Tras el sangriento ataque contra civiles en Siria, surgió una imagen de un fotógrafo arrodillado a un lado del cuerpo de un niño muerto, se convirtió en el símbolo de violencia.
Abd Alkader Habak, fotografo sirio quien se muestra en la fuerte toma, dijo que junto con otros colegas se encontraba en Al Rashidin, una periferia chiita al oeste de la ciudad de Alepo, para documentar la evacuación de los civiles de las ciudades asediadas por la guerra en Siria.
Habak, junto con otros fotógrafos dejo su cámara para ayudar a las víctimas de la explosión
Pero en un momento se quebró y un compañero capturó el momento en el que llora sin consuelo cerca del cuerpo de un niño.
Tras el atentado, el fotógrafo escribió en Twitter: "Lo que mis colegas y yo hemos hecho hoy es inspirar humanidad a los responsables del asesinato de niños en Khan Sheikhan".
"Lo que mis colegas y yo hemos hecho hoy es inspirar humanidad a los responsables del asesinato de niños en Khan Sheikhan", scribió en Twitter.