Al menos 40 personas fueron ejecutadas en Veracruz en los primeros 11 días de octubre, de acuerdo con un recuento basado en notas periodísticas.
Se han registrado desde asesinatos en la vía pública hasta ejecuciones múltiples, hallazgos de cuerpos desmembrados y "levantones" en diferentes municipios.
Lo crímenes están vinculados tanto a la pelea por plazas entre grupos de la delincuencia organizada, como al robo de gasolina y la ordeña de ductos de Pemex, así como la venta de droga al menudeo, secuestros y extorsiones.
Las últimas cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registran un repunte en las denuncias por homicidio doloso a partir de junio.
En ese mes se iniciaron 82 averiguaciones previas por ese delito y, desde entonces, los asesinatos se han disparado, con 132 casos en julio y 178 en agosto.
Ayer, el PAN urgió al Gobierno federal a enviar un delegado en materia de seguridad para que "ponga un freno a la permisividad que Javier Duarte tiene con la delincuencia".
"Es la expresión de la barbarie en una tierra donde ya no hay autoridad ni Gobierno", advirtió José Mancha, presidente estatal del blanquiazul.
Para el Gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, la ola de violencia no es casual, sino resultado de la complicidad que ha mantenido el Gobierno del Estado desde el mandato de Fidel Herrera.
En Veracruz, tanto civiles como sicarios y cabecillas de bandas son ejecutados en la pugna de células del crimen organizado por el control de robo de gasolina, venta de drogas o por el negocio del secuestro y extorsiones.
La disputa la llevan acabo células de los Zetas, Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de los llamados "Golfos", en todas las zonas del Estado, de acuerdo con especialistas.
El caso más reciente fue el de los cuatro jóvenes desaparecidos, el 29 de septiembre en la zona conurbada de Veracruz, que concluyó con el hallazgo de sus cuerpos desmembrados en una carretera del Municipio de Camarón de Tejeda el pasado viernes.
La indagatoria de la Fiscalía General del Estado señala que el multihomicidio obedeció a que uno de ellos tenía vínculos con el crimen organizado en relación al narcomenudeo, pero por "vender fuera del territorio" fue ejecutado junto con los otros tres.
Entre las víctimas mortales en el Estado también hay miembros del crimen organizado que han sido asesinados por la división o rebelión entre sus cabecillas.
El pasado día 3 de octubre, un nuevo cabecilla de los Zetas con un grupo de sicarios emboscó y mató al Z-512 en Tihuatlán, para hacerse de la plaza de Poza Rica y sus alrededores.
También el miércoles de la semana pasada, en la zona rural de Coatzacoalcos, fue ejecutado junto con otro sujeto, Julio Cesar Rodríguez Briones, conocido como "Caballero" o "El Moto", quien era buscado por varios secuestros en la zona.
Un día después, en pleno centro de la cabecera municipal de Isla, un comando acribilló a dos sujetos de una banda contraria de narcomenudeo. Uno de los balaceados sobrevivió, pero al día siguiente, los sicarios irrumpieron en la clínica del IMSS de Cosamaloapan, donde convalecía, para rematarlo.
El viernes 7 la propietaria de un bar de San Andrés fue encontrada balaceada en una zona rural y otra más en condiciones similares, en Huiloapan.
Ese día, además de ser descubiertos los cuerpos desmembrados de los jóvenes, una cantina de Gutiérrez Zamora fue atacada por varios sujetos armados, con un saldo de tres personas muertas.
El sábado, en el Municipio de Emiliano Zapata fueron encontrados los cuerpos de otras dos personas destazadas.
El domingo, otros cuatro hombres, tres menores de 20 años, fueron encontrados ejecutados en un camino vecinal luego de haber sido "levantados" por un comando en un poblado de Uxpanapa.
Y el martes, en el Municipio de Isla, seis hombres originarios de La Venta, Tabasco, fueron asesinados y dejados dentro de una camioneta, en una zona de potreros.
Todos ellos estaban maniatados, con huellas de tortura y el tiro de gracia.
Indagatorias entre las fiscalías de Tabasco y Veracruz establecieron como principal línea de investigación un "ajuste de cuentas" entre la agrupación criminal denominada "Los mizmoz" contra integrantes de la banda de Sergio Meza Flores, "Soruyo".
Ambas se disputan el robo de gasolina en ductos de Pemex.