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FOTOS estos son los Jóvenes Sicarios Zetas en Nuevo Laredo que defiende la CNDH por ser abatidos por Marinos
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Elementos de la PGR son detenidos "cobrando piso", se enfrentan a balazos con Fuerza Tamaulipas
Dos elementos de la Procuraduría General de la Republica con base en el sur de Tamaulipas, fueron detenidos por Fuerza Tamaulipas, tras un enfrentamiento y haber presuntamente cobrado una extorsión al propietario de un negocio de radiadores.
Los detenidos son: Carlo Emigdo Amatzo Balbuena, originario del Estado de México y Edgar Alejandro García Hernández , originario Ciudad Victoria.
Su detención se realizó poco de después del medio día, en la Avenida Las Torres en la colonia Roma, de Tampico tras mantener un enfrentamiento con elementos de Fuerza Tamaulipas.
Los agentes federales, fueron reportados como presuntos extorsionadores, pues le habían realizado el cobro de piso, al propietario de Radiadores ubicado en la colonia las Américas.
A los detenidos se les decomiso una camioneta Nissan color blanca sin placas de circulación de reciente modelo.
Al lugar se presentaron elementos del Ejército Mexicano, quienes acordonaron el área.
Los detenidos, fueron puestos a disposición de la autoridad competente quien se encargará de determinar su situación juridica.
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Ministeriales protegían a ex gobernadores prófugos
Ambos tamaulipecos eran buscados por la DEA por múltiples delitos
Tamaulipas.- La entrada del nuevo gobierno de Tamaulipas, encabezado por Francisco García Cabeza de Vaca, descubrió el desvío de una fuerte suma de dinero para el pago de agentes ministeriales que se encargaban de proteger a los ex gobernadores Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, ambos prófugos de la justicia en Estados Unidos y buscados por la DEA.
A los ex gobernadores se les acusa de delincuencia organizada, narcotráfico, lavado de dinero, fraude bancario y enriquecimiento ilícito.
De acuerdo con Irving Barrios, procurador de Justicia del Estado de Tamaulipas actualmente, Yarrington tenía asignados a ocho agentes ministeriales para su protección, mientras que Eugenio Hernández tenía a cuatro personas, todos los elementos con su respectivo armamento.
En contraste, señaló que existe en la corporación un cuerpo de investigación muy reducido e insuficiente para poder resolver los diferentes casos.
Explica que se erogaron alrededor de 30 millones de pesos en salarios y viáticos para los agentes ministeriales con esta encomienda.
¿De qué se les acusa?
Tomás Yarrington gobernó Tamaulipas de 1999 al 2004, es buscado por la DEA desde el 2013, tiene demandas en la corte estadounidense por delincuencia organizada y se le acusa de haber recibido dinero por protección brindada al Cártel del Golfo durante su mandato.
Eugenio Hernandez estuvo en el poder del 2005 al 2010, es buscado por la DEA desde julio del 2015 y se le acusa de haber recibido dinero a cambio de protección al Cártel de los Zetas, así como de lavado de dinero y transferencias financieras de manera ilegal en Texas por 30 millones de dólares.
Con la entrada del nuevo gobierno de Tamaulipas, se ordenó la suspensión de la protección para los ex gobernadores prófugos, luego de dar parte del caso a la PGR para que en el ámbito de su competencia pudieran hacer las acciones que consideraran pertinentes para el caso.
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Decomisan 638 kilos de cocaína en la costa chiapaneca
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.- La Secretaría de Marina dio a conocer el decomiso de 638 kilogramos de cocaína ocurrido a 407 kilómetros de la costa chiapaneca, cuando dos pequeñas embarcaciones hacían del traslado de una lancha a la otra.
La Marina dijo que el pasado 13 de noviembre personal naval aseguró 14 bultos envueltos, con un peso total aproximado de 638 kilogramos de polvo blanco con características similares a la cocaína, así como un flotador y un GPS, aproximadamente a 220 millas náuticas (407 kilómetros) al suroeste de Puerto Chiapas.
Explicó que esta acción se realizó como resultado del trabajo de inteligencia naval que efectúa el personal de la Armada de México, mediante el cual se obtuvo información sobre unas embarcaciones menores que coordinaban en altamar la entrega recepción de un cargamento de droga en un cuadrante previamente establecido.
Fue así como se ordenó el operativo coordinado a través del Estado Mayor General de la Armada y de la Décimo Cuarta Zona Naval, en el cual participaron dos aviones, un buque de patrulla oceánica y un buque de patrulla costera “con el fin de mantener el Estado de Derecho en la mar y realizar tareas de búsqueda y localización de las embarcaciones infractoras que señalaba este seguimiento”.
La Marina dijo que la operación se llevó a cabo cuando personal naval a bordo de una patrulla oceánica avistó un objeto flotando, por lo que el buque procedió a aproximarse y con el apoyo de elementos de trabajo submarino se logró la detección y aseguramiento de un cargamento balizado.
La droga y los efectos asegurados fueron entregados a las autoridades competentes para el pesaje ministerial y el inicio de la carpeta de investigación correspondiente. La Marina no dijo cuántas personas fueron detenidas en el incidente.
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Los Damaso Vs Los Chapitos la otra guerra dentro del Cartel de Sinaloa
El peligro de una nueva guerra al interior del Cártel de Sinaloa se ha activado desde hace varios meses, sobre todo acicateado por la aprehensión y luego reaprehensión de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.
Desde su segunda captura, en febrero de 2014, en Mazatlán, se especulaba sobre quién sería el sucesor. Se pensaba que la responsabilidad recaería en Iván Archivaldo Guzmán Salazar, su hijo mayor y activo desde siempre en sus redes criminales. Pero también se hablaba del liderazgo que había logrado construir Dámaso López Núñez, el Licenciado, principal operador de Guzmán Loera, su compadre, además.
Tal vez ni desde el mismo Chapo hubo una definición clara sobre este tema, pues las dos cabezas entraron en conflicto al grado de que empezaron a pelearse hasta por las migajas del negocio. Hace algunas semanas, en Villa Juárez, Navolato, comandos al servicio de López Núñez empezaron a recoger maquinitas de juego de esas que se instalan en los abarrotes. Fuentes aseguran que recibieron un reclamo de parte de “Iván” pero al no ponerse de acuerdo, el diferendo terminó en una balacera con saldo de varios muertos.
“Los menores” —así se conoce a los hijos del Chapo, Iván y Alfredo— controlan el narcomenudeo en Culiacán. Lo hacen desde que Francisco Torres, el Cincuenta, estaba a cargo de ajustar cuentas para Guzmán Loera en la capital de Sinaloa. Murió en un enfrentamiento con el ejército la primera semana de agosto de 2013, para proteger la huída de su patrón, que había dormido en una casa blindada de El Vallado y cuya bañera conectaba con el drenaje pluvial.
Y se supone que a Dámaso le fueron otorgadas las plazas de Navolato y La Paz, Baja California Sur. El problema es que ahora lo acusan de haber hecho alianzas con lo que queda de los hermanos Carrillo Fuentes, archienemigos de los Guzmán. Entonces, si había una disputa por el liderazgo, esto la ha convertido ya en casi una guerra.
Joaquín Guzmán está enterado de esta disputa y le ha pedido a su compadre y socio, Ismael Zambada García, que tome posición. Dedicado a los grandes negocios, para Zambada no fue problema que el Chapo se quedara con la venta de droga en las ciudades. Factor de equilibrio, está buscando acercamientos entre los hijos de Guzmán y López Núñez. Hay muchos frentes abiertos, uno de ellos con los gobiernos gringo y mexicano. Y otra guerra interna sería mortal para muchos, no solo desde el punto de vista de los negocios, sino en pérdidas humanas.
No lo es todo. Estos diferendos están en vías de arreglarse, al menos por lo pronto, pero ha surgido otro elemento de conflicto que amenaza con reventar de nuevo la paz narca, esa aparente tranquilidad teñida con la sangre de los ejecutados de todos los días que aparecen al pie de las bardas o quedan tirados a media calle: el conflicto de La Tuna.
Se trata de hechos, cuando una incursión de comandos en zonas controladas por los Guzmán empezó con la muerte de al menos ocho personas y que se ha convertido en una bomba a punto de explotar, con el riesgo de que impacte en las ciudades, principalmente Culiacán.
No sería gratuito. De acuerdo con la información recogida, los comandos pertenecen a gente que obedece órdenes de la organización construida por los hermanos Beltrán Leyva y que desde hace años controla Huixiopa, el pueblo donde nació otro legendario narcotraficante: Juan José Esparragoza Moreno, el Azul.
La hipótesis más fuerte sobre este conflicto tiene que ver con el asesinato, en abril del año pasado, de Ernesto Guzmán Hidalgo, medio hermano de Joaquín Guzmán Loera y por quien éste profesara un gran respeto y aprecio. Se dijo que lo había mandado matar Aureliano Guzmán, el Guano, hermano del Chapo. Y que al escapar éste del penal del Altiplano y reunirse con su hermano, le reclamó airadamente el crimen. La consecuencia es que, meses después, ocho hombres muy cercanos al Guano, entre ellos su jefe de escoltas y quien se supone operó el crimen de don Ernesto, fueron asesinados en la misma zona de Badiraguato.
Peras o manzanas, había otro elemento de discordia. Don Ernesto era padre de Patricia Guzmán Núñez, esposa de Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo, ambos padres de Alfredo Beltrán Núñez, el Alfredo.
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La caída de Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero”, un ajuste de cuentas
Fernando Sánchez Arellano, El Ingeniero, nunca imaginó que la codicia de sus cercanos terminara abruptamente con su carrera delictiva.
Según fuentes consultadas por el reportero, al sucesor del Cártel de los Arellano Félix lo “pusieron”, como un ajuste de cuentas.
La versión tiene sustento: el gobierno de Estados Unidos, a través de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), ofreció una recompensa de 5 millones de dólares a quien aportara información precisa para detener al narcotraficante.
En esta entidad nadie supo del operativo militar para capturar al integrante de la segunda generación Arellano Félix: ni la Secretaría de Seguridad Pública ni la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). Tampoco la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) ni la Segunda Zona Militar.
El gobernador Francisco Vega de Lamadrid se limitó a informar que esperaría la confirmación de las autoridades federales para emitir cualquier información.
Al mismo tiempo en que el mandatario decía lo anterior, en la Ciudad de México el titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Monte Alejandro Rubido García, corroboraba la información que circuló desde la noche del pasado lunes: que El Ingeniero había sido capturado.
Según el funcionario, el narcotraficante fue detenido alrededor de las 16 horas, tiempo del Pacífico, en la colonia Centro del municipio de Tijuana, sin realizarse un solo disparo, en cumplimiento de un mandamiento judicial.
