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Familia del Chapo Guzmán teme a cacería militar en su contra

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De acuerdo con un abogado del capo, piden que se haga una investigación objetiva, y aseguran que sus hijos nada tienen que ver con el asesinato de los cinco soldados

Sinaloa.- De acuerdo a José Refugio Rodríguez, abogado de Joaquín Guzmán Loera, alias el Chapo, la familia del capo está preocupada de que se vincule a Alfredo e Iván Guzmán en este ataque y se realice una cacería en contra de ellos, cuando no tienen nada que ver, por eso se deslindan del mismo.

Dijo que Alfredo e Iván, hijos del Chapo Guzmán, lamentan la muerte de los militares, y siempre han respetado el trabajo que realizan, por eso les preocupa la llegada de tantos soldados al estado ya que personas inocentes pueden salir lastimadas al realizarse una cacería.

El litigante asegura que los familiares de Guzmán Loera lo que piden es que se haga una investigación a fondo de los hechos. 

Respecto a si el Chapo Guzmán está enterado de esta situación, dijo desconocerlo, pues las visitas son muy limitadas. 

Al ser cuestionado sobre si se buscarían amparos para los hijos de Joaquín Guzmán, comentó que en este caso, debido a la gravedad de los hechos, no les servirían de nada. Reiteró que lo único que se está pidiendo es que se investigue. 

Aclaración

Aureliano Guzmán Loera, alias el Guano, no iba en la ambulancia escoltada por los militares que fueron emboscados la madrugada del pasado viernes y que dejó como saldo cinco soldados muertos y 10 heridos, entre ellos seis de gravedad, comentó el litigante. 

El abogado comentó que habló con otro defensor de la familia de Guzmán Loera y le confirmó que no era el Guano y que esta información, que pudo haber sido dada por militares a algunos medios de comunicación, es mentira y no tienen elementos para comprobarlo; además de que le dijo que Julio Oscar Ortiz Vega, alias el Kevin, sí existe. 

Datos

Fue la madrugada del pasado viernes cuando militares escoltaban a un hombre que había resultado herido en la sierra de Badiraguato cuando fueron atacados por un grupo fuertemente armado que los esperaba en el cruce de la carretera México 15 y bulevar Orquídeas, en la zona de moteles, ubicada a la entrada de esta cuidad capital.

Tras el enfrentamiento, las dos unidades en las que viajaban 17 elementos del Ejército quedaron reducidas a cenizas, y cuatro de ellos murieron en el lugar, además de otro más mientras recibía atención médica. Un paramédico de Cruz Roja también resultó lesionado de bala. 

Por su parte, el Kevin —de acuerdo con información de las autoridades— fue rescatado por el grupo armado. 

En una conferencia de prensa, un elemento del Ejército señaló como probables responsables a los hijos del Chapo, pero estos dicen que nada tienen que ver.

Cae líder del cártel del Noroeste en Nuevo León

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La Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) dio otro golpe al Cártel del Noreste (CDN), en esta ocasión al capturar a su líder máximo en Nuevo León, identificado como Gerardo Elías Matamoros Garza, informó la Procuraduría de Justicia del Estado.

Con esta acción, la organización delictiva quedó desmantelada, aseguró el gobierno estatal.

Matamoros, de 34 años de edad, fue atrapado sin resistencia cuando convivía con sus escoltas en el bar El Dorado, de Plaza Palmas, en la colonia Mirador de las Mitras, en el municipio conurbado de Santa Catarina.

Matamoros Garza, quien dirigía su estructura criminal mediante el uso de la aplicación WhatsApp, fue detenido luego de semanas de investigación y trabajo de inteligencia conducidos por el Ejército, institución que estableció el cerco mediante el que fue consumada la captura.

La Procuraduría sostuvo que con el arresto del líder criminal, quedó atomizado el grupo.

“Al verse rodeado por las autoridades, el presunto narcotraficante hizo un intento por escapar con la protección de sus guardias personales, pero se topó con el perímetro de seguridad a cargo de agentes ministeriales y policías municipales, lo que permitió la captura sin que se hiciera un sólo disparo”.

“Con esta captura queda desmantelado esta estructura delincuencial, luego de que el viernes por la noche ya habían sido capturados otros mandos de la organización que venían operando en Nuevo León, y a los cuales se les atribuyen múltiples ejecuciones y extorsiones, en municipios del área metropolitana en el 2016”, se explicó en el comunicado.

Junto con el comandante Matamoros fueron detenidos sus escoltas Jesús Eduardo López Alfaro,Chuy, de 45 años; y Francisco Javier Cruz lmazán, de 25.

A los hombres arrestados les aseguraron un vehículo Nissan Sentra, con reporte de robo, tres armas de fuego, una granada, cartuchos, droga y básculas.

La Procuraduría recordó en el boletín que el viernes por la noche fue detenido Jorge Geovanny García Gallegos, El Negro, identificado como jefe de sicarios del CDN, así como sus cómplices José Guadalupe Rodríguez Chávez, Tostón o El Cincuenta; Bryan Ricardo Pacheco Cubillos, El Yambra o Ricky; Jahir Alberto Hurtado Gallegos, Macaco; y David Alejandro Tinajero Parras, Bruno.

Quien esta detrás de la emboscada contra militares: Culiacán dividido entre los Guzmán, los López Nuñez y los Zambada

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Por segunda ocasión en este año el ejército fue emboscado por grupos criminales en el estado de Sinaloa, ahora sucedió a las afueras de Culiacán, donde la madrugada del viernes 30 de septiembre un convoy militar fue atacado por sorpresa dejando cinco militares fallecidos y diez heridos, varios de ellos de gravedad. En enero pasado sucedió en La Huerta, Mocorito, donde una patrulla del ejército fue atacada por pistoleros donde cinco militares murieron. Las disputas al interior de la mafia sinaloense del narco, sus ajustes y reacomodos, son el contexto donde los mandos militares poco han podido hacer para plantar cara al poder de fuego del crimen organizado.

"El control de Culiacán estaría dividido entre los Guzmán, los López Nuñez y los Zambada"
Ciudad de México.- Son los hombres de mayor confianza de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, se les conoce como “los Chimalis”, y serían uno de los grupos armados que la madrugada del pasado viernes 30 de septiembre pudieron haber emboscado un convoy del ejército en la salida norte de Culiacán, donde murieron seis militares y ocho más resultaron heridos; de igual manera lo habrían podido haber hecho los grupos afines a los Damaso y a los Zambada e incluso los Beltrán Leyva. El ataque fue perpetrado en contra de tropas que custodiaban una ambulancia donde era trasladado Julio Oscar Ortiz Vega, apodado “el Kevin”, uno de los “líderes emergentes” del cartel de Pacífico, herido en un enfrentamiento en la comunidad de Acacoragua, en el municipio serrano de Badiraguato, Sinaloa.

El ataque duró menos de una hora. De acuerdo a fuentes de la tercera región militar con sede en Mazatlán, los fallecidos y heridos pertenecían a la 24 Compañía de Infantería No Encuadrada (C.I.N.E.), que tiene su sede en San Ignacio, al sur del estado. Efectivos de esta unidad más los que forman la 20 C.I.N.E. que tiene su sede en la capital de la entidad, se habrían sumado a tropas del 110 batallón de infantería, para reforzar las operaciones contra el narcotráfico y los grupos que se disputan la zona del Triángulo Dorado, donde en junio pasado hubo incursiones armadas en La Tuna, poblado natal de Joaquín “El Chapo” Guzmán; Huixiopa, donde nació Juan José Esparragoza Moreno legendario capo y uno de los jefes más longevos del cartel al que se dio por muerto hace un par de años pero cuyo cadáver nunca apareció; La Palma, cuna de los hermanos Beltrán Leyva; así como Arrollo Seco y otras comunidades que colindan con Chihuahua.

Iván Archivaldo, hijo del Chapo Guzmán, quien junto con su hermano Alfredo son conocidos como “los Menores”, se deslindaron del ataque horas después por medio del abogado de su padre. Sin embargo el general de división Alonso Duarte Mújica, comandante de la tercera región militar que abarca las zonas militares de Durango y Sinaloa, aseguró el viernes que la sospecha sobre los dos hijos del hombre que encabezó a la organización hasta enero pasado cuando fue detenido, se basa en la participación de grupos que tienen el control en la capital sinaloense.


En el último año “los Menores” abrieron varios frentes al interior del estado de Sinaloa contra grupos antagónicos y ex socios de su padre. Reportes de la Procuraduría de Justicia de la entidad, refieren que encabezaron una disputa y se quedaron con el control territorial del corredor Culiacán-Navolato, otrora sede del clan de los Carrillo Fuentes. En ese lugar desplazaron a “los Dámaso”, como se conoce al grupo que encabeza Dámaso López Núñez, operador del cartel y antiguo hombre muy cercano al Chapo Guzmán apodado “el Lic”. Ahí fue donde el grupo de “los Chimalis” se hizo fuerte contra “los Montana”, la pandilla de pistoleros que encabeza el hijo de Dámaso, conocido como “el Mini Lic”.

El control de Culiacán, de acuerdo a este reporte, estaría dividido entre los Guzmán, los López Nuñez y los Zambada. Fue Iván Archivaldo quien recibió la anuencia de Ismael “el Mayo” Zambada para defender el territorio serrano donde su tío, Aureliano Guzmán Loera, es quien encabezaría las hostilidades contra el grupo de los Beltrán Leyva, lidereado por Alfredo Beltrán Guzmán, hijo mayor de Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo, detenido en enero del 2008 y cuya captura se tradujo en la mayor ruptura que ha tenido el clan de Sinaloa desde los años 90, seguido de un baño de sangre en la capital del estado.

72 horas de rabia y desasosiego

El primer fin de semana de octubre del 2016, será recordado como uno de los más tristes para los deudos y compañeros de los seis militares fallecidos. También el del anuncio por parte del alto mando militar de una ofensiva “con todo” en contra el cartel del Pacífico, que no se da desde que el ejército se hizo a un lado del combate frontal a los grupos del narco en la entidad al iniciar el sexenio.

Al amanecer del viernes 30 de septiembre la base militar de Culiacán, sede de la comandancia de la novena zona, era un hervidero de movimiento de tropas, unidades artilladas y vehículos de transporte. En Mazatlán dentro de las instalaciones castrenses de la región militar, helicópteros de la Fuerza Aérea comenzaron a movilizar soldados vía aérea desde muy temprano hacia la capital del estado.

Eran las primeras horas después de la emboscada que fue ejecutada con precisión, en donde los que la realizaron cumplieron con su objetivo de rescatar a un individuo y aniquilar a los soldados. Según una definición tomada del Manual de Operaciones en Campaña (MOC), una emboscada se define como “un ataque sorpresivo hacia fuerzas enemigas en movimiento”. Dentro de los objetivos de las emboscadas, se encuentran el rescate de prisioneros y el aniquilamiento del adversario. Algo que ocurrió en ambos casos.

Según fuentes castrenses el objetivo central no fue rescatar a sangre y fuego a un pistolero de poca monta, sino enviar un mensaje de parte del cartel de Sinaloa de que está más vivo y tiene más poder que nunca a pesar del encarcelamiento de su máximo líder y el secuestro reciente en Puerto Vallarta de los dos vástagos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Este fue un acto de demostración de fuerza, que en lo político deja muy mal parado al gobierno federal y a las fuerzas armadas ya que se arrebató al Estado mexicano el monopolio del uso de la fuerza, consideran. Una señal de anarquía, rasgo de la actuación de las organizaciones del narcotráfico desde hace varios años en diferentes puntos del territorio nacional, añaden.

Hasta el pasado domingo 2 de octubre, el reporte de los heridos era que un teniente se encontraba muy delicado, un sargento segundo estaba en situación grave ya que por las heridas podría perder una pierna, y un soldado permanecía con estado de salud reservado. Cinco soldados más se encontraban bajo observación con ligeras mejorías. Según los reportes, los militares fueron atacados con fusiles Barret calibre .50 milímetros, granadas de fragmentación y fusiles AK.47 y R-15, a la altura del fraccionamiento Barcelona, en la salida norte de la capital sinaloense.

El mismo viernes una compañía, alrededor de 100 efectivos, del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), llegó en vuelo proveniente de la ciudad de México a Culiacán. Son parte de la avanzada que opera ya en el estado para intentar dar con los responsables del ataque. De acuerdo a las mismas fuentes militares, se realiza una búsqueda por todos los medios de gente vinculada a la emboscada, el sábado se aseguraron dos camionetas que los pistoleros usaron y se tienen pistas de los autores materiales.

El sábado en la ceremonia luctuosa y homenaje de cuerpo presente de los militares caídos, realizada en la explanada del 94 batallón de infantería en Culiacán, el general Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional, lanzó una dura advertencia a los autores del ataque. “Nuestros soldados fueron emboscados por un grupo no contabilizado de enfermos, insanos, bestias, criminales con armas de alto calibre incendiando dos vehículos militares, seres sin conciencia que basan sus acciones en atemorizar a la gente de bien”. (…) “Que las organizaciones criminales sepan que no descansaremos hasta que sean juzgados por sus delitos con todo el rigor de la ley, que la indignación presente en muestra actitud y nuestra moral se encauza para fortalecer nuestra convicción para reducir la violencia y los delitos”.

LA "MILICIA HERIDA", HAY VIENE la GUERRA en SINALOA, Toque a quien le toque

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La respuesta del Ejército al ataque en que murieron 6 de sus integrantes emboscados por sicarios del Cártel del Pacífico será “una cacería con todo” y por todo el estado de Sinaloa. 

La orden del general secretario, Salvador Cienfuegos, el sábado pasado en Culiacán, a donde acudió a homenajear a los soldados muertos y a los heridos tras el ataque con armas de grueso calibre, significa en los hechos una declaración de guerra en contra del grupo del narcotráfico más fuerte del país, luego de confirmarse que la emboscada en la que los soldados fueron masacrados, fue para rescatar a Aureliano Guzmán Loera, hermano de Joaquín El Chapo Guzmán”, a quien trasladaban los militares con el nombre de Julio Óscar Ortiz El Kevin.

La ira de los militares tras el artero ataque con lanzagranadas y Barret Calibre 50, tiene que ver no sólo con que la emboscada fue ordenada y planeada por altos mandos del Cártel del Pacífico, sino también con que los sicarios que la ejecutaron —cuyo número se desconoce pero superaban hasta 3 a 1 a los soldados— son en su mayoría ex soldados y marinos desertores, junto con ex miembros de la Policía Federal y la Judicial de Sinaloa. 

Todos bajo las órdenes de Dámaso López Serrano, alías El Mini Lic. y se hacen llamar Fuerzas Especiales de Dámaso, según reportes de inteligencia. La idea de militares masacrando a militares causó ira en la Defensa y el secretario.

Desde el fin de semana equipos de inteligencia del Ejército y la Marina peinan los municipios de Sinaloa en busca de los agresores. Soldados —uniformados y vestidos de civil— buscan con la instrucción de atrapar “a toda costa” y “con todos los métodos posibles” a quienes masacraron a su “hermanos de armas”. Es el mensaje que mandó el general Cienfuegos, en el homenaje a los emboscados, al llamar “enfermos, insanos, bestias criminales con armas de grueso calibre” a los asesinos.

Y es que, aunque la versión de que los hijos del ChapoGuzmán participaron en el ataque resultó falsa, lo que sí confirmó inteligencia militar es que el rescatado Aureliano Guzmán Loera, junto con Alfredo e Iván, los hijos de Joaquín Guzmán, son los principales líderes que controlan el Cártel del Pacífico, y encargados del trasiego de droga del Triángulo Dorado a Estados Unidos. Eso explica el enorme despliegue de fuerza y armamento que masacró a los militares: el rescate de uno de los líderes de la organización.

Así que Culiacán y buena parte de Sinaloa se convertirán en zona de guerra. Operativos conjuntos de la Marina y el Ejército en las calles de las principales ciudades y en comunidades rurales van a “cazar” a las “bestias”, de las que habló el general. Los militares están heridos. Y lo que viene es la guerra.

