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La negociación del Chapo con el Mencho por su hijo

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Las autoridades federales sabrán cómo consiguieron la información.

Pero el dato está en sus expedientes confidenciales.

Tras el secuestro de su hijo Jesús Alfredo Guzmán Salazar, su padre, Joaquín el Chapo Guzmán Loera, empezó a urdir cómo saldría en defensa de su retoño familiar.

De esa manera consiguió datos fundamentales.

Los obtuvo en horas.

Sus hijos, le reportaron, habían invadido territorio del CJNG, uno de los más sanguinarios y manejado por uno de los capos más temibles en el mundo del crimen, Rubén Oseguera Cervantes o Nemesio Oseguera Cervantes.

Estaban en Puerto Vallarta en celebración de cumpleaños en el restaurante La Leche, cuando fueron ubicados por los servicios de inteligencia del Mencho, quien ordenó proceder.

¿Contra quién?

No contra los dos.

El Mencho mandó detener a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, considerado el heredero del imperio del cártel de Sinaloa junto con Ismael el Mayo Zambada, pero logró huir minutos antes del operativo.

Jesús Alfredo Guzmán Salazar tenía menor interés, porque desconoce gran parte de la pelea de ambos cárteles por el dominio del Occidente y de las rutas del narcotráfico hacia Estados Unidos.

Ése fue el primer factor a favor del Chapo.

MEJOR INTELIGENCIA DEL GOBIERNO FEDERAL

El segundo elemento vino después.

El Gobierno mexicano, a través del comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, le propuso presentar una denuncia ministerial del secuestro de su hijo Jesús Alfredo Guzmán Salazar.

Era necesario, le dijeron, para darle seguimiento a ese escándalo, e inclusive le prometieron resultados inmediatos.

Declaró Sales Heredia a la prensa:

“Por lo que hace al tema del secuestro de estas personas, es un secuestro en curso y en un secuestro en curso no se proporciona mayor información. No hay más información en este momento que la que tienen ustedes”.

RETO: TÚ TIENES A MI HIJO, YO TENGO AL TUYO

En realidad, la recomendación gubernamental llegó tarde.

Tarde e innecesaria.

Desde su reclusión en Ciudad Juárez, en cuyo penal se encuentra desde hace meses para facilitar su extradición a Estados Unidos, Joaquín el Chapo Guzmán Loera ya tenía información de sus propios servicios de inteligencia.

No sólo eso; ya negociaba la liberación.

El Chapo se comunicó con Rubén o Nemesio Oseguera Cervantes y le dijo, en versión de los investigadores:

-Tú tienes a mi hijo, yo tengo al tuyo. Dime qué hacemos.

Dato relevante, pues habla del control del Chapo en los penales federales, donde también está detenido Rubén Oseguera González el Menchito, capturado el 23 de junio de 2015 junto con su cuñado Julio Alberto Rodríguez.

La discusión llevó a fricciones, a reclamos porque el cártel de Sinaloa se ha metido a territorios del Cártel Jalisco Nueva Generación, y ha retado en el control de rutas.

El Chapo no dio mayor margen:

-Como me lo entregues te lo entrego. Hijo por hijo.

Y si el secuestro fue la madrugada del 16 de agosto, en Puerto Vallarta, con cinco guardaespaldas, el 20 de agosto fueron liberados los seis, sanos y salvos, como se dice en el argot policíaco, e inclusive llevados a Sinaloa.

Qué sucederá tras este acuerdo, con respeto pleno a la palabra, es un misterio.

Las autoridades federales deben estar pendientes.

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