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La Alianza de narcos contra el Cártel de Sinaloa

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El secuestro de Jesús Alfredo Guzmán, hijo de “El Chapo” Guzmán, en Puerto Vallarta sería una venganza. Autoridades jaliscienses señalan al Cártel Jalisco Nueva Generación como autores del levantón. Una fuente consultada afirma que existe una alianza entre el CJNG y los Beltrán Leyva. SEIDO atrae las investigaciones por la privación de libertad en el restaurante La Leche. “Alfredillo” cuenta con cargos en una Corte Federal de Illinois por tráfico de drogas

Fuentes de inteligencia estiman que detrás del levantón de Jesús Alfredo Guzmán Salazar “Alfredito”, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, y otras cinco personas en Puerto Vallarta la madrugada del 15 de agosto, se encuentra una perversa alianza entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y los hermanos Beltrán Leyva, con miras a convertirse en la organización criminal más poderosa de México.

La coalición de los Beltrán Leyva con Los Zetas en Sonora, los Guerreros Unidos en Guerrero y otras facciones criminales en diversos territorios; y los pactos del CJNG con el Cártel Arellano Félix e infiltración en sectores del Cártel de Sinaloa en Baja California, son clara muestra de su expansión territorial en el trasiego y mercado de las drogas.

Los Beltrán Leyva que disputan el control del narcotráfico en Sonora, Sinaloa y Nayarit, estarían ampliando sus conexiones a Jalisco y Baja California, además de Chihuahua. Por su parte los jaliscienses entrarían al negocio en algunos de los estados del Noroeste donde no han tenido influencia.

La fuente consultada sustenta su hipótesis en un personaje que sería el nexo entre ambas agrupaciones delictivas: Rafael Caro Quintero, quien durante su estancia en el penal estatal de Puente Grande –a partir de 2010– vio surgir al Cártel Jalisco Nueva Generación que controló los centros penitenciarios, con quienes el sinaloense llevó una excelente relación y con discreción ejerció un liderazgo pacífico.

Con Caro Quintero liderando el proyecto de crear un “mega cártel” se estaría alineando también a los correligionarios de los Carrillo Fuentes (sobrinos de su ex socio Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”) en Chihuahua y a algunos grupos de Los Zetas fuera de Coahuila, Tamaulipas y Veracruz, buscando una conformación geográfica controlada del narcotráfico como la que existía hace más de tres décadas: Los del Pacífico y los del Golfo, antagónicos.

La persecución a los más cercanos colaboradores y familiares del encarcelado capo Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, además de representar una venganza personal de los Beltrán Leyva, significaría para Rafael Caro reconciliar a la parte del Cártel de Sinaloa que no es atacada por este bloque, la que representa Ismael “El Mayo” Zambada en el “Triángulo Dorado”.

Las células criminales de otros cárteles como los Caballeros Templarios y sus derivados en Michoacán, Los Rojos en Guerrero y otras más en las regiones de La Laguna y el Sureste del país tendrían que alinearse también o de lo contrario la “guerra” será cruenta en esas entidades, dijo el informante de extracción militar, quien colaboró para el gobierno federal en pasadas administraciones.

Puerto Vallarta

La madrugada del lunes 15 de agosto, a las 00:10 horas, un comando armado irrumpió en el restaurante La Leche de Puerto Vallarta, donde un grupo de hombres y mujeres, encabezados por Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de “El Chapo” Guzmán realizaba una celebración. Los sujetos armados con rifles de asalto se llevaron al joven y cinco varones más.

Inicialmente hubo una gran confusión, pues en el establecimiento gastronómico ubicado sobre la avenida principal del destino turístico, al que la policía tardó más de 40 minutos en llegar, se había preparado una mesa en la que había 16 personas y se presumía que a todas las habían privado de la libertad.


Para justificar su demora, las autoridades locales argumentaron que el reporte de auxilio fue realizado mucho tiempo después del suceso, además que habían recibido otras dos llamadas que informaban de un atraco por un grupo numeroso de individuos al Hotel Fiesta Americana y una riña colectiva en diverso punto, lo que les hizo desviar recursos humanos y materiales para atender las que resultaron ser falsas emergencias.

A las afueras del restaurante, la Policía localizó estacionados cinco automotores de lujo, todos en color blanco, uno de ellos blindado, que pertenecían tanto a los “secuestrados” como a los que no fueron levantados, pero abandonaron el lugar.

Los victimarios, dijeron empleados de La Leche, arribaron al sitio a bordo de varios vehículos y a bordo de dos camionetas –de color blanco– subieron por la fuerza a quien después se sabría es hijo del “Chapo” Guzmán y sus amigos, quienes no opusieron ninguna resistencia ni poseían armas de fuego.

Esa misma mañana, el fiscal general de Jalisco, Jesús Eduardo Almaguer Ramírez, confirmaría los hechos, teniéndose el dato de que se trataba de 16 personas privadas de la libertad, por lo que se trasladó hasta Puerto Vallarta con un equipo de investigación para la ocasión. El gobernador Aristóteles Sandoval Díaz anunció que ya realizaban la búsqueda de las víctimas “por tierra y aire”.

Investigación

Ese mismo lunes 15 inició una deficiente investigación por parte de la Fiscalía General del Estado, con versiones oficiales variadas y con filtraciones de información a través de redes sociales y medios de comunicación. Una de las principales líneas señalaba que entre los plagiados había un hombre de apellido Coronel, otro sujeto que había sido escolta del ex gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez y un empresario nayarita.

Por la tarde, en rueda de prensa, el fiscal Almaguer reculó en la información y dijo que se trataba de entre 10 y 12 personas las que fueron privadas de la libertad, que procedían de los estados de Jalisco, Nayarit y Sinaloa. Reiteró el dato del ex escolta y adelantó que se corroboraría si una de las víctimas tenía parentesco o no con el narcotraficante Ignacio Coronel.

La mayoría de los comensales del restaurante se hallaban vacacionando en el puerto desde el 8 de agosto, estuvieron hospedados en el Hotel Marriot, entre ellos varias mujeres, quienes fueron testigos del múltiple levantón y luego de recuperarse del shock nervioso pudieron retirarse sin ser molestadas por autoridad alguna. Después, cuando el Ministerio Público quiso localizarlas ya no lo consiguió.

Para la noche de la misma fecha, el vocero del Gobierno de Jalisco, Gonzalo Sánchez, informó a través de su cuenta de Twitter que finalmente fueron “entre seis y siete” los hombres llevados por los sicarios y aseguró que de las investigaciones se desprendía que los hechos ocurrieron por las disputas entre grupos de la delincuencia organizada.

El cerebro de los equipos de videograbación del restaurante fue asegurados por la Fiscalía y trasladado vía aérea a la ciudad de Guadalajara por peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses para extraer las imágenes de víctimas y victimarios e identificarlos.

En la madrugada del martes 16, el fiscal en entrevistas radiofónicas dejó la cifra de “secuestrados” en seis personas y reveló que uno de ellos era hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán. Unos medios de comunicación señalaron que se trataba de Iván Archivaldo, y otros, que era Jesús Alfredo, de apellidos Guzmán Salazar. Ante las adivinanzas del fiscal, otros periodistas señalaron que habían plagiado a ambos.

Esa tarde, Almaguer Ramírez, en rueda de prensa confirmó la identidad de Jesús Alfredo como uno de los privados de la libertad, junto a Juan Daniel Calva Tapia, de 53 años, Josías Nahualli Rabago Borbolla, de aproximadamente 35, y Víctor Galván Ureña, de 46, de los que se sabe fueron llevados hacia el sur de la Costa de Jalisco en los vehículos de sus captores.

Para entonces se había desahogado 30 diligencias de investigación, 25 dictámenes periciales, 15 entrevistas a testigos, la inspección a los cinco vehículos asegurados y del lugar de los hechos, así como la revisión de videos. No había detenidos, ni localización de víctimas.

Filtraciones
La madrugada del miércoles 17 de agosto, el Blog del Narco publicó fotografías obtenidas del video del restaurante La Leche. Se habían editado fotos de cada uno de los seis desaparecidos y otras tantas de los rostros de los plagiarios. Otras gráficas mostraban los momentos en que los comensales estaban arrodillados frente a sicarios con rifles de asalto.

Antes de la aparición de las fotos, la versión de que un hijo del “Chapo” estaba entre los privados de libertad fue una filtración que tuvo que ser confirmada por el fiscal Almaguer, quien en su afán protagónico siguió concediendo entrevistas a estaciones de radio para declarar que no sabía cómo se habían filtrado las fotos, si solo él, su gente cercana y los peritos, tuvieron el equipo de videograbación en su poder.


La tarde noche de ese día ocurrieron dos nuevas filtraciones. Una, la de una fotografía de la actriz Kate del Castillo, con quien supuestamente es Jesús Alfredo Guzmán. En redes sociales se publicó que la foto salió de uno de los equipos de telefonía móvil asegurados en la escena del levantón. La otra, un fragmento de 38 segundos del video del momento del ingreso y egreso del comando se difundió masivamente.

La Fiscalía General y la Secretaría General de Gobierno de Jalisco informaron que se investigaría quién o quiénes están vinculados con la fuga de información y que se llegará a las últimas consecuencias, con sanciones a los que resulten responsables.

El jueves 18 de agosto, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) atrajo formalmente las pesquisas del suceso. La noticia fue confirmada por el delegado en Jalisco de la Procuraduría General de la República (PGR), Ramón Ernesto Badillo Aguilar. La Fiscalía estatal se convirtió solo en coadyuvante de la manoseada indagatoria al entregar la carpeta de investigación del caso.

Del posible levantón de Iván Archivaldo Guzmán “El Chapito”, Eduardo Almaguer declaró que “hasta el momento no hay ningún elemento, indicio, revisión de secuencia fotográfica y de videos, ni de todas las entrevistas a los testigos, que se han llevado a cabo, que digan que hay la presunción de que se encontrara esta otra persona entre las que fueron privadas de su libertad”. Dijo que se trabajaba en identificar a las dos personas de las que aún no se tenía su identidad.

Jesús Alfredo
Jesús Alfredo Guzmán Salazar es el cuarto de cuatro hermanos, hijos de la señora Alejandrina María Salazar Hernández, una mujer de 57 años, originaria de Culiacán, que en agosto de 1977 contrajo matrimonio civil en el poblado de Jesús María, Sinaloa, con el narcotraficante Joaquín Archivaldo Guzmán Loera.

Alejandrina, que declaró en febrero de 2005 ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) “nunca me he fijado en el acta de matrimonio bajo qué régimen de bienes estoy casada”, le puso el nombre de Jesús Alfredo a su hijo en honor a uno de sus 11 hermanos fallecido algunos años atrás.