Durante la detención, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la PGR aseguraron al presunto delincuente aproximadamente 100 mil dólares en efectivo.
Aunque inicialmente se dijo que Sánchez Arellano fue capturado en una casa, lo cierto es que se encontraba en un restaurante, con familiares.
En la rueda de prensa, Rubido García informó que la organización delictiva dirigida por Sánchez Arellano opera principalmente en los municipios de Tijuana, Playas de Rosarito, Tecate y Ensenada, y que sus principales actividades son: tráfico de drogas, extorsión, secuestro y homicidio.
De acuerdo con el funcionario, Sánchez Arellano se integró a la organización delincuencial a fines de 2002 y se manejaba con un bajo perfil, lo que le permitió desenvolverse de manera discreta en la ciudad de Tijuana.
En 2008, Sánchez Arellano y Eduardo Teodoro García Semental, El Teo, mantuvieron una pugna por el control de la organización, lo que derivó en múltiples y violentos enfrentamientos entre ambas fracciones.
Tras la detención de García Simental, el 12 de enero de 2010, Sánchez Arellano pudo reestructurar la organización y asumir el control pleno de la misma.
Con diversas averiguaciones previas en su contra, la PGR ofreció desde enero de 2011 una recompensa de 30 millones de pesos por información que derivara en la captura del líder del Cártel de los Arellano Félix.
Tras su captura, El Ingeniero fue trasladado a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR, donde hasta el cierre de esta edición seguía rindiendo su declaración ministerial.
En Baja California circula la versión de que detrás de la detención de El Ingeniero se encuentra Joaquín El Chapo Guzmán.
Los antecedentes
Sánchez Arellano salió a la luz pública luego de la recomposición que sufrió la organización de los Arellano Félix tras las detenciones de Benjamín, Francisco y Javier y de sus principales lugartenientes, así como la muerte de Ramón y de Jorge Briseño, El Cholo.
En enero de 2011, en su edición número 1800, la revista Proceso publicó un reportaje titulado “El discípulo”, en el que señalaba que gracias a la protección de la policía y a su habilidad para tejer alianzas con el Cártel de Sinaloa y La Familia Michoacana, Luis Fernando Sánchez Arellano, el más importante operador del clan de los Arellano Félix, intentaba consolidar a la organización fundada por sus tíos en la década de los ochenta en Tijuana.
El Ingeniero o El Alineador, se inició en el cártel de Tijuana desde 2002. En 2011, con 34 años de edad, su poder se extendía en 10 estados e incluso surgió un corrido que lo definía como habilidoso y matón.
Líder de la nueva generación de una de las organizaciones más poderosas del continente, El Ingeniero viajaba con frecuencia a Monterrey y Guadalajara, aunque también lo hacía a las ciudades californianas de Los Ángeles, Beverly Hills y Poway. Hasta entonces nadie lo había molestado, pues de acuerdo con especialistas de la región, la policía de Baja California le brindaba protección a él y a los sicarios que lo rodeaban.
Luis Fernando estuvo a punto de ser detenido el 26 de octubre de 2008, cuando fue capturado su tío Eduardo Arellano Félix, El Doctor. Nadie supo cómo escapó Luis Fernando en aquella ocasión. Fuentes policiacas consultadas por el reportero aseguraron que El Ingeniero abandonó la casa de su tío media hora antes del arribo de los agentes.
El ascenso
Luis Fernando Sánchez Arellano es hijo de Alicia Arellano Félix, según la PGR, aunque otras versiones afirman que su madre es Enedina. Sin embargo, Proceso recabó información que indica que en realidad el capo tijuanense es sobrino de Enedina, La Jefa, la única mujer que encabezó un cártel en el mundo.
La DEA y la PGR aseguraron que ella nunca estuvo desligada de las actividades del cártel familiar, incluso le atribuyeron funciones específicas, como el blanqueo de divisas obtenidas por el trasiego de droga. Y aun cuando al principio estuvo bajo resguardo de sus hermanos Ramón y Benjamín –fundadores del cártel de Tijuana–, tras la muerte del primero y la captura del segundo, Enedina pasó a ser la pieza más importante de la organización.
Y fue precisamente la captura del Tigrillo en agosto de 2006 la que le allanó el camino a Luis Fernando. Su ascenso se consolidó dos años después, tras la caída de su tío Eduardo Arellano, pese a que la DEA lo consideraba una “figura menor y sin dotes de liderazgo”.
Luis Fernando formó una sociedad con Teodoro García Simental, El Teo, a quien las autoridades federales consideraban el principal sospechoso, decían, por haber informado a la policía, a través de terceros, sobre la ubicación de Eduardo Arellano Félix.
El grupo estaba conformado sobre todo por jóvenes –“la nueva sangre del narco”–, y mediante él el cártel intentó recobrar el poder que tuvo cuando los hermanos Ramón y Benjamín Arellano Félix. Ambos llegaron a ser considerados “los dueños de Baja California”, pues controlaban a la policía, altos mandos del Ejército, e incluso infiltraron el poder político durante el sexenio de Ernesto Ruffo Appel (1989-1995).
Las pugnas internas se desataron cuando El Teo se acercó a la célula de los hermanos Beltrán Leyva, quienes después de romper relaciones con Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, comenzaron a ser perseguidos por el Ejército, la PGR y la Secretaría de Seguridad Pública.
Al sentirse traicionado, Luis Fernando rompió con El Teo, quien decidió trasladarse a La Paz, Baja California. Desde ahí ordenaba que sus gatilleros desataran balaceras y planeaba los secuestros de empresarios tijuanenses para calentar la plaza.
Pronto, las autoridades policiacas de Tijuana, encabezadas por el teniente coronel Julián Leyzaola –quien llegó a esa ciudad fronteriza a resolver el problema de la criminalidad–, enfocaron sus baterías hacia El Teo. Con el apoyo de altos jefes militares y de la policía local comenzaron a golpear la estructura del gatillero. La fracción que encabezaba Luis Fernando siguió gozando de protección e impunidad.
En Tijuana se comentó entonces que Leyzaola sólo tuvo logros “a medias”. Su trabajo de golpeteo y las detenciones tenían el propósito de limpiarle la plaza a Luis Fernando, el nuevo jefe del cártel de Tijuana, quien después se dio el lujo de pactar con los jefes de La Familia Michoacana y con el cártel de Sinaloa, el más poderoso de México (Proceso 1794).
Las pugnas
Los bandos encabezados por Teodoro García Simental y Luis Fernando Sánchez Arellano tuvieron decenas de enfrentamientos en Baja California, sobre todo en Tijuana. Uno de los más recordados ocurrió a principios de 2008. En esa ocasión hubo 15 bajas.
En su edición 1929, el semanario Zeta informó que, tras su fragmentación, las células del cártel de Tijuana comenzaron a secuestrar por su cuenta a empresarios locales, por lo que Luis Fernando convocó a un encuentro al Teo y a una decena de policías municipales, todos ellos ligados al narcotráfico, para abordar el asunto. El encuentro se realizó la madrugada del día 26 en un lugar conocido como El Guaycura. El Teo nunca llegó.
Cuando el enviado de Sánchez Arellano, un sicario conocido como El 7-7, le informó por radio que ni El Teo ni sus sicarios acudieron a la cita, el capo dio la orden de acabar con los mensajeros. Y se desató la balacera. Algunos testigos declararon ante el Ministerio Público que en el lugar se encontraba el jefe de sicarios del cártel de Tijuana, Armando Villarreal.
Los seguidores de García Simental que llegaron al Guaycura se identificaban con las “claves R” y los encabezaba un gatillero conocido como El Cabezón. Según los testigos, El 7-7 le vació la pistola a Alfredo Delgadillo Solís, La Máquina, un policía municipal al servicio del Teo.
La guerra entre El Teo y Sánchez Arellano se desató a partir de esa fecha. Sin embargo, la buena estrella del Teo se apagó. En enero de 2010 fue detenido en una lujosa zona residencial de La Paz, Baja California, por un comando militar.
El Ingeniero
De acuerdo con su perfil criminal, Luis Fernando Sánchez Arellano carga la impronta de sus tíos. Con frecuencia se enfrentaba con su tío Benjamín, preso en el penal de La Palma desde 2002. Según las autoridades federales, también se hacía llamar Fernando Zamora Arellano, un nombre que utilizaba para ocultar su identidad; su apodo de El Ingeniero se debe a que estudió ingeniería en una escuela privada.
El capo solía ir siempre acompañado por sus sicarios, uno de sus preferidos era El Pit, pero tuvo que relevarlo luego de que fue arrestado en el casino Agua Caliente, propiedad de Jorge Hank Rhon.
La historia de Luis Fernando en el mundo del hampa es corta, pero fue inmortalizada en un corrido titulado El Discípulo.
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Soy El Lucifer A los 17 años secuestre y viole a una mujer —Estoy por secuestro, extorsión y violación
A los 17 años secuestró y violó a una mujer; se convirtió en testigo protegido y señaló a cómplices en el juicio.
Su mirada intimida como lo hacía con sus víctimas. Sus ojos lucen rojos, irritados. Mientras platica su historia fuma un cigarrillo… otro y otro. Está nervioso, aunque él es Lucifer, un joven que a los 17 años secuestró y violó a una mujer en cautiverio.
Sus respuestas son secas, frías, calculadoras, como cuando participó en dos secuestros, uno de ellos por mil pesos. Quiere dejar atrás a Lucifer, pero es difícil, no puede sacarse de la mente la forma en que actuó.
Con problemas en el núcleo familiar, el joven fue convencido por una banda para unirse a ellos. Hoy sigue un proceso judicial. Quiere recuperar la confianza de su familia y busca una oportunidad en la vida.
Ante el juez reconoció su participación en el delito, pero además fue testigo de la Unidad Antisecuestro y señaló a sus cómplices, una forma, dice, de intentar subsanar el daño que hizo.
¿Qué te trajo aquí?
—Estoy por secuestro, extorsión y violación.
¿Qué hiciste?
—Conocí unas personas, me invitaron a trabajar, yo acepté. Hicimos varios secuestros, uno salió mal y nos detuvieron. Fueron dos veces.
Durante los secuestros, ¿qué sentías?
—Primero, nada. Después, remordimiento.
En el momento de ver sufrir a una víctima, ¿qué pensabas?
—Nada.
¿Estás arrepentido?
—Estoy muy arrepentido, hay veces que me viene a la mente todo, lo recuerdo y no me siento a gusto conmigo mismo.
¿Qué obtuviste?
