La reunión tomó lugar en la base aérea de marinos (MCAS) en Miramar, California, a finales del 2011.
El motivo? Javier solicitó una reunión con Benjamín, su hermano, y tratar de convencerlo de aceptar una sentencia más corta a cambio de su declaración.
Javier estaba seguro de que si hablaba con su hermano mayor, Benjamín, en persona, podría convencerlo de declarar en contra de lo poco que quedaba del Cartel, de su sobrino Fernando, y las secuelas.
El Tigrillo, como le apodaban, sabía que Fernando no sabía trabajar y solamente se quedó ahí por el nombre y el respeto que alguna vez se le guardó a la familia.
Si Benjamín declaraba o no, tendría las mismas consecuencias, así que, lo mejor era que Benjamin hablara y salvara su sentencia.
Esta reunión la llevo a cabo el servicio y programa de estadounidense federal de U.S. Marshal WITSEC program, el programa de protección a testigos.
Después de recibir cadena perpetua y pena de muerte, El Tigrillo, con el consejo de sus abogados, decidió aceptar la oferta de los federales, nueva identidad, nueva vida, y la libertad a cambio de toda su declaración en contra de toda su carrera delictiva.
Incluyendo testificar en contra se su hermano Benjamín, así mismo, seguir cooperando con el gobierno federal de Estados Unidos para futuras investigaciones.
Cuando Javier llegó a la reunión, Benjamin ya lo estaba esperando. Ambos, con un fuerte operativo de seguridad, pero sin abogados. Solos, en un cuarto para platicar.
Benjamín nunca pensó que su hermano, Javier, iba a declarar en su contra, alargando su sentencia y acrecentando sus delitos. Por qué había quebrado, Javier, el código de honor y de silencio? Su argumento fue sencillo.
Su hermano Francisco Rafael, estaba en libertad y retirado. Sabía que los negocios de la familia se habían terminado, y más, en las manos de Fernando, quien siendo un “chamaco sin experiencia” como decía Benjamin, tomó las riendas del cartel, el cual, todos sabían que estaba claramente en declive.
“Porque crees que Rafael, con toda su experiencia, había decidido no regresar y retirarse. Incluso cuando yo estaba a cargo, decia Javier, las cosas ya no estaban bien, nunca fue lo mismo sin ti (Benjamín) y sin Ramón. Las fiestas y el alcohol acabaron conmigo y con el negocio familiar. Ni modo, la regue.” Argumentó.
“Es por eso que decidí declarar y apoyarme de las leyes que me ofrece el gobierno, tú deberías hacer lo mismo,” le decia a Benjamin. El cual, nunca aceptó y durante toda la reunión se dedicó únicamente a escucharlo.
Benjamin sabía claramente su código de honor y nunca quiso dañar a sus amigos y menos a esos políticos que siguen en activo.
Así fue como, siendo un títere del gobierno federal de Estados Unidos, Javier se reunió con su hermano, a petición de los federales que querían ampliar su investigación y querían ver si este, podría convencer a su hermano Benjamín de testificar a cambio de reducir su condena, o incluso, salir en libertad con el programa de protección a testigos en el cual Javier y otros de ellos ya estaban.
Quien iba a decir que años después, Fernando sería arrestado y también habría testificando en contra de Benjamín, el cual, aceptaría su sentencia de 25 años más, aparte de ya haber pagado una pena grande en México.
Así fue como le quedo en claro, después de la reunión, que las traiciones más grandes vienen dentro de la familia. Por lo pronto, Benjamín se dice tener su conciencia tranquila, incluso, que sigue en comunicación con alguna gente de Tijuana…