“Alfredillo” es el menor de los Guzmán Salazar, nació el 17 de mayo de 1986, lo que indica que tiene 30 años de edad; sus hermanos son: Iván Archivaldo, de 36 años; Gisell Alejandrina, de aproximadamente 37, quien estudió medicina; y César, el de mayor edad, 39, a quien le gustó la carrera de administración de empresas.

La primera vez que figuraron en una averiguación previa los “Chapitos” fue en mayo y junio de 1993, tras las investigaciones del asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Alfredo tenía apenas 7 años. Habían pasado su infancia mudándose de casa. Vivieron en las colonias Residencial Victoria, Chapalita, Ciudad del Sol, Conjunto Patria y Providencia, entre otras.
Jesus Alfredo Guzmán Salazar, el hijo del narcotraficante sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, que fue secuestrado esta semana por un presunto comando del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en un restaurante denominado La Leche, ubicado en Puerto Vallarta, Jalisco

Los policías judiciales que fueron contratados como “niñeros” y choferes de los Guzmán Salazar confesaron su rutina. Iban por los tres niños más pequeños todos los días a una residencia de la calle Quebec en el fraccionamiento Providencia, para llevarlos a sus respectivas escuelas –primaria y secundaria– de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Su padre fue detenido en Guatemala el 7 de junio.

Tras la fuga de Guzmán Loera del penal de Puente Grande el 19 de enero de 2001, las investigaciones los llevaron de nuevo a las actuaciones. Se interrogó a su parentela y les aseguraron documentos, las mismas casas aseguradas en 1993 y algunas cuentas bancarias. A César se le señaló como coadyuvante en la fuga de su progenitor, pero sin cometer ningún delito.

Tras la detención de Iván Archivaldo “El Chapito” en enero de 2005 se investigó a todos los hermanos. Jesús Alfredo tenía 19 años y junto con su madre, fraternos y tías promovió un juicio de amparo ante el Juzgado tercero de Distrito en Materia Penal en el Estado de Jalisco, porque las autoridades federales presuntamente pretendían detenerle.

El Juzgado Octavo de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México, y en apelación, el Tercer Tribunal Unitario del Primer Circuito, negaron las órdenes de aprehensión solicitadas por la Procuraduría General de la República contra 14 de los familiares del “Chapo” por su presunta responsabilidad en la comisión de diversos delitos, incluido lavado de dinero.

Sin embargo, en los Estados Unidos de América, en agosto de 2009, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, junto con su padre Joaquín Guzmán Loera, fue acusado de múltiples cargos de tráfico de drogas en la Corte Federal de Distrito para el Distrito Norte de Illinois. A su madre, María Alejandrina Salazar Hernández, la señalaron de proporcionar apoyo material a las actividades de tráfico de drogas del cártel de Sinaloa. Por ello el Departamento del Tesoro los incluyó en la lista negra de cabecillas del narcotráfico el 6 de julio de 2012. En fecha diversa también se enlistó a Iván Archivaldo y otros hijos de “El Chapo”.

Los príncipes del narco

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Sean Guzmán, Beltrán o Zambada cada familia de la nobleza criminal tiene a sus herederos perfilados para conservar el poder. Sin embargo, existe una nueva camada de narcotraficantes que los desafía.

Luego de la confusión originada por el secuestro casi express de supuestamente dos de los hijos de Joaquín 'El Chapo' Guzmán por los integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación, en donde se asegura que la negociación se logró gracias a la intervención de Ismael "El Mayo" Zambada; el periodista y escritor mexicano Héctor De Mauleón, habló este día en su columna de opinión publicada en el diario El Universal, sobre el cambio generacional de mandos que sufren actualmente los cárteles de la droga. 

En el análisis hizo hincapié en como los relevos de autoridad  de parte de los antiguos líderes y fundadores hacia sus vástagos se está gestando en un ambiente alarmantemente violento y presionado por los ajustes de cuentas, las negociaciones y venganzas entre los mismos 'cachorros de la mafia', tal y como los bautiza.

EXISTE UNA NUEVA CAMADA DE NARCOTRAFICANTES Y ESTÁ DESAFIANDO A LOS NUEVOS DELFÍNES, YA QUE TAMBIÉN ASPIRAN AL LUJO, LAS ARMAS Y ESTÁN DISPUESTOS A CUALQUIER NIVEL DE DERRAMAMIENTO DE SANGRE.

Aludiendo que las organizaciones criminales actuales en el país fungen como una especie de monarquía, en la que tanto el poder y territorio se heredan, De Mauleón detalla como una nueva camada de narcotraficantes está desafiando a los nuevos delfínes, y que también aspiran al lujo, las armas y están dispuestos a cualquier nivel de derramamiento de sangre.

De Mauleón hace mención, a lo que en días pasados manejaban igualmente los medios internacionales, al estilo de vida poco modesto, colmado de excesos, festejos y presunción.

Conducta que se ve reflejada en las letras de los corridos que a su vez 'ambientan' la ola de violencia imperante, la mayoría de los 'príncipes del narco', tiene una canción en su honor, lo que ratifica su importancia y heroísmo, y da certeza de la cuna criminal noble a la que pertenece.

Héctor relata como una serie de acontecimientos donde alternan todos los efectos colaterales provocados por la toma de decisiones de quienes ejercen el poder, poder monopolizado por unas cuantas familias, ha desencadenado rupturas de acuerdos y baños de sangre, que los vasallos ajenos a la nobleza de la mafia, pero que participan en ella, ven atentos a la par que detectan los puntos débiles que les den la oportunidad de arribar también a puestos de mando y dominio.

EL HIJO DEL MOCHOMO: CRIADO ENTRE FIERAS GRANDES

Se ha criado entre fieras grandes / por algo salió muy listo / soy hijo de un gran señor, que le apodan El Mochomo / soy noble amigo y sencillo y de eso nunca presumo / le doy la mano al amigo y a los enemigos plomo, estos son algunos de los versos del corrido del hijo de  Alfredo Beltrán Leyva.

Mauleón detalla en su columna que en Junio un comando armado iba en busca del hermano mayor de El Chapo, Aureliano Guzmán, apodado El Guano, quien decretara hace un año el asesinato de Ernesto Guzmán Hidalgo, suegro de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo. El cadáver del hombre apareció con los índices cercenados y guardados en el bolsillo del pantalón.

Entonces, según De Mauleón el hijo de El Mochomo, y nieto del hombre asesinado, actuaría en venganza.


"EL MINI LIC": EXCESOS Y AFÁN DE PROTAGONISMO

"Si señor, yo soy damaso / Soy hijo del licenciado / De Culiacán y mi gente / siempre he tenido el respaldo / Y yo estoy porque me pusieron / les agradezco ese gesto / Yo vivo pa’ la gerencia y a mi padrino respeto", este es un fragmento del corrido de Dámaso López Jr., 'El Mini Lic', entrenado desde muy joven en los secretos de la operación criminal, es hijo de Damaso López Núñez, “El Licenciado”, un ex agente de la Policía Judicial, quien habría sido el responsable de orquestar la fuga de Guzmán Loera del penal de Puente Grande, posteriormente  la DEA acusaría a El Licenciado de haber traficado a Estados Unidos cargamentos de droga por 280 millones de dólares.

De Mauleón recuerda como en sus redes sociales El Mini Lic se declara “mente maniaca satánica endemoniada” y presenta fotos de autos y armas de alto calibre.

Este es el video de un narcocorrido que le dedicó el cantante Gerardo Ortiz, disponible en YouTube y con millones de reproducciones, aparecen maletines con dólares, mujeres esculturales, automóviles de lujo e incluso un león:

De Mauleón afirma que es criticado dentro del grupo criminal por supuestos afanes de protagonismo. El Mini Lic, según autoridades antinarcóticos, es representante del Cártel de Sinaloa en Baja California Sur y responsable de asesinatos y otros hechos de violencia en Los Cabos.

SERAFÍN ZAMBADA: DE LOS GRANDES HEREDEROS, ES EL MAS APODERADO

“Serafín será principio / pero ya viene pesado / trae madera de los finos / y su padre es el Padrino”, dice el que le compusieron a Serafín Zambada, heredero de Ismael El Mayo Zambada.

El 20 de noviembre de 2013, fue detenido en la frontera con Nogales por autoridades estadounidenses.

Según el semanario Zeta, el Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos negó tenerlo bajo su custodia. Se presume que fue liberado. Se sabe que admitió que la DEA le decomisara 250 mil dólares. Pero hasta la fecha no se ha tenido rastro de él. 

En su columna Hector de Mauleón, también comenta como Serafín en sus redes sociales solía subir fotos de viajes, camionetas, rifles bañados en oro y animales exóticos: “Mi gatito ya da miedo”, escribió al subir la foto de un tigre.

“Mi gatito ya da miedo”, escribió supuestamente al subir la foto de un tigre, esta imagen fue una de las que circuló en redes sociales, y se le atribuía a Serafín Zambada.  Sin embargo, nadie la ha confirmado como genuina. Foto: Archivo

ARCHIVALDO GUZMÁN: LA FUERZA EN LAS VENAS

“Yo crecí en Guadalajara, ahí le entendí a la movida, y los negocios de mi padre son derecho de familia”, canta el corrido de Archivaldo Guzmán Salazar, hijo de El Chapo.

Iván Archivaldo Guzmán, lidera la galería de los narcojuniors, que no nacieron en la carencia que describen sus progenitores, sino que fueron engendrados y criados en la opulencia.

"Tengo el apoyo del viejo, de los grandes jefes, de aquí de la empresa, del negocio de mi padre ahora estoy al mando, Yo soy la cabeza //  mi hermano Alfredo ya sabe,  que tiene mi apoyo". Es un fragmento de otro de los corridos que tiene Iván Archivaldo y donde se hace mención de su hermano menor Alfredo.

En junio de 2005, en Zapopan, Jalisco, Iván Archivaldo Guzmán Salazar fue detenido tras un accidente de tránsito al salir de una fiesta. Se le indentificó como hijo de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo, entonces el hombre más buscado en México y Estados Unidos. Se le sentenció a cinco años de prisión por lavado de dinero pero fue absuelto en 2008 por falta de pruebas.

Se presume que “El Chapito” sí tuvo, o tiene, implicaciones directas en los negocios de su padre, estimados en muchos miles de millones de pesos. Un emporio ahora sin su principal cabeza, pero que incluye transacciones que van más allá de las drogas y que se extienden a los sectores inmobiliarios, la hotelería y el turismo y agencias automotrices, entre otros.

En resumen anuncia Hector De Mauleón, "esta es nueva generación del terror: la de los cachorros del narco", pero ante el despligue de poder privilegiado y ostentación, corregiríamos, no de cachorros, ellos ya son los susesores 'legítimos' del 'narcopoder', ellos son:  Los Príncipes del Narco"

Los Chapitos exhibicionistas y la violencia en La Tuna

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Aseguran que en el mundo del narcotráfico no es bien vista la actitud que tienen estos "narcojuniors" al presumir sus lujos

México.- El secuestro en Vallarta de Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, los dos hijos del Chapo Guzmán, no puede desligarse de lo sucedido el 11 de junio pasado en el poblado La Tuna, en Badiraguato, Sinaloa, la tierra natal del Chapo, donde residen su madre y parte de su familia. 

