Los Mochis, Sinaloa.- Cuando ya preparaba su jubilación tras una exitosa carrera en la Policía Ministerial, el comandante Samuel Meza Echeverría cayó abatido a balazos a manos de un grupo de gatilleros en pleno centro de la ciudad.
Las ráfagas de AK-47 y disparos de AR-15 acabaron con su vida el 27 de octubre de 2011 cuando caminaba sobre la banqueta en calle Independencia, entre Santos Degollado y Emiliano Zapata, con intenciones de acudir a un negocio de venta de sombreros ubicado en el lugar.
Las balas no sólo le arrebataron la vida a quien en ese entonces era el comandante de la Policía Ministerial del Estado en esta ciudad, sino también a Luis Armando Monjardín Orpinela, propietario de un negocio ubicado frente al sitio del atentado.
Samuel Meza Echeverría cayó abatido a balazos a manos de un grupo de gatilleros
EL HOMICIDIO.
El jefe policiaco descendió de una camioneta oficial y cuando transitaba sobre la banqueta se pararon cerca de él dos camionetas de las cuales bajaron sujetos armados con rifles de alto poder que le dispararon a corta distancia.
Las ráfagas provocaron pánico entre la gente que se encontraba en esos momentos en la zona. Una de las balas hirió también aunque no de gravedad a un lustrador de calzado. El comandante quedó con vida y uno de los sicarios se acercó y lo remató en plena luz del día.
Posteriormente, los homicidas abordaron varios vehículos y escaparon por las calles del primer cuadro de la ciudad. A pesar de que a esa hora había bastante tráfico vial, los agresores no fueron ubicados.
El comandante de la PME estaba a punto de jubilarse
Quienes llegaron también a la escena del doble crimen fueron los agentes ministeriales del estado (PME) quienes implementaron un megaoperativo para tratar de dar con el paradero del grupo armado responsable de las ejecuciones.
“Él no tenía porqué morir así, su ejecución fue por coraje debido a que las autoridades estaban golpeando mucho a un grupo que en esos años operaba en esta zona y prácticamente estaba siendo desarticulado por la Policía y estos en venganza lo acribillaron arteramente”, recordó Ángel N., agente ministerial activo.