Fotografías, Zetas, grupo bravo deja descuartizado a Cabeza de Vaca en Guemez

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El trascendido de la localización de una víctima mas de la cruenta violencia ZETA se dio esta mañana  en las inmediaciones de la escuela primaria del Ejido Miraflores del municipio de Guemes contigua a la capital Victorense sede de la "PUGNA INTERNA ZETA" que sin distingo exhibe las nulas capacidades institucionales para combatirlos y el gobierno incipiente del Panista Cabeza de Vaca "no parece ser la excepción". .

Cd.Victoria,03/Oct/2016 El presunto y macabro hallazgo que activo los servicios de emergencia  y de los distintos cuerpos de seguridad se dio poco después de las 07:00 hrs en que los estudiantes acudían al plantel en cuyo exterior una de las facciones ZETAS en PUGNA colocó uno de sus NARCOMENSAJES en una cartulina a un lado del cadáver totalmente desmembrado cuyo contenido trasciende es el siguiente:

..."ESTO LES VA A PASAR  A TODOS LOS PINCHES PENDEJOS QUE SIGAN APOYANDO A LOS MUGROSOS DEL CDN OPERATIVO BRAVO COMANDANTE  07 ,AL MANDO DEL COMANDANTE 01 A LA ORDEN..."

LOS "CHIMALIS", SICARIOS de CONFIANZA del HIJO del CHAPO DETRAS de la EMBOSCADA a MILITARES

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Por segunda ocasión en este año el ejército fue emboscado por grupos criminales en el estado de Sinaloa, ahora sucedió a las afueras de Culiacán, donde la madrugada del viernes 30 de septiembre un convoy militar fue atacado por sorpresa dejando cinco militares fallecidos y diez heridos, varios de ellos de gravedad. 

En enero pasado sucedió en La Huerta, Mocorito, donde una patrulla del ejército fue atacada por pistoleros donde cinco militares murieron. Las disputas al interior de la mafia sinaloense del narco, sus ajustes y reacomodos, son el contexto donde los mandos militares poco han podido hacer para plantar cara al poder de fuego del crimen organizado.

Son los hombres de mayor confianza de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, se les conoce como “los Chimalis”, y serían uno de los grupos armados que la madrugada del pasado viernes 30 de septiembre, emboscaron un convoy del ejército en la salida norte de Culiacán, donde murieron seis militares y ocho más resultaron heridos. El ataque fue perpetrado en contra de tropas que custodiaban una ambulancia donde era trasladado Julio Oscar Ortiz Vega, apodado “el Kevin”, uno de los “líderes emergentes” del cartel de Pacífico, herido en un enfrentamiento en la comunidad de Acacoragua, en el municipio serrano de Badiraguato, Sinaloa.

El ataque duró menos de una hora. De acuerdo a fuentes de la tercera región militar con sede en Mazatlán, los fallecidos y heridos pertenecían a la 24 Compañía de Infantería No Encuadrada (C.I.N.E.), que tiene su sede en San Ignacio, al sur del estado. Efectivos de esta unidad más los que forman la 20 C.I.N.E. que tiene su sede en la capital de la entidad, se habrían sumado a tropas del 110 batallón de infantería, para reforzar las operaciones contra el narcotráfico y los grupos que se disputan la zona del Triángulo Dorado, donde en junio pasado hubo incursiones armadas en La Tuna, poblado natal de Joaquín “El Chapo” Guzmán; Huixiopa, donde nació Juan José Esparragoza Moreno legendario capo y uno de los jefes más longevos del cartel al que se dio por muerto hace un par de años pero cuyo cadáver nunca apareció; La Palma, cuna de los hermanos Beltrán Leyva; así como Arrollo Seco y otras comunidades que colindan con Chihuahua.

Iván Archivaldo, hijo del Chapo Guzmán, quien junto con su hermano Alfredo son conocidos como “los Menores”, se deslindaron del ataque horas después por medio del abogado de su padre. Sin embargo el general de división Alonso Duarte Mújica, comandante de la tercera región militar que abarca las zonas militares de Durango y Sinaloa, aseguró el viernes que la sospecha sobre los dos hijos del hombre que encabezó a la organización hasta enero pasado cuando fue detenido, se basa en la participación de grupos que tienen el control en la capital sinaloense.

En el último año “los Menores” abrieron varios frentes al interior del estado de Sinaloa contra grupos antagónicos y ex socios de su padre. Reportes de la Procuraduría de Justicia de la entidad, refieren que encabezaron una disputa y se quedaron con el control territorial del corredor Culiacán-Navolato, otrora sede del clan de los Carrillo Fuentes. En ese lugar desplazaron a “los Dámaso”, como se conoce al grupo que encabeza Dámaso López Núñez, operador del cartel y antiguo hombre muy cercano al Chapo Guzmán apodado “el Lic”. Ahí fue donde el grupo de “los Chimalis” se hizo fuerte contra “los Montana”, la pandilla de pistoleros que encabeza el hijo de Dámaso, conocido como “el Mini Lic”.

El control de Culiacán, de acuerdo a este reporte, estaría dividido entre los Guzmán, los López Nuñez y los Zambada. Fue Iván Archivaldo quien recibió la anuencia de Ismael “el Mayo” Zambada para defender el territorio serrano donde su tío, Aureliano Guzmán Loera, es quien encabezaría las hostilidades contra el grupo de los Beltrán Leyva, lidereado por Alfredo Beltrán Guzmán, hijo mayor de Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo, detenido en enero del 2008 y cuya captura se tradujo en la mayor ruptura que ha tenido el clan de Sinaloa desde los años 90, seguido de un baño de sangre en la capital del estado.

72 horas de rabia y desasosiego

El primer fin de semana de octubre del 2016, será recordado como uno de los más tristes para los deudos y compañeros de los seis militares fallecidos. También el del anuncio por parte del alto mando militar de una ofensiva “con todo” en contra el cartel del Pacífico, que no se da desde que el ejército se hizo a un lado del combate frontal a los grupos del narco en la entidad al iniciar el sexenio.

Al amanecer del viernes 30 de septiembre la base militar de Culiacán, sede de la comandancia de la novena zona, era un hervidero de movimiento de tropas, unidades artilladas y vehículos de transporte. En Mazatlán dentro de las instalaciones castrenses de la región militar, helicópteros de la Fuerza Aérea comenzaron a movilizar soldados vía aérea desde muy temprano hacia la capital del estado.
Eran las primeras horas después de la emboscada que fue ejecutada con precisión, en donde los que la realizaron cumplieron con su objetivo de rescatar a un individuo y aniquilar a los soldados. Según una definición tomada del Manual de Operaciones en Campaña (MOC), una emboscada se define como “un ataque sorpresivo hacia fuerzas enemigas en movimiento”. Dentro de los objetivos de las emboscadas, se encuentran el rescate de prisioneros y el aniquilamiento del adversario. Algo que ocurrió en ambos casos.
Según fuentes castrenses el objetivo central no fue rescatar a sangre y fuego a un pistolero de poca monta, sino enviar un mensaje de parte del cartel de Sinaloa de que está más vivo y tiene más poder que nunca a pesar del encarcelamiento de su máximo líder y el secuestro reciente en Puerto Vallarta de los dos vástagos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Este fue un acto de demostración de fuerza, que en lo político deja muy mal parado al gobierno federal y a las fuerzas armadas ya que se arrebató al Estado mexicano el monopolio del uso de la fuerza, consideran. Una señal de anarquía, rasgo de la actuación de las organizaciones del narcotráfico desde hace varios años en diferentes puntos del territorio nacional, añaden.

Hasta el pasado domingo 2 de octubre, el reporte de los heridos era que un teniente se encontraba muy delicado, un sargento segundo estaba en situación grave ya que por las heridas podría perder una pierna, y un soldado permanecía con estado de salud reservado. Cinco soldados más se encontraban bajo observación con ligeras mejorías. Según los reportes, los militares fueron atacados con fusiles Barret calibre .50 milímetros, granadas de fragmentación y fusiles AK.47 y R-15, a la altura del fraccionamiento Barcelona, en la salida norte de la capital sinaloense.

El mismo viernes una compañía, alrededor de 100 efectivos, del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), llegó en vuelo proveniente de la ciudad de México a Culiacán. Son parte de la avanzada que opera ya en el estado para intentar dar con los responsables del ataque. De acuerdo a las mismas fuentes militares, se realiza una búsqueda por todos los medios de gente vinculada a la emboscada, el sábado se aseguraron dos camionetas que los pistoleros usaron y se tienen pistas de los autores materiales.

El sábado en la ceremonia luctuosa y homenaje de cuerpo presente de los militares caídos, realizada en la explanada del 94 batallón de infantería en Culiacán, el general Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional, lanzó una dura advertencia a los autores del ataque. “Nuestros soldados fueron emboscados por un grupo no contabilizado de enfermos, insanos, bestias, criminales con armas de alto calibre incendiando dos vehículos militares, seres sin conciencia que basan sus acciones en atemorizar a la gente de bien”. (…) “Que las organizaciones criminales sepan que no descansaremos hasta que sean juzgados por sus delitos con todo el rigor de la ley, que la indignación presente en muestra actitud y nuestra moral se encauza para fortalecer nuestra convicción para reducir la violencia y los delitos”.

Arsenal, Vehículos y Droga lo asegurado tras emboscada en la Ciudad de Culiacán durante operativos especiales

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Luego de los hechos ocurridos el viernes en contra de elementos de la Sedena, se dieron a conocer los primeros resultados
Culiacán, Sinaloa.- A raíz del ataque perpetrado por delincuentes en contra del personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, hoy en el interior de la Novena Zona Militar se dieron a conocer los primeros resultados del operativo para dar con los responsables de la agresión y poco a poco desarticulizar a los grupos delincuenciales.



Se logró asegurar:

-Dos fusiles Barret calibre .50 mm
-19 armas largas (AK-47 y AR-15)
- 6 armas cortas
-236 gramos de diferentes calibres
- 7 granadas
- 6 mil 739 cartuchos de diferentes calibres
- 1 radio base
- 27 radios portátiles
- 300 gramos de heroína
- 10 kilogramos de cristal
- 215 dósis de mariguana
- 12 kilogramos de mariguana
- 7 vehículos
- 16 chalecos (balísticos y tácticos)
- Gran cantidad de vestuario y equipo táctico (fornituras, cascos, rodilleras, máscaras, pantalones y camisolas).

Entre los vehículos están dos camionetas Chevrolet Cheyenne, una gris y otra blanca.



Informaron que los resultados son gracias al esfuerzo entre Sedena y Secretaria Armada de México (Semar) y de igual manera en el interior se observa buen número de elementos federales quienes están llegando de apoyo.

Nueva emboscada a Militares ahora en Lazaro Cardenas Michoacán

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LÁZARO CÁRDENAS, Mich., 3 de octubre de 2016.- Se generó un nuevo enfrentamiento entre sicarios y el Ejército mexicano, esta vez en Lázaro Cárdenas, luego de que los funcionarios se encontraban haciendo un recorrido en carretera costera de Lázaro Cárdenas-Caleta de Campos, Michoacán. 

El hecho se suscita apenas tres días después de lo ocurrido en Sinaloa, en la salida al norte de Culiacán, en donde un enfrentamiento entre criminales y elementos militares dejó cuatro funcionarios muertos y 11 heridos. Pasadas las 14:30 horas de este lunes, a la altura del poblado de Chucutitán, los elementos estaban realizando un recorrido cuando, al entrar a una choza, fueron recibidos a balazos, agresión a la que respondieron. Sin embargo, los hechores lograron darse a la fuga. 

No hubo muertos ni heridos tras la balacera y se presume hubo un detenido, que fue trasladado a la Procuraduría General de Justicia en Lázaro Cárdenas.

Banda que secuestró y mató a española María Villar “opera con mucha violencia”, dice PGR

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La Procuraduría General de la República (PGR) anunció la detención en el Estado de México, de “Óscar Saúl N”, sujeto que presuntamente participó en el secuestro y asesinato de la ciudadana española María Villar Galaz, sobrina del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar Llona, plagio que fue realizado por motivos “económicos” por una banda que utiliza “mucha violencia” contra sus víctimas.

Gustavo Rómulo Salas Chávez, titular de la Subprocuraduria Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), detalló en conferencia de prensa, que el sujeto era parte de una célula que opera u operaba “con mucha violencia” en la zona metropolitana de la Ciudad de México, por lo que en el secuestro y asesinato de la joven española se encuentran involucradas más personas. 

“Podemos señalar que tenemos pruebas directas e indubitables con carácter científico que establecen la participación directa del detenido en los hechos”, indicó sobre el detenido, quien dijo ya se encuentra recluido en un centro de Readaptación Social. 

El funcionario añadió que como parte de las indagatorias, el Ministerio Público de la Federación logró el otorgamiento de una orden de aprehensión en contra de “Óscar N”, y de otra persona, misma que aún no ha sido capturada. 

Villar Galaz fue secuestrada el pasado 13 de septiembre en la zona de Santa Fe, cuando después de salir de su trabajo en el corporativo de la empresa IBM, abordo un taxi para dirigirse rumbo a su domicilio en Polanco. Sin embargo, ya no se supo nada de ella hasta que su cuerpo fue hallado sin vida, dos días después, en Santiago Tianguistengo, Estado de México. 

El funcionario de la PGR detalló que los captores simularon “hacer base” abordó de un taxi, hasta que la víctima abordó la unidad. 

De inmediato una segunda persona entró la unidad y sometió a la víctima con un aparato de descargas eléctricas. Salas Chávez agregó que la motivación del secuestro fue económico, y que forma parte de un “patrón” de operación en la zona. El titular de la Seido informó que luego de ser secuestrada, Villar Galaz fue llevada a un banco para hacer retiro de cajero electrónico. 

Posteriormente fue llegada al Edomex, hasta que al día siguiente sus captores se pusieron en contacto con los familiares de la víctima para exigir el rescate. Rómulo Salas informó que siguieron el protocolo de rescate y pactaron un monto mucho menor al exigido inicialmente. 

Agregó que luego de que los secuestradores asesinaron a Villar Galaz luego de que dieron a la familia la segunda muestra de vida. El funcionario de la PGR también mencionó que se tienen pruebas que establecen la participación del hombre detenido la semana pasada, en el secuestro de la ciudadana española. 

Salas dijo que no darían detalles de la investigación para evitar alertar a las personas que se dedican a ese tipo de delitos. Respecto al perfil de los secuestradores, se limitó a decir que los delincuentes se dedican a delitos del fuero común y que se trata de personas que pudieron haber sido internos de algún penal local o federal. Y que la decisión de privar de la vida a Villar Galaz “se tomó sobre la marcha”.

Video donde dice el Abogado del Chapo Guzmán que los hijos del capo no fueron

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El abogado de Joaquín Guzmán Loera, José Refugio Rodríguez, deslindó a los hijos de su cliente, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán, de la agresión contra militares ocurrida la madrugada del pasado viernes en Culiacán, que dejó 5 soldados muertos.

En entrevista para Aristegui Noticias, detalló: “El sábado (1 de octubre) como a las 6 de la tarde, recibí una llamada de un familiar cercano a los muchachos… me pedían que hiciera un pronunciamiento en donde ellos se desligaban por completo (del ataque). Lamentaban el hecho… si ellos no habían orquestado una acción de esa naturaleza cuando detuvieron a su papá, menos lo hubieran hecho ahora. Y pedían al gobierno hacer una investigación objetiva e imparcial… es el gobierno quien debe investigarlo”.

“No hay elemento base para que digan que fueran los muchachos”, insistió. “Yo soy portador de un pedimento que me hicieron. Ellos están diciendo que se deslindan”, subrayó.

El defensor rechazó revelar la identidad del familiar que le llamó, pero refirió que incluso también un “primo” pidió desmarcar a los “muchachos”.

Además, el abogado descartó que el presunto delincuente herido -a quien transportaban los militares atacados- sea Aurealiano Guzmán Loera, ‘El Guano’, hermano de ‘El Chapo’,como lo han difundido medios de comunicación. “Eso es completamente falso”, dijo.

“No era el hermano de Joaquín, como estaban diciendo los medios”, añadió.