—No tuve ningún beneficio, me dieron dinero, pero muy poco. Es más lo que pago aquí, lo que estoy viviendo, lo que estoy sufriendo.
¿Por cuánto lo hiciste?
—En el primero fueron mil pesos, en el segundo 5 mil 500. Estoy en proceso, en espera a ver qué pasa. Sinceramente no sé qué pueda suceder.
¿Tuviste un problema familiar y por eso decides hacer esto?
—Viví con mi mamá ocho años, luego regresó mi papá y fue cuando empecé a hacer lo que quería. Así comenzaron los problemas.
¿Qué sentías de estar armado?
—Realmente nada, nada.
¿Hiciste daño a las víctimas?
—Sí, las golpeaba.
¿Hay un modo de reparar ese daño?
—Sí y no, tal vez ayudando a esas personas a que se les hagan justicia y que no se quede impune, pero en el daño sicológico creo que no.
¿Eso queda marcado?
—Así es.
¿Ayudaste a alguna de las víctimas?
—Sí, declaré. Dije todo lo que había pasado, señalé a las personas, todo lo que habían hecho.
¿Sabiendo que te perjudicaría?
—Sí, sabía que me perjudicaría.
¿Qué sigue?
—Aprender de los errores y no caer en lo mismo, seguir adelante, empezar una vida, tratar...
¿Esos delitos los cometiste cuando eras menor de edad?
—Sí.
¿Qué le dirías a los jóvenes?
—Que a veces las cosas se te hacen muy fáciles, te dicen del dinero, te impresionan, te invitan a hacer cosas que no están bien. En el momento no las piensas, sólo cuando ves las consecuencias, pero es demasiado tarde.
A veces te toca estar en la cárcel, a veces muerto, o como a mí, afuera, pero es muy difícil. La sociedad es muy dura, te señalan, te tachan, no tienes muchas oportunidades. Valoren todo lo que les dan [sus familias], todos sus esfuerzos.
¿Qué haces para recuperar tu camino?
—Trabajo, intento olvidar, pero no se puede. De momento piensas que no puedes, pero no queda más que seguir echándole ganas.
¿Recuerdas lo que hiciste en cada caso? ¿Se puede estar y dormir tranquilo?
—Realmente no [se duerme], te acuerdas de todo como si lo estuvieras haciendo otra vez. No sabes qué hacer. Es algo que no puedo explicar.
¿Estarías dispuesto a contar tu historia a menores de edad para que no caigan en ese error? Quizá de ese modo puedes ayudar...
—Créeme, hay veces que sí, pero luego la sociedad es muy dura, te señalan.
¿Qué pides después de aceptar tu culpa, que no te tachen, que no te señalen, que te den la oportunidad?
—Hay veces que no se pueden pedir las cosas, sino demostrarlas. Las personas con el tiempo van a ver que uno cambia o no, pero lo importante es lo que uno haga y demuestre.
¿Qué pasa por la mente cuando se cometen ese tipo de delitos?
—Al principio nada, después del tiempo tienes culpa, te viene todo a la mente, no estás a gusto contigo mismo y no te sientes bien con nadie.
¿Tienes apodo?
—Lucifer.
¿Y sí dabas miedo como Lucifer?
—Realmente no sé.
¿Lucifer desapareció o sigue contigo?
—Eso queda atrás.
¿Qué es lo más difícil de seguir adelante?
—Lo más difícil es tener la confianza de las personas que no confían en mí.
¿Tu familia?
Sí.
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Me fui a mi Rancho y de sorpresa me encontré con quince pistoleros me dijeron que me fuera que ellos eran los dueños
La noche del sábado 13 de noviembre de 2010, David Ibarra y su esposa Virginia llegaron a su rancho en el ejido La Esperanza del municipio de Cadereyta Jiménez, Nuevo León.
Eran alrededor de las 7:30 de la noche, ya estaba oscuro por el invierno. En el trayecto notaron con extrañeza que los caminos estaban vacíos y no le dieron importancia. Al estacionarse, a la pareja le pareció raro ver dos camionetas dentro del oscuro lugar de descanso. David bajó a hablar con dos hombres y una mujer, Virginia esperaba nerviosa arriba de la camioneta.
De pronto se encendieron las luces. Su rancho, al que iban a descansar, había sido tomado por un grupo de más de 15 hombres armados que se identificaron como policías ministeriales. Fueron encañonados por casi todos ellos, puntos laser se posaron sobre sus frentes, danzando, amenazantes. Las camionetas de lujo con placas de Tamaulipas y Coahuila, los uniformes desaliñados y la prepotencia les hicieron pensar lo peor.
“A ustedes los estábamos esperando“, les dijo el que parecía ser el líder del grupo, ataviado de uniforme militar y con arma larga. Una mujer les tomó sus datos. David y Virginia fueron registrados y despojados de sus pertenencias: celulares, carteras, todo lo que tenían encima que tuviera un poco de valor. Sin oponer resistencia, encomendándose a Dios, resignados a lo que les deparara el destino, fueron esposados por varios de estos hombres que luego los subieron a una Suburban negra.
Después de dar varias vueltas, desorientados y aturdidos, sin saber a ciencia cierta qué pasaba, la pareja fue llevada de nuevo a la casa donde alguna vez habían descansado. Los condujeron hacia adentro y uno de los tipos encaró a David. “Estoy en tus manos“, contestó él antes de que el sicario lo golpeara.
Les habían tendido un colchón en medio de la cocina sobre el que les ordenaron acostarse. Los esposos comenzaron a platicar de todo y de nada, una confusa charla que los mantenía vivos, lejos del horror de haber sido secuestrados. Ninguno recuerda qué se dijeron en ese momento, la memoria es confusa, pero las palabras les infundieron el ánimo de saber que al menos estaban juntos.
El sábado en la mañana, David y Virginia volvieron a ser encajuelados. Esta vez viajaron por separado: David en la Suburban negra en la que habían sido llevado la noche anterior y Virginia en una color arena con placas de Tamaulipas. Les taparon la cabeza con una toalla y recorrieroninterminables caminos de terracería. Se encontraron así haciendo los rondines habituales de estos sicarios, impotentes, rogando a Dios porque su familia no fuera a buscarlos.
“Estos hombres se encargaban de repartir despensas a alguna gente de los ejidos para que les ayudaran a halconear“, recuerda Virginia. Uno de ellos, que parecía ser novato, tomó un sobre y preguntó a otro sobre el contenido del mismo: varios miles de pesos para pagar a federales y otras autoridades que cooperaban. Virginia recuerda haber presenciado una transacción de este tipo en un Oxxo por la salida de Cadereyta.
El lunes por la mañana llevaban ya tres días de haber sido secuestrados. En la cajuela de estas camionetas, David y Virginia perdían poco a poco sus esperanzas mientras volaban a máxima velocidad, levantando polvo por los caminos. Les dijeron que los iban a llevar a General Terán para ahí matarlos. Parecía que su suerte estaba echada.
Fue en uno de esos intempestivos cruces de las brechas sinuosas que caracterizan y comunican esta región, donde las camionetas en las que viajaban los Ibarra se toparon de frente con un convoymilitar. El vehículo en el que iba Virginia fue el primero en entrar en el fuego cruzado. La pareja sentía el zumbido de las balas sobre sus cabezas mientras el martilleo de las metralletas retumbaba en sus oídos. Ninguno de los dos pensaba en sí mismos, sólo en el otro y su familia. David y Virginia fueron rescatados por el ejército alrededor de la una de la tarde, pero hasta ya entrada la noche les quitaron las esposas. Al principio los militares no creían que los esposos hubieran sido realmente secuestrados. Tuvieron que pasar varias horas para que los liberaran. David les pidió sin éxito durante todo el día que los dejaran hacer una llamada para avisar a su familia que él y su esposa ya se encontraban bien. Justo en ese momento, después de mucho insistir, se comunicó con su hermano y se enteró que su hija Jocelyn y su novio José Ángel estaban desaparecidos.
El calvario parecía haber terminado, mas apenas comenzaba para la familia Ibarra.
II
Casi al mismo tiempo en que David y Virginia fueron rescatados por el ejército, su hija Jocelyn Mabel Ibarra Buenrostro y su novio José Ángel Mejía llegaron al rancho para buscar a sus papás. De lo que pasó después se sabe poco. Un chofer que trabajaba para David Ibarra también desapareció. Jocelyn y José Ángel habían hecho justo lo que Virginia imploraba que no hicieran.
El grupo armado que había secuestrado a los Ibarra se comunicó por teléfono con ellos. En un principio reclamaron a David por haberles “echado” al ejército cuando los tenían secuestrados. “Nos echaste al ejército, te vas a chingar”, “te crees muy chingón porque te rescataron”, repetían por labocina los intransigentes sicarios, aunque sabían que era imposible, pues los habían tenido incomunicados durante más de tres días.
David, el hijo mayor de la pareja, que en ese momento trabajaba para una compañía de telecomunicaciones en Puebla, regresó a Monterrey al enterarse de lo ocurrido. Fue él quien comenzó a negociar con los secuestradores para liberar a Jocelyn y José Ángel. Los sicarios exigían 80 mil pesos y los títulos de varios tráilers propiedad de David Ibarra.
David juntó el rescate y acordó verlos en la avenida Eloy Cavazos. Se iba comunicando con su familia, mientras los sicarios cambiaban de lugar de encuentro una y otra vez. Así fue llevado hasta Cadereyta donde habló por última vez con su familia. “Voy a apagar el celular porque me dijeron que lo hiciera“. Fue lo último que se supo de él.
Virginia, con los ojos anegados en lágrimas y una servilleta en la mano, habla de la búsqueda de sus hijos. Fue hasta febrero del 2011 que la PGR le hizo caso y comenzó a investigar. Cuando los secuestradores de sus hijos fueron capturados, estos declararon que habían matado a David, Jocelyn y su novio José Ángel. La señora Virginia cuenta esto mientras la servilleta se retuerce una y otra vez por la fuerza de sus manos.
“Es peor vivir esto, que cuando estuve secuestrada. Sólo espero que no sea cierto. Que esas monstruosidades que dijeron que les hicieron sean puras mentiras. No he vuelto a ser la misma, pienso en ellos a cada momento y en las cosas horribles que les pudo haber pasado”, salen de la boca desbordándose sus palabras, las lágrimas se contienen y la servilleta se contorsiona de nuevo, aunque no la usa en ningún momento, más bien es su apoyo, una especie de soporte que la mantiene firme.
