Cancún, Quintana Roo.-Hasta el 2015, Ezequiel Cruz Ortiz (a) “Cheque” y/o “Toro”, formaba parte del Cártel del Golfo como sicario y en mayo del año pasado, fue detenido junto con otros cuatro sujetos con armas cortas, marihuana y una AK-47 “cuerno de chivo”.
Según las primeras investigaciones de la autoridad ministerial, cuando salió de prisión, hace apenas unas semanas, fue “visitado” por el Cártel de Jalisco Nueva Generación, para invitarlo a unirse a ellos, sin embargo, se negó al decir que trabajaría por su cuenta, y eso le costó la vida.
Cuando el ahora occiso vio a los sujetos que lo esperaban en un vehículo cerca de su casa, sabía que iban por él, bajó de su camioneta con las manos en alto y se tiró al piso, en donde le dispararon en varias ocasiones a quemarropa.
La Vicefiscalía de la Zona Norte informó que Ezequiel C. O. (a) “Cheque” y/o “Toro”, ejecutado a balazos la noche del sábado en la Supermanzana 520, contaba con antecedentes de pertenecer a un grupo de la delincuencia organizada.
El 23 de mayo del 2015, el ahora occiso fue detenido junto con otros cuatro sujetos, todos integrantes del Cártel del Golfo, asegurándose en aquella ocasión casi tres kilos de marihuana, tres armas cortas y un arma larga AK-47 conocida como “cuerno de chivo”; todas con sus cargadores abastecidos.
En ese entonces, los detenidos incluyendo al ahora occiso, fueron relacionados directamente con la ejecución de un hombre en la Región 219 el 20 de mayo del año pasado.
Todos quedaron a disposición de la Fiscalía Especializada en Atención al Narcomenudeo y fueron consignados a un juez Penal, para posteriormente solicitar una orden de aprehensión en contra de los cinco por el delito de homicidio, dentro de la averiguación previa 2940/2015, iniciada por la ejecución de la Región 219 en donde asesinaron a un vendedor de droga del mismo grupo delictivo.
Días después, el Juzgado Segundo Penal libró orden de aprehensión por homicidio en contra de cuatro de los cinco detenidos, siendo Ezequiel C. O, el único al que no le fue notificado el mandato judicial, por lo que sólo quedó bajo proceso penal por narcomenudeo y la portación de las armas.
Tenía pocas semanas de haber salido del Cereso de esta ciudad y según las primeras indagatorias, trascendió que el ahora occiso fue visitado por miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación para invitarlo a trabajar para ellos.
Sin embargo, éste se negó y dijo que trabajaría por su cuenta, dedicándose a la venta de discos piratas en los tianguis.
Por ello la noche del sábado, el ahora occiso identificó a los sujetos que lo esperaban y sabía que iban por él, por lo que bajó de su camioneta con los brazos en alto y después se tiró al piso, para que vieran que no iba armado.
No contaba con que los sicarios se acercarían a él y a quemarropa, le dispararían en varias ocasiones para después huir.
Hasta ahora esta versión no se ha confirmado de manera oficial, por lo que la ejecución aún no se ha adjudicado a un grupo delictivo en específico.