Ese sábado 11 de junio, un comando de 150 hombres, encapuchados, uniformados y fuertemente armados, ocupó La Tuna, luego de un recorrido que burló, algo inédito, los controles de seguridad del propio cártel de Sinaloa en torno a esa comunidad, en busca del hermano mayor del Chapo Guzmán: Aureliano Guzmán Loera, El Guano.

Se aseguró que fue una expedición enviada por los Beltrán Leyva para vengar la muerte de un medio hermano del Chapo, Ernesto Guzmán Hidalgo, ordenada por El Guano. Aureliano no estaba ese día en el pueblo pero sí varios de sus principales operadores, que fueron ejecutados. La casa de la madre de Guzmán Loera, Consuelo, también fue tomada, y los sicarios se llevaron cuatrimotos, enseres y objetos de valor, pero ella no fue agredida.

Como respuesta, los Guzmán enviaron 200 hombres, traídos de distintas partes del país, para que enfrentaran a los invasores y recuperaran La Tuna. Pero los invasores se retiraron antes, rumbo a Culiacán. Las fuerzas de seguridad llegaron casi una semana después cuando se enteraron de lo sucedido por los desplazados de las comunidades de Arroyo Seco, La Palma y La Tuna, quienes huyeron de sus hogares.

Lo sucedido en La Tuna era, para los parámetros del mundo del narcotráfico, inconcebible. Se dijo que había sido una incursión de los Beltrán Leyva porque así se presentaron los sicarios, e incluso que éstos se habían reagrupado en torno a Rafael Caro Quintero, para disputarle el control a Guzmán Loera.

El propio Caro Quintero, en una entrevista que no fue tal, sólo el envío de un mensaje para los propios cárteles, dijo que él no tenía nada que ver y que era amigo tanto de Chapo como del Mayo Zambada. No sé si son amigos, pero fue lo único aparentemente convincente que dijo Caro Quintero en aquella publicación.

Luego vino el secuestro de los hijos del Chapo, en una operación demasiado limpia. Hay datos que hacen a ese hecho, como al ataque a La Tuna, inconcebible: ¿es verdad que los dos hijos del Chapo, que son jefes de parte del cártel de Sinaloa, estaban cenando sin ningún operativo de seguridad cercano y perimetral que los protegiera? ¿Que pudieron ser secuestrados sin violencia, sin que nadie los defendiera, sin que aparecieran fuerzas de seguridad en un lugar tan público?

No suena lógico: lo presumible es que haya existido, como debe haber ocurrido en La Tuna, una traición interna, alguien ordenó desprotegerlos, los entregaron, como alguien había desprotegido y entregado el poblado donde viven la madre y el hermano mayor del Chapo.

Los Chapitos han sido liberados luego de una negociación con su padre y sus operadores cercanos. La filtración de las imágenes y videos del secuestro muy probablemente tuvo como razón de ser demostrar que se los llevaban sin violencia extrema, que no buscaban matarlos (podrían haberlo hecho sin problema) pero también mostrar lo desprotegidos que estaban. Se divulgaron porque fue un instrumento de negociación.

Es probable que los secuestradores hayan sido, como se dijo, del cártel Jalisco Nueva Generación, pero lo importante es el mensaje que se enviaba. Se asegura que el negociador para la liberación de los jóvenes fue el Mayo Zambada: es lógico, es quien ha manejado el cártel durante los años en que el Chapo estuvo prófugo y más aún desde que fue detenido.

A El Mayo, dicen fuentes de inteligencia, no le gustó cómo actuó el Chapo y su afán de protagonismo luego de la fuga, incluyendo todo el tema de Kate del Castillo, Sean Penn, la película, la entrevista. Iván y Alfredo tienen cuentas en redes sociales donde exhiben carros, mujeres, armas, amenazan, son públicos. No es casual que del celular de Alfredo sólo se haya divulgado su foto con Kate.

Nunca el exhibicionismo fue redituable en el mundo del narcotráfico. Amado Carrillo fue asesinado por su propio cártel cuando comenzó a salir en medios, a darse a conocer en La Habana y Buenos Aires, cuando dejó de ser útil. 

Me temo que algo similar está sucediendo con el Chapo, quizás con la diferencia de que el Mayo y otros mandos del cártel no quieren terminar de romper con él, pero tampoco aceptan que intente seguir mandando desde la cárcel y mucho menos que sus hijos, unos recién llegados desde la óptica de los viejos jefes, quieran presentarse como sus sucesores. 

Uno de los más importantes hombres de la inteligencia mexicana me decía hace años que no era verdad que no se dialogaba con los cárteles o que éstos no lo hacían entre ellos. Lo que sucede, explicaba, es que ese diálogo se realiza por medio de acciones, gestos, decisiones, públicas o privadas, todo tiene una lectura y todo es un mensaje. La Tuna y el secuestro de los Chapitos, son, en ese sentido, mensajes claros y contundentes.

Dentista ejecuta a cuatro vecinos en Guanajuato

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GUANAJUATO, Gto.- Cuatro personas fueron asesinadas de un disparo en la cabeza por un vecino que salió con un arma y discutió con ellos mientras se encontraban conviviendo en un campo de futbol en una comunidad de Yuriria, al sur del estado.

El responsable, quien ya fue detenido, un dentista de profesión, simplemente apuntó contra cada uno y les fue disparando a todos a la cabeza.

“¿Quién sigue?”, le escuchó decir uno de los integrantes del grupo que alcanzó a correr para refugiarse en su domicilio.

Esto ocurrió en lunes por la noche en la comunidad de Cerano, en el municipio de Yuriria.

La Policía Municipal fue notificada poco después de las 21:00 horas de que había cuatro personas sin vida tiradas en un campo de futbol en la referida comunidad.

Al acudir al campo ubicado en la calle 5 de Febrero, encontraron los cuerpos de tres hombres tirados a un costado de una de las porterías.

Más adelante, ya sobre la calle, estaba otro cadáver, también de una víctima del sexo masculino.

En el lugar había varias botellas de cerveza y por lo menos 17 casquillos que posteriormente fueron identificados por los peritos de la Procuraduría local como de 9 milímetros.

Los investigadores que acudieron para hacer el levantamiento pudieron hablar con un testigo, quien se encontraba en el grupo que aparentemente convivía y consumía algunas bebidas en el campo deportivo esa noche.

El hombre narró que mientras departían, otro vecino se les acercó y comenzó a discutir con uno de ellos, de nombre Ricardo Estrada Anguiano.

De manera inesperada, el vecino sacó de entre sus ropas una pistola y le disparó a Ricardo en la cabeza.

Después volteó a ver a los demás y preguntó “¿quién sigue?”, y abrió fuego contra Guadalupe, hermano de Ricardo.

El testigo comenzó a correr en dirección a su casa con la intención de ponerse a salvo, pero alcanzó a observar cuando el hombre disparó en varias ocasiones más, apuntando a otros dos integrantes del grupo.

El subprocurador de Justicia de la Región C, René Urrutia de la Vega, confirmó que las cuatro víctimas murieron por heridas de arma de fuego en la cabeza.

Hasta esta tarde sólo habían sido identificados los hermanos Ricardo y Guadalupe Estrada Anguiano, de 27 y 35 años.

La Unidad Especializada en Investigación de Homicidios se hizo cargo del caso.

La guerra entre Los Zetas y el CDN; así es la vida cotidiana en Tamaulipas

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FOTO: En la imagen presuntos miembros de los Zetas de la Vieja Escuela en un video amenazando a sus rivales del Cártel del Noroeste CDN.

Su enorme casa con jardín en Ciudad Victoria, Tamaulipas, se encuentra rodeada por altos muros; y esa casa, a su vez, está dentro de una comunidad resguardada por vallas aún más altas y rodeada por guardias de seguridad. Pero incluso aquí, sentados en su sillón y rodeados de fotografías familiares e imágenes religiosas, este empresario sigue sin sentirse seguro.

"Nadie confía en nadie", dijo. "Hace diez años, esta casa no estaba cercada. Los hijos de los vecinos venían a jugar aquí".

Pero en los últimos tiempos, él ha ido al funeral de cuatro amigos cercanos y mandó a sus hijos a vivir en lugares más seguros. Como casi todas las personas con las que se puede hablar en Tamaulipas, al noreste de México, el hombre de negocios sólo hablará de los problemas de seguridad si puede permanecer en el anonimato. Aquí todos tienen miedo a represalias de los criminales.

'Nadie confía en nadie... hace diez años, esta casa no estaba cercada'.

Esta entidad fronteriza con Texas, ha sido el centro de los esfuerzos del gobierno para contener a los cárteles del tráfico de drogas desde que el expresidente Felipe Calderón lanzó una campaña militar contra el crimen organizado hace ya una década. Su sucesor, Enrique Peña Nieto, continúa por el mismo camino.

Una ofensiva particularmente intensa contra el conocido cártel de Los Zetas, cuya base está en este estado, logró derribar a la mayoría de los líderes del grupo entre 2012 y 2015. Pero poner a estos famosos líderes criminales tras las rejas, o bajo tierra, ha servido de poco para salvaguardar la seguridad. De hecho, los habitantes de Ciudad Victoria, la capital, dicen que las cosas nunca habían estado tan mal en Tamaulipas. Esto es aprovechado por las facciones de Los Zetas, que luchan para llenar los vacíos dejados por la estrategia del gobierno.

Una prueba de lo mal que andan las cosas se dio en marzo de este año, cuando una 'narcomanta' [cartel colgado en algún lugar público con un mensaje de los criminales], amenazaba con comenzar a asesinar a civiles si el gobierno no detenía el proceso de extradición de dos líderes encarcelados. Desde entonces, otras 'narcomantas' han reiterado la amenaza y los homicidios han aumentado.

"El estilo de vida ha cambiado completamente aquí en Victoria", dijo el propietario de una pequeña tienda casi en secreto.

El hombre admitió que paga una cuota a los cárteles a cambio de protección para que dejen tranquilo su negocio, pero aún así vive con miedo. Su familia está en contacto todo el tiempo a través de un grupo de WhatsApp, en el que todos los miembros informan dónde se encuentran, con quién están y a la hora que llegarán. Todos están conscientes de lo que puede pasar. El hombre dijo que uno de sus tíos fue asesinado por Los Zetas en 2015, sin razón aparente.

"Llegaron a su casa armados, lo sacaron para luego llevárselo y después lo mataron", dijo. "¿Por qué? Quién sabe".

