En mayo de 1981, el narcotraficante colombiano, fundador y máximo líder del Cartel de Medellín, viajó a Estados Unidos acompañado de su familia y un guardaespaldas.
En ese tiempo estaba en su apogeo, sus negocios iban de maravilla y ya era el proveedor del 80 por ciento de la cocaína que circulaba por el mundo.
Aunque era un hombre millonario, aún no era muy conocido en su país, por lo que aún podía visitar lugares conocidos y vivir su vida de una manera normal, por lo que no dudó en cumplirle una promesa que le había hecho a su hijo, Juan Pablo de ir a Walt Disney World, pero había un problema; no contaba con la visa que requería para poder ingresar a los Estados Unidos. El capo se imaginaba que estoy sería un obstáculo y que no podría cumplir el sueño de su hijo, pero debido a sus influencias en el mundo de la política no tuvo ningún problema en pisar el territorio estadounidense
El narcotraficante colombiano iba acompañado por su esposa, María Victoria Henao; su madre Hermilda; su hijo Juan Pablo; su hermano Roberto Escobar; su primo e inseparable socio, Gustavo Gaviria, y su guardaespaldas de máxima confianza, John Jairo Arias Tascón. Todos llegaron a una mansión en Miami y posteriormente viajaron hacia Orlando.
Como todo un padre de familia, Escobar dedicó su tiempo para convivir con su familia y complacer a su hijo. Gastó una inmensa cantidad de dólares en las personas que lo acompañaban.
Nadie sospechaba que el capo máximo mundial del tráfico de drogas se encontraba en Disney World.
Se especuló que el capo de la droga temía subirse a la montaña rusa, pero para complacer a su hijo decidió subirse a uno de los juegos más espectaculares del Disney: el Space Mountain.