Joaquín El Chapo Guzmán, uno de los líderes más imponentes en el Cártel de Sinaloa está en boca de todos a pesar de que fue detenido hace tiempo y extraditado a Estados Unidos para su juicio.
Esta vez, hablaremos sobre la traición familiar que desencadenó la ida de El Chapo a la cárcel. Acompáñanos a ver esta triste historia. La guerra inició entre el Cártel de Sinaloa y el grupo auspiciado por los hermanos Beltrán Leyva cuando se registró el lamentable homicidio de Ernesto Guzmán Hidalgo, medio hermano de El Chapo.
Lo peor de todo es que el autor del ataque fue el otro medio hermano de El Chapo, identificado por el nombre de Aureliano Guzmán, alias El Guano, quien rompió el silencio sobre la labor criminal del abuelo de la esposa de Alfredo Beltrán Leyva, conocido como El Mochomo, que dio paso a la traición familiar y desencadenó la lucha entre cárteles.
Además, se reveló que Ernesto Guzmán Hidalgo brindó información sobre la ubicación de El Chapo a Aureliano Guzmán; un hecho que permanece en el plano del rumor.
Fuentes cercanas a la familia argumentaron que la traición entre los integrantes del Cártel de Sinaloa causó una tremenda crisis en la célula criminal y concluyó con la captura de El Chapo.
Tras lo sucedido, El Chapo confirmó que no sintió alegría al enterarse de que un hermano mató al otro, y menos que se generara una alianza con los Beltrán Leyva.
Después del escape y recaptura de El Chapo, El Guano tomó el mando del Cártel de Sinaloa y retó a sus sobrinos, saltando la autoridad de Ismael El Mayo Zambada, Rafael Caro Quintero y los hijos de Joaquín Guzmán.
La deuda parece que nunca se saldará y muchas personas consideran que El Chapo no se quedará con los brazos cruzados a pesar de que se encuentre tras las rejas.