El número de homicidios en México aumentó en los primeros años de la ofensiva de Calderón contra los cárteles, y luego disminuyó un poco al final de su mandato de seis años y durante los primeros del gobierno de Peña Nieto. Pero ahora, la estadística de asesinatos han vuelto a subir. De acuerdo con cifras oficiales, hubo 10.301 homicidios entre enero y junio de este año. Esto es un 15 por ciento más que el número de muertos durante el mismo periodo en 2015, aunque el promedio de 57 homicidios al día sigue siendo menor que de lo que fue en 2011, año en que alcanzaron un pico.

Muchas de las peores atrocidades a lo largo de la década fueron cometidas por Los Zetas en Tamaulipas, como la masacre de 72 migrantes centroamericanos desarmados e indefensos en 2010, en el pueblo de San Fernando.

El cártel de los Zetas se formó en el estado a finales de los noventa, cuando desertores del ejército y la policía fueron reclutados por el líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, como sus guardaespaldas. Fueron liderados por Arturo Guzmán Decena, alias Z-1, a quien el ejército asesinó en 2002.

El origen del nombre del cártel está rodeado de historias. Una de las más comunes es que no hay nada más después de la letra Z. El nombre infunde tanto miedo, que en algunas partes del país con fuerte presencia de Los Zetas, los lugareños evitan decirlo en voz alta, así que prefieren usar frases como "los de la última letra".

Heriberto Lazcano Lazcano, conocido como Z-3, se encargó de alimentar esa reputación después de que tomó el lugar de Z-1 y llevó al grupo a independizarse del Cártel del Golfo.

En 2010, la ruptura de los cárteles desató una de las peores guerras en suelo mexicano, librando varias de sus batallas más fuertes en Tamaulipas. Eso dio lugar a un esfuerzo especialmente enfocado a derribar a los líderes de Los Zetas.

La Armada de México asesinó a Z-3 en 2012. Esto dejó al cártel a cargo de Miguel Treviño Morales, apodado Z-40. Se cree que su captura se debió a los problemas internos que desataron la actual ola de violencia en Ciudad Victoria, donde Los Zetas han mantenido un fuerte dominio de la actividad criminal y de las autoridades locales.

'Eso es terrorismo, en toda la extensión de la palabra'.

"Un grupo quiere el control de Victoria, y el otro no lo quiere soltar", dijo un oficial del estado de Tamaulipas, nacido y criado en Ciudad Victoria, quien alguna vez sirvió en el ejército mexicano. "Antes le rendían cuentas a un jefe, a un solo patrón".

El oficial de policía estatal, quien también pidió permanecer en el anonimato por miedo a posibles represalias, identificó a una de las facciones de Los Zetas como el Cártel del Noroeste, supuestamente dirigido por Kiki, también conocido como Kiko Treviño, un sobrino de Z-40 y Z-42. El otro bando es llamado Grupo Bravo, también conocido como Vieja Escuela Z. Los nombres pueden dar la impresión de que las peleas son entre antiguos y nuevos líderes, pero la rivalidad tiene más qué ver con los diferentes bastiones territoriales y la falta de líderes que puedan mantenerlos juntos.

"Sucede lo mismo que con las hormigas", dijo un policía sobre la 'kingpin strategy', estrategia desarrollada en 1992, por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) para combatir directamente a los líderes criminales, lanzada por Calderón en 2006, continuada por Peña Nieto. Explicó que cuando terminas con la "hormiga reina" y no terminas con todo, los insectos se reagrupan y vuelven al hormiguero; eso, o alguien más toma el lugar de la reina.

El resultado en Ciudad Victoria, añadió el policía, ha hecho que ahora él tema por sus familiares y amigos como nunca antes lo había hecho por las amenazas de matar civiles hechas por los cárteles

"Eso es terrorismo, en toda la extensión de la palabra", expresó.|

La 'narcomanta' del mes de marzo, que amenazaba con matar civiles al azar, a menos de que el proceso de extradición contra los hermanos Treviño fuera detenido, refleja de qué manera la kingpin strategy le ha fallado a la gente de Ciudad Victoria.

Mientras los gobiernos de Estados Unidos y México celebran la captura y extradición de los importantes capos, no faltan los delincuentes de rango medio dispuestos a tomar su lugar y colgar cartas pobremente escritas a los presidentes. La manta colgada en marzo llama, con una pésima gramática, a Kiko como el líder máximo, quien ha dejado claro que está dispuesto a asesinar con tal de conseguir lo que pide.

La narcomanta del mes de marzo amenazando con asesinar civiles.

Esa siniestra amenaza no apareció en los diarios locales. Se regó a través de las redes sociales, o de boca en boca en Ciudad Victoria. Los periodistas están demasiado asustados para publicarla.

"Es muy frustrante", dijo la reportera de un diario local de Tamaulipas.

'Seguiré ordenando ataques a la población civil en Ciudad Victoria'.

El diario, explica, se ha mantenido al margen de publicar historias sobre seguridad desde que la violencia aumentó luego de la separación de los cárteles del Golfo y Los Zetas en 2010. Hasta el momento, dijo, su diario apenas hace reportajes sobre los boletines de gobierno que detallan el número y el lugar de los muertos. Añadió que en la mayoría de las fotografías de esos mismos incidentes, publicadas casi siempre en internet, se pueden ver más cuerpos de los que dicen esos informes.

"La gente quería saber por qué no estábamos publicando lo que estaba pasando en realidad", dijo. "No era porque no quisiéramos publicar lo que sabíamos. Simplemente no valía la pena arriesgar nuestra vida".

La reportera dijo que hubiera sido un suicidio tratar de averiguar por qué hombres armados asesinaron a 11 personas de una misma familia el mes de julio: cuatro niños, cinco mujeres, dos hombres y el perro de la familia. Una de las mujeres y dos niños eran ciudadanos estadounidenses que visitaban a su familia en Ciudad Victoria. Otras ocho personas fueron asesinadas y 24 resultaron heridas en un tiroteo esa misma semana.

El Cártel del Noroeste asumió la responsabilidad por la masacre en una manta firmada por Z-40. El texto aseguraba que la masacre era una venganza por la falta de protección que el gobernador Egidio Torre Cantú les debía a cambio de los sobornos que recibía.

"Recojan a los civiles muertos que les dejé", se leía en la manta. "Seguiré ordenando ataques a la población civil en Ciudad Victoria".

Días después un hombre armado asesinó a cinco miembros de otra familia en la misma ciudad. Las autoridades encontraron los cuerpos cubiertos de balas de la abuela, la madre, sus dos hijos y una bebé de cuatro meses.

"Seguiré ordenando ataques a la población civil en Ciudad Victoria," afirma la narcomanta. 

Un profesor en Ciudad Victoria nos dice que uno de los chicos asesinados era un estudiante de preparatoria en la escuela donde él trabaja, aunque no era su alumno. Sus estudiantes, de entre 13 y 15 años, luchan con la constante presión ejercida por la violencia, así como con los intentos de reclutamiento que llevan a cabo los grupos criminales.

El profesor narra que algunas veces tiene problemas para llegar al trabajo debido al peligro en las calles. Una vez que logra llegar a la escuela, le preocupa que alguno de sus estudiantes esté trabajando para los cárteles. "El problema es que no puedes ser estricto; los estudiantes dan miedo. No sabes quienes son, quienes son sus padres o sus vecinos".

La profunda desconfianza que permea en la ciudad hace que sus habitantes eviten salir de noche y tengan cuidado con lo que dicen en todos lados.

Y no parece haber ninguna salida a tales problemas. El maestro se aferra a la esperanza de que esa colisión política pueda ser negociada sin dañar a la población civil, y se ríe ante la idea de que cualquier gobierno pueda hacer de Tamaulipas un estado libre de cárteles.

"Todos esperamos que el nuevo gobierno logre un arreglo con uno de los grupos de chicos malos", dijo, "para que los cárteles nos dejen trabajar y nos dejen vivir".

“Ahora sí cabrones, salgan… aquí estamos Los Chapitos, no se rajen”: Los tres frentes de “Los Chapitos”

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Los hijos del encarcelado líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, ya habían abierto diferentes frentes en el Estado, al disputar a otras facciones el mercado del narcomenudeo, ir eliminando competidores y exhibir fuerza en una plaza sensible para el narcotráfico como Culiacán. Fuentes del gabinete de seguridad le atribuyen a su gente el levantón y posterior muerte del director del certamen Miss World México, Hugo Rubén Castellanos Jiménez, entre otros hechos que ponían en riesgo los acuerdos al interior del Cártel de Sinaloa, por lo que el plagio de Jesús Alfredo Guzmán Salazar en Puerto Vallarta ha sido un torpedo que, mientras aparece vivo o muerto, abre un boquete al diezmado imperio del “Chapo”  

Sinaloa.- Mientras que el Comandante de la Novena Zona Militar, General Rogelio Terán Contreras, calificó como un “hecho aislado” el secuestro de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo del “Chapo” Guzmán, sin consecuencias para el Estado, la coordinación de seguridad pública estatal se mantiene en alerta. En el análisis de la coordinación de seguridad pública estatal, los grupos criminales que se encuentran en confrontación con el Cártel de Sinaloa, avecindados en los municipios de Rosario y la sierra de Mazatlán, originarios de Nayarit y Jalisco, pudieran aliarse con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para iniciar una guerra en territorio sinaloense.

De acuerdo con la propia Procuraduría General de Justicia, en voz del subprocurador Jesús Martín Robles Armenta, en el sur sinaloense las células de los Beltrán Leyva que irrumpieron por la frontera nayarita, disputan a las facciones Guzmán y Zambada, los territorios de Mazatlán y Rosario. Ello ha causado masacres como la del 13 de febrero pasado, cuando once personas fueron asesinadas en la sierra de San Ignacio, y la del 16 de junio, cuando siete leñadores de Cacalotán fueron desmembrados por Los Tanquetas de Nayarit, quienes controlan la región.

El panorama en la seguridad ya se había complicado con la oleada de homicidios en Culiacán, que provocaron las bajas de uno y otro lado. Los Menores, clave con que se distingue a los hijos del “Chapo” Guzmán, ya habían abierto tres frentes al interior de los grupos criminales en la entidad, incluso con antiguos aliados, según las fuentes consultadas de la coordinación de seguridad. 

 A tres fuegos 

Uno de ellos era que al pretender afianzar el control territorial del narcomenudeo en Sinaloa, sobre todo en los municipios de Culiacán y Navolato, los Guzmán Salazar desplazaron a la facción dirigida por Dámaso López Núñez “El Licenciado” y su hijo Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”, originario de la sindicatura de El Dorado, al sur de la capital.

Las fuerzas de Los Dámaso iniciaron un repliegue cuando los tiroteos se sucedieron entre la célula de Los Chimalis, leales a Iván Archivaldo, y Los Montana, liderados por el “Mini Lic”. “La gente de Los Dámaso bajaron al perfil muy abajo porque no quieren pelea con los hijos del ‘Chapo’”, comentó un agente de la Procuraduría General de Justicia consultado.