Respecto a las declaraciones del secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, quien el fin de semana prometió ir “con todo” contra las “bestias” que atacaron a los elementos del Ejército, en una posible advertencia contra los hijos de El Chapo, Refugio comentó que “pueden hacerlo, el gobierno tiene el poder y ellos tienen la decisión y tienen la fuerza… en este caso el pronunciamiento que me mandaron decir que hiciera, es queellos no son los que realizaron este atentado. 

De lo demás, claro que el gobierno puede tomar decisiones y es una facultad de ellos investigar”.

El CJNG y su poder, lo mismo retan al Cartel de Sinaloa que al Gobierno Federal

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El 1 de mayo de 2015 el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) cambió el paradigma de la lucha de cuatro décadas entre el Estado mexicano y el crimen organizado: utilizó un lanzacohetes para derribar un helicóptero del Ejército Mexicano. Antes de ello, los cárteles de la droga habían demostrado que su poder de combate era capaz de resistir, pero no de superar, al del gobierno federal, según una investigación de “Animal Político”.

Las fuerzas armadas mexicanas reconocieron que nunca antes habían sufrido un ataque como ese, en el que murieron ocho militares.

Pero derribar un helicóptero en Guadalajara, Jalisco, no fue lo único que logró ese día el grupo delictivo, que apenas en 2011 había sido incluido como uno de los nueve cárteles de la droga que operan en el país: el CJNG también instaló 39 bloqueos en 20 municipios de tres estados para frenar a las fuerzas federales.

Además, protagonizó cuatro enfrentamientos armados con policías y militares y —lo más importante— evitó la detención de su líder y fundador Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”.

No era la primera vez que ese grupo reaccionaba con alto nivel de violencia y estrategia ante una operación del gobierno federal.

Un mes antes había realizado una emboscada contra policías: el 7 de abril de 2015 integrantes de la Fuerza Única, el cuerpo policial de Jalisco, volvía de realizar trabajos comunitarios en la costa de la entidad cuando un vehículo bloqueó el camino en el poblado de Soyatán. Un grupo armado disparó y asesinó a 15 policías e hirió a otros cinco.

El comisionado de Seguridad Pública del estado, Alejandro Solorio Aréchiga, dijo que la emboscada fue una reacción a un operativo en el que detuvieron a Heriberto Acevedo Cárdenas, “El Gringo”, uno de los cabecillas en la región del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Autoridades locales han tenido que reconocer que cada vez que hay una detención o muerte de algún integrante de alta jerarquía, ese cártel responde con violencia.

Pero no sólo eso: nunca antes una organización criminal tuvo un avance tan rápido en territorio mexicano. Los grandes cárteles de la droga que dominaron el negocio en la década de 1980 y 1990 avanzaron en el país a lo largo de tres sexenios.

Si bien los registros de la Procuraduría General de la República (PGR) indican que desde 2011— cuando surgió el CJNG— éste tiene la mayoría de sus operaciones en el Pacífico Mexicano —Colima, Jalisco y Nayarit—, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas del inglés) y el Departamento del Tesoro lo identifican con presencia desde el Golfo de México al Pacífico, y de frontera a frontera: del sureste al noroeste del país.

La información de autoridades mexicanas y estadounidenses dan cuenta de actividades de este grupo en 14 estados, casi la mitad del territorio nacional.

La presencia en el país del CJNG aumentó durante la presidencia de Enrique Peña Nieto. La organización fue reconocida como cártel de la droga con capacidad de trasiego nacional e internacional apenas en 2011, según información sobre cárteles de la droga con operaciones de México de la PGR.

Cinco años después, ya es el grupo criminal con más presencia en el país: tiene operaciones en 14 entidades y supera incluso al Cártel de Sinaloa —que en los registros oficiales históricamente ha dominado el negocio de la droga.

Sus primeras operaciones ocurrieron en Jalisco, Nayarit y Colima, donde surgió como organización delictiva. Pero después se extendió a Michoacán, Guanajuato, Veracruz, Guerrero, Morelos, San Luis Potosí, Estado de México e incluso en 2014 la Procuraduría reportó su presencia en Distrito Federal (ahora Ciudad de México).

La última información de autoridades mexicanas y estadounidenses sobre sus operaciones, de junio de 2016, indica que el CJNG ya tiene presencia también en Aguascalientes, Baja California y ha alcanzado las costas de los estados de Oaxaca y Chiapas, en el Sureste.

Actualmente es la única organización criminal con presencia en estados tanto del Golfo de México como del Océano Pacífico, de la frontera norte y la frontera sur del país.

Factor de expansión

La DEA y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos coinciden en que un factor clave de su rápida expansión es que comparten operaciones con el grupo delictivo de “Los Cuinis”, expertos en el tráfico de cocaína y metanfetaminas pero, sobre todo, en el lavado de dinero.

El líder de “Los Cuinis”, Abigael González Valencia —antes integrante del desaparecido Cártel del Milenio y detenido en México en febrero de 2015—, es cuñado de Nemesio Oseguera, “El Mencho”.

La Oficina para el Control de Activos en el Extranjero (OFAC) del Departamento del Tesoro los incluyó a ambos en abril de 2015 en su lista de grandes narcotraficantes bajo la ley más importante en Estados Unidos sobre la comisión de delitos de drogas (Foreign Narcotics Kingpin Designation Act).

Origen y transformación

Ignacio “Nacho” Coronel, líder del “Cártel de Sinaloa” en Jalisco, murió el 29 de julio de 2010 durante un operativo del Ejército mexicano. Además de controlar esa zona del Pacífico, en sus últimos años de vida se dedicó a formar un grupo armado dedicado a evitar la entrada del grupo Los Zetas —la organización criminal con mayor avance en territorio nacional durante el sexenio de Felipe Calderón, tras su separación del Cártel del Golfo—, en su zona de influencia.

Ese grupo armado de ‘Nacho’ Coronel fue conocido como Los Mata Zetas.

Las autoridades mexicanas lo identificaron en sus comienzos sólo como una célula delictiva del “Cártel de Sinaloa”, pero un año después de la muerte de ‘Nacho’ Coronel, en 2011, se reconoció su independencia y apareció en los registros oficiales como la novena organización criminal con presencia en el país (junto con los cárteles de Tijuana, Juárez, Sinaloa, Golfo, Beltrán Leyva, Los Zetas, La Familia Michoacana y los Caballeros Templarios).

Para Javier Valdez Cárdenas, escritor y periodista especializado en temas de narcotráfico, la consolidación del cártel tuvo como momento clave la muerte de Coronel: “Ese vacío lo ocupó Jalisco Nueva Generación con sus líderes, con sus propias rutas y nuevos socios, pero aprovechando la estructura que ya tenía el Cártel de Sinaloa, el cual se quedó sin rumbo en la región”.

El periodista afirma que ya como fuerza independiente, Jalisco Nueva Generación hizo pactos con el Cártel de Sinaloa para evitar que el área de Jalisco se convirtiera en un campo de batalla y que incluso ‘El Mencho’ viajó a Sinaloa para fortalecer estos compromisos.

El 24 de septiembre de 2011, los Mata Zetas se adjudicaron una de las peores masacres ocurridas en el sexenio de Felipe Calderón: 49 cadáveres fueron abandonados en las calles de Boca del Río, Veracruz, con pies y manos atadas y huellas de tortura.

Nemesio Oseguera ‘El Mencho’ y el líder de Los Cuinis, Abigael González Valencia, fundaron así el Cártel Jalisco Nueva Generación, nacido del brazo armado de ‘Nacho’ Coronel y de los restos del Cártel del Milenio o de los Valencia. Operó como aliado del Cártel de Sinaloa desde la década de 1980 y hasta el sexenio de Vicente Fox cuando su fundador, Armando Valencia Cornelio ‘El Maradona’, fue detenido en 2003 y el gobierno federal dio por desaparecida a la organización.

Según la DEA, el avance del Cártel Jalisco Nueva Generación inició el mismo 2011 con toma de territorios en Michoacán y Veracruz que pertenecían a “Los Caballeros Templarios” y “Los Zetas”, respectivamente.

Alejandro Hope, experto en temas de seguridad, afirma que por lo menos en dos momentos la acción u omisión de las autoridades ha favorecido la consolidación de ese cártel.

El primero fue entre 2011 y 2013 cuando en Veracruz Los Mata Zetas enfrentaron a Los Zetas: “Hubo una tolerancia oficial para golpear a Los Zetas, que se habían convertido en un grupo extremadamente violento”.

“La caída del cártel de Los Caballeros Templarios tras la ofensiva federal es otro hecho a destacar —agrega—. Ese cártel era su rival de territorio en la zona de Michoacán y Jalisco, así como en el mercado de metanfetaminas. El debilitamiento tras 2014 de Los Caballeros Templarios ha fortalecido al Cártel de Jalisco. A todo esto se añade la captura de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, la cual también puede ser aprovechada por Jalisco Nueva Generación para su expansión”.

La DEA alerta que mientras los cárteles —incluido el de Sinaloa— se enfocaron en repeler a las fuerzas federales en la llamada Guerra contra las Drogas el CJNG avanzó en el país.
En marzo pasado, el consulado General de Estados Unidos en Tijuana informó en su reporte sobre Crimen y Seguridad en el noroeste mexicano que en la búsqueda por dominar las principales rutas del tráfico de las drogas, Jalisco Nueva Generación está enfrentando en la frontera norte del país a viejos cárteles.

Tijuana es una zona históricamente dominada por el Cártel de los hermanos Arellano Félix, pero también con presencia de otras organizaciones: ha sido disputada por grupos como el Cártel de Sinaloa o el de Juárez por ser el paso hacia una ruta importante de tráfico tanto en tierra como por mar.

¿El más fuerte?

“CJNG ha utilizado la violencia y la corrupción para convertirse en una de las más poderosas organizaciones de tráfico de drogas en México”, dijo en septiembre de 2015 John E. Smith, director de la Oficina para el Control de Activos en el Extranjero del Departamento de Tesoro estadounidense.

Siete meses después, el funcionario declaró que su país hace todos los esfuerzos posibles para desarticular la red de lavado de dinero de “la poderosa” organización criminal.

Al respecto Javier Olea, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM y experto en Seguridad Nacional, afirma que este cártel se ha fortalecido al adherir a miembros Los Caballeros Templarios o La Familia Michoacana.

En menos de cinco años Jalisco Nueva Generación entró en la “lista negra” de Estados Unidos como una de las organizaciones de narcotráfico más importantes. Con el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, en prisión desde enero de 2016, su líder Nemesio Oseguera Cervantes ‘El Mencho’ es ahora también un objetivo prioritario.

Fundadores

Nemesio Oseguera “El Mencho” y el líder de “Los Cuinis”, Abigael González Valencia, fundaron en 2011 el “Cártel Jalisco Nueva Generación”, nacido del brazo armado de “Nacho” Coronel — quien fue líder del Cártel de Sinaloa en Jalisco— y de los restos del Cártel del Milenio o de Los Valencia.

Avance

Según la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, el avance del Cártel Jalisco Nueva Generación inició en 2011 con la toma de territorios en Michoacán y Veracruz que antes pertenecían a “Los Caballeros Templarios” y “Los Zetas”, respectivamente.

Por este wey los emboscaron, El Ejército da a conocer la imagen de Julio Óscar Ortiz Vega, alías El Kevin

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El Ejército dio a conocer la imagen de Julio Óscar Ortiz Vega, alías El Kevin, rescatado durante el ataque del viernes y los resultados obtenidos con el operativo implementado en la ciudad en búsqueda de los responsables de la agresión.

El comandante de la Novena Zona Militar, Rogelio Terán Contreras, dijo que la imagen de El Kevin fue tomada mientras era atendido por personal militar en el hospital de Badiraguato.

“En esa imagen plasmada en una fotografía se aprecia al delincuente herido que estaba siendo atendido por un elementos militar directamente en un hospital de Badiraguato que más tarde este elemento militar perdiera la vida en manos de delincuentes que agredieron impunemente a personal militar para rescatar al citado individuo”.

“Después de salvarle la vida al delincuente Julio Cesar Ortiz Vega, fue asesinado nuestro compañero por integrantes del mismo grupo delictivo de la persona a la cual estaba ayudando, atendiendo, curando”, dijo.

Después de la agresión que cobró la vida de 5 soldados y dejó a 10 más a un paramédico lesionado, indicó, elementos del Ejército y Marina implementaron un operativo conjunto en que aseguraron armas y vehículos pero no hay detenidos.

“A poco más de 48 horas que el personal militar ha salido a las calles a operar de día y de noche por aire por tierra, los índices de homicidios dolosos en Culiacán se han mantenido a la baja considerablemente”, señaló.

Detalló que en dos días en diferentes puntos del municipio decomisaron dos fusiles Barret calibre 50, 19 armas largas AK 47 y AR 15, seis armas cortas, 236 cargadores, siete granadas, 6 mil 739 cartuchos, 27 radios portátiles, 300 gramos de heroína, 10 kilos  de cristal.

También aseguraron 215 dosis de mariguana, 12 kilos de mariguana, 7 vehículos, 16 chalecos balísticos y tácticos y dinero en efectivo, fornituras, portafusiles, cascos rodilleros, marcas, pantalones, camisolas y botas.

“Con el aseguramiento de este armamento y material se ha logrado evitar o aminorar que la delincuencia organizada siguiera realizando actos de violencia y como consecuencia cobrara más vidas humanas”, mencionó.

Exigen localizar a estudiante destacada y dos compañeros “levantados” en Veracruz

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XALAPA, Ver.- Estudiantes de periodismo y catedráticos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana se manifestaron en Boca del Río para exigir la acción de la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) y de la Fiscalía General del estado para localizar con vida a la estudiante Génesis Urrutia Ramírez “desaparecida” desde el pasado jueves junto con otros dos jóvenes oriundos del sur de Veracruz.

Catedráticos y alumnos portaron cartulinas para exigirle al gobierno de Javier Duarte que agilice las investigaciones y diligencias para dar con el paradero de la joven quien cursa el octavo semestre de la carrera con ejemplar desempeño académico.

El pasado jueves por la tarde, se reportó la desaparición de Urrutia Ramírez y de sus amigos Octavio García Baruch (22 años, originario de Acayucan, del Tecnológico de Veracruz) y Leo Arano (egresado de la UV), de quienes al día de hoy se ignora su paradero.

Hasta hoy no ha quedado clara la forma en que desaparecieron los tres jóvenes. Existe una versión de que fueron “sustraídos” del domicilio de uno de ellos y otra que fue al abordar un taxi cuando se perdió la comunicación con ellos.

De García Baruch, sus amigos reportan que su hermano fue “levantado” el año pasado por un comando armado y a la fecha se ignora su paradero.

De Omar García la Fiscalía tiene un historial de antecedentes penales por robo y por portación de armas de fuego y posesión de enervantes.

En la protesta de este lunes, el director de la Facultad de Comunicación, Marcos Malpica pidió a los cuerpos policiales que hagan el trabajo pertinente para dar con el paradero de Génesis y pueda regresar a casa con vida.

“No es posible que sea objeto de los victimarios, de los secuestradores, de la delincuencia organizada. Queremos que se viva un Veracruz más sano, más humano, de más valores, tenemos que respetar la vida”, dijo.

Desmantelan al Cartel Del Noroeste

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Monterrey, N.L.

Autoridades estatales de Nuevo León aseguraron ayer haber desmantelado aquí las operaciones ilícitas del Cártel del Noreste (CDN), tras cuatro recientes operativos que arrojaron la captura de una veintena de sicarios, entre ellos su líder en la entidad.

Voceros de la Procuraduría de Justicia confirmaron que el último golpe contra el grupo criminal ocurrió el pasado fin de semana en Santa Catarina, donde fue detenido Gerardo Elías Matamoros de la Garza, de 34 años, considerado jefe de plaza del CDN en el estado.

Añadieron que dicho sujeto de alta peligrosidad, apodado “ Comandante Matamoros ”, un expolicía de los municipios de Santa Catarina y de San Pedro, fue capturado en un operativo ministerial en el bar “El Dorado”, de la colonia Mirador de las Mitras.

