El periodista Víctor Hugo Sánchez relató al diario El Universal, nota firmada por Janet Mérida cuáles fueron los motivos del veto de Televisa a Juan Gabriel, en los años 90s. Su relato, sin querer, involucra públicamente a Rafael Aguilar Guajardo. Y otorga certidumbre a lo que escribí en mi libro “Entre Rufianes y Políticos”, de Editorial Planeta, en librerías los primeros días de septiembre de 2016.
Sánchez era jefe de prensa de Televisa: “En aquella época era famoso el centro de espectáculos Premier, al sur de la Ciudad, donde se presentaban estrellas de la música. Juan Gabriel era la sensación, tanto así que, recuerda el periodista, le ofrecieron hacer una temporada completa. Fue un éxito. Luego los dueños le propusieron una segunda etapa y le dieron un anticipo de dos millones de dólares. Al poco tiempo el dueño del Premier fue encarcelado y el recinto fue requisado por la Procuraduría General de la República.
Tenía como 10 meses parado el lugar y se lo dan a administrar a Televisa a través de un concurso. La televisora encuentra que hay una deuda de Juan Gabriel, que debe tres meses de show. Y le dicen que tiene que presentarse. Juan Gabriel les contesta que el señor que le pagó está en la cárcel, y que no les debe nada a ellos. Y es la razón por la que lo vetan… Fue en la administración de Azcárraga Jean que el Divo de Juárez volvió a Televisa”.
Rafael Aguilar Guajardo fue el fundador del Cartel de Juárez. Es el “empresario” que “encarcelan”, el dueño del Premier.
Y la historia es todavía más complicada. No es que hubiese querido “lavar” dinero en un club nocturno, lo compró para que Juan Gabriel pudiese actuar ahí. De este tamaño era su admiración por el cantante. De igual manera le puso a disposición un jet para que pudiese viajar cómodamente a sus conciertos.
Solamente la popularidad de Juan Gabriel evitó que fuese investigado por su cercanía con el entonces líder del Cartel de Juárez.
Los destinos del cantante se cruzaron con Rafael Aguilar Guajardo porque ambos eran originarios de Ciudad Juárez. Asombro, en alguna medida, que alguien con una vida tan relacionada con la violencia fuese “admirador” de un cantante abiertamente homosexual, que en escena exageraba movimientos y contorsiones. Así fue.
Un capítulo de mi nuevo libro está dedicado a Rafael Aguilar Guajardo, compadre del ahora dueño de la revista y el diario Impacto, Juan Bustillos. En su origen fue policía de la federal de seguridad y compadre de Miguel Nazar que me lo presentó.
Extraños cruces de caminos…