El segundo frente detectado era que para llevar a cabo el control territorial en la capital, dividida entre los Guzmán, los López Núñez y los Zambada, Iván Archivaldo creó bajo sus órdenes a células de pistoleros como Los Ninis, liderado por un joven solo identificado por la Policía Ministerial del Estado como “El Nini”, y a Los Güeritos, cuyo líder fue levantado junto con Alfredillo Guzmán en Puerto Vallarta.

También mantiene a uno de sus principales pistoleros, identificado como “El Panu”, en los ajustes de cuenta que se suceden en la capital. A sus gatilleros se les atribuyó la instalación de un cordón de seguridad (falso retén, según la PGJE) cuando el director del certamen Miss World México, Hugo Rubén Castellanos Jiménez, salió del antro Ópera –conocido por ser punto de reunión de narcos-, fue él quien coronó a Melissa Lizárraga en el evento celebrado la noche del sábado 6 de agosto. 

El avance por Mazatlán El tercer frente, de acuerdo con la coordinación de seguridad, se inició en el puerto de Mazatlán, cuando el grupo vinculado a los Beltrán-Zetas que domina esa parte del Estado colocó narcomantas en diferentes puntos de la ciudad porteña el 21 de junio, con la advertencia:

“Mendigos chapos ‘Z’ ya dejen de echarle la culpa a otros, nosotros somos independientes, volteen a ver  la tranquilidad que hay en todo lo que manejamos nosotros, está así porque somos hombres y no tenemos necesidad de matar gobierno y mucho menos secuestrar ni despojar a la pobre gente de sus casas como ustedes. Lalo, Ivan Archivaldo, Gabito y Loya verán lo que les viene muertos de hambre”.

Al iniciar 2016, en enero, un grupo de pistoleros conformado por varias camionetas tomó por asalto a una hora en que cientos de turistas locales abarrotaban los restaurantes de comida tradicional, y comenzaron a disparar al aire para amedrentar a los habitantes de la sindicatura de El Quelite, considerado “Pueblo Mágico”.

Según testigos de la balacera, que con indignación publicaron en las redes sociales cómo corrieron los escasos policías de la comunidad, uno de los sicarios gritó:

“Ahora sí cabrones, salgan… aquí estamos Los Chapitos, no se rajen pinches Zetas”. 

El tiroteo, negado por el alcalde panista Carlos Felton González, fue confirmado por la Procuraduría General de Justicia, que recogió cientos de casquillos de varios puntos del poblado, ubicado en la zona rural del municipio de Mazatlán, a unos 21 kilómetros de la ciudad portuaria.

Dos semanas después, el 17 de enero, de nueva cuenta un grupo armado realizó una incursión a la comunidad de El Recreo. Según las fuentes de seguridad, buscaban al jefe de la plaza y a hombres armados que crecen en número.

Iván Archivaldo Guzmán Salazar

Tanto el Ejército como la Procuraduría también tienen detectados campamentos que levantan los grupos armados en la zona rural mazatleca. El 11 de junio, elementos del Ejército se enfrentaron a balazos con sicarios que habían “bajado” del campamento a un poblado a comprar víveres. En la refriega dos jóvenes pistoleros fueron abatidos, y en una búsqueda del resto de la célula, que lograron escapar, hallaron el campamento entre el monte, cerca de El Quelite.

De acuerdo con informes de la Fiscalía Estatal, estas células contrarias al Cártel de Sinaloa han ido avanzando paulatinamente desde el sur del Estado, controlando poblados serranos.

“Esa área (de El Quelite a Rosario) ha sido un corredor problemático en muchos de los casos donde también el Ejército ha tenido sus inclusiones en el área de monte, en ese corredor y también más al norte del puerto de Mazatlán”, comentó Robles Armenta, subprocurador de Justicia.

Para llegar a Culiacán hay que pasar por San Ignacio, plaza conflictiva con las gavillas de Ramón Gallardo Campista “El Gato” y las que son leales al desaparecido Librado Gamboa Ruelas “El Librado”, de filiación a la facción Guzmán. De ahí que en el análisis que realiza la coordinación de seguridad pública, el plagio de Jesús Alfredo Guzmán Salazar confronta a Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” con “El Chapo” y toda su estructura criminal.

Aunque no fue un frente iniciado directamente por Los Menores, el conflicto entre Alfredo Beltrán Guzmán “El Tito” y la familia Guzmán en plena sierra de Badiraguato -baluarte de las familias narcas-, también esa zona se mantiene en disputa, pues las áreas de seguridad han detectado que los grupos armados se mantienen entre los montes, a la espera. 

Dos juniors para el control del cártel 

Iván Archivaldo Guzmán Salazar

Iván Archivaldo Guzmán Salazar fue quien se alzó con el liderazgo de la facción de su padre, tras su captura en Mazatlán, Sinaloa, en 2014, y muy pronto se dieron discrepancias al interior con la muerte de Manuel Alejandro Aponte Gómez, un desertor del Ejército que llegó a jefe de pistoleros del cártel.

Informes de inteligencia militar advierten que ocurrió un distanciamiento desde entonces con Los Dámaso, a quienes “El Chapo” habría dado parte de su estructura. Guzmán Loera tenía innumerables refugios en la zona del Valle de San Lorenzo, al sur de Culiacán, de donde es originario “El Licenciado”.

Con la fuga de su padre del penal Altiplano, Iván Archivaldo volvió a su lugar, pero la segunda recaptura reactivó su liderazgo. Según la ficha de la Procuraduría General de la República (PGR), Iván Archivaldo nació el 15 de agosto de 1983, aunque la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) señala que es del 2 de octubre de 1980. Es el mayor de los hijos del matrimonio de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera con Alejandrina Salazar Hernández.

En 2004 se vio involucrado en la muerte de un joven en un accidente ocurrido en Culiacán, cerca del Puente Negro. En esa ocasión era acompañado por un hijo del entonces comandante de la Policía Ministerial, Reynaldo Gaxiola. Al año siguiente, en junio de 2005, fue detenido en Zapopan, Jalisco, al verse involucrado en el homicidio de dos jóvenes. Fue enviado a prisión y sentenciado a cinco años por lavado de dinero, pero en 2008 salió absuelto de los cargos por presunta corrupción de un juez.

Desde esos años se le ubicaba entre Jalisco y Sinaloa, pero tras la separación de “El Mencho” del Cártel de Sinaloa en 2011, él y su hermano Alfredo tomaron Culiacán como ciudad de radicación.

Jesús Alfredo

Jesús Alfredo Guzmán Salazar nació el 17 de mayo de 1986 en la ciudad de Zapopan, Jalisco, de acuerdo con la OFAC. De más bajo perfil que su hermano Iván, desde 2009 tiene una acusación abierta en la Corte para el Distrito Norte de Chicago, en cuyo pliego aparecen los nombres de su padre, de Ismael Zambada García, de Vicente Zambada Niebla y de Felipe Cabrera Sarabia.

El gobierno estadounidense lo ubica como importante operador de trasiego de droga y operador financiero de los negocios del “Chapo” Guzmán. En junio de 2012 la OFAC lo fichó y, a los días, la Marina anunció su captura en Jalisco, pero la pifia se desmintió y la PGR concluyó que el detenido era Félix Beltrán León, un culichi avecindado en Guadalajara. Se dijo que en las “chapomarchas” de Culiacán él estuvo presente entre el tumulto.

Un tercer hermano es identificado como César Guzmán Salazar, del que existen pocos datos biográficos.

Ovidio Guzmán

Ovidio Guzmán López, es otro de los hijos de la segunda esposa del “Chapo”, Griselda López Pérez. Hermano de Édgar Guzmán López -asesinado por una célula del “Macho Prieto” el 8 de mayo de 2008 en Culiacán-, tiene otro hermano varón de nombre Joaquín, quien está fuera del radar de las actividades criminales.

Ovidio fue fichado por la OFAC en mayo de 2012, y el Ejército Mexicano, tras abatir a Manuel Torres Félix “El Ondeado”, en octubre de ese mismo año, lo ubicó como coordinador de trasiego de cocaína sudamericana.

Ha tenido incursiones en las redes sociales, sin embargo, su perfil dentro del grupo que encabeza su medio hermano Iván es muy bajo.

Fuerzas Federales no cree en la liberación de hijo del Chapo

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Alrededor de mil soldados del ejército llegaron este domingo a Puerto Vallarta, Jalisco, para continuar la búsqueda de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, uno de los hijos del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán.

Fuentes federales consultadas expresaron su rechazo categórico a las versiones sobre la presunta liberación de Guzmán Salazar, luego de una supuesta negociación.

Añadieron que existen bases técnicas y científicas para descartar la posible liberación del hombre secuestrado hace una semana, junto con cinco acompañantes.

Los militares que llegaron a Puerto Vallarta vigilarán desde esa ciudad toda la costa jalisciense, y cuentan con información estratégica y tecnología de punta, además de que están en comunicación con el gobierno de Estados Unidos.

Asimismo, la misión castrense desplazada hacia el tercer puerto más importante de México estará en coordinación con la Marina, la Policía Federal y demás órganos de inteligencia y seguridad nacionales.

"CJNG y el MENCHITO LIBERARON a CHAPITOS pero se QUEDARON con el SUEGRO"

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Ya fueron liberados los dos hijos de Joaquín El Chapo Guzmán Loera que fueron secuestrados el domingo 14 de este mes en el restaurante La Leche de Puerto Vallarta, Jalisco. Sin embargo, los levantados fueron en total seis personas, y algunas de ellas siguen retenidas.

Esto, de acuerdo con información que obra en poder de los investigadores gubernamentales del caso, que me han proporcionado, a condición de no revelar la fuente.

Ese domingo, Iván Archivaldo estaba celebrando su cumpleaños en el cotizado restaurante que también es centro cultural. Mesa para 16. Estaban su hermano Alfonso y su suegro, según los datos que tienen las autoridades. Llegó un comando de seis personas y se produjo el secuestro múltiple que ha causado interés y también alerta.

nterés, porque en este país todo lo de El Chapo causa una extraña fascinación. Alerta, porque la primera hipótesis que siguió la Fiscalía de Jalisco fue que el Cártel Jalisco Nueva Generación estaría detrás del plagio, lo que implicaría el enfrentamiento de los dos cárteles más relevantes del país: el de Sinaloa, que es el más famoso, y el de Jalisco, que es el más poderoso.

Sin embargo, conforme avanzaron los días y la indagatoria fue atraída por la Procuraduría General de la República, surgió una segunda línea de investigación: posibles rivalidades dentro del propio cártel de El Chapo Guzmán. Se trataría de una disputa entre los hijos de este capo y Dámaso López Serrano El Mini-Lic, hijo de su compadre Dámaso López Núñez El Licenciado, uno de los tres jefes de la organización criminal de Sinaloa junto con El Mayo Zambada y ex número dos del penal de Puente Grande del que se fugó El Chapo en 2001.

