El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda, durante la ceremonia en homenaje a los cinco soldados que fueron abatidos y a 10 más resultaron lesionados por integrantes del cártel de Sinaloa el pasado viernes, afirmó: vamos con todo, con la ley en la mano y la fuerza que sea necesaria; nadie por encima de la ley; que a la fuerza que apliquen (los delincuentes)tendrán la respuesta que corresponda por parte de la autoridad.
Advirtió: que los grupos criminales sepan que no descansaremos hasta que sean juzgados por sus delitos con todo el rigor de la ley; que la indignación presente en nuestra actitud y nuestra moral se encauce para fortalecer nuestra convicción de reducir la violencia y los delitos.
Durante el homenaje realizado en instalaciones de la novena Zona Militar, con sede en Culiacán, el general Cienfuegos expresó, en nombre del comandante supremo de las fuerzas armadas, el presidente Enrique Peña Nieto, las más sentidas condolencias a los deudos de estos valientes soldados. Les manifiesto nuestro compromiso para apoyarlos y acompañarlos en esta enorme pena. Ellos son héroes del presente a los que todos debemos honrar y agradecer. A quienes resultaron heridos les deseamos pronta recuperación; estaré muy al pendiente de su estado de salud.
Luego dijo que “esta dolorosa e irreparable pérdida no nos hará bajar la guardia; no nos amedrentan, por el contrario, nos impulsan a redoblar esfuerzos Seguiremos trabajando incansablemente con los recursos humanos, materiales, financieros y legales que disponemos, siempre con estricto apego a la normatividad y con respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos, con el mismo ímpetu, con el paso firme y decidido contribuyendo a la seguridad de todos.
“La adversidad –añadió– forja las almas valientes; el daño sufrido es grave, de ninguna manera diezma la grandeza de la institución militar, que es de y para los mexicanos.
“El compromiso que tenemos con México requiere que todos como garantes de la soberanía nacional asimilemos esta desgracia.
Somos ciudadanos ejemplares que día a día aspiramos a ser mejores en actitud y comportamiento; somos ciudadanos comprometidos con el servicio a la patria; somos ciudadanos en uniforme militar que velamos por la nación y por los nacionales; somos ciudadanos en servicio que merecemos respeto y respaldo de otros ciudadanos; somos ciudadanos con responsabilidad familiar que no queremos dejar en la orfandad a nuestros hijos; somos ciudadanos que buscamos el bien común, encaramos nuestros errores y no aceptamos infundios.
El titular de la Sedena agregó que la sociedad y sus instituciones no deben permitir que estos cobardes sigan asesinando impunemente, que no respeten los derechos de otros ciudadanos. Si los delincuentes piensan que con estas acciones despreciables cesará nuestro espíritu, están equivocados. Lo único que lograron fue crear animadversión, indignación en nosotros, pero sobre todo en la sociedad de bien, en la enorme mayoría de los mexicanos.
Concluyó que los militares tienen razón de estar indignados y molestos, pero como soldados de la República, disciplinados y patriotas, no debemos permitir que este sentimiento que hoy experimentamos distorsione nuestra reflexión y nuestro pensamiento en el diario actuar para salvaguardar la integridad física y el patrimonio de nuestros conciudadanos.
Envía 100 elementos de fuerzas especiales
Javier Valdez y Gustavo Castillo, Corresponsal y reportero
La Secretaría de la Defensa Nacional envió a Culiacán a más de 300 elementos de fuerzas especiales del Ejército Mexicano para que lleven a cabo acciones de búsqueda y localización de los integrantes del cártel de Sinaloa que atacaron el pasado viernes un convoy militar.
Fuentes del Ejército señalaron que fueron tres las células del cártel de Sinaloa, específicamente de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán (Alfredo e Iván Archivaldo), que participaron en la emboscada a militares: una de ellas, encabezada por un hombre identificado como El Rino; otra, Los chimales, comandada por un sicario al que apodan El 23, y una más cuyo jefe es El Juancho o El 22.
Estas células atacaron a los militares y también se llevaron a Julio César Ortiz, uno de los hombres cercanos a Aureliano Guzmán Loera, hermano de El Chapo.
En Sinaloa, explicaron los militares entrevistados, existe una disputa territorial entre dos grupos del cártel de Sinaloa, uno encabezado por Aureliano y otro por los hijos de El Chapo.
Los mandos castrenses que fueron consultados en la Ciudad de México refirieron que no se han detenido las acciones militares para aprehender a los jefes del cártel de Sinaloa, y se ha logrado afectar las operaciones de esa organización con el desmantelamiento de diversos centros de producción de drogas sintéticas y la destrucción de cultivos de mariguana y amapola.
Respecto de los integrantes de fuerzas especiales, fuentes extraoficiales señalaron que arribaron a Culiacán en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana y ya han llevado a cabo diferentes operativos ordenados por la novena Zona Militar, sin participación de policías de corporaciones locales.
Uno de estos operativos se dio en el fraccionamiento Abedules, en el norte de esa ciudad, donde fueron reportados disparos de armas de fuego y una persecución. Hasta el momento no hay personas detenidas ni armas incautadas.
Asimismo, las fuentes confirmaron que Julio César Ortiz, El Kevin, quien había sido detenido y era trasladado a un hospital cuando los militares fueron emboscados, vive en Culiacán y es uno de los principales colaboradores de Aureliano Guzmán, El Guano.
Aureliano tiene el control de la zona serrana de Badiraguato, luego que se enfrentó a células de los Beltrán Leyva, a las que lograron expulsar de esa región, lo que provocó también el desplazamiento de por lo menos 200 familias.
Además, El Kevin, de 33 años, participó en la entrega de uno de los posibles asesinos del sobrino de Ismael El Mayo Zambada, otro de los líderes del cártel de Sinaloa, en agosto pasado.
Édgar Jeovani Parra Zambada fue ultimado a tiros y días después uno de sus homicidas fue encontrado muerto a balazos en el mismo lugar, en la isla Musala.