A dos años de la desaparición forzada de 43 normalistas en el municipio de Iguala, esta localidad del norte de Guerrero sufre índices de violencia aún mayores a los registrados en septiembre de 2014.
Al día siguiente de los ataques contra los normalistas –ocurridos el 26 de septiembre de 2014–, las policías Estatal y Federal asumieron las labores de vigilancia en Iguala, que mantienen hasta la fecha.
A pesar de ello, durante los dos últimos años, el número de asesinatos, y otros delitos vinculados con el crimen organizado en Iguala, ha alcanzado récords históricos.
Según los registros del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2015, el primer año que Iguala fue vigilada por fuerzas estatales y federales, en esta localidad fueron asesinadas 105 personas, lo que representa un incremento de 45% en el número de homicidios, con respecto al año anterior; las muertes por arma de fuego, por ejemplo, se incrementaron un 136%.
Luego, durante 2016, la tendencia en el aumento de los homicidios dolosos ha continuado: durante el periodo enero-agosto de este año, en Iguala fueron asesinadas 96 personas, lo que representa el número de homicidios más alto de los últimos seis años, para este periodo.
De hecho, aunque en la estadística aún falta registrar los últimos cuatro meses del año, en este 2016 Iguala ha sufrido más asesinatos con arma de fuego, comparado con años anteriores, al sumarse 58 víctimas hasta agosto pasado.
Además, en el periodo 2015-2016, medio centenar de personas han sido baleadas, aunque salvaron la vida, lo cual contrasta con los 28 casos que se registraron en el periodo 2013-2014.
Los registros delictivos oficiales muestran como los otros dos municipios de Guerrero en los que se investiga la operación del crimen organizado, Huitzuco y Cocula, también registran un aumento en el número de homicidios, luego de la desaparición forzada de los 43 normalistas.
Se trata de municipios con menor número de pobladores que Iguala, pero que aun así han visto un alza en los crímenes.
En Huiztuco, por ejemplo, los asesinatos se duplicaron durante el año siguiente al rapto de los normalistas, hasta alcanzar 16 casos para finales de 2015.
Luego, en 2016, los asesinatos en Huitzuco descendieron, y hasta agosto se habían contabilizado sólo seis casos.
Por el contrario, en el municipio de Cocula sólo se registraron dos asesinatos en 2015, pero en lo que va de este año el delito repuntó, y ya suman cinco casos.
Iguala: otros rostros de la violencia
Luego del rapto de los 43 normalistas, además de las fuerzas estatales y federales de seguridad pública, en Iguala también hizo presencia un amplio equipo de investigadores de la Procuraduría General de la República, que incluyó 16 equipos de inteligencia, 17 helicópteros, cuatro laboratorios móviles, entre otros insumos.
Desde entones, al menos 125 integrantes del cartel Guerreros Unidos han sido detenidos en la zona.
Sin embargo, las operaciones del crimen organizado en Iguala no han sido desmanteladas, tal como muestran los registros del Sistema Nacional de Seguridad Pública
En lo que va de 2016, por ejemplo, han sido robados 211 autos. Eso representa 78% más casos que en todo el año anterior.
Aún cuando el 2016 no ha terminado, éste es ya el año que más autos han sido robados de forma violenta en Iguala, en toda la historia del municipio, con 100 casos, siendo que el año anterior sólo se habían registrado 25 robos de este tipo.
Eso representa un aumento de 300% en el número de automovilistas despojados de su vehículo de forma violenta en Iguala, y aún faltan cuatro meses por contabilizar.
En 2016 han registrado un aumento también los casos de fraude (22%), la extorsión (28%), y en lo que va del año se han denunciado dos secuestros, siendo que en el año 2015 no se había registrado ningún caso.