De acuerdo con las mismas fuentes, la primera línea de investigación —la de Jalisco Nueva Generación— se ha ido fortaleciendo en las últimas horas y apuntalaría lo dicho desde un inicio por el fiscal tapatío, Jesús Eduardo Almaguer: que habían identificado a dos presuntos pistoleros de Nueva Generación en el video del rapto. Y ven detrás de todo esto a otro heredero, a Rubén Oseguera González El Menchito, hijo de uno de los patriarcas de CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho.

Fuentes oficiales me confirmaron que sí fueron secuestrados los dos hijos de Guzmán Loera, que se pagó una fuerte suma como rescate y que ya están libres. Sin embargo, no tienen certeza sobre si el suegro de Iván Archivaldo sigue bajo captura, pero sí saben que hay aún personas secuestradas.

Más le vale a la autoridad saber qué pasó y quién está detrás. Porque se trate de un asunto interno de un cártel o la rivalidad entre dos organizaciones, es como pocas veces alto y real el peligro de que se desate un baño de sangre que deje aún más frágil la seguridad nacional.

Según fuentes del Gobierno Federal , Así vivió el Chapo Guzmán el secuestro de sus hijos

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Algunos de los narcos más importantes mandaron mensajes a Guzmán, deslindándose del secuestro de sus hijos

Las autoridades que monitorean a Joaquín “El Chapo” Guzmán en su celda notaron que estaba inusualmente nervioso. Se movía de un lado a otro. Se tocaba la boca, se frotaba la cara, se apretaba los labios. Miraba a un lado y a otro.

¿Por qué luce tan intranquilo? ¿Estaría tramando otra fuga? ¿Un ataque? ¿Un golpe de esos que lo han llevado a ser leyenda internacional?

Acostumbrados a observarlo las 24 horas a través de las tomas de las cámaras inteligentes instaladas en el penal de máxima seguridad de Ciudad Juárez, Chihuahua, reportaron a sus superiores el comportamiento extraño del narcotraficante. No fuera a ser.

Al poco tiempo se dilucidó el motivo: sus hijos Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar habían sido secuestrados mientras cenaban en el restaurante “La Leche” de Puerto Vallarta, Jalisco, celebrando el cumpleaños del primero. Me lo relatan fuentes de alto nivel del gabinete de Seguridad.

La noticia del “levantón” de sus hijos, abundan esas fuentes, fue llevada al capo por su pareja Emma Coronel, en una de sus visitas. Joaquín Guzmán Loera no reaccionó iracundo, no golpeó las rejas ni vociferó. Contenido en sus emociones hasta donde pudo, incomunicado y aislado, trató de procesar la noticia y lidiar con la incertidumbre. Pero se le veían los nervios.

Cuando las autoridades penitenciarias supieron la razón de su inusual comportamiento, se acercaron al líder del cártel de Sinaloa con una propuesta.

Un enviado desde el alto nivel de la administración federal conversó con él para ofrecerle que presentara una denuncia ante el ministerio público. Que le podían llevar hasta el penal a quien le recogiera su declaración. Que les dijera de quién sospechaba, dónde creía que podían estar sus hijos, cualquier pista que contribuyera a dar con el paradero de los jóvenes.

Pero “El Chapo” se negó, agradeció y no dijo una palabra más sobre el asunto, me cuentan fuentes confiables.

Pasaron unos días más y se supo de la liberación de Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar. A su padre volvió la tranquilidad, la calma extraviada durante una semana.

SACIAMORBOS. La noticia del secuestro de los hijos de “El Chapo” Guzmán “calentó” las prisiones de máxima seguridad del Altiplano y Puente Grande, donde están recluidos algunos de los capos más poderosos de México, líderes de los cárteles con más presencia en el país.

Al conocer del asunto, estos personajes del mundo del crimen mandaron mensajes a Guzmán Loera deslindándose del rapto de sus hijos.

Me cuentan los que lo atestiguaron que aquello fue un hervidero. “Que le digan al señor Guzmán que nosotros no tuvimos nada que ver”, soltaba uno frente a los funcionarios del penal. “Nosotros no fuimos”, gritaba otro jefe de cártel cuando pasaba un custodio. Mensajes a través de sus abogados y sus visitas, incluso en gritos de celda a celda a otros miembros de la organización criminal de Sinaloa.

¿Quién lanzó ese desafío? ¿Quién cometió ese delito? El asunto está aún por dilucidarse.

"Sobre advertencia no hay engaño" Atte ; CJNG dejan narcomanta en kinder de Veracruz

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Este lunes por la mañana, fue hallado un supuesto “narcomensaje” en el interior del jardín de niños Nezahualpilli, ubicado en la colonia Miguel Hidalgo de la ciudad de Veracruz.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 07:00 horas de este día, cuando perosnal que labora en el kinder encontró una cartulina que llevaba escrita la leyenda “sobre advertencia no hay engaño, atte. C.J.N.G”.

Ante tal situación, tanto padres de familia como docentes del plantel decidieron suspender clases hasta nuevo aviso; de inmediato dieron parte a las autoridades encargadas de la seguridad.

La situación generó incertidumbre, pues se desconoce si se trata de una broma de mal gusto o de un mensaje intimidatorio por parte del crimen organizado.

El inmueble se ubica en callejon Amparo del Castillo, entre Moralidad y Heroismo y cuenta con un registro de nueve maestros y cerca de 200 alumnos de las etapas 1, 2 y 3 de preescolar.

Recrudece violencia en el sur de Veracruz: 10 muertos en los últimos 4 días

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Seis presuntos sicarios y secuestradores murieron abatidos por elementos de la Policía Estatal Acreditable con quienes se enfrentaron a balazos este día en el municipio de Uxpanapa, cuando fueron sorprendidos por los uniformados.

En la refriega, los presuntos delincuentes accionaron sus armas de fuego a bordo de dos vehículos, no obstante, en el lugar de los hechos una mujer y su hija de siete meses de nacida fueron rescatadas con vida y sin lesión alguna.

Ambas habían sido secuestradas días antes con lujo de violencia en su domicilio en el municipio de Uxpanapa.

Mediante un escueto despacho informativo, el gobierno del priista Javier Duarte indicó que “durante el rescate” se confiscaron armas largas y dos vehículos con reporte de robo.

La refriega, que duró varios minutos, ocurrió a la altura del puente de Otapa, en donde se inició una persecución en otros vehículos para recuperar a las víctimas.

Apenas la noche del lunes personal de la Unidad Especializada contra Secuestros de Coatzacoalcos rescató a una víctima que estaba privada de su libertad en una casa de Lomas de Barrillas, Coatzacoalcos, a unos 50 minutos de donde se originó la sanguinaria balacera.

El fin de semana, en Coatzacoalcos se registraron cuatro ejecuciones y, en dos de ellas, los victimarios –presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)– dejaron sendos mensajes de amenaza en contra de integrantes de Los Zetas, al asegurar que iniciarán una “limpia” en la zona sur de la entidad.

Dos de las víctimas fueron ultimadas en plena zona urbana de Coatzacoalcos y un empresario más fue abandonado en un paraje carretero, con el mensaje de amenaza e intimidación contra el grupo delincuencial rival.

San Fernando: seis años de horror y muerte sin tregua

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Entre la noche del 22 y la madrugada del 23 de agosto de 2010 tuvo lugar, en una carretera ubicada en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, una de las masacres que más han conmocionado a la opinión pública sobre la violencia que desgarra a México desde hace ya más de una década. Setenta y dos viajeros –esa fue la cifra oficial, se aseguró que todos ellos eran migrantes [1] en busca de cruzar la frontera hacia Estados Unidos– fueron asesinados brutalmente por una célula de Los Zetas –la organización delictiva de corte paramilitar que surgió a finales de los noventa como el ala armada del Cártel del Golfo, grupo del que se escindió hacia 2010 y que desde entonces ha sido protagonista de hechos de violencia inenarrables.

Los cadáveres de 58 hombres y 14 mujeres fueron encontrados por efectivos de la Secretaría de Marina un día después, en una bodega en el ejido de El Huizachal. Todos ellos maniatados y posteriormente asesinados, algunos de ellos tenían señales de haber sido torturados, otros mostraban un tiro de gracia en la frente.

La versión oficial es que los migrantes se negaron a un reclutamiento forzoso por parte de Los Zetas que, ante su negativa, los habrían matado. [2] Las investigaciones fueron –al igual que ocurre de manera consuetudinaria en el sistema penal mexicano– poco claras y siempre con la celeridad de un procedimiento que busca dar pronto carpetazo al asunto. Nunca quedó claro, por ejemplo, la razón por la que no fueron sujetos a secuestro extorsivo, como ha sido el caso de muchos otros indocumentados; tampoco si se trataba de una operación de tráfico de migrantes del grupo criminal contrario.

Según las notas de prensa, alrededor de la mitad de los cuerpos fueron identificados por los servicios forenses mexicanos. Unos días después de la masacre, el director de Seguridad Pública de San Fernando y el agente del ministerio público del fuero común que conducía la investigación desaparecieron. Sus cadáveres fueron encontrados pocos días después. [3]




Pero a este hecho ya de por sí atroz se sumó otro que daba cuenta de dimensiones de violencia aún más preocupantes. Pocos meses más tarde, el 1 de abril de 2011, 59 cuerpos más fueron hallados en ocho fosas clandestinas también en San Fernando. En este caso, también Los Zetas interceptaron un autobús de pasajeros del que obligaron a descender a determinados viajeros y, tras someterlos a torturas, los asesinaron. Este hallazgo dio lugar a una búsqueda más amplia de cadáveres en la zona. En total, se encontraron restos de 183 personas asesinadas por Los Zetas. La mayor parte de ellas, por traumatismo craneoencefálico, es decir, a golpes. [4]

Las autoridades mexicanas detuvieron a los responsables operativos de estas masacres: Martín Omar Estrada Luna, El Kilo, quien dirigía la célula que cometió los asesinatos en San Fernando; Edgar Huerta Montiel, El Huache, un exmilitar convertido en zeta, encargado de supervisar la zona y transmisor de las órdenes del encargado regional, Salvador Alfonso Martínez Escobedo, La Ardilla, quien recibiría la orden directa de Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, entonces jefe supremo de Los Zetas. La instrucción era detener camiones de pasajeros que se dirigieran hacia la frontera tamaulipeca, para obligar al descenso de determinados pasajeros a quienes se estableciera que constituían nuevos elementos al servicio de la organización contraria.

A seis y cinco años respectivamente de estas masacres, y más allá de las detenciones mencionadas e incluso de la muerte del propio Lazcano, es claro que el panorama de seguridad en San Fernando –y en general en Tamaulipas– no ha mejorado.