Aunque los secuestradores declararon dónde habían enterrado los cuerpos, estos nunca fueron encontrados, por lo que la esperanza de encontrarlos con vida continúa en la familia Ibarra. De hecho, hace varios meses, mientras David y Virginia estaban reunidos aquí mismo en la Macroplaza donde acuden cada miércoles a la fundación CADHAC que les brinda apoyo a la pareja y a todas las personas que tengan familiares desaparecidos, una joven se acercó para decirles que había visto a David en el metro de Colón. No les dijo más. El shock de las noticias nubló todas sus preguntas. Virginia y su esposo lo han interpretado como una señal divina para que sigan continuando con la lucha.
Ahora llega una señora y habla con Virginia. Su hija también está desaparecida y no sabe qué más hacer para que las autoridades la tomen en cuenta. Virginia la invita a la reunión del próximo miércoles en CADHAC.
Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos A.C. (CADHAC) fue fundado en 1993 por la hermana Consuelo Morales. Desde su fundación, CADHAC se ha dedicado durante dos décadas a luchar por los intereses de los desprotegidos, de los muchas veces olvidados, de los estigmatizados por la sociedad.
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Cimbra a Victoria feroz narcoguerra; Oleada de atentados: reportan 5 ejecutados
CERCO. Las tropas militares acordonaron las áreas donde se registraron los enfrentamientos para brindar protección a los residentes, ayer en Ciudad Victoria.
Ciudad Victoria, Tam.
La batalla entre cárteles del narcotráfico arreció ayer en Ciudad Victoria, en una oleada de tiroteos y atentados que durante seis horas mantuvieron convulsionada a la capital del estado con un saldo de cinco muertos.
Los cuatro incidentes se registraron a partir del mediodía en distintos puntos de la ciudad y hasta el cierre de edición el Grupo de Coordinación Tamaulipas no había emitido ningún comunicado sobre el balance oficial de los hechos.
La primera balacera se reportó a las 12:00 horas en el sector del 7 Berriozábal, en pleno corazón de Ciudad Victoria, donde ciudadanos reportaron en sus testimonios un hombre muerto. El área fue acordonada por soldados.
A las 13:00 horas, en la calle Llera del popular sector de la colonia Libertad, se escucharon detonaciones de fuego y al llegar oficiales de Fuerza Tamaulipas al lugar, encontraron a un hombre herido en una camioneta.
Los elementos de seguridad llamaron a una ambulancia que llegó a una tienda de conveniencia ubicada sobre la Zeferino Fajardo, en contra esquina del Centro de Espectáculos Chaparral y trasladaron al herido a un nosocomio, pero murió en el trayecto.
MÁS ATAQUES
Casi simultáneamente, con unos minutos de diferencia y a unas cuadras del lugar, otro hombre fue rafagueado en un lavadero de autos, en el fraccionamiento Praderas del Tec, donde quedó tirado en el piso el cuerpo del propietario del establecimiento.
El lavado se encuentra frente a un jardín de niños, a un lado del Tecnológico de Victoria.
Unos 30 minutos después reportaron otra balacera por la colonia Satélite, por el rumbo de la Avenida de la Paz, al norte de la ciudad, donde se reportó movimiento de autoridades por la zona.
No hubo reporte de bajas, lesionados o detenidos.
HOMBRE Y MUJER
Por la tarde, aproximadamente a las 17:45 horas, en las colonias que se ubican sobre la Sierra, específicamente Veteranos de la Revolución, se reportaron balazos y cuando acudieron las fuerzas federales localizaron dos cadáveres, de un hombre y una mujer.
Por toda la ciudad, tras esos atentados , se ha redoblado la vigilancia especialmente de militares en convoyes de hasta cuatro o cinco unidades, por el libramiento Naciones Unidas, Eje Vial y los principales bulevares.
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Las ejecuciones en los hospitales del país
En México, rematar a los heridos ante médicos y enfermeros en hospitales, incluso bajo custodia policial, se ha vuelto una práctica cotidiana.
Alrededor de las 1:15 de este martes, en Ecatepec, Estado de México, la Cruz Roja recibió una llamada de auxilio, pues en la colonia Estrella de Oriente se había hallado un coche con dos heridos de bala. Cuando la ambulancia llegó, uno ya había muerto; el otro se estaba desangrando. Fue llevado al hospital. Pero al entrar, según las primeras versiones, un desconocido se acercó al paciente, sacó una pistola y lo remató. Para evitarse molestias, también disparó a un enfermero y desapareció.
“Uno de los Técnicos en Urgencias Médicas recibió un impacto de proyectil de arma de fuego, por lo que fue atendido en el mismo Hospital Las Américas, donde se determinó que la lesión no pone en peligro su vida”, explicó la Cruz Roja del Estado de México.
Pero este tipo de hechos se repiten con demasiada frecuencia. Hace dos semanas, le tocó el turno al hospital público de Cosamaloapan, de Veracruz. De madrugada, dos camionetas pararon frente al centro. Un grupo de 10 sicarios descendió. La mitad redujo a los guardias de seguridad y el resto se dirigió a la habitación de Agustín Yescas Canela, tiroteado el día anterior. En la cama, lo remataron a puñaladas.
Los casos se cuentan por decenas y a veces terminan en matanza. Así fue hace cinco años en un hospital privado de Culiacán (Sinaloa). Los sicarios irrumpieron y no se detuvieron a preguntar. Acabaron con cinco personas a balazos. Cuatro eran extraños al ajuste de cuentas. Simplemente estaban en el pasillo cuando los asesinos fueron a buscar a su víctima, malherido en una habitación.
La mayoría de estos crímenes se diluye en el mar de violencia. Sólo algunos adquieren significación con el tiempo. Eso pasó con la muerte de Crisóforo Rogelio Maldonado Jiménez, superviviente de una emboscada. Estaba ingresado en la unidad de terapia intensiva de un hospital de la Ciudad de México, cuando un hombre en bata blanca entró en la noche del 14 de diciembre de 2012. Llevaba una pistola con silenciador y le descerrajó dos tiros. Acababa de liquidar al líder del cártel de Los Rojos. Con ese crimen dio arranque una vertiginosa guerra entre Los Rojos y Guerreros Unidos, que acabó con más de 70 muertos sobre el asfalto. Una ola de sangre, que una mala noche de septiembre de 2014 arrastró en Iguala a 43 estudiantes normalistas, a los que Guerreros Unidos, según la versión oficial, hicieron desaparecer al confundirlos con sicarios de Los Rojos.
Este martes, la Cruz Roja, tras el ataque en Ecatepec, hizo un llamamiento al Estado para que le dejen seguir trabajando en condiciones de seguridad. “Nuestra tarea es humanitaria y la población nos respeta”, dijo un portavoz. Su enfermero, herido en una pierna, estaba fuera de peligro. Cuando recibió el tiro, estaba tratando de estabilizar al paciente. Lo mataron delante de él. Uno más.
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Comando dispara a elementos del Ejército en Badiraguato
Hombres armados dispararon contra elementos del Ejército que realizaban recorridos terrestres en Badiraguato y se dieron a la fuga.
La Procuraduría General de la República informó que la agresión ocurrió en la comunidad de San José del Llano.
De acuerdo con los datos, el personal militar realizaba reconocimientos terrestres por la calle Principal, cuando observaron un vehículo sospechoso.
Al notar la presencia militar los ocupantes de la unidad, dispararon contra los soldados y se dieron a la fuga.
Los delincuentes dejaron abandonado el vehículo y en el interior había tres armas calibre 7.62×39 milímetros con sus cargadores, 99 cartuchos útiles, un fusil calibre .223, una maleta con 11 cargadores para AK47, 14 cargadores para AR15 y mil 52 cartuchos de diferentes calibres.
Todo lo asegurado quedó a disposición del Agentes del Ministerio Público Federal.
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No le mueva es un campamento Zeta,quien se meta ahí,de ahí no sale mejor sálgase porque lo van a matar
Apesar de que el municipio de San Fernando, Tamaulipas, estuvo ocupado por fuerzas federales y era foco de atención internacional por los escándalos suscitados a partir de la masacre de 72 migrantes en agosto de 2010 y siete meses después del hallazgo de 47 fosas clandestinas con 196 cadáveres de viajeros asesinados por Los Zetas, las desapariciones de personas continuaron.
PGR debe abrir el expediente del caso San Fernando a familiares de migrantes asesinados: Corte
A más de 5 años de la masacre de migrantes en San Fernando, México no repara el daño ni explica qué pasó
Detienen al presunto autor de la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas
PGR entrega datos sobre participación de policías de San Fernando en masacre de migrantes
Los misterios de la masacre de San Fernando
Las carreteras no dejaron de ser peligrosas: la captura, retención y desaparición de pasajeros no cesaron pese a que la Marina y el Ejército, así como funcionarios de la PGR tenían presencia en la zona debido al levantamiento de los cadáveres.
Evidencia de ello son los casos de Josué Axel y Natanael Arturo Román García, hermanos de 21 y 35 años, quienes fueron secuestrados en un restaurante al pie de la carretera 101, dos días después de la masacre de 72 migrantes ocurrida en el rancho El Huizachal.
Los amigos Daniel Galindo Acosta y Karla Cruz García desaparecieron entre el 20 y 21 de abril de 2011, cuando pasaban por ese municipio con rumbo a Poza Rica, Veracruz, a pesar de que en ese momento el Ejército realizaba las exhumaciones de las fosas clandestinas y la Marina hacía patrullajes.
Las autoridades nunca alertaron sobre el peligroso recorrido, a pesar de las denuncias acumuladas por desapariciones. Los autobuses de pasajeros comerciales tampoco dejaron de vender boletos.
Las intercepciones en las carreteras y la captura de los viajeros se extendieron incluso a otros municipios y estados controlados por Los Zetas.
El guanajuatense Santiago Vázquez García, proveniente de Los Mezquites, Celaya, es otra de las víctimas. Él salió con un amigo, llamado Juan Carlos, el 14 de septiembre de 2011, con destino a Monterrey, Nuevo León, con el fin de tratar de cruzar a Estados Unidos. Pero un día después fueron secuestrados en General Treviño, Nuevo León: zona Zeta, al igual que San Fernando.
En el año 2011 fueron asesinados sin piedad, o capturados y enviados a campamentos, decenas de viajeros que se trasladaban en autos particulares o autobuses por Tamaulipas o Nuevo León.
Estas son tres historias de mexicanos desaparecidos en esos trayectos. Sus familias siguen buscándolos.
Arturo y Axel Román: dos hermanos desaparecidos en San Fernando
Cuando cerraron la puerta de la cajuela, Axel atinó a mandar un mensaje: “Nos acaban de secuestrar en San Fernando, no hagas nada, si llega a pasar algo solo avísale a mis papás. Gracias, los quiero. A mi me metieron a la cajuela, no me marques ni nada”.