Los voceros mencionaron que en el momento de su arresto, estaba en compañía de sus escoltas, Jesús Eduardo López Alfaro, de 45 años, y Francisco Javier Cruz Almazán, de 25, quienes también fueron detenidos.

En la acción se logró el decomiso de un automóvil Sentra con reporte de robo; un fusil AR-15; una granada de fragmentación y mariguana.

Consideraron que con las citadas capturas, además de la detención en Texas del capo fundador del Cártel del Noreste, José Francisco “Kiko” Treviño, es poco probable que logren reagruparse a nivel local.

Las autoridades refirieron que el CDN es una escisión de los Zetas que operaban desde Nuevo Laredo, al mando de los ya convictos capos, los hermanos, Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño Morales, alias “Z-40” y “Z-42”, tíos de “Kiko”.

NUEVO GRUPOS

A su vez, el alcalde panista de San Pedro, Mauricio Fernández advirtió que no debe minimizarse el arribo a Nuevo León de los dos nuevos grupos criminales, el Cártel del Noreste y el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Fernández aseveró que pueden venir tiempos complicados para el estado si no se toman las medidas de seguridad adecuadas, por parte de los tres niveles de gobierno.

En tanto, el Gabinete de Seguridad del Estado sesionó ayer por la tarde de manera urgente, con el apoyo de mandos federales.

La reunión se realizó de manera privada en el Palacio estatal, y fue encabezada por el secretario general de Gobierno, Manuel González; el procurador de Justicia, Roberto Flores, y el secretario de Seguridad en Nuevo León, general Cuauhtémoc Antúnez.

Al término del encuentro, el general Antúnez afirmó que están haciendo su máximo esfuerzo para contener la racha de violencia, derivada del accionar de grupos delictivos.

Señaló que uno de los ilícitos que no han podido abatir es el robo de vehículos, aunque reveló que instrumentarán nuevas estrategias.

…Y ahora cimbran balaceras a Ciudad

Victoria; tiran descuartizado en Güémez

Ciudad Victoria, Tam.

La guerra entre bandas del narcotráfico arreció en Ciudad Victoria con una oleada de balaceras simultáneas que movilizaron ayer por la tarde a las corporaciones de seguridad, según confirmaron fuentes federales.

Previamente, a temprana hora, fue encontrado el cadáver descuartizado de un hombre en un ejido de Güémez, aledaño a la carretera Ciudad Victoria-Monterrey.

Las fuentes dijeron que algunos de los tiroteos en Ciudad Victoria se registraron a partir de las 17:00 horas.

En uno de los ataques fue rafagueado el negocio “Promovic”, ubicado frente a la súper tienda Soriana Verde, en el 17 Bulevar Adolfo López Mateos.

También, hubo balaceras en otros puntos de la capital tamaulipeca. 

En la misma racha violenta, fue reportado a temprana hora de la mañana el hallazgo del cadáver descuartizado de un hombre, con un narcomensaje, en el ejido Miraflores, localizado en Güémez.

Dicha situación de riesgo se generó a unos cinco kilómetros del Puente Corona, de la carretera Ciudad Victoria-Monterrey.

Se informó que junto a los restos había una cartulina rosa, firmada por el Operativo Bravo Comandante 07, dirigida a sus rivales del Cártel del Noreste (CDN

"LOS DECAPITÉ, COCINÉ SUS CABEZAS Y QUEMÉ SUS CUERPOS"

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"Los decapité, cociné sus cabezas y quemé sus cuerpos"  

Tiene 39 años, es de origen iraquí y es conocida como Um Hanadi; ha luchado durante años en contra del Estado Islámico y a lo largo de su lucha ha perdido a dos esposos, su padre y tres hermanos en la guerra contra diferentes grupos terroristas desde el 2004. Pero tomó venganza y dijo:

“Luché contra ellos. Los decapité. Cociné sus cabezas y quemé sus cuerpos”, contó.

En entrevista con CNN se descubrió un poco el velo, apenas y para mostrar algunas de las cicatrices que han marcado su cuerpo a través de su lucha contra yihadistas en el sur de Mosul, en Irak.

"Trataron de asesinarme seis veces. Tengo metralla en mi cabeza, mis piernas y mis costillas se han fracturado", cuenta.

La mujer cuenta con una flotilla de 70 hombres armados en el sur de Mosul, la capital del Estado Islámico o ISIS, en Irak, una parte de ellos están encargados de acompañarla a cualquier lugar al igual que su pistola de 9 milímetros.

La milicia de Um Hanadi ayudó al gobierno hace poco para sacar a un grupo extremista del pueblo de Shirgat.

"Empecé a luchar contra los terroristas en 2004, trabajando con las fuerzas de seguridad de Irak y con la coalición", dijo en una entrevista con CNN.

Desde que inició a luchar contra los grupos terroristas han atentado en repetidas ocasiones contra su vida, y ya asesinaron a sus dos esposos, sus tres hermanos, su padre e incluso a sus perros, ovejas y pájaros.

Tras esto ella ya hizo venganza y los decapitó, cocinó sus cabezas y quemó sus cuerpos, señaló sin titubear y agregó que todo está documentado.

Aún con todo lo que hace ella sigue considerándose un ama de casa "rabat manzal", con la particularidad de haber sido amenazada por Abur Bakr al-Baghdadi, líder de ISIS.

Al igual que otros grupos, el de Um Hanadi recibe armas y vehículos por parte del gobierno iraquí en Bagdad para ayudarlos a su lucha contra el ISIS.

"Esto es para ISIS", dice un miliciano a la CNN mostrando un machete. "Entren a mi página de Facebook", pide, en cambio, la "rabat manzal" más temida por el yihadismo.

“Toda la fuerza del estado” contra los Chapitos, así fue la emboscada según militares

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La trágica emboscada: cinco militares muertos y 10 heridos en la entrada a Culiacán

Los hijos de Joaquín Chapo Guzmán habrían cometido la peor embestida que ha sufrido el Ejército Mexicano en el estado, en años recientes.

Cinco soldados muertos y 10 heridos, un paramédico de la Cruz Roja lesionado y dos vehículos oficiales quemados, fue el saldo del ataque cometido la madrugada del viernes en la entrada al fraccionamiento Espacios Barcelona, por la carretera México 15.

El Ejército informó que “muy probablemente” la agresión fue ordenada por los hijos del Chapo–Alfredo e Iván Archivaldo-, para rescatar a Julio Óscar Ortiz Vega, el Kevin, de quien según la milicia, no se ha establecido las funciones que desarrollaba dentro del grupo delictivo.

Ortiz Vega, de 33 años cumplidos —nació en 28 de julio de 1983—, es uno de los principales operadores de Aureliano Guzmán Loera, el Guano, hermano del Chapo, y fue uno de los gatilleros que entregó a quien ordenó la ejecución de Édgar Jeovani Parra Zambada, sobrino de Ismael Zambada García, el Mayo, asesinado a balazos el 26 de agosto, en el puente de la isla Musala, en Culiacán.

De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), hasta antes del viernes no se había registrado un ataque en el que murieran y resultaran lesionados esa cantidad de militares.

En los ataques anteriores, las bajas castrenses no superan los cuatro militares muertos. Desde 2006 en el estado han muerto 36 militares en enfrentamientos y emboscadas de la delincuencia organizada.

Los hechos del viernes

El primer enfrenamiento del viernes con agentes de la Sedena ocurrió en un puesto de control militar instalado en la carretera que conduce a Bacacoragua, donde resultó lesionado Julio Óscar Ortiz Vega, el Kevin.

Los militares trasladaron al lesionado al hospital de Badiraguato pero debido a que no contaban con el equipo para atenderlo, decidieron trasladarlo a Culiacán en la ambulancia 067 de la Cruz Roja de ese municipio.

Resguardada por dos vehículos Humvee con 17 soldados, la ambulancia tomó por la carretera Internacional México 15 hacia esta ciudad.

Las autoridades militares señalaron que “halcones” debieron reportar a los sicarios de Culiacán, que un lesionado era trasladado hacia esta ciudad en calidad de detenido.

De acuerdo con el personal castrense, alrededor de 60 hombres armados a bordo de al menos ocho camionetas, algunas de ellas blindadas, los esperaban sobre la carretera, a la altura del fraccionamiento Espacios Barcelona.

Los delincuentes dispararon contra la ambulancia y lesionaron en la cadera al paramédico que la conducía.

Los militares que viajaban en los vehículos oficiales fueron atacados a balazos y se inició un tiroteo que duró más de 40 minutos.

Los delincuentes arrojaron granadas a los vehículos militares y lograron incendiarlos.

En la refriega cayeron abatidos cinco militares, diez resultaron con heridas de gravedad y dos más salieron ilesos.

Los sicarios subieron a la ambulancia y bajaron a Ortiz Vega, para llevárselo en otro vehículo.

En la ambulancia tiroteada trasladaron al paramédico lesionado al hospital Civil.

Los militares asesinados estaban destacamentados en el Mando Especial Badiraguato, instalado en el llamado triángulo dorado desde mediados de 2014 con la misión de erradicar cultivos y destruir pistas clandestinas, pero pertenecían a la 24 Compañía de Infantería No Encuadrada, con sede en San Ignacio.

El comandante de la Tercera Región Militar, Alfonso Duarte Múgica, dijo que se presume que el ataque fue cometido por los hijos de Joaquín Chapo Guzmán.

“Hasta el momento no tenemos la certeza de estos grupos, pero es muy probable que sean de los hijos del Chapo”, indicó.

Mencionó que los militares fueron sorprendidos y superados en número y tipo de armas por los delincuentes.

“Actuaron en forma premeditada, cobarde, alevosa, y llevaron a cabo la acción con armas de fuego, con granadas, en las cuales nosotros de acuerdo a la proporcionalidad de la fuerza únicamente se cuentan con armas de carácter automático, nada más”, manifestó.

Duarte Múgica señaló que el primer enfrentamiento fue en Bacacoragua, pero se rehusó a dar a conocer detalles sobre ese tiroteo, argumentando que no tenían información precisa sobre si hubo muertos o decomisos.

Esa zona serrana de Badiraguato, reconoció, es disputada por el cartel de Sinaloa y el de los Beltrán Leyva.

“Ahí precisamente se encuentra el conflicto entre el Guano(Aureliano Guzmán Loera, hermano del Chapo) y las fuerzas del Mochomito(Alfredo Beltrán, hijo de Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo) de acuerdo con la información de inteligencia y es donde se están generando conflictos entre las comunidades de Huixiopa, Bacacoragua y sus comunidades aledañas.Todo para precisamente tener el control de los medios de producción que son los sembradíos de enervantes que quieren ellos controlar”, indicó.

Dijo que después del enfrentamiento en Badiraguato, la zona quedó en “aparente calma”.

Familiares y rivales

Los familiares de Joaquín Chapo Guzmán mantienen una disputa con el grupo de Alfredo Beltrán, el Mochomito, en Badiraguato.

Desde junio pasado, en la sierra de Badiraguato se recrudeció la pelea por la siembra y trasiego de enervantes entre el Cártel de Sinaloa y LosMochomitos, pero la guerra entre ambos grupos viene desde 2008 cuando fue detenido Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo; y señalaron a Joaquín el Chapo Guzmán, de haberlo entregado.

La ruptura entre los Guzmán y los Beltrán desató una intensa ola de tiroteos y asesinatos en el estado en ese entonces. La violencia se trasladó incluso a otras regiones del país.

Ahora, presos el Mochomo y el Chapo, son Aureliano Guzmán Loera, el Guano; y Alfredo Beltrán Guzmán, hijo del Mochomo y sobrino del Chapo y Aureliano, los que protagonizan esa rivalidad en la zona de La Tuna , Huixiopa, La Palma, Arroyo Seco y otras comunidades ubicados en la región.

Desde junio, entre ellos se habían tenido constantes enfrentamientos en los poblados y el viernes ocurrió el primero contra el Ejército.

En julio hubo un tiroteo con elementos de la Marina que dejó un saldo de tres delincuentes muertos y ninguna baja del lado de los agentes navales.

El grupo de los Beltrán Leyva irrumpió el sábado 11 de junio en la comunidad de La Tuna, considerada hasta entonces un sitio intocable para grupos rivales al Chapo Guzmán.

El comando de alrededor de 150 hombres entró y saqueó la casa de la mamá del Chapo, Consuelo Loera, y tiroteó y quemó viviendas y vehículos.

Los hombres armados buscaban al hermano del Chapo, Aureliano Guzmán Loera.

El asalto al pueblo natal del líder del Cártel de Sinaloa dejó al menos siete muertos, pero las autoridades solo reconocieron dos decesos.

Entre 150 y 200 familias de varios poblados abandonaron sus hogares por la ola de violencia; entre los desplazados se encontraba la mamá de Guzmán Loera.

Tras los enfrentamientos, elementos del Ejército tomaron la zona y se apostaron en La Tuna y Huixiopa.

Hace aproximadamente tres semanas los militares se retiraron de Huixiopa y apenas se fueron incursionó un grupo armado a ese poblado.

En esta ocasión fueron los Guzmán quienes tomaron por asalto una comunidad controlada por los Beltrán, después de un tiroteo que duró varias horas.

Las autoridades estatales negaron la presencia del grupo armado en la comunidad pero Ríodoce confirmó con una visita al sitio que hombres del Guano tenían tomado el pueblo.

Desde el sábado 24 de agosto, elementos castrenses subieron nuevamente a Huixiopa y a unos kilómetros de ahí se encuentra Bacacoragua, donde ocurrió el tiroteo del viernes pasado y del que derivó la emboscada a militares en Culiacán.

“Toda la fuerza del estado” contra los Chapitos

Apenas las balas tocaron al Ejército y anunciaron que enfocarían toda la fuerza contra los responsables de la agresión.

Horas después del ataque al convoy, la Comandancia de la Novena Zona Militar convocó a una conferencia de prensa para informar sobre lo que había ocurrido, algo inusual en una institución que únicamente suele dar información muy escueta por medio de comunicados.

Ante el Gabinete de Seguridad Estatal, el Gobernador y los medios de comunicación, el comandante de la Tercera Región Militar, Alfonso Duarte Múgica, advirtió que actuarán con toda la fuerza contra los que atacaron al Ejército.

“En esto se va poner toda la fuerza del Estado para llevar a cabo la detección de todos los elementos involucrados hasta sus últimas consecuencias, así está la instrucción y así se va actuar”, dijo.

Horas más tarde en su cuenta de Twitter, el Presidente Enrique Peña Nieto aseguró que no quedará impune la agresión.

“El ataque a los elementos del Ejército Mexicano en Sinaloa no quedará impune. Los responsables de estos hechos responderán ante la Ley”, escribió.

Minutos después, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong secundó: “Las Fuerzas Federales no descansaremos hasta llevar a los culpables ante la Ley. Estos actos no quedarán impunes”.

Con el ataque del viernes, suman nueve elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional asesinados en este año.

Los homicidios ocurrieron en dos ataques cometidos en enero y el viernes pasado.

De acuerdo con la Sedena cuatro militares murieron en una emboscada el 30 de enero en la comunidad La Huerta, Mocorito.

En el lugar murieron dos sargentos, un subteniente y un soldado; mientras que de los delincuentes no hubo fallecidos ni detenidos.

Los otros cinco soldados asesinados en Sinaloa, fueron los que fallecieron el viernes pasado.

La noche empieza en Bacacoragua

Los integrantes del convoy militar integrado por dos vehículos y 17 soldados no imaginaron cómo terminaría la noche del jueves cuando pernoctaron en Bacacoragua, una comunidad ubicada en los altos de Badiraguato.

A la media noche del viernes, los militares establecieron un puesto de control para revisar vehículos y evitar el paso de criminales.

A los pocos minutos observaron que bajaba una camioneta a la que le indicaron hiciera alto, pero su conductor aceleró mientras que el resto de los ocupantes empezaron a disparar en contra de los uniformados.

Los militares repelieron la agresión, al tiempo que observaron que otra fila de vehículos bajaba de la sierra, pero de otro ángulo de donde bajó la primera.