Hechos de horror semejantes han obligado a muchas familias a abandonar sus inmuebles en un proceso furtivo de desplazamiento forzado. Otros tantos, los que permanecen, viven en la angustia de mantener la esperanza viva, mientras aguardan en silencio –entre el temor a los delincuentes y a la complicidad de las instituciones de seguridad– a sus seres queridos que no han vuelto a sus hogares. Aquí la situación no permite siquiera la incipiente organización de los deudos que ya comienza a hacerse presente en otras regiones del país. Aquí, “Los Malitos” –como suelen llamar los pobladores en voz baja a los delincuentes, con ese diminutivo que busca congraciarse en la familiaridad y reverencia con aquellos de quienes desean evitar la ira– siguen dominando. A pesar de la presencia de múltiples fuerzas de los diversos órdenes de gobierno, Tamaulipas se ha convertido en tierra de nadie. Con procesos electorales en los que los ciudadanos parecen no tener la oportunidad de escoger entre dos caras del mismo problema, con las múltiples evidencias que apuntan a vínculos igual de impresentables.

Tamaulipas. San Fernando. Seis y cinco años de la misma receta que detiene delincuentes operativos a granel sin desmantelar el sistema que los auspicia, que los protege. Se inaugura la alternancia con las mismas instituciones de la impunidad emblemática. Cada vez más insustanciales, cada vez más diluidas. Todo ello, en medio de la continuidad de prácticas de violencia extrema, herencia perdurable de las tácticas de guerra no convencional en las que se especializaba el núcleo original de Los Zetas.

San Fernando, el punto de paso obligado para los tráficos de todo tipo, por ser el vértice que bifurca la ruta a Matamoros o a Reynosa. El asiento de cacicazgos de nexos turbios que arrancaron con los procesos de institucionalización del poder en el siglo pasado y perduran desde entonces. Pero también la zona rica en recursos energéticos ahora disponibles al mejor postor. ¿Quién trafica ahora la droga por ahí, si ésta no ha cesado de fluir por la región, a pesar de todos los operativos realizados? ¿Quiénes son y qué se disputan los ahora contendientes? ¿Quién se erigirá ganador cuando acabe esta guerra sin propósito discernible, por lo menos en lo público? ¿Quién está tomando provecho de esa transferencia masiva de recursos que la violencia ha significado, con el abandono de tierras y propiedades y apuesta ahora a nuevas ventanas de negocios de dimensiones trasnacionales?

Alto Lucero, así los malditos Zetas llegaron a ejecutar a la gente

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•Mujeres embarazadas y una anciana de 90 años de Alto Lucero suplicaron que no jalaran los gatillos 
•A Francisco Montero López lo desnucaron con la cacha de una metralleta y a Mario Montero Rodríguez, de 67 años, lo molieron a golpes. 
•“La gente que tiene propiedades en otros estados ya se fue de aquí”. Secuestradas y asesinadas dos personas de Actopan 
•“Jodidos los que no tenemos dinero y hay que quedarnos” cuenta un sobreviviente de la masacre

ACTOPAN, VERACRUZ, 24 de agosto de 2016.- “Yo estaba durmiendo con mi esposa en la hamaca, Había chamacos nadando en el arroyo cuando se escuchó el chilladero de llantas y salió toda esa gente; puro joven de 20 ó 25 años; pero con armas mejores que las del ejército. Gritaban que a todos nos iba a cargar la …”

Narra don Simón, un sobreviviente a la estampida de criminales que invadió El Caliche, Actopan, Veracruz. Una comunidad no mayor en extensión a diez campos de fútbol, con 75 habitantes y unas doce casitas de adobe. En aquel atardecer majestuoso no hubo orquesta de aves; el eco en las montañas fue emitido por proyectiles calibre 50. 

Diez minutos que difícilmente olvidará el entrevistado, asegura. Se trató de una tercera estación en la masacre de Alto Lucero. Allí fueron secuestrados Francisco Montero López de 40 años y su padre Mario Montero Rodríguez de 67. A uno lo desnucaron, presuntamente, con la cacha de una ametralladora; el segundo falleció molido a golpes. 

Al día de hoy el pueblo se mira desierto. Mientras en la capital veracruzana las clases se privan por manifestaciones, en los municipios de Actopan y Alto Lucero los alumnos no asisten a las aulas por miedo. 

“Esos canijos tenían apuntados cuatro nombres en su lista; tres se les pelaron. Estamos asustados porque creemos que van a regresar a terminar con su trabajo. La gente que tiene propiedades en otros estados ya se fue de aquí; por lo menos tres familias. Jodidos los que no tenemos dinero y hay que quedarnos” se lamenta el padre de familia. 

Es así como don Simón, nombre que se le ha dado por seguridad, ordena a su familia que se guarde en el domicilio. El hombre se acomoda en su asiento y comienza a mirar los campos verdes donde mujeres embarazadas y hasta una anciana de 90 años suplicaron que el gatillo de los fusiles no se presionara. 

MARIO MONTERO, ¿DÓNDE ESTÁ MARIO MONTERO?

“Llegó el convoy faltando diez minutos para las cuatro de la tarde. Los carros ni siquiera se habían detenido y esos canijos salieron corriendo y soltando disparos al aire, iban directo a las casas de sus víctimas”. 

“Uno de los Zavaleta; que también estaba en la lista, vive en aquella loma pasando el arroyo. Allí había niños y nosotros les gritábamos que se metieran rápido a sus casas. Recuerdo que esos hombres les gritaban: ¡Sáquense a la … o los matamos!“. 

“A Zavaleta le avisaron por radio y salió corriendo con su familia hacia la montaña. Cuando la gente buscó ya no había nadie. Fue como se llevaron al Pelón, al hermano. Ya no sabemos si por apellidarse igual o de pura venganza” supone don Simón.
  
Mientras tanto, en la parte baja del pueblo otro puñado de gatilleros gritaban, “Mario Montero, ¿dónde está Mario Montero?”.  El entrevistado cuenta que al hoy finado lo levantaron de su butaque (asiento de madera con forro de piel de borrego).

“Pancho Montero, el hijo, estaba dándole de comer a los gallos de pelea en el techo. Cuando escuchó el desmadre abajo dijo: “Yo soy Mario Montero”. Y esa gente le contestó: “Pues no eres tú, pero también te vas”. 

La madre de Francisco Montero asegura que perdió la vida de manera instantánea. Al descender del segundo piso, en socorro del padre, un encapuchado lo recibió con el filo de una metralleta. “Al Pancho lo llevaban arrastrando, creemos que ahí se murió porque en las fotos no se le ven más golpes” cuenta Simón. 
 
“MÉTANSE AL BAÑO, ESCÓNDANSE”

“Yo estaba durmiendo en la hamaca con mi esposa cuando uno de los sujetos se nos acercó con un rifle. Como pude me tiré al piso y le grité a mi familia: ¡métanse al baño, escóndanse! Ahí nos estuvimos, agachados, hasta que el desmadre pasó. Tardó como diez minutos; nosotros vimos todo desde una rendija”. 

“A uno de mis parientes se le metieron a su casa. Pegaban de patadas en la puerta y si no abría era por miedo. Rompieron los vidrios y a su señora, de nueve meses de embarazo, la tiraron al piso.todos les dijeron que si volteaban los iban a matar. Se llevaron la televisión y hasta una camioneta”. 

“Después de sacar todo, uno de los malosos, de los más chamacos, vio una jaula de loros que estaba sobre el cofre de un carro descompuesto, pues también se la jaló. Esa gente es de lo más cruel del mundo. Gracias a Dios nosotros corrimos con suerte y no nos hicieron nada” cuenta Simón cabizbajo. 

“En la tienda de aquí enfrente había como diez muchachos que estaban tomando refresco y jugando baraja. Pues a ellos los votaron panza abajo, lo mismo, que no voltearan. Una viejita ha de tener como 90 años, estaba acostada en su cuarto y también la sacaron y la tiraron al piso. Todos suplicaban que no los fueran a matar. 

A unos les robaron el dinero de sus vacas que habían vendido; otros de plano saquearon la tiendita. Me sorprendió, verdad de Dios, que a un costal de azúcar lo vaciaron, ahí echaron yogures y cajetillas de cigarro. Se llevaron todo.

El miedo que tiene toda la gente es que los mañosos no acabaron de levantar a la gente que venía en la lista. Creemos que van a regresar, por eso la gente del pueblo está yendo” cuenta el lugareño que hoy quisiera, más no puede, huir de Veracruz.

Así acaban diez minutos de terror en la comunidad de El Caliche, Actopan, Veracruz,  donde incluso se podía se dormir con las puertas abiertas, nadar en el arroyo de aguas puras y cosechar tomate hasta que el sol se ocultara. Simón, mientras tanto, ha desocupado el baño de madera por si las fuerzas del orden flaquearan y los criminales volvieran a cumplir con su encomienda.

VIDEO: Sicarios del Cártel del Golfo obligaron a Federales a retirarse durante balacera en Reynosa

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REYNOSA, Tamaulipas – Las autoridades mexicanas continúan encubriendo la violencia de los cárteles que se lleva a cabo en el estado, sobre todo los enfrentamientos donde hombres armados toman la delantera.

En uno de los enfrentamientos recientes, hombres armados del Cártel del Golfo lograron movilizar a un número mayor de hombres armados obligando a los agentes de policía a retirarse de una zona conocida por estar llena de casas de seguridad.

El enfrentamiento sucedió la semana pasada, cuando la Policía Federal de México había estado persiguiendo a un grupo de hombres que conducían un Chevrolet Malibu negro. La persecución se trasladó desde la carretera que une esta ciudad con Nuevo Laredo a la colonia Caracoles, donde los hombres armados trataron de perderse entre los residentes. Los residentes de los fraccionamientos Rancho Grande, Olmos y Hacienda Las Fuentes corrieron a cubrirse cuando pistoleros y policías intercambiaron disparos en el enfrentamiento armado.

Los hombres armados en el Malibu recibieron apoyo de una camioneta SUV con hombres armados, obligando a los agentes de policía a detenerse y buscar refugio. Un video tomado por un residente local muestra el momento en que oficiales de policía comienzan a recibir disparos y buscar refugio mientras vuelan balas. Mientras la lucha se intensificaba, los policías y los sicarios llamaron a fuerzas adicionales.


Una segunda camioneta cargada con hombres armados fueron los primeros en llegar para abrumar a las fuerzas federales. El abrumador fuego permitió a los sicarios y a los ocupantes del Malibu huir dejando atrás el coche dañado.

A pesar de varias cuentas de los vecinos sobre el enfrentamiento que se llevó a cabo, ni el gobierno de México, ni el gobierno de Tamaulipas publicó información en cuanto al intercambio de fuego o la razón de la persecución.Mientras que el gobierno de Tamaulipas ha seguido proporcionando una serie de comunicados de prensa en relación con la captura de los delincuentes y las incautaciones de drogas o artículos robados, la información sobre los enfrentamientos armados que suceden a lo largo de la frontera sigue siendo muy limitada.