Era la noche del 25 de agosto de 2010. Los hermanos Axel y Arturo Román, de 21 y 35 años, habían viajado desde la Ciudad de México a la frontera con Estados Unidos y comenzaron el regreso a casa. Arturo solía hacer estos viajes desde hacía más de 10 años para comprar y vender patinetas en los tianguis de la capital.
Don Arturo Román, padre de los jóvenes, los esperaba por la mañana del día 26. Como no llegaron, comenzó su búsqueda y el amigo le avisó del mensaje. De inmediato tomó un vuelo para indagar sobre su paradero.
Llegó a Reynosa y condujo hasta San Fernando. No encontró policías en la oficina para pedir auxilio. Tampoco había instalaciones de Servicio Médico Forense en el municipio. Entonces acudió a las cuatro funerarias que había y rogó para que le permitieran ver los cadáveres. En una de ellas encontró los cuerpos apilados en el piso espolvoreados con cal, lo cual daña los restos para identificaciones genéticas. Ninguno de los cuerpos pertenecía a sus hijos.
Después, don Román acudió al restaurante Don Pedro, de donde le llamaron sus hijos por última vez. Ahí supo que llegaron la noche del 25 de agosto a cenar carne asada y, cuando esperaban los platillos, llegó un grupo de hombres armados a bordo de una camioneta negra y un automóvil gris y se los llevaron. A Arturo lo subieron a la camioneta, a Axel a la cajuela del automóvil. Antes de partir, uno de los delincuentes se llevó la camioneta Gran Caravan donde los hermanos viajaban.
Señor, no le mueva. Mire, ¿ve ese helicóptero sobrevolando ahí? Es un campamento Zeta, pero quien se meta ahí, de ahí no sale, entonces no le mueva.
El restaurante donde secuestraron a sus hijos está ubicado en el libramiento de San Fernando, a menos de 500 metros del cuartel de la Policía Federal, pero nadie los auxilió.
Con esa reconstrucción, don Román se dirigió a la oficina de la Procuraduría estatal en San Fernando, pero no pudo denunciar el secuestro de sus hijos, porque el ministerio público Roberto Jaime Suárez había sido desaparecido por encabezar la investigación de la masacre de 72 migrantes, ocurrida 3 días antes, también en San Fernando. El funcionario apareció muerto en la semana siguiente.
Don Román tuvo que conducir 130 kilómetros hasta Matamoros para poner la denuncia penal, cuyo expediente terminó de vuelta en San Fernando, empolvándose.
Desesperado, sin encontrar apoyo en ninguna parte, acudió ante un retén de marinos, quienes le dijeron: “Señor, no le mueva. Mire, ¿ve ese helicóptero sobrevolando ahí? Es un campamento Zeta, pero quien se meta ahí, de ahí no sale, entonces no le mueva. Aquí no puede hacer nada y está haciendo muchas preguntas, mejor sálgase porque lo van a matar, aquí está la plaza muy caliente ahorita”.
En abril de 2011, cuando se descubrieron las 47 fosas clandestinas con 193 cadáveres en su interior, don Román viajó de nuevo a San Fernando para buscar alguna pista de sus hijos. Con otros cientos de familias reclamó al Servicio Médico Forense de Matamoros ver los cadáveres, pero solo pudo acceder a las fotografías. Durante más de dos horas observó detenidamente cerca de 200 fotos. No reconoció a sus hijos.
Las autoridades le tomaron pruebas de ADN, pero a la fecha, casi cinco años después, no le han dado respuesta alguna.
Daniel y Karla: desaparecidos a pesar de la Marina
Los veracruzanos Daniel Galindo Acosta y su excuñada Karla Cruz García vivían en Reynosa, Tamaulipas. Querían pasar las vacaciones de Semana Santa con sus familias en Poza Rica, Veracruz, así que se organizaron para irse juntos.
Planeaban un viaje tranquilo: a temprana hora del miércoles 20 de abril Karla metió a la agencia el automóvil Avenger, en el que siempre viajaban, para no tener complicaciones mecánicas. Daniel le avisó a su familia que saldrían la mañana del jueves para no tomar la carretera de noche, debido a la inseguridad; sin embargo, ese mismo miércoles les entregaron el auto, terminaron unos pendientes y comenzaron el viaje por la tarde. No llegaron a su destino.
Las familias empezaron con la búsqueda al día siguiente. Preguntaron en casetas, hospitales y cárceles, pero no encontraron pistas.
En la compañía telefónica, alguien les ayudó a revisar los registros de sus celulares: su último movimiento fue en San Fernando.
Luego acudieron a las instalaciones de la Marina, ahí les informaron que el día de los hechos hubo un retén a la altura de San Fernando: pero que los marinos se fueron a las diez de la noche y dejaron sola la carretera, de acuerdo con un familiar que pide el anonimato.
Justo en esos días, en ese municipio seguían los movimientos de militares, marinos y funcionarios de la PGR, así como de periodistas, asignados ahí por el hallazgo de las fosas que se exhumaban.
La denuncia por desaparición fue interpuesta el 23 de abril de 2011 en Reynosa y, al mismo tiempo, en Veracruz, en el municipio de Poza Rica, donde quedó asentada con folio PZR-1/281/2011-III.
A unos días de cumplirse cinco años de la desaparición de Daniel y Karla su caso sigue sin avances.
El horror no se detuvo
El guanajuatense Santiago Vázquez García salió con su amigo Juan Carlos el 14 de septiembre de 2011 de Celaya, con destino a Monterrey, para tratar de llegar a Estados Unidos. Un día después fueron secuestrados en el municipio de General Treviño.
La última vez que alguien supo de Santiago fue el 19 de septiembre. Un hombre, prisionero como él, lo vio en una bodega amarrado junto a otros 27 hombres que Los Zetas habían capturado cuatro días antes y que venían a bordo del mismo camión. El hombre pudo escapar e informó lo que vio en un retén militar, donde lo ignoraron.
“Si le hubieran hecho caso sabrá dios qué hubiera pasado”, lamenta María de Jesús García, su madre.
Ella sabe que dos días después, otro hombre logró escapar y regresó malherido a su pueblo para contar lo que había sucedido. Éste aportó la mayor cantidad de datos y dio una posible ubicación de la bodega a la Procuraduría General de la República. Pero María de Jesús dice que no lo escucharon a tiempo.
Cuando la PGR armó el operativo para entrar a la bodega señalada, ésta ya no existía: había sido derribada. Y no volvió a saberse del resto de prisioneros que habían sido vistos con vida.
Cuatro años después del suceso en General Treviño, la investigación sigue sin avances. María de Jesús cuenta que cuando buscaba a su hijo —al lado de un grupo de familias de jóvenes desaparecidos en el mismo trayecto rumbo al norte— tuvieron una reunión con el subprocurador de Justicia de Celaya, Armando Amaro Vallejo. María lo cuestionó sobre los avances del caso, él se limitó a responder: “Parece que se los hubiese tragado la tierra”.
El 30 de enero de 2012, Enrique Aurelio Elizondo Flores, de apodo “El Árabe” y quien controlaba la zona de Nuevo León para Los Zetas, fue presentado por la Procuraduría General de Justicia Estatal (PGJE) y confesó por lo menos 75 asesinatos. La mayoría de sus víctimas eran pasajeros de autobuses interceptados entre marzo de 2010 (cinco meses antes de la masacre de los 72 migrantes en San Fernando) hasta octubre de 2011.
El modus operandi que explicó —según las autoridades— consistía en bajarlos de los camiones, torturarlos, asesinarlos y calcinar los cuerpos.
En la conferencia de prensa que se llevo a cabo el día del anuncio de su captura, el procurador estatal, Adrián de la Garza, sostuvo que esta persona “privó de la libertad y asesinó a decenas de pasajeros de mínimo tres distintos autobuses procedentes de Reynosa, porque supuestamente al menos los 50 ocupantes de uno de los camiones pertenecían a una banda rival”.
Esta fue la misma versión que las autoridades dieron a María de Jesús y a los familiares del grupo con el que viajaba Santiago. En total, la Procuraduría recibió 28 denuncias por desaparición de pasajeros de ese mismo camión. Aunque pueden haber sido más los secuestrados.
La Procuraduría informó a esas familias que el 21 de enero de 2013 encontraron restos calcinados que correspondían a los viajeros desaparecidos.
“Pero son rumores, sólo son rumores”, dice la hermana de María de Jesús, Concha Vázquez, quien hasta ese momento escuchaba en silencio la entrevista.
No voy a dar cristiana sepultura a unas cenizas que no vayan a corresponder con mi hijo
La familia de María de Jesús insiste en la búsqueda de su hijo. Las demás familias perdieron la esperanza el día que la Comisión Estatal de Derechos Humanos los mandó llamar a Monterrey para mostrarles un video de la supuesta ejecución de las víctimas. A ella no le permitieron verlo
“Ese día me quedé esperando a los compañeros pero nunca pasaron por mí, acordaron ir puros hombres y nadie tuvo el valor de ver los videos”. En la Comisión les advirtieron que las imágenes eran sumamente violentas. Les comentaron que los habían mutilado y después asesinado y que en realidad sería difícil reconocerlos porque todos tenían el rostro cubierto.
A pesar de ello, María insiste en que ella reconocería la silueta o las manos de su hijo si le hubieran permitido ver las imágenes. “Yo a lo mejor me hubiera desmayado, me hubiera vuelto loca, lo que dios hubiera querido, pero sí me hubiese gustado ver esos videos para ver si estaba”.
El 6 de diciembre de 2013 entregaron a dos familias las cenizas de dos cuerpos que, resignadas, los recibieron.
“Soy la persona que menos tiene dinero del grupo, pero yo no voy a dar cristiana sepultura a unas cenizas que no vayan a corresponder con mi hijo”, asegura ella, valiente, a pesar de haber recibido en su hogar visitas “sospechosas” de hombres armados que mintieron diciendo que eran de la PGR.
Fue una vez en marzo, otra en septiembre de 2015. Los primeros dijeron ser de Durango, los segundos de Michoacán. La procuraduría negó que fueran enviados suyos.
La mujer vive una tortura todos los días cuando entra a trabajar en la maquiladora donde laboraba junto a Santiago, a quien ahora ve en sueños: a veces entrando a casa, otras pintando la ropa. A ratos alucina y cree que está cerca. Cuando dice esto sus lágrimas escurren por sus mejillas y mojan su puño cerrado.
“Yo no entiendo porqué las personas de acá ya no hicieron caso —dice—, pero yo seguiré”.