A bordo de sus vehículos, los militares iniciaron la persecución y vieron cómo un vehículo empezó a hacer movimientos extraños mientras seguía avanzando, para posteriormente detenerse y arrojar al suelo a un hombre, dos armas largas y una corta, se presume el Kevin había sido levantado por los Beltranes.

Los militares revisaron el sitio y observaron que había un civil herido que les solicitó ayuda, por lo que aseguraron las armas y al hombre para que recibiera atención médica y posteriormente ponerlo a disposición de las autoridades.

El hombre herido en la pierna derecha y un hombro se identificó como Julio Óscar Ortíz Vega, conocido con el alias de Kevin, y a quien se le trasladó a la Cruz Roja de Badiraguato.

Como no encontraron servicio adecuado, fue llevado a la clínica del pueblo, en la que tampoco se pudo hacer mucho por él. Fue entonces que los militares decidieron llevarlo a bordo de una ambulancia de la Cruz Roja a Culiacán.

Escoltado por las dos camionetas militares, la ambulancia fue embestida al llegar a Culiacán por una camioneta blindada, que de un golpe transversal la sacó de la carpeta asfáltica.

Intempestivamente, las dos camionetas militares que iban escoltando al herido se vieron rodeadas por al menos tres vehículos blindados que eran conducidos por gatilleros, según revelaron los sobrevivientes del ataque.

Fueron 40 minutos los que duró la agresión con armas automáticas y lanzagranadas, mismo tiempo en el que las corporaciones policiacas nunca hicieron su aparición.

Fue el uso de lanzagranadas con lo que lograron incendiar los dos vehículos militares, muriendo cinco soldados, diez más heridos y dos ilesos.

Cinco de los militares heridos, los menos graves, fueron llevados al Hospital Militar Regional de Especialidades de Mazatlán, donde se recuperan, mientras que los otros cinco permanecen en los hospitales del IMSS y Civil de Culiacán, bajo un fuerte resguardo militar.

La ambulancia en la que viajaba el herido recibió 15 disparos de arma automática. Del detenido ya no se supo nada.

Las células

Según fuentes del gobierno, las primeras investigaciones apuntan que fueron tres células las que atacaron a los militares:

La célula de René, el Rino; Los Chimales, que es comandada por el Pelón Chimal, también conocido como el 23, y la célula del Juancho, conocido como el 22.

De Tlatelolco a Ayotzinapa, la misma cerrazón del Ejército

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El Ejército actuó de manera muy parecida tras la matanza de Tlatelolco y tras la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa: ocultó toda la información que pudo, entorpeció las indagatorias y se olvidó de que estaba para servir a los ciudadanos y no a sí mismo o a los gobiernos.

Tal vez no sea casualidad la similitud en las reacciones: tanto en 1968 como en 2014 ese instituto armado había asumido funciones policiacas… funciones que, hasta la fecha, sigue desempeñando.

Las investigaciones sobre la masacre estudiantil en Tlatelolco hace 48 años, y la desaparición forzada de normalistas de Ayot­zinapa hace dos, tienen algo en común: se toparon con los muros del Ejército. Y más aún: en ambos casos, los militares desempeñaban funciones policiales y de seguridad pública.

La participación del Ejército en la matanza del 2 de octubre de 1968 no ha quedado esclarecida. Ni siquiera la fiscalía especial que se creó para investigar los crímenes del pasado perpetrados por el Estado mexicano pudo abrir los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

El actual titular de la Sedena, el general Salvador Cienfuegos Zepeda, también se niega a esclarecer el papel de los soldados en Iguala, Guerrero, durante la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, cuando ocurrió la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa.

Sólo pugnas internas de la cúpula militar protagonista de la matanza de la Plaza de las Tres Culturas permitieron, muchos años después, acercarse a una versión castrense de los hechos: que el Estado Mayor Presidencial (EMP) disparó contra la multitud y contra las tropas desplazadas para dispersar la manifestación.

La acusación la hizo quien era el jefe del Ejército en 1968, el general Marcelino García Barragán. Directo, señaló al entonces jefe del EMP, el general Luis Gutiérrez Oropeza, como el responsable de desplegar a una docena de francotiradores en varios edificios de la Unidad Tlatelolco que daban a la plaza de las Tres Culturas.

El general García Barragán respondió así a las acusaciones del general Gutiérrez Oropeza, quien atribuyó toda la responsabilidad al Ejército y en particular a su entonces alto mando. El jefe del EMP durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz aseguró que toda la operación militar del 2 de octubre había estado bajo el mando del secretario de la Defensa.

La participación de Gutiérrez Oropeza en la matanza había sido documentada por el Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés), cuando en 1977 logró la desclasificación de reportes de la inteligencia militar estadunidense sobre lo ocurrido en Tlatelolco.

La versión del Ejército fue confirmada en 1999 por el fundador de este semanario, Julio Scherer García, y el cronista Carlos Monsiváis en su libro Parte de guerra, con documentos del general García Barragán, quien había fallecido dos décadas antes, en septiembre de 1979.

Ese relato fue la versión con la que trabajó años después la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), creada en 2002 por el gobierno de Vicente Fox.

El encargado de la fiscalía, Ignacio Carrillo Prieto, no pudo llegar a más por la cerrazón del Ejército y la protección que ese instituto disfrutó desde la Procuraduría General de la República (PGR), en manos entonces del general retirado Rafael Macedo de la Concha, designado por Fox.

Cuando esa fiscalía le pidió información a la Sedena sobre la represión del movimiento estudiantil, el entonces titular, el general Gerardo Clemente Ricardo Vega García, entregó lo que quiso y a cuentagotas.

El Ejército administró la información, “quizá por la dificultad del archivo, quizá por falta de convicción de la necesidad de hacer esta limpieza (del pasado)”, declaró Carrillo Prieto en una entrevista en 2007, cuando la fiscalía ya había desaparecido. Aseguró que durante las indagatorias ministeriales, el Ejército “fue lentísimo” al dar la información, cuando lo hizo.

Con información a medias, el fiscal apenas consignó a una decena de mandos tanto del Ejército como del EMP por la masacre de Tlatelolco. Pero no llegaron a juicio. Varios se murieron en condición de indiciados y otros fueron exonerados por la justicia federal. La propia fiscalía les había dejado la puerta abierta al acusarlos de genocidio, lo que fue rechazado por los tribunales federales. El único que sufrió prisión domiciliaria bajo esa acusación fue el expresidente Luis Echeverría.

Aunque se hizo pública la confrontación entre los mandos de la Sedena y el EMP, los jefes militares que alcanzaron a declarar ante la fiscalía mantuvieron el pacto de silencio, sin esclarecer la actuación castrense en la represión.

Mucho menos se aclaró la participación de la policía del entonces Departamento del Distrito Federal, hoy Gobierno de la Ciudad de México, que estaba en manos de militares. El jefe de la policía era el general Luis Cueto Ramírez, y el subjefe, el general Raúl Mendiolea Cerecero, responsable de la operación policial en la capital.

Los consignados por el fiscal sólo fueron el propio general Gutiérrez Oropeza, quien murió en 2007 cuando estaba indiciado, y el general Jesús Castañeda Gutiérrez, entonces comandante del Primer Batallón de Infantería del Cuerpo de Guardias Presidenciales, quien con la llegada de Echeverría a la Presidencia de la República sucedió al general Gutiérrez Oropeza en el EMP.

Del Ejército, declararon el general Alonso Aguirre Ramos, quien era jefe de Estado Mayor de la Defensa Nacional en el 68; el general Ernesto Gómez Tagle, jefe del Batallón Olimpia; el coronel de Artillería que en el 68 era el jefe de Inteligencia del Ejército, el general Humberto Bermúdez Dávila; el teniente de Artillería que fue uno de los mandos del Batallón Olimpia, Alberto Quintanar López; y el coronel de Infantería Javier Vázquez Félix, que estuvo a cargo del levantamiento de los cadáveres en Tlatelolco.

Ya retirado como general, Vázquez Félix declaró en 2005 que el 2 de octubre de 1968 se trasladó desde Toluca por órdenes del secretario de la Defensa y estableció su cuartel de operaciones en el Canal Once de televisión.

De ahí se fue a Tlatelolco: “Lo que hice fue recoger los cadáveres. Fueron los restos de 38 civiles y cuatro soldados. Entre los civiles estaba un niño de 12 años que murió en el edificio Chihuahua. Los muertos civiles los entregué a la Cruz Roja. Ya no supe más de ellos porque nos trasladamos a Toluca”.

En su relato, Vázquez Félix reiteró lo que en 1992 le había escrito en una carta a quien en 1968 era el regente del Departamento del Distrito Federal, el general retirado Alfonso Corona del Rosal.

El número de muertos nunca ha sido esclarecido por el Ejército. A la confusión contribuyó también la fiscalía especial, que al consignar el expediente de la matanza en Tlatelolco estableció que sólo hubo 21 muertos, 11 de ellos estudiantes.

La cifra real de los decesos difícilmente se sabrá. El Servicio Médico Forense (Semefo) de la Ciudad de México declaró perdidos los registros de las necropsias practicadas ese año.

Esos archivos pasaron del Semefo al Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, del que depende el Semefo. Pero cuando el director del Semefo en 1968, José Ramón Fernández Cáceres, declaró en 2002 ante la Femospp aseguró que los archivos de las autopsias realizadas el 3 de octubre, un día después de la matanza, pudieron haber sido recogidos por la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS), el antecedente del actual Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

Una revisión que hizo este semanario en 1999 en el Registro Civil de la capital (edición 1718) encontró que por los hechos ocurridos “en la vía pública” el 2 de octubre, estaban inscritos sólo 29 decesos, todos con características similares: traumatismo craneoencefálico o torácico, heridas por proyectil de arma de fuego, congestión visceral generalizada y heridas de distinta índole. Otras 14 muertes con las mismas características quedaron registradas entre el 3 y el 5 de octubre.

A sus propias deficiencias, la fiscalía sumó la protección oficial al Ejército. Rafael Macedo de la Concha “bloqueó” las investigaciones, de acuerdo con el fiscal. Luego vino el “absoluto desinterés” del sucesor de Macedo, Daniel Cabeza de Vaca, quien después fue consejero del Consejo de la Judicatura Federal y ahora pretende ser magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

La puntilla a la Femospp la dio Felipe Calderón, cuando necesitaba a las Fuerzas Armadas para combatir frontalmente al narcotráfico. El encargado de cerrar esa fiscalía, en marzo de 2007, fue el entonces titular de la PGR, Eduardo Medina Mora, ahora ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Mismo “modus operandi”

Como entonces, ahora el Ejército también se opone a esclarecer su papel en la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa.

La cerrazón y el silencio se impusieron de nuevo. El secretario de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos Zepeda, cerró las puertas del 27 Batallón de Infantería, con sede en Iguala, a las investigaciones sobre ese crimen. Como en el 68, militares en activo y en retiro tenían el control de la seguridad pública en los escenarios de la tragedia.

Aunque Cienfuegos se empeña en deslindar a sus hombres de lo que pasó con los estudiantes de Ayotzinapa, las evidencias demuestran el control del Ejército en esa zona.

A pesar de ello, y de acuerdo con estadísticas oficiales, Guerrero está en los primeros lugares en incidencia delictiva pese a que la entidad es sede de la IX Región Militar, con sede en Acapulco.

A diferencia de otras regiones militares, que abarcan dos o más estados, ésta comprende sólo Guerrero. Ahí, el Ejército tiene desplegados a 6 mil 729 efectivos, sólo por debajo de la VI Región Militar, que tiene jurisdicción sobre Puebla, Veracruz y Tlaxcala, según datos de la Sedena.

El comandante de la IX Región Militar es el general Alejandro Saavedra Hernández, mientras que el secretario de Seguridad Pública (SSP) estatal es el general en activo Alejandro Almazán Cervantes.

Pese a estos hechos, la entidad ocupa el primer lugar nacional en producción de amapola y también en homicidios dolosos.

Durante los primeros 10 meses de la administración del gobernador Héctor Astudillo Flores, quien tomó protesta el 27 de octubre pasado, se han perpetrado mil 849 homicidios dolosos, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Desde octubre de 2015, el general Saavedra Hernández encabeza la estrategia federal de seguridad en Guerrero. No es ningún improvisado en la zona. En 2014, cuando la desaparición forzada de los normalistas, era comandante de la 35 Zona Militar, con sede en Chilpancingo y de la que depende el 27 Batallón de Infantería.

Por esa razón, activistas y normalistas de Ayotzinapa han pedido que se investigue su participación en el ataque contra los 43 estudiantes de magisterio.

Pero, de hecho, dos meses después de la agresión (el 20 de noviembre de 2014) el presidente Enrique Peña Nieto ascendió a Saavedra Hernández a general de División, y el 1 de diciembre siguiente fue designado máximo jefe militar de Guerrero. Como comandante de la IX Región Militar tiene el control de las dos zonas militares: la 35 (con sede en Chilpancingo) y la 27 (Atoyac).

El responsable de la seguridad en el estado es el general brigadier Alejandro Almazán Cervantes, nombrado titular de la SSP estatal en noviembre de 2014, durante el interinato de Rogelio Ortega Martínez.

Su gestión ha sido investigada por la Auditoría Superior de la Federación por presuntos actos de corrupción y desvío de recursos federales destinados a seguridad y combate de la delincuencia. Pese a ello, Almazán fue ratificado por el actual gobernador, Héctor Astudillo Flores, quien tomó protesta el 27 de octubre pasado.

Almazán, junto al comandante de la IX Región Militar, mantiene el control de las áreas estratégicas de seguridad en la entidad.

El esquema de control

En la mayoría de los 81 municipios del estado, los mandos policiacos son miembros de la Policía Preventiva Estatal (PPE) y los trabajadores de los C4 (centros de control) en las principales ciudades de la entidad fueron sustituidos por militares durante el gobierno de Astudillo.

Destaca el caso de Iguala. Ahí, el jefe de la policía municipal es el suboficial de la PPE Domingo Tlatempa Vázquez, designado apenas el 22 de septiembre. Durante la administración del alcalde priista, Esteban Albarrán, es el cuarto cambio en el último año.

Tlatempa Vázquez depende directamente del coordinador en la zona Norte de la PPE, Antonio Ernesto Rojas Ruiz, gente de confianza del general Almazán.

La PPE también mantiene el control de la policía municipal de Cocula, donde el general Saavedra fue responsabilizado por el exalcalde César Miguel Peñaloza Santana de la designación de los directores de la corporación, antes de la tragedia de Iguala.

Elementos de esa corporación, entre ellos el entonces subcomandante de la Policía Municipal César Nava González, están bajo investigación por el ataque contra los estudiantes.

Nava González ha declarado que el día de la desaparición de los normalistas fue relevado por el comandante Francisco Salgado Valladares, quien durante 10 años perteneció al Ejército y en 1999 entró a la Policía Municipal de Iguala

CJNG Matazetas Justicieros?? la misma "chingadera" con diferentes letraz

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Lo cierto es que hace aproximadamente un año yo vendìa mariguana por mi cuenta, la cual vendía en mi trabajo (cimbrador de obras negras), en la cuadra donde vivo, que la compraba a un señor que venia de Oaxaca, le apodan el indio, llegaba a la colonia hidalgo (Puerto de Veracruz) a surtir a los que llaman “chapulines” a él lo conocí porque me lo presentó un amigo. 

El indio llega cada ocho días a esa colonia diciéndome que si me interesaba entrar al negocio para ganarme una lana, pero debía ser bajo el agua para que no me descubrieran los zetas ni los de Jalisco, así estuve trabajando por mi cuenta vendiendo el cigarro a veinte o treinta pesos. Hace como seis meses secuestraron a mi mujer, los de Jalisco, me llamaron por teléfono para que me arrimara a Cuauhtémoc, frente a la tienda Comex, por donde esta el crucero de circunvalación. en cuanto llegué a dicho lugar me abordaron tres personas diciéndome que cerrara los ojos inmediatamente y me subieron a un vehículo al parecer camioneta, vendándome los ojos y tirándome al piso, hicimos un recorrido como de veinte minutos.

