotear el paso de las autoridades en caso de persecución.
En otra foto compartida en redes sociales se observa a dos jóvenes al parecer menores atentos a los movimientos de los policías y soldados o reportando sospechosos que pudieran ser del bando contrario.
Otro caso fue el que se dio a conocer en la ciudad de Río Bravo donde es captado a un niño de no mas de 12 años realizando labores de vigilancia con radio en mano justo en el momento en que alertaba a sus mandos de los movimientos en el punto en que se encontraba.
Otro caso que también llama mucho la atención es el del llamado "Comandante Chikitin" del grupo de los Zetas quien porta un fusil AR-15 casi del mismo tamaño de su cuerpo es un niño sicario no mayor a los 12 años y que ya es nombrado comandante e incluso le compusieron un corrido disponible en Youtube con mas de 1.5 millones de vistas.
Este corrido es un claro ejemplo de lo que se vive hoy en dia en México en especial al norte del país donde el narcotráfico ha cambiado mucho su rostro el de una niñez que sueñan con ser comandantes, donde antes esta palabra significaba experiencia y lealtad, ahora con solo portar un rifle les hacen creer que ya son comandantes.
Debido a estas acciones el uso de guardias o halcones y sicarios se ha vuelto indispensable y recurrente en la estrategia del crimen organizado en su lucha con otras mafias y gobierno al grado de reclutar a niños de entre un promedio de 12 a 17 años, en algunos casos los niños son forzados a convertirse en criminales debido a la falta de oportunidades y en ocasiones los jóvenes se vuelven parte del crimen por voluntad propia a por tener conocidos ahí sin que sus padres sepan ante el descuido y falta de atención de estos por diferentes circunstancias, tras integrarse a las filas de los cárteles son vulnerables a que los grupos rivales los maten, levanten y torturen ya que los códigos entre los criminales ya no se respeten y los menores de edad son tratados como adultos por el simple hecho que también pueden asesinar al portar un arma los menores se convierten en potenciales asesinos.
Desde 2010, la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), comenzó un conteo hemerográfico de las muertes causadas en niños y niñas entre 0 y 17 años, por hechos violentos derivados de la lucha contra el crimen organizado. Al 31 de Marzo de 2013, el conteo de la ONG, registró 767 muertes, de las cuales 60 han ocurrieron durante el primer trimestre de ese año. La edad en la que se vuelven blancos de los asesinatos más frecuentes son de los 15 a los 17 años, según la estadística.
Para el narcotráfico son la mano de obra barata, sicarios de frente sin experiencia, cuerpos para colgar en las esquinas de las colonias: “halcones” que se hacen pasar por adolescentes comunes y muchachas violadas en territorios rivales. Niños y jóvenes son importantes para la estrategia comercial y de guerra.
La delincuencia organizada enraizó en México y en las generaciones que crecen y nacen después del 2000, cuando comenzó la mutación y proliferación de cárteles y capos. El territorio nacional se fracturó y la infancia quedó vulnerable.
Mientras, especialistas analizan si los menores de edad son susceptibles a imitar a los narcos o no, en la sierra, en las colonias populares y en las pequeñas poblaciones del país, hay niños explotados porque ni sus padres ni el Estado les ofrecen una salida.
Del 1 de enero de 2006 al 31 de octubre de 2014, un total de 202 menores tamaulipecos fueron consignados por algunos de los delitos como portación de pistolas, rifles de asalto y granadas, además de delitos contra la salud. Aunado a ello, esta entidad del norte del país ocupa el segundo lugar en homicidios de la población de 15 a 17 años., reveló la Procuraduría General de la República (PGR) en respuesta a una solicitud de información por narcoviolencia.
De ellos, 107 niñas y niños fueron acusados de disparar rifles de alto calibre o poseer explosivos. Por delitos contra la salud, en la modalidad de posesión y comercio de sustancias ilícitas, se comprobó la participación de 93, y dos más por delincuencia organizada.
El informe Cruce de fuego: niños, niñas y adolescentes en el narcotráfico mexicano sostiene que a partir de 2006, 43 mil menores de edad mexicanos fueron reclutados por los cárteles de Los Zetas, Cártel del Golfo, de Sinaloa, La Mara Salvatrucha y la M18. En el documento referido, el investigador ecuatoriano experto en estudios sociales, Norberto Emmerich, afirma que la Redim documentó que al menos 30 mil menores mexicanos están involucrados forzosamente en algún grupo delictivo con diversas actividades ilícitas.
Así, Tamaulipas, Baja California y Chihuahua son las canteras de la delincuencia organizada donde reclutan más infantes para convertirlos en sicarios.