Algo muy complejo e investigable como el mismo problema de las violencias y la inseguridad debió ocurrirle a la administración de Enrique Peña Nieto.
Con una cuarta más de presupuesto que con Felipe Calderón, superaron los números siniestros de la gestión panista. Alfonso Navarrete Prida, secretario de Gobernación, sostiene que este Gobierno utilizó 25% más de recursos, un total de 82 mil millones de pesos, al tema de la seguridad.
Es de sorprender que México, sin embargo, aparezca entre los países con delincuentes más peligrosos y perseguidos, según los indicadores de las agencias de seguridad estadounidenses; ello a pesar de que fueran detenidos en seis años 113 líderes de organismos criminales, de una meta inicial que, en 2012, era de 123.
Las administraciones de Calderón y Peña lamentablemente para todo el país han tenido más semejanzas que diferencias respecto a sus resultados en seguridad. Un tema que les da un sentido de continuidad es el fortalecimiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), aludido este martes por las autoridades estadounidenses como el liderazgo de mayor interés de entre las organizaciones de narcotraficantes para la vecina nación.
Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, líder del CJNG, ocupa ya en leyenda y en operación un espacio semejante al que en su momento tuvieron Rafael Caro Quintero, Ismael Mayo Zambada, Joaquín el Chapo Guzmán o el Z 40.
Según las autoridades federales, al menos 45 integrantes de su grupo han estado vinculados con capacidades operativas y militares inéditas e ilegales y con incidentes inenarrables en su haber. Al mismo tiempo, son un cártel que participa de una comprensión global de la economía de las drogas.
En lo general, el CJNG parece controlar las plazas donde se establece y existen dudas de si las violencias recientes en Jalisco, incluido el ataque a un convoy de la Policía Federal hace 48 horas, son debidas a su ausencia o a su presencia.
La Agencia Antidrogas de Estados Unidos elevó de cinco a 10 millones de dólares la recompensa por los datos que conduzcan a la captura del líder del Mencho. Según la DEA, la guardia personal de Oseguera está integrada por 700 personas armadas: equivalente a las que forman un batallón del ejército.
En 2011, el CJNG se hizo visible con incendios, secuestros y quema de automóviles. Entonces decía en un cartel: “Jalisco, tierra de libertad y gente de trabajo. Muerte a los secuestradores y extorsionadores. Aquí en Jalisco no permitiremos que quieran entrar otros grupos que quieran imponer sus famosas cuotas. Empresarios, gente del Gobierno, funcionarios públicos, policías de todas las corporaciones y la ciudadanía entera del estado de Jalisco. ¡No se preocupen! Que mientras el Cártel de Jalisco siga aquí, no permitiremos la autodestrucción de nuestro propio estado”.
Desde el punto de vista de su propio orden, el CJNG es un organismo “que gobierna” en cuanto a la garantía e imposición de una forma de “seguridad”.