Mujer que tuvo relaciones con Usain Bolt es esposa de Narco

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Jady Duarte, de 20 años saltó a la fama por tener una noche de pasión con Usain Bolt. Da declaraciones sobre el tema.

Mujer que tuvo sexo con atleta es esposa de NARCO

Jady Duarte, de 20 años saltó a la fama por tener una noche de pasión con Usain Bolt, el medallita olímpico que hizo historia en Río de Janeiro y es que como varios medios lo han difundido, se publicaron varias fotografías privadas de la noche en la que ambos estuvieron juntos. 

Hace unas horas Duarte fue entrevistada y calificó el encuentro con Bolt como "normal", dijo además que no intercambiaron números de teléfonos, pero que empezaron a seguirse mutuamente en Instagram. Entre las fotos que se filtraron aparece una en la que estaría recibiendo 100 euros, pero ella negó que el campeón la haya pagado.

"No recibí dinero", afirmó, según reporta O Globo.
La chica declaró además que se siente culpable por lo que hizo: "Bolt ahora debe quererme matar. Debe estar pensando: porque me saqué fotos con esa chica".

Y como parte de una de sus declaraciones más importantes, dijo que las fotografías también le perjudicarán a ella. 

"Es muy negativa. Nunca quise ser famosa, estoy muerta de vergüenza".
Reveló a la cadena brasileña que en su momento fue esposa y es madre de dos hijos de Douglas Donato Pereira -también conocido como Diná Terror-, un jefe narco de una favela de Río de Janeiro.

Diná Terror-, un jefe narco de una favela de Río de Janeiro.

Diná, conocido por las autoridades brasileñas por ser sanguinario y violento, murió en marzo en un tiroteo con la policía. Entre otros crímenes, Diná estaba acusado del asesinato de una joven de 18 años -quien además fue filmada mientras era torturada por los narcotraficantes- y el de otra chica de 19, asesinada a balazos por venganza.

Diná Terror murió en marzo. 

En el perfil Facebook de Duarte puede verse a la pareja, en posts donde ella lamenta la ausencia de Diná y recibe apoyo de los amigos.

Hijo de presunto operador financiero del CJNG, en la nómina de Guadalajara

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GUADALAJARA, Jal.- La administración municipal que encabeza el alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez, tiene en su nómina a Kurt Schmith Díaz, hijo de Sergio Kurt Schmith Sandoval, un empresario cercano al exgobernador panista, Emilio González Márquez.

Sergio Kurt Schmith fue detenido el pasado 19 de agosto, en el fraccionamiento Bugambilias en el municipio de Zapopan y señalado por autoridades federales como presunto operador financiero del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), grupo criminal encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.

Kurt Schmith Díaz fue integrado a la nómina municipal como empleado de soporte técnico, desde el mes de noviembre de 2015, según el portal de transparencia del ayuntamiento tapatío y su nombre se encuentra en el registro de la Coordinación de Desarrollo Económico, una instancia que depende de la jefatura de gabinete del ayuntamiento, la misma que encabeza el exlíder del partido Movimiento Ciudadano en Jalisco, Hugo Luna Vázquez.

La información salió a relucir al tiempo en que la regidora del municipio de Puerto Vallarta, Susana Mendoza Carreño denunció la supuesta relación de Luna Vázquez con Sergio Kurt, y la manera en que el primero promovió en el 2013 una bolsa de 6.3 millones de pesos para la realización de un festival de teatro denominado Fandango. Según la funcionaria, uno de los beneficiados con ese presupuesto sería Sergio Kurt Schmith, pero Hugo Luna lo negó.

El jefe del gabinete alfarista también negó cualquier vínculo con Sergio Schmith, pero se abstuvo de hacer algún comentario sobre el hecho de que el hijo de Sergio aparezca en la nómina de la dependencia que él encabeza.

César Guzmán, El tercer hijo secuestrado de El Chapo Guzmán

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El tercer hijo secuestrado de El Chapo Guzmán

No fue uno ni fueron dos, sino tres los hijos de “El Chapo” Guzmán a quienes se llevaron del restaurante La Leche de Puerto Vallarta el lunes 15

César Guzmán es el nombre del tercer hijo de “El Chapo” que fue secuestrado en Puerto Vallarta, Jalisco, según autoridades federales consultadas.

Unas horas después de que un grupo armado entró al prestigiado restaurante La Leche y se llevó a seis hombres la madrugada de este lunes 15, comenzó a trascender la versión de que uno de los “levantados” podría ser Alfredo Guzmán Salazar, hijo del capo del Cártel de Sinaloa. Al día siguiente, martes, me lo confirmó en entrevista el fiscal de Jalisco, Jesús Eduardo Almaguer.

El miércoles, se publicó que eran dos los hijos del narcotraficante los que habían sido secuestrados: Alfredo e Iván Archivaldo. Con el paso de los días esta versión fue también validada por fuentes oficiales.

Pero conforme han ido avanzando las indagatorias, funcionarios del área de inteligencia del gobierno federal que hablaron conmigo a condición de mantener el anonimato, supieron ayer que no fue uno ni fueron dos, sino tres los hijos de “El Chapo” Guzmán (súmele a César) a quienes se llevaron mientras estaban cenando para festejar el cumpleaños de Iván Archivaldo. La información que tiene la administración federal es que los tres ya fueron liberados.

Además, ha ido cobrando fuerza dentro del gobierno federal una hipótesis en particular sobre quién está detrás del secuestro:

Las miradas apuntan, según fuentes involucradas, hacia la figura de Alfredo Beltrán Salazar alias “El Mochomito”, sobrino de “El Chapo” e hijo de Alfredo Beltrán Leyva “El Mochomo”, detenido en México y extraditado a Estados Unidos hace dos años, donde se ha declarado culpable de conspiración para traficar droga.

En sus inicios, los hermanos Beltrán Leyva, comandados por Arturo, formaban parte de la organización criminal de Joaquín Guzmán Loera, pero en el sexenio pasado se separaron y entraron en guerra. Circuló en ese entonces que el rompimiento fue a consecuencia de que culparon a “El Chapo” de haber revelado al gobierno la ubicación de uno de los hermanos Beltrán.

Informantes de las autoridades federales dentro del mundo del hampa les han dicho que “El Mochomito” presuntamente estaría detrás de tres agresiones contra el Cártel de Sinaloa: la irrupción violenta en el rancho La Tuna, donde vive la mamá de “El Chapo”; el asesinato de dos sobrinos de Guzmán Loera en Ciudad Obregón, Sonora; y el secuestro de los hijos.

Su objetivo sería quedarse con el negocio del Cártel del Pacífico. Los funcionarios de las áreas de inteligencia indagan si habría también algún acuerdo entre “El Mochomito” y el Cártel Jalisco Nueva Generación para perpetrar el secuestro múltiple.

Dice el Inegi que Mexicanos se sienten satisfechos con su vida

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Un estudio del organismo encontró que los mexicanos le dan una calificación de 8.1 a su nivel de vida.

México.- El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó este jueves que los mexicanos declaran tener un alto nivel de satisfacción con su vida, de acuerdo con datos recabados en julio pasado. En promedio, las personas consultadas por el organismo le dieron una calificación de 8.1 (en una escala del cero al diez) a su calidad de vida.

De acuerdo con los Indicadores de Bienes Autorreportado de la Población Urbana, el dato es ligeramente superior al 8.0 reportado en el mismo mes del año anterior.

El Inegi explicó que el nivel de satisfacción “se refiere a las percepciones de los individuos en edad adulta sobre su propia situación y contexto”, y toma en cuenta tres factores: satisfacción con la vida en general y con aspectos específicos, fortaleza anímica y sentido de vida.

En el campo de la satisfacción, los mexicanos le dieron 8.6 de calificación a sus relaciones personales, mientras que aspectos de la vida publica, como la situación del país y seguridad ciudadana, tuvieron calificaciones de 6.2 y 5.1, respectivamente. Estos índices, como sea, resultan superiores a los registrados en el año anterior.

Otros aspectos, como los logros en la vida y relaciones en el vecindario, no presentaron cambios.

DETIENEN al "BOSS" CAPO ZETA del CDN en S.L.P INVOLUCRADO en PUGNA ZETA VICTORIA

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Un trascendido en "redes sociales" presume la captura por parte de la SEDENA en una comunidad del estado de SAN LUIS POTOSI del CAPO ZETA del CDN apodado el "BOSS",uno de los responsables de la mas reciente crisis de violencia en la Capital de Tamaulipas.

Cd.Victoria,25/Ago/2016 La detención se presume fue llevada a cabo por la SEDENA y también por elementos de Fuerzas Federales que lo interceptaron en un vehículo con armas y droga presumiendo su inmediata puesta a disposición de la "SEIDO de la PGR" para abundar en su participación en una serie de ilícitos en que se ha visto involucrado como MANDO DELICTIVO profusamente mencionado en su antagonismo con el GRUPO de CRIMINALES ZETAS del también llamado "GRUPO BRAVO" o "VIEJA ESCUELA de ZETAS".

Ex tesorero de Duarte en Veracruz, posee 16 propiedades en Texas de casi 7 mdd

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José Antonio Chara Mansur Beltrán, ex Secretario de Finanzas del estado de Veracruz y actual delegado de la Secretaría de Economía del Gobierno Federal en ese Estado, es dueño de al menos 16 propiedades en Texas, Estados Unidos, con un valor aproximado de 6.7 millones de dólares. 

Según registros públicos obtenidos por el diario de circulación nacional Reforma, quince de las propiedades del ex tesorero veracruzano, están en la zona residencial The Woodlands, en las fueras de Houston, ciudad donde se ubica el inmueble restante. 

Sin embargo, indica el rotativo, sólo una de las propiedades está a nombre de Mansur, ya que el resto pertenece a sociedades de responsabilidad limitada cuyos principales ejecutivos son el propio funcionario y una entidad denominada M2 Córdoba, con domicilio en Veracruz. 

Doce casas en The Woodlands, ubicadas en la misma manzana, están registradas a nombre de M1 Woodlands, LLC, corporación de Mansur creada en 2009, según registros del Departamento de Estado de Texas. 

El 4 de agosto pasado, Arturo Bermúdez Zurita, el entonces secretario de Seguridad Pública estatal, señalado como brazo derecho del Gobernador Javier Duarte de Ochoa, renunció a su cargo luego de que el mismo medio diera a conocer que posee por lo menos 19 inmuebles en México y Estados Unidos, además de que es socio o dueño de 24 empresas. 

Ayer, el titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez Sánchez, confirmó que son cinco los gobernadores investigados por la autoridad fiscalizadora, entre ellos el de Veracruz, Javier Duarte. 

Sin embargo, el funcionario federal enfatizó que la ley le impide decir el nombre de los otros cuatro gobernadores, así como los motivos por los que son auditados.
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