“Esto va para ustedes mugrosos rateros y ministeriales”, es la frase que da inicio a la manta que la noche del miércoles 26 de octubre fue colocada en la barda de las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia Estado en Tijuana en las inmediaciones de la Central Camionera.
En el texto acusan a Galván, comandante de narcomenudeo en Tijuana, y a los agentes de apellidos Santoyo Núñez, Ramírez Castro, Ayala y a otro cuyo segundo apelativo es Cruz, de robar droga.
Mencionan específicamente un cargamento de cristal, cocaína y heroína que presuntamente les fue quitado a criminales en el bulevar 2000, describen los autos en los que cometieron el delito, para después asegurar que escondieron parte de los enervantes en oficinas de la PGJE, para después sacaron un porcentaje del cargamento.
Debido a los dobleces en la manta colgada, los testigos no alcanzaban apreciar quien tomaba el crédito por haber hecho la narcomanta, pero de manera no oficial se informó a este semanario que se trataba de Los Aquiles.
Los perpetradores, dejaron al pie de la manta justo en el centro, un caja de regalo con moño negro y en su interior una granada.
De acuerdo a las autoridades el reporte se recibió alrededor de la 10 de la noche, pero el mayor movimiento de policías y militares se desplegó a partir de las 11 de la noche. Esta es la segunda vez en menos de ocho días que el apellido del agente Galván sale a relucir como un elemento dudoso.
La primera vez quienes lo señalaron fueron elementos de la Secretaria de Seguridad Pública del estado, tras el enfrentamiento entre agentes ministeriales y Policías Estatales preventivos ocurrido la tarde del 18 de octubre mientras aseguraban un laboratorio de droga en el fraccionamiento Las Palmas, donde los de la PGJE acusaban a los Peps de extorsionar a tres criminales detenidos frente al inmueble y los policías estatales acusaban a los ministeriales de proteger a los traficantes.