*Masde72.org es un proyecto de investigación realizado por un equipo de periodistas dedicados a investigar las masacres recientes de migrantes. En el sitio se puede consultar información forense de 120 de los cadáveres exhumados de las fosas de San Fernando, leer las historias de algunas víctimas y lo que enfrentan para obtener justicia. Este reportaje fue realizado en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas, del International Center for Journalists (ICFJ), en alianza con CONNECTAS y con colaboración de Periodistas de a Pie.
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Video Soldados atendiendo a Sicario que los atacó momentos antes, La CNDH no lo ve?
Miguel Alemán Tamaulipas.- Esto va para que CNDH documente estos hechos. De nuevo, elementos del Ejército Mexicano fueron atacados por civiles armados, y también de nuevo rescataron a un presunto criminal que minutos antes les acababa de disparar.
Un presunto narcotraficante le dio las gracias a los soldados por salvarle la vida. En el video se observa el momento en que el personal del Ejército rescata a un integrante del crimen organizado quien minutos antes participó en el ataque a un grupo de militares.
El civil, era parte de un grupo de criminales que atacó a los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, el pasado 15 de noviembre, en el municipio de Miguel Alemán, Tamaulipas.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 08:30 horas cuando los militares fueron agredidos a balazos por varias personas, quienes viajaban en diferentes vehículos y llevaban fusiles de asalto y una ametralladora Barret anti tanque calibre .50.
La célula del crimen organizado huyó y minutos después una de las camionetas de los sospechosos volcó en una camioneta 4X4 sobre un camino de terracería.
Los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional fueron a buscarlos y hallaron a uno de los agresores atrapado en la camioneta, doble cabina, color blanco. El imputado estaba prensado en la cabina y se quejaba del dolor.
“Háblame, háblame, habla cualquier cosa, ¿de dónde eres, de Reynosa?”, pregunta uno de los uniformados. La respuesta es ilegible, al parecer tiene 23 años de edad.
“Oiga, voy a desmayarme”, advierte el herido. “No, no, no, háblame, háblame. Tranquilo, respira, respira”, le contestan dos soldados mientras se apresuran a colocar el gato para levantar el techo aplastado.
El civil lleva puesta playera roja y pantalón de mezclilla, lo sacan y dos elementos del Ejército lo llevan en brazos hasta un lugar seguro para revisar sus lesiones y brindarle los primeros auxilios.
Varios soldados mantienen un cordón de seguridad en los alrededores.
“Gracias, gracias por salvarme la vida, ya en serio”, expresa el detenido mientras voltea a ver a los cabos de sanidad que le curan las heridas, sentado en un montículo de tierra.
Un presunto narcotraficante le dio las gracias a los soldados por salvarle la vida. En el video se observa el momento en que el personal del Ejército rescata a un integrante del crimen organizado quien minutos antes participó en el ataque a un grupo de militares.
El civil, era parte de un grupo de criminales que atacó a los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, el pasado 15 de noviembre, en el municipio de Miguel Alemán, Tamaulipas.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 08:30 horas cuando los militares fueron agredidos a balazos por varias personas, quienes viajaban en diferentes vehículos y llevaban fusiles de asalto y una ametralladora Barret anti tanque calibre .50.
La célula del crimen organizado huyó y minutos después una de las camionetas de los sospechosos volcó en una camioneta 4X4 sobre un camino de terracería.
Los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional fueron a buscarlos y hallaron a uno de los agresores atrapado en la camioneta, doble cabina, color blanco. El imputado estaba prensado en la cabina y se quejaba del dolor.
“Háblame, háblame, habla cualquier cosa, ¿de dónde eres, de Reynosa?”, pregunta uno de los uniformados. La respuesta es ilegible, al parecer tiene 23 años de edad.
“Oiga, voy a desmayarme”, advierte el herido. “No, no, no, háblame, háblame. Tranquilo, respira, respira”, le contestan dos soldados mientras se apresuran a colocar el gato para levantar el techo aplastado.
El civil lleva puesta playera roja y pantalón de mezclilla, lo sacan y dos elementos del Ejército lo llevan en brazos hasta un lugar seguro para revisar sus lesiones y brindarle los primeros auxilios.
Varios soldados mantienen un cordón de seguridad en los alrededores.
“Gracias, gracias por salvarme la vida, ya en serio”, expresa el detenido mientras voltea a ver a los cabos de sanidad que le curan las heridas, sentado en un montículo de tierra.
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Comando ataca a custodios en Guachochi; muere un reo y escapa otro
CHIHUAHUA, Chih.- Un grupo de hombres armados interceptó y disparó contra los tripulantes de la unidad de la Policía Procesal estatal que trasladaban a tres internos del penal de Guachochi a audiencias en la ciudad de Parral.
Uno de los reos murió en la agresión, otro resultó lesionado y el tercero se fugó.
El ataque ocurrió en la Sierra Tarahumara, a la altura de la comunidad de Tecorichi, ubicada en el kilómetro 114 de la carretera Guachochi a Parral. El comando disparó desde el monte.
El interno que perdió la vida respondía al nombre de Octaviano Bejarano Tirano, quien se encontraba recluido en el Cereso 8 de Guachochi por el presunto delito de homicidio.
Los otros dos estaban detenidos en Seguridad Pública de Guachochi e iban a ser puestos a disposición de un juez.
El interno que logró evadirse fue identificado como Alfredo C. G. y estaba acusado de homicidio. El herido es Fred V. P., quien enfrenta cargos por delitos contra la salud al ser capturado en posesión de la droga denominda “cristal”.
Los custodios de la Policía Procesal resultaron ilesos y la Fiscalía General desplegó un operativo de búsqueda en el municipio de Guachochi, para localizar al preso que se evadió, así como a los responsables del ataque.
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Detienen a exalcalde vinculado a masacre perpetrada por los Zetas en Coahuila
SALTILLO, Coah.- El exalcalde de Allende, Sergio Lozano Rodríguez, fue detenido la mañana de este jueves por su presunta complicidad en los homicidios y secuestro que ocurrieron durante su administración.
Lozano Rodríguez, exedil del Partido Acción Nacional (PAN) durante el periodo 2010-2013, fue capturado por efectivos de la Procuraduría General de Justicia de Coahuila al filo de las 9:00 horas, cuando salía de su domicilio, confirmó a Apro una fuente de la dependencia.
Tras ser detenido, el exalcalde del PAN fue recluido en el Cereso de la ciudad de Piedras Negras.
El PAN en Coahuila confirmó que Sergio Lozano sabía lo qué estaba pasando en Allende, cuando los Zetas secuestraron y masacraron a una serie de familias radicadas en ese poblado, pero no presentó ninguna denuncia debido a que los delitos del crimen organizado “eran una responsabilidad del estado”.
La “Masacre de Allende” se desató después de que la Procuraduría General de la República (PGR) filtró a Miguel Ángel Treviño Morales, el Z40, información clasificada de la DEA.
José Vázquez, responsable de recibir en Dallas los narcóticos que los Zetas enviaban a Estados Unidos, decidió colaborar con la Agencia Antinarcóticos de EU y les entregó los números de los celulares BlackBerry de Miguel Ángel Treviño Morales Z40, de su hermano Óscar Omar y otros capos.
Esa información fue filtrada por la PGR a Z40 advirtiéndole que “alguien de su organización lo estaba traicionando”.
El capo Zeta pensó que dos de sus principales operadores en Piedras Negras eran los responsables: Héctor Moreno y Poncho Cuéllar, así que decidió vengarse contra sus familias.
El 18 de marzo del 2011 alrededor de las 5:30 horas entraron a Allende, provenientes de Piedras Negras, 42 camionetas atestadas de hombres armados escoltadas por cuatro patrullas de la policía municipal. Los pistoleros a bordo no se cubrían el rostro.
Una decena de policías municipales condujeron a diversos grupos de sicarios a una serie de casas propiedad de las familias Moreno Villanueva y Garza Gaytán.
Ese día los pistoleros se llevaron a más de 80 personas. Los siguientes tres días regresaron por otros, incluyendo a los empleados domésticos de las familias Moreno y Garza Gaytán.
En Monclova, la noche del 18 de marzo se realizó una operativo “quirúrgico” para levantar a unos siete contadores y otros tantos miembros de los Zetas que estaban bajo las órdenes de Cuellar.
Lo mismo ocurrió en municipios de la región carbonífera así como en Nava, Zaragoza, Morelos y otros poblados de Cinco Manantiales, donde fueron secuestradas decenas de personas.
En Piedras Negras, sicarios ubicaron y levantaron a 4o amigos y familiares del capo Poncho Cuéllar, quienes fueron trasladados a un apartado terreno de la zona de Pico del Águila donde ya los esperaban los hermanos Treviño Morales para asesinarlos personalmente.
Los cientos de cuerpos fueron incinerados usando aceites lubricantes para vehículos, gasolina, llantas y tablas. Unos en el rancho de la familia Garza Gaytán ubicado en el kilómetro 7 de la carretera Allende-Villa Unión. Además en otro rancho llamado Tres Hermanos localizado en Zaragoza. Otros más en una “narco cocina” del municipio de Guerrero y algunos en el interior del Cereso de Piedras Negras.
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Cae 'El Benny', jefe de sicarios de los Beltrán Leyva
El hombre se encontraba bajo las órdenes de Alfredo Beltrán Leyva 'El Mochomito'
Acapulco, Guerrero.- Luego de repeler la agresión, elementos de la Policía Federal detuvieron en Acapulco, Guerrero, a Benito 'N', alias “El Benny”, identificado como jefe de sicarios de Los Beltrán Leyva, informaron fuentes de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
Como parte de la estrategia del gobierno federal para combatir la delincuencia en Acapulco, fue identificado Benito 'N', quien al percatarse de la presencia de la Policía Federal y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) accionó su arma sin que se reportara ningún herido. “El Benny” será puesto a disposición de la autoridad competente.
De acuerdo con investigaciones del gobierno federal, parte del municipio de Acapulco es controlado por “Los Beltrán Leyva”, bajo las órdenes de Alfredo Beltrán Guzmán “El Mochomito”, hijo de Alfredo Beltrán Leyva.
El 13 de septiembre se informó de la detención de Clara Elena Laborín Archuleta, esposa de Héctor Beltrán Leyva “El H”, identificada como la principal operadora en Acapulco, Guerrero, y Hermosillo, Sonora.
Laborín Archuleta fue ingresada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos a la lista de personas y empresas vinculadas con el narcotráfico en marzo de 2009. La esposa de “El H” es la principal generadora de violencia en Sonora y Guerrero, principalmente en la zona de Acapulco.
"La Señora", como se le conoce a Laborín Archuleta fue capturada junto con Alan Contreras Sánchez, “El Cha”, identificado por órganos de inteligencia federales como su principal colaborador y encargado de coordinar las operaciones en Acapulco.