Llegamos a un lugar y alcancé a oír que se abría un portón y entraba el vehículo, me bajaron, subí escaleras a una segunda planta, y empezaron a amenazarme diciéndome que ya había valido madres, que iban a violar a mi esposa si no les decía a quien le compraba la droga, amenazando con matarnos, a mi esposa y a mi, la cual estaba en esa misma habitación, ahì nos dejaron solos, diciéndonos que no habláramos entre nosotros, y hi nos dejaron, nos estaban vigilando, porque cuando dije el nombre de mi esposa despacito para ver si seguían ahi, me dieron una patada en la boca y me tiraron dos dientes. Al tiempo llegó otra persona y me pateó el estómago y me dijo Ya te rayaste, me dijo que una persona había hablado por mí para que no me mataran diciéndome que me dejara de mamadas y me pusiera a vender su producto, que me alineara yo con ellos que porque si no, yo iba a mamar, por lo que les dije que aceptaba vender su producto, motivo por el que me exigieron un número de telefono para comunicarse conmigo, y los domicilios de familiares y amigos, que los iban a verificar, que después de eso, me fueron a botar, junto con mi esposa, cerca de mi casa. Nos subieron con los ojos vendados, nos bajaron de la camioneta y nos dijeron que contaramos hasta cien y que nos quitaramos entonces las vendas.

A los tres dias me hablaron por telefono y que me arrimara al mismo lugar de cuauhtemoc frente a la tienda Comex. Me abordò un hombre desconocido y nos fuimos al estacionamiento de la megacomercial mexicana de cuauhtemoc, al estacionamiento techado, no hablo nada en el camino y en el estacionamiento me dio instrucciones, que iba a ganar cinco pesos por bolsita de mariguana vendida, me entregò una bolsa de plàstico con dos bolsas en su interior que tenìan 50 bolsitas de plàstico transparente cada una, diciéndome que cada bolsita tenìa que venderla en ochenta pesos y darle a ellos setenta y cinco, asì seguimos trabajando cada tres dias, y en una ocasión me hablaron por teléfono y me dijeron que me acercara a la esquina de mi casa, pasaron por mi en un carro modelo atrasado, sin recordar la marca...

UN COCHE GRIS, MODELO ATRASADO, SIN RECORDAR LA MARCA, en el cual iban dos personas,varones, me llevaron a unas calles del centro de la ciudad, no recuerdo las calles porque me dijeron que me mantuviera con la cabeza abajo, eran como las siete de la noche u ocho, ya estaba oscureciendo, me dijeron que me quedara ahi en ese lugar donde me dejaron, que no me moviera de ese lugar, que iba a llegar un carro y que yo lo apoyara a bajar lo que trajera, y se fueron.

Como quince minutos despues llegó un Bora rojo, se paró frente a mí y el chofer me dijo “ora loco, en corto”, abrió la cajuela del carro percatándome que llevaba una persona del sexo masculino, sin vida, lo ayudé a bajar el cuerpo de la cajuela y lo botamos en la calle e inmediatamente el chofer ese me corrió del lugar y me dijo que fuera en un taxi a mi casa.

Posteriormente pasaron como veinte días o un mes, yo seguía con mi venta de mariguana y ya no me iba bien de dinero como cuando vendia independiente pero tenia que seguirle porque si no, mataban a toda mi familia, y luego recibi otra llamada y me dijeron que la gente estaba ocupada y necesitaban apoyo y me dijeron que me trasladara a la bodega donde guardan los carros de carnaval en la Colonia Playa Linda, llegando ahí que esperara, que iban a pasar por mí, para esto ya eran las diez u once de la noche, llegó un coche bora rojo, no se si era el mismo de la otra ocasión, y me llevaron al Núcleob Deportivo, y al llegar a ese lugar nos bajamos del carro y en la cajuela traían otro cuerpo sin vida, del cual nunca supe el sexo porque estaba adentro de bolsas negras. Lo sacamos de la cajuela y lo botamos en la calle. Y nuevamente me dijeron que me fuera de ahí en un taxi, y yo me fuí caminando rápido porque por ahi no pasan muchos carros.

La tercera vez fué hace dos meses, llegaron a mi casa directamente, pasó por mí el mismo vehículo Bora rojo, y era la misma persona que conducía las dos veces anteriores. Nos trasladamos al centro de la ciudad cerca de donde se encuentra una gasolinera por el puente de Allende, nos bajamos por ahí y en la cajuela había otra persona del sexo masculino, en ropa interior y ahi lo dejamos tirado en la calle. Igual que las otras veces yo me regresé a mi casa en taxi.

En otra ocasión me dijeron que me arrimara al motel La Quinta, frente al motel, en la pensión de trailers, ahí estaba el que le apodan “La Bertha” , entré, pasé a un cuarto y ahi estaba sin vida un hombre, vi que estaba abierto en forma de cruz de su cuello y la lengua la tenía ya cortada, puesta a la altura del pecho; la Bertha me dijo que me pusiera los guantes, que agarrara el cuchillo que había ahí y que agarrara el cuerpo y pusiera el cuchillo en la zona donde estaba cortado y me tomaron una foto, y en otra foto me hicieron agarrar la lengua con el cuchillo diciéndome que volteara a la cámara, y de ahi me fui hasta el otro lado del cuarto.

Ese dia estaban La Bertha, una señora de pelo guero, rubio, y otro señor que no conozco pero con acento norteño. El cuchillo que utilizaron para la lengua era un cuchillo de cacha negra, sin punta, como los que utiliza Rambo.

El día que me agarraron en el estacionamiento fué porque yo había ido a entregarle el dinero de la venta de la mariguana a La Bertha, que eran doce mil trescientos pesos y fué cuando llegaron los marrinos y se balacearon con gente que se encontraba en el fondo del patio de la pensión de trailers donde me habían citado para entregar el dinero de las ventas.

La persona que manejaba el vehículo Bora rojo le apodan el dientón, es una persona flaca en extremo, vih, piel morena,aproximadamente de un metro con ochenta centimetros, es alto, usa un arete en ambas orejas, trae colgada una cadena grande, ojos negros, se depila las cejas, no usa tatuajes, o no se le ven, sin bigote ni barba, de entre 18 y 19 años de edad.

A todas las personas que mencioné yo se que trabajan para el Cartel de Jalisco nueva Generación.
La persona que ha declarado todo esto, está detenido ahora en esta ciudad de Veracruz, gracias a la colaboración de una llamada anónima.

Durante once años fui miembro de la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río (Desaparecida en 2011). Durante el mes de Julio del 2011 SIENDO POLICIA AUN fui contactado vía teléfono por personas que dijeron ser del “Cartel de Jalisco Grupo Matazetas” en esa epoca se desato la guerra entre CJNG y los zetas que en pleno 2014 su guerra aun continua. Me hicieron varias llamadas a mi celular. No sé como lo obtuvieron, alguien se los tuvo que haber dado porque en ese entonces yo era Comandante de un sector de la ciudad, y recuerdo que me dijeron: “Ya estamos aquí, somos del Cartel de Jalisco, grupo matazetas, y no queremos que te metas con nosotros, venimos a trabajar y romperles la madre a los zetas, si no quieres tener problemas con tu familia no te metas en problemas que no te incumben, no les de “esquina” ni “apoyo” a los zetas”.

Y así le hablaron a todos los comandantes. Nos siguieron hablando a todos los comandantes a nuestros teléfonos celulares y radios nextel, y a mí, me dijeron que a ese número de radio del que me hablaban yo les tenía que avisar de cuando ubicaramos a una persona que trabajara para los zetas, para que ellos fueran a levantarlos ya que querían erradicar a esos mugrosos porque ya se estaban pasando de listos y que ellos querían limpiar a la sociedad de todo eso, porque ellos respetaban a los que trabajan y no se metían con nadie, que su unico jale eran las drogas , distribuir, traficar y venderlas.

Siempre me amenazaban con matar a mi familia y me decían en donde estaban cada uno de mis familiares al momento de hablarme y yo verificaba con mi familia y si era cierto lo que ellos me decían. Nunca supe con exactitud quien me llamaba, solo se que era el Jefe de Plaza de los de Jalisco grupo matazetas. Decidí hacerle caso y les avisaba cuando ubicaba a alguna persona que dijera que era zeta y se los entregaba.

Los Matazetas venían por la persona y de lo demás ya no teníamos que ocuparnos nosotros. Les entregamos a varios. Cuando encontrábamos a alguien vendiendo drogas y no era de los de Jalisco, porque siempre teníamos que corroborar con el Jefe de la Plaza, yo ubicaba a los vendedores , y en cuanto me avisaban que ya tenían a tiro al cabrón, yo me retiraba con mi patrulla y ellos llegaban y hacían su trabajo, esto es, los levantaban y se los llevaban. Pero lo raro era que estas personas que les entregábamos al Cartel de Jalisco eran puestas a disposición de las autoridades ya que asi lo veía a veces en los medios de comunicación, pero la mayoría de las veces nunca se sabía de esas personas. La verdad no recuerdo el nombre de las personas que entregábamos, porque ya paso mucho tiempo y fueron muchos. Así estuve colaborando con ellos sin recibir ningún tipo de pago o dádiva, solo con miedo de que les fueran a hacer algo a mi familia.

En diciembre del año 2011 pasado nos dieron de baja a todos los de la policía, como corporación, nos despidieron feo y sin respeto a ninguno de nosotros, ni por nuestro cargo, ni por nuestros años trabajados, ni por tener expedientes limpios. nos mandaron a la chingada sin importarles nada. Entró la Policía Naval en nuestro lugar. Estuve sin trabajo todo el mes de enero y en febrero ya se me estaba acabando el dinero que nos dieron por liquidación, y a fines de febrero, como seguía teniendo el mismo número de radio nextel, me contactó una persona que dijo ser el Comandante JC o Comandante Carranza, que él era el encargado y Jefe de Plaza de Veracruz del cartel de Jalisco grupo matazetas, y me dijo que tenía buenos antecedentes míos y que si quería trabajar para ellos me iban a pagar veinte mil pesos y que mi primera función era hacer lo mismo que cuando andaba de policía, vigilar como civil, y que iba a andar armado.

 Y como tenia necesidad de trabajo y ser policía es lo que siempre me ha gustado y al no tener otro oficio, acepté trabajar con ellos y me dijo que en 3 dias me marcaba para darme los detalles para empezar a trabajar con ellos.

Y asi fue como a los tres días me contactó. Y me dio instrucciones y me dijo que en el estacionamiento de Walmart en boca del rio, iban a llegar dos personas en un carro blanco y con intermitentes puestas, por la entrada principal y ahí llegué y allí estaba ese carro con dos a bordo y me entrevisté con ellos, uno era el “comandante pecas” el que iba al mando y se llama Arturo Gonzalez, que era el encargado operativo en Veracruz a cargo del Cartel de Jalisco Grupo matazetas.

 Y estaba otro que le dicen “Roger”, que era el segundo del mando. Me dijeron que los había mandado el “señor” para que hablaran conmigo y tenían instrucciones para ponernos de acuerdo para trabajar. Me dijeron que yo iba a trabajar con ellos como operativo o sicario. Me dijo el “Comandante Pecas” que solo me iban a hablar cuando hubiera trabajo y que era para levantar gente.

Un día me llamaron para levantar a una persona y nos quedamos de ver en las calles de Cortés y Allende, y levantamos a una persona que nunca supe ni como se llamaba ni como le decían, pero era de ellos y tenía días que no se había reportado con la organización. Fuimos al bar “terminal2 de cortés y Guerrero y lo sacamos, enseguida reconoció al comandante Pecas y al Roger y le dimos el Jalón y ellos se lo llevaron en un coche blanco mazda,yo me quede ahí y me fui a mi casa por mi cuenta. Después ya no supe más de esa persona. Ese fue mi primer trabajo directo con ellos. Conocí después a otra persona al que le decían “Pariente”, con ese hicimos varios levantones, yo solo los ayudaba a levantarlos y de lo que sucedía después yo no sabía y me tenían prohibidísimo preguntar sobre eso.

Después, un día de Mayo me habló a mi radio el “señor”, que no era otro que el Comandante Carranza o JC, y me dio instrucciones para contactar a la “polla”, que era el que distribuía las drogas en tiendas y mi primer encargo directo del JC era verificar si el “chagui” era un vendedor de la “polla” o no. Nos vimos en el estacionamiento de Soriana Pinos y le dí el recado del “señor” y si, el “chagui” era gente de la “polla”, y después le informé al “señor” al respecto. Desde ese día empecé a ver a la “polla” mas seguido, previa autorización del señor, y a veces me daba dinero para hacerle “mandados”.

El 15 de mayo detuvieron a la “polla” los marinos y yo me quedé en su lugar, por instrucciones del señor. Era entonces yo el encargado de la distribución de drogas y tienditas en la conurbada(Veracruz-boca del Rio), y era el enlace directo de las cuestiones operativas, como de la distribución de drogas además de recibir el dinero de las ventas; yo no estaba en contacto directo, el enlace era la “zoila”.

Yo a el le daba la droga y el me entregaba el dinero de ventas. La droga me la traían dos personas de Guadalajara, uno era “el mosco” y a veces le decían “chaquiste”. La traen ya empaquetada, lista para la venta, no se si desde México o Guadalajara exactamente, porque a veces me decían del DF o de Guadalajara. Esas cosas teníamos prohibido preguntar y estaba en riesgo nuestro cuello si llegábamos a saberlo. Las cuentas se entregaban por día diario, con ganancias entre 150,000 y 200,000 pesos diarios. Esa ganancia se la daba yo a una persona al que le apodaban el “pepis”. Nunca supe ni nombre y apellidos ni a quien le entregaba el dinero.

De las cosas operativas, “el roger” y el “pecas” se abrieron de la organización después de que capturaron a la polla, lo que sabemos es que “pecas” y “roger” están trabajando para los mugrosos zetas al mando de un tal “Comandante León”, y están en la Ciudad de Puebla, Puebla. Por eso me dieron a mí el mando completo de la plaza, y como Jefe de Estacas “el señor” nombró al “calaco” , el sicario mas culero y cruel de la organización, y entre otros estaban el mapa, el cafre, el yeyo, el furby, la pantera, el negro, el cachas, el sanate, el tamariz, la bertha, y la zoila. La zoila reparte droga a tienditas y también es sicario.

Todas las actividades del Cartel de Jalisco Nueva Generacion Grupo Matazetas, eran monitoreadas, ordenadas y aprobadas por el “señor J_C”. Esto es, tan pronto identificábamos o localizábamos a alguien que buscábamos o que eran miembros de los zetas, se le informaba al señor y este le ordenaba al Calaco lo que tenia que hacer. Nada de lo que hace la organización en Veracruz es por decisión propia, todo se ordena desde Guadalajara. El señor decide si a alguien se ejecuta o no, y decide si iba a ser tirado o depositado o enterrado o descuartizado y si se le ponía algún mensaje o no,e incluso si se le dejaba en libertad. Igual era si se trataba de reclutar gente nueva y el señor decidia quien entraba o salía o moria, desde el vendedor mas pequeño hasta los encargados de tienda y funcionarios a los que teníamos que contactar.

Esta fue la segunda parte de la guerra entre en CJNG y Los Zetas en Veracruz que se vivió entre los años 2011 y 2012 y que aun continua activa pero menos violenta que en esos años, el testimonio aquí relatado forma parte de las investigaciones e interrogatorios realizados por la Marina Armada de México en el puerto de Veracruz de las cuales tuvimos acceso.

La Entrevista con un Zeta

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Cualquier reportero realmente entregado, no uno de esos periodistas fanfarrones de escritorio, sabe a lo que me referiré a continuación: existe un momento en el que aparece un dato, un testimonio, una pista importante, y en lugar de darla a conocer debes aguardar, quedarte callado por cuestiones tácticas. Una crónica también es un juego estratégico. Cuando persigues una buena historia debes aprender a convivir con un silencio que arde.

A la hora de reportear procuro la discreción extrema sobre lo que hago y en dónde lo hago. El periodismo en el que creo está lejos de la parafernalia y las fuentes oficiales. Ésa ha sido una forma de acercarme a los agujeros negros de nuestra realidad. El bajo perfil a la hora de hacer trabajo de campo y adentrar territorios pantanosos también ha sido mi forma de sobrevivir.

