El Gross, un joven de la colonia Sánchez Taboada con una fuerte adicción a las drogas y al asesinato.
Su historia se remonta a la época donde “El Chan”, mandaba en esa zona. El Gross fue su pistolero hasta que fue detenido por intento de secuestro. Purgó unos años de condena y salió libre.
Al salir de prisión, se encargó de poner sus llamadas, “tienditas” dónde vendía su droga por menudeo en su colonia natal, la Sánchez Taboada.
El sabía que ocupaba padrino y no podría sólo. Para eso, decidió alinearse con Alfonso Lira Sotelo, alias “El Atlante” y le comienza a pagar cuota para seguir operando sus “tienditas” de narcomenudeo.
Su vicio por la misma droga que vendía era tan grande como su ambición que comenzó a matar a los demás “tienderos”. Incluyendo gente inocente o familiares de los otros “tienderos” de narcomenudeo. Atlante, al darse cuenta de esto, le quita el apoyo.
Después de esto, amistades de la cárcel lo conectan con “El 300”, a quien convence fácilmente para trabajar en la Sánchez. El Gross comienza a trabajar con el cuñado del 300, un joven sin experiencia y nuevo en el negocio quien ve en el Gross la oportunidad de salir adelante. Pero con el Gross, lo único que se gana es la muerte.
Gross aprovecha la inocencia del cuñado del 300 y se empieza a meter con su esposa quien es ahora la actual pareja de “El Gross”. Su pasión es tal que deciden entre ambos matar al marido.
El Gross lleva a cabo la misión y el joven iluso, muere. 300 no tuvo más que aceptar al Gross de cuñado. Tal vez por miedo o alomejor por dinero, Gross empieza a matar sin piedad. Inocentes, tienderos, de todo. 300 pierde el control. Tiempo después es atacado a balazos por el Gross, donde pierde a su escolta pero logra salvar su vida quedando inválido e inhabilitado.
Gross se va a trabajar con “El Gato”, el de los ojos verdes. Para entonces, Gross y Griego tenian una matanza en la Sánchez en contra de Los Uriarte. Aquiles se entera de esto y les pide que bajen a su matanza y más en contra de gente inocente que no las debe ni las teme. Les ordena dejar a los ciudadanos inocentes en paz, como es su legado.
El Griego retoma su disciplina, pero el Gross, asesino serial de narcomenudistas y de sus inocentes familias, decide no hacer caso y seguir haciendo de las suyas. Pero el sabia que pelear con Aquiles eran palabras mayores.
El Gross va con el licenciado Estrada quien controlaba la venta de “ice” de la gente del Atlante y ahora su gente. Licenciado Alejandro Estrada, defensor legal del Tigre y del Atlante, es convencido a pedir apoyo a Guadalajara. Alejandro, inexperto y pensando en el dinero, acepta.
Gran error que le cortaría la vida a su hermano y a su vida social. Cuentan los colegas litigantes que duró días llorando y arrepentido de su decisión.
Gross, joven sin moral ni principios, sigue matando sin piedad. Sean tienderos, o inocentes familias. Desde los estados de Nayarit y Jalisco da las órdenes, volviéndose el objetivo número uno del estado.