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Nuevo golpe de “Los Tequileros”: secuestran a 14 personas
Más detalles del plagio, fue en ¡plena fiesta! Pero, ¿quiénes son Los Tequileros, y por qué se sienten los nuevos dueños de Tierra Caliente?
En el municipio de Ajuchitlán del Proceso, Guerrero, 14 personas fueron privadas de su libertad por un grupo de más de 30 sujetos armados, quienes se presume pertenecen a la organización delictiva “Los Tequileros”.
Según información proporcionada por el vocero del Grupo Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez, en la comunidad de San Jerónimo se registró el hecho violento. Los presuntos sicarios arribaron a una fiesta y se llevaron a un grupo de personas en contra de su voluntad.
Al momento de realizar su retirada se toparon con una camioneta de trasporte público, por lo que la detuvieron y la utilizaron para secuestrar a otras personas que estaban en el mismo convivio.
Información extraoficial publicada en el portal informativo Reforma, al emprender la huida se toparon con un grupo rival por lo que se desató un tiroteo, hecho que fue informado a las autoridades de Guerrero, pero al arribar al sitio solo encontraron un vehículo tipo combi incendiado en un camino de terracería entre San jerónimo y San Gabriel.
Roberto Álvarez informó además que entre los secuestrados había dos menores de edad y que “Los Tequileros” ya se comunicaron con los familiares vía telefónica para exigir el rescate.
Este grupo delictivo es conocido por varios crímenes que han cometido, y en lo que va del 2016 han secuestrado a más de un centenar de personas en la región.
En enero de este año asesinaron a 4 personas de 30 que habían secuestrado, pese que se habían pagado íntegros los rescates de todos.
¿QUIÉNES SON LOS TEQUILEROS?
Los Tequileros son una organización que opera en la zona de Tierra Caliente en el estado de Guerrero.
Su sello distintivo la amenaza y extorsión a los alcaldes de la región, mediante una célula armada llamada Fuerzas Especiales Tequileras.
Raybel Jacobo de Almonte “El Tequilero”, ha sido identificado como el líder del grupo criminal que lleva su apodo.
Sobre el Tequilero pesan al menos 15 órdenes de aprehensión por delitos como extorsión, secuestro y homicidios.
La organización delictiva Los Tequileros surgió como uno de los uno de los brazos armados de cártel de los Guerreros Unidos en el norte de Guerrero,
Los Tequileros tienen disputa con La Familia la zona de Tierra Caliente que colinda con el estado de México, este último grupo es apoyado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Pelean por el control de la siembra y trasiego de droga, así como la cuota de la mina de Temixco.
El centro de operaciones del grupo Los Tequileros es la comunidad de San Antonio de la Gavia en el municipio de San Miguel Totolapan.
ESCÁNDALO EN 2015 POR ENCUENTRO ENTRE ALCALDE DE SAN MIGUEL TOTOLAPAN CON LOS TEQUILEROS
Un video a través de Youtube donde el entonces alcalde electo de San Miguel Totolapan, Juan Mendoza Acosta, sostiene una reunión con integrantes de Los Tequileros y mientras toman bebidas alcohólicas expresa su apoyo este grupo criminal. Esto ocurrió el 4 de agosto de 2015, y esto dijo el alcalde:
“Ponte verga, cocho, así como te hicimos ganar, verga, échanos la mano y no se vale”, le dice un hombre al alcalde, y este contestó: “¿Cuándo te voy a fallar? Por eso dime, ¿cuándo te voy a fallar cabrones a usted?”.
También se le cuestiona:
“¿vas a jalar con nosotros?, tú sabes que estás con nosotros viejo, ¿sí o no?”, y responde “¡Tenemos! Jamás voy a jalar con otros cochos”, contesta Mendoza Acosta.
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Zetas y Cártel del Golfo robaron 300 mdd en gas a Pemex, el cual compraron empresas de EU, como Shell
Petróleos Mexicanos (Pemex) demandó en los años 2010, 2011, y 2012, a 23 empresas de Estados Unidos -entre las que se encuentran Shell Chemical LP y Shell Trading Company-, por comprar gas condensado, supuestamente robado en México por grupos de la delincuencia organizada, sin embargo, perdió los proceso judiciales en los que reclamaba 300 millones de dólares, al no poder comprobar su acusación.
En tres juicios distintos -entre sentencias y apelaciones-, el juez Sim Lake, de la corte de Houston, Texas, consideró que la paraestatal y su filial Pemex Exploración y Producción (PEP), no aportaron evidencia suficiente para probar el delito, o no pudieron cobrar el dinero que le tenían que ser restituido.
“De los 300 millones de dólares que pedía para la reparación del daño, Pemex recuperó judicialmente sólo 71 millones de cinco empresas y una persona de las que demandó, pero ninguna tuvo fondos para pagar.
Al final, la empresa mexicana no obtuvo un solo dólar.”, informó el portal Animal Político. Además de haber perdido los procesos legales, el juez determinó que Pemex debía pagar a las empresas que demandó 830 mil dólares por gastos legales.
Sin embargo, la paraestatal no ha realizado dicho pago y señaló que firmó un acuerdo con el despacho de abogados que la representó -del cual no otorgó el nombre-, para que, en caso de que la resolución no fuera a su favor, éste pagara los gastos vinculados al proceso legal.
En documentos desclasificados obtenidos por el portal Animal Político, se detalla la demanda de Pemex interpuesta en la Corte del Distrito Sur de Texas, en Estados Unidos: “[…] alego que los acusados, violaron las provisiones de la ley 18 u.s.c 1962 realizando actos de venta e importación en los Estados Unidos de condensado robado del campo de Burgos, México”.
La cuenca de Burgos se ubica a lo largo de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, y según Pemex es el yacimiento de gas más grande de México, una zona que ha sido dominada por el Cártel del Golfo y por Los Zetas.
Además, acusó a las empresas que “presuntamente han comercializado gas condensado mexicano robado que se vende en Estados Unidos desde agosto de 2006 a mediados de 2011”. Y Pemex sabía que le estaban robando desde el 2010, ya que diversas agencias de seguridad estadounidenses la habían notificado, asegura Animal Político.
La empresa paraestatal mexicana aseguró que “la existencia del esquema de comercialización en los Estados Unidos está bien establecido y es bien conocido por las fuerzas del orden estadounidenses, incluyendo el servicio para la administración y control de aduanas (ICE) y el Departamento de Seguridad Nacional”.
Una de las empresas acusadas concedió que “Pemex exploración y producción es una víctima de los cárteles [del crimen organizado]”, pero se defendió también al argumentar que la paraestatal mexicana “permite a los cárteles tomar el gas condensado”. “[El robo del gas condensando] sirvió como pago de protección, es decir, en vez de pagos de protección en efectivo a los cárteles, les permitió tomar producto y así evitar otras represalias más dañinas de los cárteles”, afirmó una de las empresas acusadas.
El medio por Internete le preguntó a Pemex si existen funcionarios públicos involucrados en esta acusación, a lo que la paraestatal contestó el pasado 23 de julio, que: “No encontró documento alguno que satisfaga total o parcialmente la información solicitada”.
EL MODUS OPERANDI DEL ROBO A PEMEX
De acuerdo con los alegatos que Pemex presentó ante la corte, el modus operandi de las empresas que supuestamente compraron combustible robado durante los cuatro años que duró esta red binacional era que compraban el condensado robado y mandaban a México camiones cargados con agua, que iban etiquetados como “nafta”.
Al cruzar la frontera vaciaban los camiones y los llenaban con condensado de gas natural que había sido robado. Además, creaban documentación falsa para justificar la posesión del combustible y sobornaban a funcionarios aduanales para cruzar la frontera.
De esta forma, los camiones volvían a Texas y el producto se almacenaba para ser revendido a otras empresas a cargo, según Pemex, de borrar las pistas sobre el origen ilícito, detalló Animal Político.
En tres juicios distintos -entre sentencias y apelaciones-, el juez Sim Lake, de la corte de Houston, Texas, consideró que la paraestatal y su filial Pemex Exploración y Producción (PEP), no aportaron evidencia suficiente para probar el delito, o no pudieron cobrar el dinero que le tenían que ser restituido.
“De los 300 millones de dólares que pedía para la reparación del daño, Pemex recuperó judicialmente sólo 71 millones de cinco empresas y una persona de las que demandó, pero ninguna tuvo fondos para pagar.
Al final, la empresa mexicana no obtuvo un solo dólar.”, informó el portal Animal Político. Además de haber perdido los procesos legales, el juez determinó que Pemex debía pagar a las empresas que demandó 830 mil dólares por gastos legales.
Sin embargo, la paraestatal no ha realizado dicho pago y señaló que firmó un acuerdo con el despacho de abogados que la representó -del cual no otorgó el nombre-, para que, en caso de que la resolución no fuera a su favor, éste pagara los gastos vinculados al proceso legal.
En documentos desclasificados obtenidos por el portal Animal Político, se detalla la demanda de Pemex interpuesta en la Corte del Distrito Sur de Texas, en Estados Unidos: “[…] alego que los acusados, violaron las provisiones de la ley 18 u.s.c 1962 realizando actos de venta e importación en los Estados Unidos de condensado robado del campo de Burgos, México”.
La cuenca de Burgos se ubica a lo largo de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, y según Pemex es el yacimiento de gas más grande de México, una zona que ha sido dominada por el Cártel del Golfo y por Los Zetas.
Además, acusó a las empresas que “presuntamente han comercializado gas condensado mexicano robado que se vende en Estados Unidos desde agosto de 2006 a mediados de 2011”. Y Pemex sabía que le estaban robando desde el 2010, ya que diversas agencias de seguridad estadounidenses la habían notificado, asegura Animal Político.
La empresa paraestatal mexicana aseguró que “la existencia del esquema de comercialización en los Estados Unidos está bien establecido y es bien conocido por las fuerzas del orden estadounidenses, incluyendo el servicio para la administración y control de aduanas (ICE) y el Departamento de Seguridad Nacional”.
Una de las empresas acusadas concedió que “Pemex exploración y producción es una víctima de los cárteles [del crimen organizado]”, pero se defendió también al argumentar que la paraestatal mexicana “permite a los cárteles tomar el gas condensado”. “[El robo del gas condensando] sirvió como pago de protección, es decir, en vez de pagos de protección en efectivo a los cárteles, les permitió tomar producto y así evitar otras represalias más dañinas de los cárteles”, afirmó una de las empresas acusadas.
El medio por Internete le preguntó a Pemex si existen funcionarios públicos involucrados en esta acusación, a lo que la paraestatal contestó el pasado 23 de julio, que: “No encontró documento alguno que satisfaga total o parcialmente la información solicitada”.