Escribo esto porque hace tiempo conocí a un testigo directo de varias batallas de la guerra que ha vivido el noreste de México. Un operador a ras de suelo: un soldado zeta. A través de él y de otros testimonios del mismo entorno fui conociendo cosas de las cuales, por seguridad, sólo he publicado una parte. Pero esa información propia, ese ligero bagaje de mi conocimiento directo, es el que intento que prevalezca cuando escribo cualquier cosa sobre un tema del cual no me considero experto, sino un narrador más.

En marzo de 2013 estuvo en Monterrey Jon Lee Anderson, un periodista que vive con el fuego dentro. Lo llevé a que conociera parte de nuestra zona de sombras, donde habló con algunas de las fuentes que he cultivado. Vimos personajes de todo tipo. Desde los más encumbrados y oscuros amos de la región hasta este joven marcado por la última letra del abecedario. Con el joven soldado, la conversación se alargó. Un par de cámaras grababan a un zeta que contaba de combates en Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas a un periodista que se sorprendía con lo que oía, pese a que ha estado en la primera línea de las guerras más importantes del mundo actual...


Se han publicado muchas entrevistas con sicarios mexicanos, gente que mata por contrato o bajo las órdenes permanentes de un capo. Hay tantas que hasta podrían declararse ya un género periodístico en sí mismo. Lo que no hay hasta ahora es una entrevista con un miembro de los Zetas. Un soldado de la guerra del narco es un personaje inusual en la narrativa de lo que ha sucedido en estos años. Esta historia trata de un joven al que enseñaron a disparar, lo envolvieron en una mínima disciplina militar y lo pusieron a trabajar cuidando territorios junto a otros soldados como él. No es un sicario. No en el sentido "tradicional": es un testigo sobreviviente de la guerra que ha vivido una región de México que, a diferencia de Tijuana, Sinaloa o Ciudad Juárez, produce escasos testimonios directos.

Aquí se contará una parte del encuentro que organicé para que Jon Lee Anderson, una especie de cosmopolita de las guerras, conversara con el participante de una de las guerras más desconocidas del mundo.


LA COCINA Y LOS DESAPARECIDOS
Jon Lee Anderson: ¿Cuál es la pena que aplican cuando capturan a sus enemigos?
Zeta: Hemos tenido mucha gente que trabaja con nosotros. Luego los agarran, los meten a la cárcel y ya después salen. Cuando salen, algunos de ellos quieren hacer su vida de otra manera. Había un chavo que había trabajado para nosotros, nomás que cuando salió de la cárcel, el chavo quiso hacer su propio cartelito, con su propia gente, ¿verdad? Tenía tres o cuatro morros y contrató a unos guatemaltecos para que le trajeran mercancía. Pero uno se da cuenta y uno tiene mejor equipo, está más preparado para ese tipo de cosas...

JLA: Entonces, en ese caso, ¿que había que hacer después de que descubrieron que vendían droga en su territorio?
Z: Esa vez nosotros los íbamos a mandar derecho pa' la cocina. Pero en eso nos habla el comandante primero de la zona. Nos junta a todos y nos dice: "Miren, esto es lo que les va a pasar a los vatos que se quieran pasar de lanza (traicionar)".

JLA: Mencionaste la cocina. ¿Cómo es eso?
Z: La cocina es un punto que hayas buscado especialmente. Tiene que estar metido pa'l cerro, lejos de carreteras y de la ciudad. Ahí se llevan a las personas detenidas y se llevan unos toneles (tambos). ¿Sí ha visto que los toneles de doscientos litros traen tres rayitas? Una, dos, tres, pues de la segunda raya para bajo se empiezan hacer puros agujeros y luego el tonel se pone cerca de un arroyito o de un pozo. Ya que este ahí, echas a la persona de cabeza y le empiezas a echar diesel. Con ayuda de veinte litros de diesel desapareces de este mundo.

JLA: ¿Cuando los echas en los toneles están vivos?
Z: No, la mayoría ya están muertos. A veces nos los mandan de otros lugares ya muertos, porque no quisieron pagar rescate o porque eran contrarios y los agarraron, o porque estaban en un bar presumiendo que ellos controlaban la plaza, cosas así. Aquí los fines de semana te encuentras muchas personas que dicen que son comandantes y no sé que tantas cosas más. Ya después los agarras y dicen: "No, es que yo conocía a un primo, o al amigo de un amigo que era tiendero". Entonces tú le hablas al tiendero y él dice: "No, yo no paro bola por nadie (dar la cara)" porque si dice: "Sí, yo respondo por él", a lo mejor a él también nos lo llevamos a la cocina.

JLA: ¡Vaya! Esto del diesel no lo llegué a entender del todo. ¿Se le prende fuego, o el diesel es corrosivo y va acabando con el cuerpo?
Z: Sí. Te echan adentro del tambo, agarras un bote y con una yoga de veinte litros te van bañando. Así le van echando dentro del tonel y ya de pedazo en pedazo te van desapareciendo. Dura como una media hora todo para que ya no quede nada de ti.

JLA: Te disuelves...
Z: Todo. Te van echando diesel y ahí se va acabando la flama. Cuando ves que se está apagando la flama, le echas otro botecito y ahí te vas... Cuando yo estuve la primera vez en eso duré como un mes sin comer pollo ni carne porque huele igual, casi lo mismo, que cuando pasas por un restaurante o un lugar donde venden pollo asado. Me di cuenta que el pollo asado huele como una persona normal.

JLA: ¿Te cambia la concepción de la vida un poco?
Z: Sí, te quedas como ondeao.

JLA: ¿Cómo?
Z: Ondeao es una palabra que quiere decir que te quedas volteando para todos lados y no sabes qué hacer. Como loco. Cuando yo bajé de allá de la sierra iba pasando así por la calle y me llegaba el olorcito y decía: "Mira, ¿qué pasa?, ¿dónde están cocinando a una persona o dónde se están fumando a uno?". Seguía caminando, daba la vuelta y ahí estaban vendiendo pollo o vendiendo carne asada.

JLA: ¡Hombre! ¿Y no tienes malos sueños?
Z: De repente sí. Me acuerdo de algunas personas. Como le digo, a veces se van personas inocentes que por uno las llevan. Hubo una vez en que en San Luis agarraron a tres chavos. Uno sí era del cártel del Chapo Guzmán. Era de Michoacán y el chavo llego a San Luis. Esa vez estaban en una disco y traían una bolsita con cocaína diferente a la que nosotros vendemos.

JLA: ¿Y que pasó?
Z: Los rodeamos a todos y llegó el comandante, y sin batallar les dijo: "¿Qué?, ¿ustedes qué?". Y los chavos inocentes dijeron: "Nosotros no sabemos nada". Pero luego el comandante dijo: "Pos pa' que no haya testigos y no quede nada, hay que matarlos". Luego abrió fuego. Les dio un balazo en la cabeza en plena disco. Afuera estaban unas patrullas de la policía, pero como ya estaban arregladas no hicieron nada.

JLA: ¿Y eso sí te quedó como una mala conciencia?
Z: Son de los chavos que a veces uno dice: "Pues no está bien", porque cuando andas trabajando, tú dices: "Pos si ando trabajando, me voy a chingar a los que me quieren chingar". O sea: o eres tú o soy yo ¿verdad? Cuando yo entro en acción quiero que sea por personas que andan mal o que no podían arreglar con nosotros, pero no con cualquiera.

EL RETIRO

Un joven soldado de los zetas que a sus veintiséis años de edad ya es un veterano de la organización. Empezó a los dieciocho como mensajero de uno de los treinta y dos militares fundadores de los Zetas, cuando éste tenía un campamento en unos cerros de Nuevo León. Le encargaban que fuera al pueblo más cercano a caballo a conseguir alimentos y revisar el movimiento en la zona. Después fue designado para cobrar cuotas a nombre de los Zetas a traficantes de migrantes que operaban en la Central de Autobuses de Monterrey. Con el paso del tiempo aprendió el manejo de armas y se enroló en diversos comandos zetas. Participó en batallas de pueblos y ciudades del noreste de México, Coahuila y San Luis Potosí, lo mismo contra el Ejército que contra bandas rivales. Fue enviado a La Diestra, que es como Los Zetas llaman a sus ranchos de entrenamiento especial para sus mejores miembros. Estuvo en la cárcel pero salió gracias a la presión de un alto comandante de Los Zetas. Quisieron mandarlo a la guerra que estalló en Tamaulipas en 2010 en contra del Cártel del Golfo, pero uno de sus compañeros le recomendó que no fuera porque iría directo a la muerte. Después de más de dos horas de conversación, le mostró a Jon Lee Anderson cicatrices por heridas de bala recibidas en el estómago, brazo y pierna durante decenas de batallas que relató con lujo de detalle.

Cuando se realizó la entrevista, el soldado zeta comentó que estaba en una especie de retiro, ya que ahora sólo trabajaba con una célula que, coludida con un grupo de soldados del ejército, se dedicaba a robar gasolina de unos ductos de Pemex. Dijo que todos sus compañeros más expertos, así como los comandantes zetas con los que él había participado en combate, ya estaban muertos o detenidos. Que algunos de los comandantes que quedaban lo invitaban a trabajar con ellos pero él prefería mantenerse al margen y trabajar solamente robando gasolina.

Unos meses antes de la entrevista se había reportado la muerte de Heriberto Lazcano, el líder de los Zetas, durante un enfrentamiento con la Marina. Sin embargo, horas después el supuesto cuerpo del capo fue robado de la funeraria y el gobierno de México nunca pudo demostrar plenamente que había fallecido. El soldado zeta dijo que él y otros de sus compañeros no creían que estuviera muerto, pero reconoció que Lazcano ya no era mencionado por los estrechos y crípticos canales de comunicación internos de la organización. El rumor que sí se oía entre los demás miembros de los Zetas era que con Enrique Peña Nieto en la presidencia iba a haber un pacto con todos los grupos para bajar la violencia a cambio de que se respetara el control que cada banda tenía de sus respectivas plazas.

Sin embargo, también comentó que unos días antes de la entrevista, el gobierno de Enrique Peña Nieto (la Marina) había estado a punto de detener al otro líder, Miguel Ángel Treviño, el Z-40, en una carrera de caballos celebrada en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, muy cerca de Nuevo Laredo, Tamaulipas, la ciudad en donde finalmente fue aprehendido el 14 de julio de 2013.

Con la detención del Z-40, la organización emergente más poderosa del narco en México, aunque es posible que siga manteniendo el control de algunas ciudades y pueblos de Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León —incluyendo una presencia significativa en Monterrey— tendrá que detener el proceso de expansión que había iniciado hace tres años a lo largo de los estados colindantes del Golfo de México y que incluía también una presencia en Guatemala y el resto de Centroamerica. Esos planes quedarán suspendidos por ahora.

Es altamente probable que lo que queda de Los Zetas originales se convierta en un clan familiar. El Z-40 tiene once hermanos (uno de ellos detenido en Estados Unidos) y varios de ellos están en la lista sucesoria, encabezada por Omar Treviño, quien dirigiría la organización desde la silla de ruedas en la que convalece. Así como el cártel de Tijuana pasó a ser la organización de los Arellano Félix o el cártel de Juárez la de los hermanos Carrillo Fuentes, los Zetas serían los hermanos Treviño Morales. Sin embargo, en el imaginario popular y criminal, el nombre de los zetas se mantendrá como una especie de marca de la violencia extrema o de los intentos paramilitares de cualquier organización dedicada al control de territorio o al tráfico de drogas.

La última letra del abecedario, impronunciable por varios años en el noreste de México que hace frontera con Texas, también será una marca para muchos jóvenes. Jóvenes que forman parte de una generación que vio de cerca los horrores de la guerra: la generación zeta. Uno de estos jóvenes es el soldado zeta.

LOS ZETAS

JLA: Háblame de los Zetas ¿Qué es esta organización? Se dicen muchas cosas en el mundo, pero se cubre poco eso. Tú sabes: es muy peligroso para los periodistas. Tú, que conoces ese mundo por dentro, dime, ¿cómo es la cosa?
Z: Cuando yo comencé a conocer lo que eran los demás zetas, había mucho control. Nomás se dedicaban con personas que anduvieran mal. Esas personas podían ser las que anduvieran secuestrando, las que anduvieran robando o las que tuvieran grupos chiquitos de repartición de droga. Los Zetas traían su funcionamiento según su mercado de droga. No nos gustaba que otras personas se vinieran a instalar donde ya se había controlado esa plaza (nombre que se le da al territorio bajo control de un grupo del narco). 

JLA: Digamos, ¿gente de otras organizaciones o pequeños clubs?
Z: O pequeños traficantes que empezaban vivir la vida fácil. No podían trabajar solos. Hay quienes dicen ya se están acabando los Zetas pero no: nos matan a cinco y salen del penal, o se meten otros cinco y se reponen.

JLA: Pero entonces, lo que los Zetas controlan es territorio y dentro del territorio, todo lo que es el negocio ilícito: droga, prostitución, juego y cosas así, ¿o también intentan tener un control sobre el comercio normal?
Z: Sí. También se manejan otros tipos de negocio ilícitos del comercio normal. Por ejemplo, hay unas personas que se llaman machaqueros. Ellos se dedican a comprar cualquier mercancía normal de los traileros. Se arreglan con un trailero y le dicen: "¿Cuánto quieres por tu carga?" Los traileros están asegurados y reportan a sus empresas que los robaron. 

JLA: Entiendo, pero en los últimos años las cosas se han puesto superviolentas. ¿Es, cómo se dice afuera, la guerra del gobierno?, ¿o es porque los diferentes grupos, incluyendo los Zetas, están en pugna por las plazas? 
Z: La guerra comienza por las plazas. La plaza más peleada en todo México es la plaza de aquí de Monterrey, Nuevo León. Aquí se maneja mucho efectivo, mucho dinero. 

JLA: Una pregunta más bien personal, no tan abstracta: ¿Por qué te incorporaste tú?, ¿cómo fue? Y, ¿por qué tu decisión de entrar y llevar esta vida?
Z: Yo inicié cuando vivía allá en un pueblo de por estos rumbos (noreste de México). Una vez me enteré que habían secuestrado a unas personas de un negocio que tenía mi abuelo, y entonces yo, cuando llego digo: "Pos han de ser unos pandilleros", o no sé, me imaginé también que era la Federal o la AFI. Ya con el tiempo los vas conociendo. Te das cuenta de que es un grupo especial para reventar, para accionar en diferentes áreas. Eran los Zetas. Ahí los conocí. Después uno me juntó y me dijo: "Mira, es que nosotros nos dedicamos a robarnos a las personas que tengan negocios mal, a las que vendan cristal, pericos (cocaína), drogas, todo tipo de droga".
Ahí fue cuando yo empecé a juntarme con un chavo que los conocía mucho a ellos. Ganaban ocho mil pesos (setecientos dólares) por quincena y aparte les daban dinero extra. Entonces entré. Sí había muchos lujos, no te falta nada, lo que tú quieras: mujeres, droga, dinero, carros, pero con el paso del tiempo fueron empeorando las cosas y ya ahorita no se puede hacer casi nada de lo que se hacía antes.

JLA: ¿Ya no se puede estar dedicado al gozo, debido al problema?, ¿a eso te refieres? 
Z: Yo recuerdo que cuando uno antes decía soy Zeta, o soy comandante, todos te admiraban. Antes todos querían ser, ahorita nadie quiere ser.

JLA: ¿Por qué?, ¿por el peligro de que alguien va en contra tuya o por la misma situación: la guerra? 
Z: Ahorita ya hay muchas familias a las que los Zetas les han hecho daño. Ahorita si alguien sabe que tú eres Zeta, la familia te va a ver y te va a denunciar con las autoridades: con la Marina o el Ejército, y ahora van por ti en donde estés. Si te llegan a ver en un bar y te han visto y le ha pasado algo a su familia te denuncian. Antes no.

