Primero, el narcotráfico tiene tomado el control de varias regiones del país que se convirtieron en “estados fallidos”. Ahora, ya no sólo es el narcotráfico, sino otras lacras sociales que acorralan a la comunidad: extorsiones, secuestros, asaltos y ahora el robo de combustible.
Desde el 2007, en la administración del panista Felipe Calderón, inició una guerra contra el narco y dejó crecer el robo de gasolina en los ductos de Pemex.
Me refiero a complicidades de los, como ahora se les conoce “huachicoleros” y funcionarios gubernamentales, especialmente desde la administración que encabezó Calderón Hinojosa. Precisamente, desde Los Pinos, en el 2011, salió la orden para no comprar un sistema cibernético que organizaba la Universidad Autónoma de Nuevo León y que le costaría al gobierno 30 millones de pesos.
El arribismo de la alta burocracia en Pemex, hizo que se entregaran recursos para organizar un sistema llamado Sacada. El sistema de supervisión, control y adquisición de datos, es un sistema que permite el control y monitoreo de los sistemas de transporte de gas natural y gas licuado en tiempo real, los 365 días de año, las 24 horas del día. Se había ampliado, mediante los mismos mecanismos, para los ductos de gasolina.
Sin embargo y sospechosamente, desde la oficina presidencial, se le ordenó a los funcionarios de Pemex, que se frenara el proyecto que encabezaba Juan Manuel Paz González, quien trabajaba en uno de los pisos elevados de la Torre de Marina Nacional.
¿Por qué se tomó esa decisión? ¿Acaso habrá sido por el monto que deja la ordeña de los ductos, que supera los 12 mil millones de pesos anuales? ¿Acaso no entienden que hay un mercado enorme de combustible robado y que va directamente a las gasolinerías establecidas? ¿De verdad serán tan ingenuos o tarugos que no se dan cuenta lo que salta a la vista de todos? Sólo son preguntas que haría Caperucita Roja al Lobo Feroz.
Por cierto, que saltó a la palestra sobre el mismo tema el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, y se vio preocupado. Pero, no ofreció estrategias para dar soluciones conflictos que dejan decenas de muertos, donde sobresalen algunos soldados, como ocurrió en Puebla, que gobierna Antonio Gali, la semana pasada.