EL MODUS OPERANDI DEL ROBO A PEMEX
De acuerdo con los alegatos que Pemex presentó ante la corte, el modus operandi de las empresas que supuestamente compraron combustible robado durante los cuatro años que duró esta red binacional era que compraban el condensado robado y mandaban a México camiones cargados con agua, que iban etiquetados como “nafta”.
Al cruzar la frontera vaciaban los camiones y los llenaban con condensado de gas natural que había sido robado. Además, creaban documentación falsa para justificar la posesión del combustible y sobornaban a funcionarios aduanales para cruzar la frontera.
De esta forma, los camiones volvían a Texas y el producto se almacenaba para ser revendido a otras empresas a cargo, según Pemex, de borrar las pistas sobre el origen ilícito, detalló Animal Político.
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Así es el Xiuhcóatl PAX-100 "serpiente de fuego" la pistola ametralladora 100% mexicana
El capitán primero Guillermo Vasavilbazo, ingeniero industrial, realiza pruebas a la pistola ametralladora Xiuhcóatl 100 (PAX-100), desarrollada 100% en la Industria Militar por expertos de la Secretaría de la Defensa Nacional (GERMÁN ESPINOSA)
La pistola ametralladora Xiuhcóatl 100 (PAX-100), arma conmemorativa del Centenario de la Industria Militar, fue aprobada en su última etapa después de dos años nueve meses de planeación, diseño y pruebas, informó el capitán primero Guillermo Vasavilbazo, ingeniero industrial.
Es el prototipo funcional final de un arma 100% mexicana, desde la idea, la conceptualización y hasta las pruebas, para uso exclusivo de subtenientes, tenientes, capitanes, mayores, tenientes coronel, coroneles y generales del Ejército y la Fuerza Aérea.
Como toda la familia de armas FX de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedeña), está hecha a la ergonomía y antropometría del mexicano y por su tamaño y diseño es ideal para su uso en áreas reducidas, cabinas o en interiores de inmuebles, destacó en entrevista el investigador titular del proyecto PAX-100.
Utiliza el cartucho 5.56 x 45 mm que se caracteriza por tener mayor capacidad de penetración, incluso en blindajes, además de ser compatible con el calibre del armamento que utilizan las tropas.
Cada cartucho pesa aproximadamente 4 gramos y mide 5.7 centímetros de largo, es de mayor estabilidad y precisión al disparo.
El capitán Vasavilbazo prevé que se inicie su fabricación en 2018, antes de terminar la actual administración federal, cuando concluya la producción del fusil nacional FX-05, que reemplaza al Heckler & Koch G3, de origen alemán.
Un soldado portando un fusil FX-05 de fabricación nacional durante una exhibición
Tres fusiles FX-05 Xiuhcóatl que reemplazan al Heckler & Koch G3, de origen alemán.
La pistola Xiuhcóatl, palabra náhuatl que significa serpiente de fuego, reemplazará a la pistola MP5, y el prototipo final funcional está hecho de polímero, excepto en las partes internas expuestas a altos niveles de presión y calor.
En su creación participaron 40 personas entre ingenieros industriales, mecánicos, físicos, matemáticos y diseñadores industriales, entre ellos, varios oficiales egresados de la Escuela Militar de Ingenieros.
"El proyecto se convirtió en bosquejo, dibujo virtual del arma, al análisis de esfuerzo por compresión, a pruebas termográficas y la adquisición de una impresora 3D.
"En su creación intervinieron diseñadores, quienes tuvieron como objetivo la ergonomía y estética del arma, e ingenieros dedicados al análisis de cada pieza, cálculos termográficos y de presión para el correcto funcionamiento", agregó el oficial del Ejército.
Para hacer un prototipo de pistola PAX-100, la impresora 3D necesita cinco horas de precalentamiento, adicionales a las 30 horas que dura la impresión. El arma pesa 2.6 kilos y mide 68 centímetros de largo con culata retráctil, es ambidiestra, tanto para su operación como su selección de cadencias, tiene 600 metros de alcance, efectivos 150, cadencia de 750 disparos por minuto y usa un cargador de 30 cartuchos.
"Esta forma parte de la familia de armamento Xiuhcóatl, actualmente la Sedeña tiene el fusil de asalto FX-05, la carabina FX-05 y esta pistola ametralladora. Se han hecho otros aditamentos, como el lanzagranadas calibre .40 mm de baja velocidad para el fusil FX-05 y se tiene pensado ampliar el tipo de armamento para esta familia", agregó el ingeniero militar.
Las municiones se elaboran en la fábrica de cartuchos de la Sedeña, que registra una producción anual de 18 millones de piezas: "Es importante, porque nos elimina la dependencia tecnológica del exterior, porque se logran ahorros sustanciales al producir, se evita fuga de divisas cuando se compra en el extranjero, se diseñan nuestras propias armas de inicio a fin, no nada más seguir una receta de cocina.
''Este armamento está hecho a nuestras necesidades, no a las de otros países y su costo es de un tercio de lo que cuesta un arma similar en el mercado extranjero", subrayó.
La patente está en trámite ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). Tiene estándares internacionales, aunque México no pertenece a la OTAN.
Antes de este prototipo, sólo había un proyecto en 2006, el del fusil FX-05: "Es un producto muy bueno, como toda la familia FX, y le estamos echando todas las ganas para que el armamento que se diseñe en México tenga la calidad adecuada para nuestras tropas. El Ejército va más allá de lo que se ve en las calles. Va mucho más allá", afirmó Vasavilbazo.
FORTALECIMIENTO DE LA INDUSTRIA MILITAR
Este proyecto forma parte de una amplia estrategia enmarcada en el fortalecimiento que hace la Secretaría de la Defensa Nacional de la Industria Militar, con lo que se realizan diversos proyectos de investigación y desarrollo para evitar la dependencia tecnológica de fabricantes extranjeros, reducir costos y cubrir la producción adecuada a las necesidades en México.
Para ello, la Sedeña cuenta con tres sitios: los centros de Investigación Aplicada y Desarrollo Tecnológico de la Industria Militar, de Desarrollo Industrial, y de Información y Vinculación Industrial, explicó el mayor ingeniero industrial, David Quintana Mora. Cada uno tiene participación en el desarrollo de los proyectos de investigación desde diferentes ámbitos.
"Con el desarrollo se reduce de manera importante la dependencia tecnológica de fabricantes extranjeros. Cuando no se puede evitar estamos sujetos a las condiciones que nos imponen, se tiene problema con el suministro que se requiere para la fabricación, refacciones para el mantenimiento y se incrementa considerablemente el costo, en cambio, desarrollando nuestra propia tecnología nos quitamos de todos esos inconvenientes.
''El tener una tecnología propia nos brinda independencia y reduce los costos de producción, lo que se traduce en ahorro y, lo más importante, cubrir una necesidad", destacó Quintana Mora, director de Investigación y Desarrollo de la Industria Militar.
La Sedeña está en proceso de diseñar y desarrollar desde armas y vehículos blindados, hasta aviones no tripulados. Todos los diseños están protegidos, registrados y patentados para tener certeza técnica y jurídica.
Actualmente, la Secretaría de la Defensa Nacional tiene 35 registros de propiedad intelectual. "El Centro de Investigación inició actividades en el año 2002, pero el auge de los proyectos inició en 2012 con la fuente de financiamiento y con personal militar mexicano y algunas instituciones que han participado en el desarrollo de algunos proyectos, pero consideramos que es una cantidad importante de títulos para el poco tiempo que tiene esta área especializada.
''El Presidente nos hizo un reconocimiento porque en este año la Dirección de Investigación y Desarrollo de la Industria Militar forma parte del Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
"Esto nos integra a la comunidad investigadora y científica del país, nos pone a ese nivel de participar en proyectos de investigación, no solamente para las Fuerzas Armadas, también para otras dependencias a nivel federal", dijo con orgullo el oficial Quintana Mora.
El pasado 18 de octubre, en la ceremonia por el Centenario de la Industria Militar, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, celebró el aumento de 9.3% en las manufacturas durante los primeros cuatro años de esta administración, en comparación con 0.6% del mismo periodo del gobierno anterior.
Entre los proyectos concluidos destacan el bípode, que es un accesorio del fusil FX-05 que funciona como sostén para las armas en tierra, para darle mayor precisión a los impactos que se realizan y también funciona como mango de sujeción. Actualmente está en las líneas de producción.
Otro es el lanzagranadas calibre .40 milímetros, se trata de un accesorio que también se integra al fusil FX-05 para dar mayor capacidad de fuego en las áreas que lo requieren.
El sistema remoto de armas de fuego es un sistema automatizado que se diseñó para disparar a control remoto por medio de ametralladoras calibre 5.56 mm y 7.62 mm, para su empleo a bordo de vehículos blindados, añadió el director de Investigación y Desarrollo de la Industria Militar.
La operación del sistema se lleva a cabo de manera remota desde el interior del vehículo, lo cual impide tener personal expuesto al fuego enemigo en el exterior del vehículo.
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Aseguran PESP y SEDENA armas y 820 kilos de droga
General Plutarco Elías Calles, Sonora; a 16 de noviembre de 2016.- La coordinación operativa entre elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública y el Ejército Mexicano lograron asegurar droga, armas y cartuchos en el municipio General Plutarco Elías Calles.
Los hechos se registraron el día de ayer, en las inmediaciones de la localidad conocida como Quitovac, fue ahí en una de las brechas del lugar donde aseguraron alrededor de 820 kilogramos de droga.
Fue alrededor de las 18:30 horas de ayer, al recorrer la zona cuando encontraron un vehículo tipo pick up, de color gris, marca GMC de la línea Sierra con varios paquetes confeccionados en cinta adhesiva de color café.
El vehículo resultó con reporte de robo desde el 20 de julio del año en curso y al continuar con la revisión correspondiente aseguraron un total de 86 paquetes rectangulares que contenían hierba verde y seca con características físicas a la marihuana.
La droga arrojó un peso aproximado a los 820 kilogramos, misma que representaría a 1 millón 640 mil dosis con valor superior a los 32 millones de pesos de haber sido distribuida al narcomenudeo.
Además, aseguraron tres armas largas tipo fusil, un arma tipo carabina calibre 5.56, una ametralladora y 399 cartuchos útiles.
Una vez asegurado el perímetro, personal operativo de la Policía Estatal de Seguridad Pública en coordinación con el Ejército Mexicano procedieron al aseguramiento, quedando todo a disposición del Ministerio Público Federal en seguimiento al Protocolo Nacional de Actuación Primer Respondiente y Código Nacional de Procedimientos Penales.
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