EL PACTO

JLA: ¿Hay algún cambio debido a la llegada del actual presidente de la República Enrique Peña Nieto respecto al anterior gobierno de Calderón  o las cosas siguen igual? 
Z: De repente nos pasan información las personas que están arriba, que son allegados al patrón. Nos platican que según habían dicho que ahora que llegara Peña Nieto se había hablado con el patrón del cártel del Golfo, nuestro patrón de los Zetas y el patrón del cartel de los Beltrán, y habían hablado que así como están en cada ciudad se iban a quedar, que no se iban a meter a otro municipio. Por ejemplo, Monterrey y San Pedro son diferentes: San Pedro lo controla Beltrán Leyva y Monterrey lo controlan los Zetas, entonces habían quedado que los Beltrán no se metían con los Zetas y los Zetas con los Beltrán, por ejemplo. Lo que se dice es que la gente de Peña Nieto puso esa orden, dijo: "Los voy a dejar trabajar, nomás que ya no hagan secuestros ni…"

JLA: ¿Es la nueva orden: que no haya secuestros y baje la violencia?
Z: Según se ordenó que ya no hubiera tanta violencia y ya no hubieran tantos muertos, pero los cárteles son muy poderosos, tanto aquellos como el nuestro. Y cada organización tiene gente muy buena, entonces, a veces sigue la pelea en las plazas. Y, por si faltaba, hay gente que arma sus propios negocios pequeños en una ciudad, entonces un cártel piensa que son miembros del otro cártel y comienzan los problemas.

JLA: O sea, ¿aunque haya un pacto o parezca que haya un pacto, por la competencia misma entre los grupos y los carteles, siguen los problemas?
Z: Sí. A veces también existen los problemas entre los mismos. Por ejemplo, hay diez comandantes aquí en Monterrey y a veces uno no le cae bien al otro y empieza hacer problemas. Dice que el otro tiene amigos del Cártel del Golfo, que trabaja para el grupo rival y luego todo acaba mal.

JLA: Se dicen muchas cosas del comportamiento de la fuerzas de seguridad oficiales, incluyendo la Marina. En algunas partes del país dicen que prácticamente crean comandos sucios ¿Es cierto esto?, ¿y también que tienen escuadrones de muertes que matan gentes sin llevarlos arrestados? ¿Qué saben ustedes?
Z: Mire, le voy a platicar una cosa: no sé si supo que aparecieron unos cinco colgados acá en Saltillo. Ellos eran amigos míos. A ellos los agarraron las fuerzas especiales del gobierno, un grupo especial que se llama GATES. Son como cuarenta o cincuenta policías. De acuerdo con la investigación que hizo La Letra (los Zetas), estos policías vienen de Matamoros, allá donde está el cártel del Golfo. Según la información que nos dio el chavo que trabaja con ellos, es que además de su sueldo en el gobierno, el cártel del Golfo les paga un dinero por matar a zetas.

JLA: Pero piensas que la guerra va a seguir, por ejemplo, o… digamos, ¿cómo te imaginas viviendo de aquí a cinco años? ¿Qué crees que está en tu futuro?
Z: De aquí a cinco años yo digo que van a seguir todas las cosas. Yo no pienso que haya un control por parte del gobierno. Si el gobierno no se pone de acuerdo con los cárteles va a seguir así todo. Balaceras sigue habiendo a cada rato, aunque no se digan tanto ahora. Y siempre que hay balaceras, a veces nos tumban a cinco de nosotros, pero siempre también tumbamos a soldados y eso nunca lo pasan en la televisón. Nosotros, no sé, matamos a diez o quince, y ellos nos tumban a tres o cuatro. Luego el Ejército dice... bueno, en las noticias siempre van a decir que el ejercito siempre nos gana y nosotros nunca les ganamos ni tantito.

JLA: ¿Cómo podría haber un México sin cárteles?
Z: Yo opino que se legalizaría la droga, porque sin droga nadie puede hacer nada. Así, ya si ellos les dan permiso de vender droga, yo pienso que es lo mejor. Que ya dieran permiso de vender droga y todas las personas que estén trabajando mal, que se pongan de acuerdo sobre a quién le van a pagar en cada estado o a su comandante.

LA MUERTE

JLA: Cuando se está en esto, uno vive con la muerte. ¿Te acostumbraste a eso?, ¿uno se adapta a eso?
Z: Cuando uno empieza, se le hace fácil y ya cuando va viendo las cosas, el camino que tomaste, o la decisión, a veces te quieres regresar, pero hay momentos en que uno ya no se puede regresar. Uno con el tiempo se va acostumbrando a ver eso. Una vez llegó una chava que me acuerdo que tenía una cara simpática, muy bonita. La pusieron a que matara a un chavo y me acuerdo que le cambió la mirada. Se le hizo como profunda. Como más chiquita. Yo me la topé después de cuatro meses. A ella la mandaron a la cocina. 
Mi primer balacera fue en Matehuala. Fuimos por un señor que vendía parque, vendía muchos tiros [en México es ilegal vender municiones y armas]. Cuando llegamos, preguntamos por él y él salió con una pistola en la mano. Lo empezamos a rafaguear. Me acuerdo que salió también una viejita. Una señora con un vestido largo. Traía una escopeta y la viejita también nos tiraba balazos. Luego salieron sus sobrinos, que vivían en una casa de dos pisos. Estaban en el techo y de ahí nos tiraban. Esa vez nos hirieron a uno y a otro le dieron un rozón en el brazo. Al viejito le dimos como veintitrés balazos y ya nos fuimos.

JLA: ¿A la familia los dejaron?
Z: Sí, a la viejita sí. Nosotros también tenemos reglas. Somos como una empresa. Una de las principales reglas es no meterse con la esposa de tu compañero, otra es no apuntar con tu arma a tu compañero ni hacer maldad entre los mismos. Tampoco podemos matar niños ni secuestrar niños. 

JLA: ¿Y mujeres? ¿Hay reglas contra las mujeres?
Z: Para mí las mujeres son las primeras que te ponen el dedo [traicionan] por dinero. Hubo un tiempo que cuando estaba aquí un comandante, en una junta agarró a una mujer de los pelos y dijo: "Estas son las que nos ponen el dedo, las que nos venden y son de las que menos debemos de confiar". Pero no la mató.

JLA: Vaya, entonces en general "la empresa" tiene rencor a las mujeres, al menos en lo que es en la parte operativa se trata de algo masculino, con algunas excepciones como las mujeres en la cocina, ¿es así?
Z: Sí, a veces las usamos también de inteligencia. Había un señor que según había encontrado centenarios y que tenía mucho dinero y que había estafado a unas personas de un rancho, entonces usamos a una mujer para que citara al señor. O sea, primero lo vio y el señor le pidió el teléfono y luego hicimos que la muchacha lo citara en una plaza. Cuando el señor iba llegando a ver a la mujer nos llevamos a los dos. También hemos traído niños de catorce años o de trece años para que nos ayuden con la inteligencia. Cuando vamos a una casa o vamos a checar a alguien que ande mal, mandamos a los niños a casa a que pidan dinero o pregunten algo. Después ya regresa el niño con nosotros y nos dice si está la persona o no. 
Después entramos nosotros en acción.

LA CRUELDAD

JLA: Ya hablaste de las reglas de la empresa y es interesante. Cada organización tiene que tener algunas pautas para que los mismos soldados sepan qué pueden hacer y qué no pueden hacer. Desde afuera se lee de mucha crueldad. Hay violencia de todas las organizaciones: de los que cortan los brazos y los dedos, las que dejan los torsos en los caminos, los colgados y estas cosas. ¿A qué se debe tanta crueldad? ¿Hay una política o responde a alguna lógica que me puedas explicar?
Z: Yo digo que ya es como una cadenita: El cártel del Golfo agarró a tres de los nuestros y les mochó la cabeza, entonces agarramos a tres de los otros y les hacemos lo mismo o se les hace lo peor: los encostalo y los dejo en una caja... Ya es como una cadenita que se agarró: tú me haces daño y yo te voy hacer más daño todavía. 
Y siempre hay gente que quiere entrar. A veces nos mandan pedir que juntemos gente para fortalecer, para hacer más grande nuestro equipo. Entra una persona y una sola persona trae como a cuatro o a cinco amigos, ¿Sí me entiende? Traemos a un chavo que primero es halcón (vigía) y luego él ya va a subir de comandante y los amigos del halcón ahora van a ser sus halcones. Para subir a comandante se necesita una Diestra. La Diestra te mandan un mes a hacerla en el monte. Vas a prepararte casi como un soldado. No voy a decir como un soldado porque un soldado de verdad sí es sufrimiento en la vida.

JLA: ¿Cómo así?
Z: Ahí con nosotros también trabajan soldados y ellos nos platican que a veces han andado en los cerros batallando.

JLA: Ah, cuando hablas de soldados, te refieres a los soldados del Ejército, claro.
Z: Sí, a los soldados del Ejército.

JLA: Yo me refería a soldado en términos generales. ¿Ustedes como se dicen a sí mismos?, ¿combatientes o qué? 
Z: También nos dicen soldados a muchos de nosotros. Nosotros tenemos a un comandante y todos le decimos papá, porque es el que nos da dinero y el que nos da de comer, el que nos viste. Y el que está arriba de ti siempre va a ser tu papá. Tú también vas a ser papá de los que estén debajo de ti.

RELIGIÓN

JLA: ¿Ustedes tienen santos?, ¿hay santos católicos en los cuáles creen? Algo así como Malverde allá en Sinaloa. ¿Tienen ustedes alguna figura que veneran porque les protege en el trabajo?
Z: Es que hay muchos. Cada quien es según el santo que escoja. Yo soy del Santo San Judas Tadeo. Él es el que me cuida, aunque primero está mi Dios. Yo le prendo su veladora cuando salgo de la casa. Hace poco hicieron unas capillas por aquí cerca. Una era para San Judas y la otra para la Santísima Muerte. Las mandó hacer un comandante de los Zetas de los primeros que llegó aquí, pero luego llegaron los soldados y tumbaron esas capillas porque ahí les ponían churros de mota a la santísima. Le dejaban mota ahí a un lado.
Una vez me detuvieron a mí y yo llevaba un celular con una imagen de San Judas Tadeo. En esa imagen, San Judas Tadeo en lugar de traer un palo, trae un cuerno de chivo. Cuando a mí me atoraron, los soldados lo primero que vieron fue la imagen y dijeron: "Éste es malandro", y yo les dije: "¿Por qué?" Y dijeron: "Porque traes un San Judas con un cuerno". Y esa era la única foto que traía y la vieron los chavos y buscaron más y me dijeron: "Pon más fotos", y les dije: "No, no traigo". Recuerdo que hasta les dije: "¿De quién nos vamos a cuidar?, ¿del Ejército o de los malandros?" Yo le decía al jefe de ellos, de los soldados, y él me dijo: "Ustedes son los que roban, de mil tienen que pagar una".

JLA: ¿Y esa vez te liberaste?
Z: Los soldados nos dejaron en un cerro. Nos quitaron todo el dinero, los celulares, cadenas y todo. Nos fuimos descalzos.

JLA: ¿Y piensas que fue San Judas Tadeo quien te ayudo ahí?
Z: Yo le pedía esa vez a San Judas Tadeo y a mi Dios Padre. Había un comandante que era hermano evangélico.

JLA: ¿Cura?
Z: Sí, Pastor, pero a él le habían matado un hijo y a su familia y él decidió venirse acá. El bato traía la Biblia y nos dijo una vez: "Cuando ustedes ya estén a punto de morirse, ustedes digan: ‘La sangre de Dios tiene poder'". En ese momento, uno agarra el consejo como burla, porque andamos en la pura delincuencia, pero ahora cuando va a pasar algo, siempre digo: "La sangre de Dios tiene poder".

JLA: ¿Y lo crees?
Z: Sí. Cuando venía para acá, venía con tres chavos y nos topamos con un retén del Ejército. No traíamos nada, pero uno como quiera se queda con la espinita: cuatro muchachos en una camioneta, sabes que va a ver problemas. Yo me agarré a rezar: "La sangre de Dios tiene poder" y otro chavo decía otra oración. Y luego, pues no nos pararon los soldados y dije: "gracias a Dios".

JLA: ¿Crees en Dios?
Z: Sí.

JLA: ¿Y piensas que eres pecador por haber estado en la empresa en la malandrería?
Z: Cuando me pongo a pensar eso, si yo debo algo o hice algo malo, yo digo que sé que he hecho cosas malas, pero también he hecho cosas buenas. Así como le he hecho mal a la gente, también a mí me gustaba mucho apoyar a la gente y darles. Un tiempo un comandante que nos decía: "Mira, en aquel ranchito ahora que se llegue navidad vamos a comprar muchas más despensas". Y la misma compañía se ponía a darles despensas, juguetes a los niños, cobijas. Cuando se estaban repartiendo, se decía que eran de parte del cártel de los Zetas. Y así uno también agarraba la confianza de un ranchito chiquito, ¿verdad?. Por eso a mí, cuando yo trabajaba en una ciudad, me gustaba agarrar carretera una hora para irme a descansar a uno de esos ranchitos.

JLA: Un ranchito donde pudieras estar seguro.
Z: Sí, donde hubiera una entrada y una salida por diferente lado. Ya nomás ponías un halcón en una entrada y en una salida y él te avisaba.

ESTADO DE TERROR
Mientras el soldado zeta se colocaba la máscara negra y una gorra para conversar con Jon Lee Anderson delante de mí, de un fotógrafo y dos cámaras de video, otro soldado zeta disimulaba su presencia en el lobby del sitio. Vigilaba nuestro encuentro, entre escritores y periodistas que participaban en un evento cultural celebrado en la ciudad por esas fechas.

¿Cómo termina una conversación así? No termina. Sigo en contacto con el soldado zeta, quien es una de mis referencias durante la búsqueda de algunas de las miles de personas que se ha tragado la guerra del noreste en los últimos años. El último censo oficial reporta veintiséis mil desaparecidos, aunque las estimaciones de diversos organismos civiles rondan los sesenta mil. No conocemos todavía el tamaño de este abismo. 

La entrevista con el soldado zeta transcurrió a lo largo de casi tres horas en el salón de juntas de un céntrico hotel de Monterrey. Lo que aparece aquí es sólo un fragmento de algo que algún día saldrá a la luz en forma de un documental. 

Unas semanas después de su recorrido por Monterrey, Jon Lee Anderson publicó en la revista The New Yorker una crónica titulada "Estado de Terror", un despacho sobre la barbarie en Timbuctú.

SALIÓ A UN BAR A DIVERTIRSE; AL OTRO DÍA LA HALLAN ASESINADA DEBAJO DE UN PUENTE

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Puebla, Puebla.- Treinta y dos puñaladas en diversas partes del cuerpo, incluida una directamente al corazón, fueron las que recibió Gizeh Castelán Castro, una mujer de 26 años de edad cuyo cadáver fue hallado el pasado domingo bajo un puente en la junta auxiliar de San Andrés Azumiatla.

Fue el pasado domingo, alrededor de las 10:00 horas, cuando personas que cruzaban el puente del río Atoyac, ubicado en la Prolongación de la 11 Sur, se percataron que a un costado de la corriente de agua estaba tirado el cuerpo de una mujer, por lo que de inmediato notificaron a las autoridades.

Elementos de la policía municipal y del cuerpo de Bomberos acudieron al lugar, comprobando que se trataba de una fémina sin signos vitales que vestía pantalón de mezclilla azul y una blusa gris. Así como calzado color café uno de los cuales estaba arriba del puente y el otro a un lado de cuerpo.


Por los indicios encontrados en el lugar se presume que la mujer, ya sin vida, fue arrojada desde el puente por sus agresores, dado que sobre el asfalto fueron encontradas algunas de sus prendas.

Por la saña con que fue privada de la vida las autoridades no descartan que se trate de algún tipo de venganza personal. Y es que de acuerdo al reporte del médico forense, el cadáver de la joven mujer presentaba al menos treinta y dos lesiones con arma blanca, en diversas partes del cuerpo.

Sobre los avances de esta investigación, la Fiscalía del Estado indicó que se tiene una clara línea de investigación. Incluso se precisó que la noche anterior la mujer acudió a un bar, donde se encontró con sus agresores. Aunque por el momento se desconoce qué fue lo que motivó el feminicidio.
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