Familiares de los cinco militares muertos y los 11 que resultaron heridos la semana pasada durante un ataque perpetrado por el crimen organizado contra el Ejército, en Culiacán, Sinaloa, pidieron “sensibilidad” y “apoyo”.
En una carta dirigida a la sociedad mexicana, consultada por el diario de circulación nacional El Financiero, los familiares explicaron que se sienten “tristes” y “decepcionados” de no ver muestras de apoyo de la ciudadanía.
“No es deber de los militares arriesgar su vida por nosotros, o por un cargo o trabajo que desempeñen. Hay personas trabajando y esforzándose cada día para brindarles una mayor seguridad y calidad de vida sin que se puedan dar cuenta”, añaden los familiares de los militares en la misiva.
En la carta, los familiares expresan que no pueden creer “la insensibilidad, la forma de pensar, que llegaron a gritar un día: ‘vivos se los llevaron y vivos los queremos’, y que no muestren nada de apoyo a las familias que perdieron a sus padres, hermanos, hijos”.
Los familiares de los militares pidieron que la ciudadanía mexicana escuche su historia, en la que también perdieron a padres e hijos: “Los invitamos el día que quieran a escuchar a aquellos niños que perdieron a su madre en la lucha contra el narcotráfico o a aquellas esposas que quedaron viudas”, se lee en la carta citada por el rotativo.
El pasado viernes 30 de septiembre, a las 3:30 de la mañana aproximadamente, un grupo de hombres armados emboscó a los miembros del Ejército que trasladaban a un herido desde Badiraguato, considerado un presunto delincuente.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), personal militar en Bacacoragua fue objeto de una agresión armada y en respuesta resultó herido un individuo, huyendo el resto de los agresores.
“En estos hechos, el personal militar, conforme a los principios aplicables al uso de la fuerza, procedió a auxiliar al herido, trasladándolo hasta el poblado de Badiraguato, donde los servicios médicos no pudieron proporcionar la ayuda requerida; la Cruz Roja Mexicana de este lugar apoyó con una ambulancia para trasladarlo a Culiacán”, dijo la Sedena.
La dependencia añadió que “al ingresar a Culiacán (el personal del Ejército) fue agredido con armas de gran volumen y potencia de fuego por un grupo de la delincuencia organizada que se estableció en la entrada de la ciudad, esperando a los militares para atacarlos”.